Mi compañera me deseo hasta desvirgarla

Hola de nuevo esta vez les escribo con este nuevo real relato que espero sea de su agrado pues trata de como de nuevo me desflore a otra compañera de colegio.

Cuando estaba en sexto grado de primaria conocí en mi nuevo grupo unas muy bellas jovencitas pero como nuestra profesara era muy estricta y preferí no intentar nada pero entre todas estaba una muy atractiva niña de nombre Jessica que en ese año tenia 16 años, ella es delgada, bajita y blanca y por sus lindas piernas me la deseaba igual que ella a mí.

En fin no habíamos tenido nuestra oportunidad hasta que un día cuando todos nuestros compañeros salieron al recreo y me quede solo con ella pues estaba acomodando mis útiles y en ese momento ella me dijo que le estaba dando comezón y quería que la rascara y desde luego le dije que sí y le pregunte donde y me señalo sus piernas y de prisa le alcé su falda no rascándole sus piernas sino acariciándoselas y ella prendida y excitada me volvió a decir pero esta vez me dijo que la sobara pues le dolía algo y yo preguntándole que cosa le dolía me señalo su vagina y de inmediato le baje su calzón y le acaricie furtivamente su vagina y me pidió con voz sexy que le diera un beso en su vaginita y la bese de inmediato chapándole su rajita virgen muy deliciosa que ya estaba mojada por la excitación y me dio las gracias y la vestí de inmediato dándole otro beso en sus lindos labios de niña y desde ese momento no pude borrar de mi mente el rico sabor de su vagina y sus labios.

Nuestra siguiente oportunidad, sin duda la mejor ocurrió a los tres días cuando nos encontramos en el autobús y como era ya tarde iba ya totalmente vacío solo ella y yo y acercándose a mi me pidió que de nuevo la acariciara y nos fuimos hasta el último asiento del autobús y le alcé de nuevo su falda escolar acariciándole con fuerza sus piernitas mientas la besaba apasionadamente y de nuevo con voz bajita y muy sexy me pidió que la desvirgara pues ella estaba locamente enamorada de mi y acepte de inmediato, nos bajamos en una barranca a la orilla de la carretera y nos metimos hasta adentro, de una vez ahí la desnude alzándole su falda y bajándole su rico calzón y comencé a mamarle su vagina como la vez pasada pero esta vez cerca de su rajita encontré por primera vez en mi vida un clítoris por lo cual se lo mame y ya excitadísima me dijo que le metiera mi pene en su agüerito vaginal y de prisa saque mi verga erecta y la penetre con tanto placer que ella gemía de placer y un poco de dolor por haber perdido su virginidad y sus piernas resbala un poco de sangre de su himen desflorada, como la otra vez me dio las gracias por cumplirle sus deseos de hacerle el amor.