Como de costumbre, mi compare Manuel, y yo. Salíamos a beber, realmente comenzábamos bebiendo cerca de nuestras casas, y cuando ya estaba por terminársenos el dinero, o nos lo habíamos bebido todo, regresábamos. En una de esas ocasiones, como que bebimos de más, y más o menos esto fue lo que nos sucedió…
Relato
Esa noche había llovido como hacía mucho tiempo no llovía en nuestro pueblo, y esa noche mi compadre y yo, bebimos demasiado. Tanto que de regresó a casa, yo la verdad iba dando tumbos. Hasta que en una de esas, perdí el equilibrio, y caí de culo sentado en un gran charco lleno de agua y barro. Por lo que me ensucié todo. A duras penas, y justo cuando volvió a llover, mi compadre me sacó de aquel barrial. Bueno con todo y lluvia seguimos caminando, dirigiéndonos primero a su casa, para luego yo seguir para la mía. Pero al encontrarnos frente a su casa, mi compadre, me dijo. Coño Serafín, estas todo embarrado, yo no puedo dejar que llegues así a tu casa, que va a decir la comadre. Entra a casa, te das un baño, y te pones alguna ropa mía. Ya mañana me la devuelves.
Yo la verdad, que en las condiciones en que me encontraba, no me quedó más remedio que hacerle caso. Por lo que pasamos al patio trasero de su casa, y bajo aquella fuerte lluvia me quité toda mi ropa, la tiré en un balde lleno de agua, para que el barro no se le pegara, y bajo una de las fuertes chorreras ya completamente desnudo comencé a dejar que el agua me cayera encima, para lavarme. Yo pensé que ya había terminado, cuando mi compadre, me dijo. Date vuelta, a ver si aun te queda algo de barro encima. Y yo así lo hice.
Cuando volví a quedar de frente a él, me dijo. Todavía tienes mucho barro en la espalda las nalgas, y las piernas, mejor te echo algo de jabón, y te lo restregó, para que se te salga. Pero al mismo tiempo al parecer mi compadre buscó dentro de su casa una botella de ron y me ofreció un trago, que yo sin pensarlo mucho me lo di. Pero al yo devolverle la botella a él, me entregó una barra de jabón, con la que a pesar de mi estado, comencé a enjabonar todo mi cuerpo. Yo la verdad que pensé que así lo había hecho, cuando mi compadre, dando una vuelta alrededor mío, me dijo. Como te lo dije, Serafín todavía te queda mucho barro encima, deja que te ayude a enjabonarte, y sin esperar a que yo le dijera que si o que no, mi compadre agarró el jabón, y la esponja. De inmediato, me dijo. Compadre inclínese hacia adelante, y apoye las manos contra la pared. Cosa que yo a pesar de mi borrachera, obedientemente hice. Mi compadre Manuel, primero comenzó por ir pasándome el jabón, desde mi nuca por toda mi espalda, y luego poco a poco, continuó bajando, y me siguió enjabonando el resto de mi cuerpo.
Mientras que yo seguía apoyando mis manos contra la pared, y manteniendo mi cuerpo inclinado hacia adelante. Manuel llevaba un buen rato enjabonándome, la nuca, mi espalda, mis nalgas, los muslos y hasta mis pantorrillas. Cuando yo, en medio de mi gran borrachera, comencé a sentir algo raro. Eran sus dedos, que al principio rozaron el hueco de mi culo, pero en un abrir y cerrar de ojos, ya en esos momentos me los tenía metidos bien adentro. Pero en lugar de que yo le dijera que dejara eso, como pensé hacerlo. Me quedé callado.
Hasta que se me ocurrió preguntarle, si ya faltaba poco para que terminase. A lo que mi compadre me respondió, que no que recién empezaba, y fue cuando sentí que separó mis nalgas con ambas manos, y casi de inmediato, me sujetó con fuerza por las caderas, y me ha enterrado sin consideración alguna toda su verga. Sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo, ya que para esos momentos, me tomó por sorpresa, y de un solo envión, me penetró. Yo creo que vi el diablo, del tiro creo que hasta la borrachera se me fue.
