Sospechaba que sus miradas eran incitadoras y que no era casualidad que se agachase para que yo pudiese ver el nacimiento de sus pezones, o que la falda le trasparentase cuando salia de la tienda.
Relato
Mi nombre es Roberto y tengo una tienda a la que acudia esporadicamente una chica, que yo sabia estaba casada, pero que no podia evitar mirar con disimulo su culo redondito cuando venia en vaqueros.Intentaba que su presencia en mi local fuese lo mas larga posible por lo que le daba conversacion y asi poder imaginarme como serian sus braguitas, como seria su coñito, si estaria depilado, humedo.....solo se que me tiraba una paja cada vez que venia a la tienda.
De repente sus visitas fueron cada dia mas frecuentes y sospechaba que sus miradas eran incitadoras y no podia ser casualidad que se agachase para que yo pudiese ver el nacimiento de sus pezones, o que la falda le trasparentase cuando salia de la tienda.
Todo eso a mi me ponia a cien, tenia miedo que un dia se me escapase la mano a tocar esas tetas pequeñitas y que no necesitaban sujetador para apuntar sus pezones hacia arriba, asi que un dia me decidi y en el medio de una conversacion vanal, le dije.....¨hombre me pareces muy bonita, de hecho yo te deseo mucho...¨y segui como si fuera de lo mas natural mi comentario, queria ver su reaccion. Y su reaccion fue pònerse muy colorada y marcharse, sin despedirse, por lo que deduje que ya se habia acabado.
Sorpresa, al dia siguiente aparecio de nuevo, para pedirme explicaciones y pasamos al interior de la tienda donde la abrace y toque por primera vez su culo, note que me separaba, pero solamente para evitar que la besase, sus protestas eran muy debiles, su culito se apretaba debajo de mis manos, mi ereccion crecia cada vez mas y eso debio notarlo porque inconscientemente se apreto mas, llegando a frotarse y a soltar un suspiro.Le agarre su mano y la coloque encima de mi polla ya muy dura por aquel entonces y ella me rogaba que no por favor, que me separase, pero a su vez notaba que la fuerza que ejercia sobre mi nabo, no era solo producto de mi presion, ella estaba tocandome por encima del pantalon, asi que poquito a poco fui soltando mi mano y abrazandola, y ella siguio diciendoime que no, pero no separaba su mano, me seguia apretando como si no se diese cuenta.
Aquello me lanzo y le levante la falda, y pude tocar por fin ese culito que tanto habia deseado, era suave y se notaba que le gustaba lo que estaba haciendo porque cada vez se frotaba mas y mas.
Muy suavemente la fui empujando hacia una pared y una vez que ya no pudo escapar ni echar ese culito hacia atras, me atrevi a pasar la mano por delante y a levantar un poquito la goma de sus braguitas, se resistia pero en el momento que toque su clitoris note como sus piernas se relajaban y se separaban un poquito para ayudarme a que suguiese inspecionando asi que cuando llegue a tocar ese agujerito ya empece a notar que aumentaba la humedad, mordia su labio inferior, su boca pegada a mi oreja se frotaba y emitia suspiros y por primera vez consegui acercar mis labios a los suyos, fue en el borde, solo un poquito y exploto el deseo tanto tiempo contenido, fue un beso largo en el que mi lengua se perdia en su boca, mis manos tocaban sus tetas, sus coñito empapado, acariciaba su culo y lo apretaba muy fuerte, ella perdio la consciencia de lo que hacia y se abalanzo a desabrochar la cremallera de mi pantalon como una loba, agarro mi polla con su mano y la apretaba y la frotaba con tantas ganas que no pude resistir por mas tiempo y sin sacarle las braguitas, solo separandoselas un poquito puse la punta en su entrada, donde ella solo aguanto unos segundos, cuando saque mi mano encojio sus piernas y clavo mi polla hasta el fondop en la sensacion de placer mas dulce que yo habia tenido.
En medio de suspiros, de frases como estamos locos y de besos muy, muy largos se corrio dos o tres veces, hasta que yo no pude mas y le llene de leche su mata de pelos que rodeaban su coñito que acababa de follarme. Me dijo que no me corriese dentro que no tomaba ninguna precaucion y asi lo venimos haciendo desde entonces prque somos amantes, amigos, subo a su casa a cenar con su marido y jugamos a tocarnos a escondidas, en fin que mantenemos la relacion mas morbosa que haya imaginado y ya os ire contando, esto solo es el principio.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513554 veces