Eloisa una mujer viuda de 52 años arrienda una habitación con baño para estudiante ayudándose así en sus gastos de menudencias para mantenerse con los gastos de su peluquería y bagatelas de su gusto para destacarse en su bien mantenido cuerpo y belleza.
Relato
Había enviudado hace tres meses y el hijo mayor de su marido del anterior matrimonio ya que su esposo era viudo cuando se caso con ella siendo ella una mujer de 35 años y él viudo de 55 años, se había encargado de los asuntos de dinero de su padre y le había asignado a ella solo una renta de de alrededor de 300.000 y ella quería mas, claro que los gastos de mantención de la casa luz, agua, teléfono, gas y otros gastos eran cancelado por la cuenta corriente de la empresa y ello variaban entre 300 o 400 mil mas, que cancelaba la empresa creada por el padre y él respetaba esos gastos. Los 300 eran para sus gastos personales, pero la señora Eloísa era una mujer que le gustaba andar bien trajeada y mantenía su cuerpo estilizado por trabajos del gimnasio y otras actividades. Por eso arrendaba la pieza que debería ser de la asesora después de la cocina con entrada por el patio y la cocina, con baño propio.
Llegue a su casa a fines del mes de Marzo, ella ya pensaba que no lo arrendaría y me pedía 40.000 mensual le dije que no era muy caro y me lo baja a 30.000 en verdad era bueno el precio de 40, pero yo no podía pagarlo, llegue un sábado para arreglar mis cosas y ella me convido en el anochecer una cena y como no había comido nada casi me la devoré y ayude a lavar los utensilios ocupados. Al día siguiente domingo ella va a misa y al volver me encuentra cuando voy de vuelta de mi ducha apenas tapado por una pequeña toalla, ella mira y cuando entro en mi pieza da vuelta su cabeza para seguir mirando mi cuerpo, eso me intrigó y puso nervioso, parecía que ella quería algo que yo tenía.
Durante esa primera semana ella se comporto como una dama, pero el sábado me levanté y fui a mi ducha diaria al volver desde su cocina ella me miraba con morboso placer sonriéndome… eso me desesperó y excitó mi cuerpo ya que ella vestía apenas una delgada bata de levantarse y con la luz de la ventana se traslucía parte de su cuerpo… me puso un short de deporte y con un chaleco sobre mi busto, salí camino a la cocina al entrar no me do cuenta y doña Eloisa agachada buscando no se que cosa tiene su trasero bien parado a mi entrada y tropiezo con este culazo apresándola de las caderas para que no caiga… en esa posición noto mi duro pene apoyado en su culo y este comenzó a crecer, se desarrollaba caliente ante ese trasero y mi pene se había ubicado entre los pliegues de los dos muslos acomodándose y desarrollándose ante l calor que de este cuerpo emanaba, no se retiro sino que gimió cuando mi miembro se acomodo en ella… no la solté y ella meneo su colita acomodándose mejor a mi pene entre sus pliegues. Este se había estirado y crecido caliente entre esos pliegues, ella lo nota y me dice…, hace mas de tres años que ningún macho me abraza y tu tienes tus manos en mis muslos…, muevo mis dedos acariciándolos y ellos no se retiraban…, entonces la abrazo por detrás se levanta y deja caer su cabeza hacia atrás en mis hombros suspirando… déjame eres mi inquilino no mi amante…me gustaría saciarte esa efervescencia que recorre tu ardiente sangre y ser tu amante, digo… crees que serías capaz de calmarme eres un chico joven…, dentro de cinco meses cumplo 18 digo…, no soy una mujer que se conforma con poco y además llevo cerca de cuatro años sin conocer macho estremeciendo mis carnes y perturbándome emocionándome mis hormonas…, una mujer con sus 40 años me gustaría saciarla con paciencia y calentura respondo…, ja… ja me dice, mi cielo tengo 52 años… y un hijo de dieciséis años, casi tu edad… probemos y luego me dirás le digo te deseo ahora ardiente y en mi cama vamos…, la arrastro a mi dormitorio y no se opone, espera me dice cierra las puerta de la cocina y la de tu dormitorio para que mi hijo no despierte.
Tomadas las precauciones nos recostamos en la cama ella me dice cuidado con dejarme caliente llevo cuatro años casi sin deleitarme de un memorable coito bien seducido. Permitiéndome luego acariciarla, recorrerla con mis dedos sus partes íntimas y por último tomándome mi pene riguroso, hosco y duro dilatado al máximo con una cabezota de glande que perturbaba y descomponía a las mujeres lo acaricia y lo lleva a su vulva donde acomodándome sobre ella lo enfilo con energía y violencia en su vagina sacándole los primeros gemidos y suspiros de dolor y pasión, mas de diez minutos estoy mete y saca este instrumento en sus profundidades vaginales sacándole a cada arremetida gemidos, suspiros o regaños al tiempo que acompañaba mis movimientos con agradables y exquisitos vaivenes de sus caderas cada vez mas apasionados hasta que de pronto me muerde en un hombro con desesperación al tiempo que eleva sus caderas para que mis penetraciones fueran mas profundas y entrega sus fluidos a este poderoso pene que la arrebata y embriaga entregándose con alma y cuerpo a este amante, que es un muchacho de casi la edad de su hijo, pero con experiencia y muy bien equipado su miembro con un glande que ha destrozado su matriz en cada penetración, ahora se suelta permitiendo que este nuevo macho conquistado por su cuerpo la desmiembre con sus penetraciones y goza feliz de su inserción apareándose con su nuevo amo y amante, dueño de su cuerpo que, después de casi cuatro años, a sido conquistado por un nuevo macho. Y lo mejor ha recibido un coito como ella anhelaba y necesitaba.
Descansaron un momento y su joven amante se relaja a su lado durmiéndose un sueño, mientras ella se levanta, abatida, desgarrada y como puede en la cocina prepara el desayuno.
Quince minutos después lo despierta con cariñosos palmazos y lo invita a un agradable desayuno, despertando a su hijo quien también los acompaña y anuncia que se ira inmediatamente por que tiene con sus amigos un importante partido de pelotas por jugar y que volverá eso de las dos de la tarde.
El chico se despide y al salir la madre aprovecha de pasar picaporte a la puerta asegurando que nadie pueda entrar si ella no lo permite, esa mañana no desea ser molestada mientras saborea las delicias de ser una hembra ampliamente deseada por su amante y complacerse de sus entusiasmo por aparearse con ella.
Esa mañana más de tres horas estuvieron traveseando, regocijándose acariciándose, excitándose en la cama de ella, y producto de estas excitaciones fue penetrada dos veces más por ese inmenso y descomunal pene que la regocijo de sus prohibiciones de sexo en esos años. Hoy había encontrado un nuevo marido y este la desarmaba y desquiciaba con sus violentas y duras arremetidas contra su formal y exquisito cuerpo inundando de semen sus entrañas y estos al inundarlas recorrían sus piernas bajando los flujos excedidos camino al suelo.
Cuanto gozaba estaba desnuda con su amante también en esas condiciones, por lo que los dos siguientes coitos fueron placenteros y de desenfrenos esa mañana.
Transcurre el tiempo y Eloisa espera con depravada y pervertida pasión los fines de semana, envía su hijo a visitar sus familiares para quedarse sola con su amante y dar curso a sus delirantes y enardecidas entrega de su cuerpo a su amante un muchacho, pero que muchacho la satisface y compensa de todo el tiempo pasado que se negó al placer del coito.
Leo ese joven estudiante, sabe de sus responsabilidades de fines de semana. Se traslada al dormitorio principal en donde sabe que será el señor de esa casa, donde su amante Eloisa es su esclava gozadora apasionada, nada le niega y el hace uso de ella por todos sus orificios carnales, recuerda como atomizó su nicho oscuro sagrado de su trasero, ese día había usado dos veces su vagina, pero Leo estaba excitado, Eloisa le había dado una excelente cena acompañada de fragantes vinos y él estaba excitado con las películas que a continuación habían mirado de unos videos eróticos donde una mujer era aniquilada por dos negros que la satisfacían por ese oscuro nicho, por lo que esa noche la hizo suya por su trasero, como gritaba y se revolcaba Eloisa tratando de impedirlo, decía que en sus 52 años ese agujero estaba virgen, pero esa noche expiró su virginidad.
Acomodó a esta con una almohada bajo su vientre para que su colita quedara en posición mientras acariciaba y excitaba a su hembra, acomodo a esta y ubicó su pene entre sus nalgas, el resto fueron gritos y gemidos de la mujer mientras iba ingresando su miembro en esas ocultas entrañas que recibían a su agresivo y excitado pene por primera vez en su vida abriendo sus mucosas paredes…, pasado unos movimientos de penetración Leo se detiene un momento para que su culo asimilara su pene en su disfrute, Eloisa desgarraba las sabanas al sentirse empotrada por su ahora desvirgado ano, mordía la almohada para no gritar su dolor y a su vez se fue excitando por la pasión con que este semental la clavaba, mientras este acariciaba sus senos y besaba su nuca se fue entregando y entre gemido de dolor y a veces de placer comenzó a entregarse a su amante, ahora no había orificio de ella virgen todos los había ocupado su señor y amo de su cuerpo. De pronto siente como se deslizaban por sus entrañas ríos de semen, esa tibia emulsión expedida dentro de sus tripas por el pene de su amo bañaba su interior y sentía como la invadían por sus órganos hasta su estomago, eso la excitó y su entrega fue maravillosa a su muchacho, su adolescente amante, que había abierto un nuevo camino al placer de una entrega arrebatadora al apareamiento, queda destrozada y apasionada en la cama junto a su amante donde duermen esa noche en calma para con la llegada del amanecer iniciar sus apasionadas copulas.
Cuatro años estudio Leo en ese instituto y cuatro años vivió en esa casa teniendo como su mujer a esa maravillosa hembra que no le negaba su cuerpo, el hijo de Eloisa al último no se oponía a que ambos compartieran su lecho de amor y él mismo traía a su vecina una mujer mayor de 40 años a su cama y esa casa se llenaba de gemidos apasionados por las extraordinarias veladas de pasión y sexualidad que ambos machos desarrollaban.
Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:48 - Relato porno leído 234377 veces
Llegue al bar y estaba Sebastian esperandome, me vio y no sacaba su vista de mi cuerpo, lo salude con un beso muy cerca de su boca para hacerle los ratones, inmediatamente me pregunto si no queria ir a su departamento (era del padre que se lo habia dejado encargado por unos dias ya que estaba en Chile). Le dije que bueno y subimos a su auto- Llegamos a su departamento y cuando entre hice un movimiento sexy con mi culo.....
Relato erótico enviado por gatitacelosa el 04 de April de 2012 a las 23:28:46 - Relato porno leído 201933 veces
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learcu
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:56) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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