Por lo inesperada de la situación, yo me quedé sin saber qué hacer, por un corto rato, momentos, que mi compadre aprovechó, para apretarme con más fuerza contra su cuerpo. En el momento en que me vine a dar cuenta de lo sucedido, traté infructuosamente de zafarme, pero a medida que más me movía, mi compadre me sujetaba con más fuerza, y una y otra vez más me metía, y sacaba su verga de mi culo. Yo comencé a protestar, pidiéndole que me soltase, a lo que mi compadre, me respondió. Hay compadre, mejor cállese, y siga moviendo ese culo, que está divino. A medida que yo más me movía tratando se zafarme de su abrazo, como que más adentro me lo metía, hasta que llegó el punto, en que no sé porque, continué moviendo mis caderas, pero de manera más, y más lenta. Y dejé de pedirle que me soltase, por lo que a medida que mi compadre, continuaba clavándome su verga por mi culo, me fue diciendo lo rico que yo me movía. Lo sabroso que yo tenía el culo, y lo bien paradas, que tenía mis nalgas.
Quizás fueron todas esas cosas, además de que cuando sentí que él ya no me apretaba con tanta fuerza, por las caderas, al yo bajar la vista, y volver a ver la botella de ron, la agarré y me di un buen trago, a medida que mi compadre continuaba comiéndome el culo. Yo por mi parte después de darme el trago, como que comencé a restregar mis nalgas contra su cuerpo, apretando y abriendo mi culo, a medida que mi compadre, seguía sacando y metiéndome toda su verga. Así pasamos un buen rato, yo dejando que Manuel mi compadre, siguiera dándome verga. Hasta que el muy hijo de la gran puta, me propuso que cambiásemos de posición. Yo la verdad es que ni idea tenía, a que se refería. Pero cuando me sacó su verga de mi culo, y me dijo que me tirase al suelo, y que me recostase boca arriba, ciegamente lo obedecí, al igual que hice cuando me dijo, que levantara las piernas.
Manuel me tomó por los tobillos, y separando mis piernas, vi claramente como dirigió su verga nuevamente sobre el hueco de mi culo. A diferencia de la primera vez, a medida que me lo volvió a meter, yo vi con toda claridad como su verga desaparecía dentro de mi culo. Y así continuó dándome verga por otro buen rato, hasta que de momento yo agarré mi verga que la tenia bien parada, y comencé a masturbarme, al mismo tiempo que mi compadre no dejaba de meter y sacar su verga de mi culo. Así estuvimos los dos, hasta que él se vino dentro de mí, y yo acabé entre mis dedos.
Yo me quedé tirado sobre el mojado piso de cemento, en donde me había estado bañando. Pero al poco rato, mi compadre, me pasó otra vez la botella de ron, y apenas me di otro trago, al voltear a verlo, me encontré con su verga frente a mi boca. Él se la medio lavó con algo de ron, y me dijo. Vamos Serafín hazme el trabajo completo, yo como que ni lo dude, así que abrí mi boca y me dediqué a mamar la verga de Manuel, hasta que al poco rato ya la pude sentir bien dura, dentro de mi boca. Fue cuando me preguntó, quieres seguir mamado, o prefieres que te siga dando por el culo. Yo sacando su verga de mi boca, solo alcancé decirle dando, cuando creo que ya me lo estaba enterrando nuevamente, su sabrosa verga entre mis nalgas.
Al despertarme al siguiente día, estaba tirado en un camastro, desnudo, y con mi culo algo adolorido. Mi compadre, no dijo nada, ni yo tampoco, me prestó algo de ropa, y yo regresé a casa, donde mi mujer, me esperaba algo molesta. La siguiente vez que salimos a beber, no pasó nada, si bebí, pero ni tan siquiera me hizo un comentario sobre aquella noche, y yo tampoco quise hablar al respecto. Así seguimos saliendo otros viernes, hasta que volvió a caer tremendo chaparrón. Solo que en esa ocasión, no fue que yo me volví a caer en una charca, la verdad es, que me metí…..
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140730 veces
Aventuras en Paris
Jesús y Pablo marcharon a Paris para poder vender el video. Dejaron a sus tres amigos en una casa que habían alquilado en un pueblo muy pequeño en Huesca. Los dos habían quedado con Pierre, un ejecutivo muy interesado en esta clase de material.
Relato erótico enviado por mena55 el 24 de August de 2008 a las 13:55:00 - Relato porno leído 114317 veces
Si te ha gustado Mi compadre me enjabonó… ( CON fotos) vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
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narrador
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Comentarios enviados para este relato
amable
(26 de March de 2015 a las 07:02) dice:
muy emosionante asi quisiera que me pasara ami katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:50) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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