Me susurra al oído hace mas de un mes que no se sentirme mujer enardecida inflamada por las caricias de un macho, mi macho que es mi marido casi no me ha tocado.
Relato
Que tarde apenas sale el marido Ema va en busca de sus amigas, no transcurre ni quince minutos cuando llega con Iris, esta me mira me sonríe y como estará de ansiosa que no espera la orden y abrazándome me lleva al dormitorio diciéndole, Ema dice que eres un robusto macho como el yo necesito, sáciame por favor o voy a enloquecer…, creo que ya estaba media trastornada de erotismo apenas entramos a la pieza se desnuda y recuesta en la cama a lo misionero, esperándome con sus brazos abiertos, la recorro con mis labios su cuerpo y ella clama,,, . no me desesperes mas hazme tuya quiero sentirte en mis entrañas excavando ese delicioso pene en mis paredes vaginales…
Me recibe entre sus brazos con pasión y totalmente entregada cuando copulo con ella, como se queja y gime angustiada por las duras penetraciones que ejerzo sobre su matriz…, sus caderas se mueven y levantan satisfaciéndose del placer de sentirse clavada por un potente miembro que la desplaza en la cama con cada clavada, ella solo gime, llorisquea y aprieta sus labios al apareamiento que esta siendo sometida con gran placer y goce de su parte…. Iris es una mujer exasperada por sentirse saciada y ambiciona ser sometida por el macho sintiéndose desmembrada en su vagina por las poderosas arremetidas del joven macho, no como su marido que apenas la agita. Entre gritos se entrega a una trastornada copula sintiéndose indefensa y ardiente ante las sucesivas entregas de sus orgasmos al macho que tan deliciosamente cohabita con ella, diciéndole soy tuya y quiero seguir siendo tuya visítame todos los días te necesito.
Se reúnen en la cocina y se refrescan con unos vasos de jugo y unos trozos de queque para recuperar las fuerzas…, Leo el macho sabe que ahora tendrá que satisfacer a tres hembras ya que luego llegara la próxima y recordando los consejos del médico solicita mas comida para responder bien y le hacen unos huevos con jamón en un sartén.
Feliz me dirijo a mi habitación a descansar antes de que llegue Memo mi amigo, pero llega Maruja una mujer mayor con 35 años y una hija, eso si desesperada por ponerle los cuernos pues este varón su esposo solo la utiliza como su mujer para grandes ocasiones y no son mas de diez veces en el año, es decir recibe menos de una caricia mensual y no se ha ido por que ve el amor de su pequeña hija por su padre y en esa caleta los hombres son rústicos, mal hablados, hediondos y sin miramiento por las mujeres. Por lo que ella a tenido que resolver sus problemas con el consolador, pero ella al usar este instrumento no siente las caricias del macho, su respiración y tampoco sus dedos apretando sus carnes.
Al comunicar su amiga Ema la llegada de un macho educado potente y joven la enloqueció y solo se retuvo por su hija. Ahora está en manos de su amiga y vecina por lo que pudo ausentarse unos minutos para conocer el macho.
Viene a mí con una gran sonrisa en sus labios y me corteja apenas llega.
La saludo y me doy cuenta que esta mujer esta descontrolada por los deseos de un buen apareamiento…
Me susurra al oído hace mas de un mes que no se sentirme mujer enardecida inflamada por las caricias de un macho, mi macho que es mi marido casi no me ha tocado. Imagínate como estoy, sé que soy muy vieja para ti, pero auxíliame necesito un semental…
No, no eres vieja, además me estas excitando al susurrarme en el oído… mientras mis manos recorrían su cuerpo desde sus nalgas hacia arriba, sobando su espalda y por debajo de su blusa meto mis manos llegando a sus mamas las libero de su prisión chupando sus pezones, casi se desmaya de emoción y me agarra de los pelos diciéndome no me hagas eso que me enloquezco…, la llevo a un dormitorio y la recuesto sobre la cama desvistiéndola de su falda y calzón, no me suelta mi cabello y tira de mi para que me recueste sobre ella, alcanzo a sacarme mis pantalones y ropa interior cuando caigo sobre ella mi pene esta erguido, duro, tieso, grueso es de temer su dilatado glande y ella lo toma diciéndome aunque me partas en dos tómame, soy tuya… eres mi macho, mi semental y comienzo a empotrarla como tiembla y revuelve sus caderas al sentirse penetrada, a lo menos media hora estamos ocupados en liberarnos de esas sensaciones de placer que solo le puede calmar un macho en sus entrañas. Ella solo gime y llorisquea ardiente de pasión y cuando siente la llegada de sus orgasmos me abraza mas profundamente diciéndome eres mi macho, siente mis espermas tibia inundarle su matriz al tiempo que me grita no, no me riegues… que me preñas…, oh voy a fecundar un hijo tuyo
Esta mujer estaba perturbada y ardiente por ser apareada me tenía preso con sus piernas apretándome por mi cintura cruzándolas por detrás, jadeaba desesperada y ante mis duras arremetidas suspiraba pidiéndome más, más…
Tres días estuve en esa caleta en entrevistas y procesos de posible contratación…, tres días donde la señora del ingeniero me pidió visitarla en su casa mientras su hija jugaba con sus amigas en el patio común de las casas, ella se consolaba desahogándose de sus excitaciones carnales lujuriosas conmigo, que mujer mas excitada eróticamente, saltaba en la cama, movía sus caderas en forma redonda que era una perfección gimiendo y abrazándome con pasión en sus entregas.
Iris no lo hacia nada de mal y me visitaba en la mañana casi al medio día antes de que llegara su marido, fueron tres entregas desaforadas y excitadas que logramos en nuestros encuentros amorosos casi desarmando la cama, pero ella mimosa me entregaba sus efluvios y me permitía sin protección desaguar mis semen en su matriz.
Para que le digo de la dueña de casa Ema, aprovechaba los momentos que estábamos solos para emparejarnos y gozar como Dios manda a veces hasta dos o tres veces en el día.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces