Hola, soy una joven de 29 años, llevo 5 años de casada con un maravilloso hombre que me trata como una princesa...
Relato
Hola, soy una joven de 29 años, llevo 5 años de casada con un maravilloso hombre que me trata como una princesa, hasta en la cama me trata como tal, antes de casarnos fuimos 5 años de novios, asi es que llevo con el 10 años. La verdad que nunca habia conocido a nadie que me provocara tanto como lo hizo un programador, 13 años mayor que yo, muy bien cuidado, casado y con 3 hijos, creo que eso de tener una relacion prohibida es mucha mas excitante que cualquier cosa, un dia me invito a desayunar cuando terminamos me dijo que fueramos a un lugar donde podriamos estar solos y yo con mucho miedo dije que si, pero que no haria nada que no quisiera, me respondio que porsupuesto, fuimos a un hotel y lo que puede decir es que hizo es mejor sexo que jamas yo habia tenido , ese dia el me sedujo pero desde ese momento a la fecha cada vez que nos encontramos procuro ser quien lo excite, la ultima vez llegamos a nuestro lugar acostumbrado, lo desnudo poco a poco y empiezo a besarlo, primero los labios, nos mordemos muy suavemente me extiendo hacia el cuello y el pecho y me quedo un buen rato con sus pezones, luego me dirijo muy lentamente hacia su pene, lo tomo con mi mano derecha y el siempre me pide que lo bese muy despacio y en vez de chupar como un pepe que mejor lo lame como un helado, ahi me quedo un buen rato, mientras el con sus dedos juega con mi clitoris y me hace desearlo como a nadie en este mundo, cuando ya estamos muy, pero muy calientes me levanto me posiciono encima de el y empiezo a mecerme de una forma en que mis labios y vagina jueguen con su pene en ese momento toma su pene con la mano derecha y lo pasa muy fuerte por mi clitorios en ese momento le pido muy suavemente que entre y el dispuesto a cumplir mis deseos lo introduce muy adentro y empezamos a jalarnos como una hamaca mientras el besa mis pechos lo cual hace que mi vagina lo desee mas, esos minutos son los mas deliciosos hasta que terminamos casi al mismo tiempo, y cada vez que me despido de el espero que pase el tiempo para nuestro proximo encuentro.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces