mi companera Soraya

Esta historia es verdadera en un 90%, el resto del 10% es fruto de mi imaginación, cada uno se imaginará de acuerdo a su pensamiento cual es la realidad y cual es la fantasía; todo comienza hace varios años, en mi juventud cuando yo trabajaba como empleado en una oficina¸ hubo un momento que una empleada se retiró para jubilarse y la empresa tuvo necesidad de poner un aviso solicitando empleada para reemplazar a la que se retiraba que era muy eficaz, por lo tanto la selección iba a resultar muy trabajosa porque había que conseguir un buen reemplazo.- Pasaron varias semanas y al final nos presentaron a la que iba a ser nuestra compañera; se trataba de Soraya, una hermosa uruguaya de 20 años, (yo en ese entonces tenía 22), nada exuberante pero con sus curvas bien repartidas; tenía tetas no muy grandes pero se notaban firmes, unas piernas largas y torneadas y un culo que se destacaba dentro de sus ajustados pantalones.-
Desde el primer momento congeniamos muy bien con Soraya haciéndonos muy buenos compañeros ayudando uno a otro en todo lo posible, pero además de esto, nos convertimos en verdaderos amigos; es asó que yo iba generalmente a su casa donde me recibían sus padres amigablemente, allí pasábamos muchas horas conversando, leyendo un libro o jugando al ajedrez, pero siempre como buenos amigos sin pensar para nada en el sexo a pesar de ser dos personas tan jóvenes; lo mismo ocurría cuando Soraya venía a mi casa siempre que estaban mis padres.-
De ese modo fue creciendo nuestra amistad aunque nadie creyera que no había nada oculto en nuestra relación; muchas veces íbamos al cine y yo la llevaba abrazada ,ientras que a veces le daba muchos besitos en su hermosa carita; la verdad que más que amigos parecíamos hermanos; cuando yo le hacía alguna caricia no lo hacía con ninguna mala intención y Soraya recibía mis caricias siempre con una hermosa sonrisa y sin hacer ningún comentario.-
Todo marchó igual durante varios meses, quizá más de un año, en que me empecé a fijar en mi querida amiga como mujer además de cómo mi amiga; entonces disimuladamente pasaba mi brazo por sus tetas tocándolas; otras veces “sin querer” le acariciaba de paso el culito y ella nunca decía nada y simplemente esbozaba una sonrisa.- La próxima vez que fuimos al cine, mientras la tenía abrazada empecé a darle besitos en el cuello, lo que la hizo estremecer y ya más descaradamente, le toqué las tetas sin que ella me dijera nada; tambien le tocaba en forma más descarada el culo; fuimos varias veces a bailar y con música suave aprovechaba para apretarla contra mi y hacerle sentir mi erección; pero ella no me decía nada y yo no quería avanzar con mis carucuas, siempre respetando nuestra amistad.-
Cuando se acercaba la fecha de mi cumpleaños, Soraya me preguntó que me gustaría que ella me regalara; le dije que me bastaba con tener su amistad, pero ella insistía e insistía, hasta que le dije que ella decidiera que seguramente lo que ella me regalara iba a ser de mi agrado.- Entonces me dijo que había pensado en hacerme un regalo que yo estaba deseando, pero que pensaba que ese regalo podía llegar a cambiar nuestra amistad.- Yo le dije que nada podría llegar a cambiar nuestra amistad y así quedamos y no volvimos a hablar del asunto.-
Cuando llegó el día de mi cumpleaños nos comportamos como un día normal de trabajo, pero cuando llegó el horario de salida, yo la iba a acompañar como muchos días a su casa, pero ella me detuvo diciéndome que tenía que entregarme su regalo; yo vi que no tenía ningún paquete, entonces muy curiosamente le pregunté cual era su regalo y ella completamente ruborizada me dijo que su regalo era ella misma; que quería que yo la llevara a un hotel y que la cogiera, porque con mis actos estaba demostrando que le tenía ganas pero que nunca se lo había dicho mientras que ella se había dado cuenta de mi deseo y ese día quería ofrecerme su cuerpo, pero esperaba que eso no cambiara para nada nuestra amistad; yo le dije que no podía admitir ese sacrificio de parte de ella, pero me contestó que no era un sacrificio, sino q ue era un gusto que ella se quería dar.-
Yo sabía que ella no era virgen porque había tenido un novio en Uruguay que la había seducido cuando ella tenía 16 años y que le había arrebatado la virginidad, desapareciendo después de su vida, y ella había quedado muy traumada, pero mi forma de ser la estaba prácticamente obligando a ofrecerme su cuerpo para mi disfrute.-
Entonces yo tambien convencido, fuimos al hotel más cerca que teníamos donde iba a gozar de mi querida amiga Soraya.- Llegamos y pedí la mejor pieza que había disponible en esos momentos; me dieron una pieza muy linda que incluía jacuzzi y hacia allí nos dirigimos los dos llenos de nervios; en cuanto entramos le dí la primero que anhelaba; un tremendo beso de lengua lleno de pasión, el que fue plenamente correspondido por Soraya, quedando nuestras lenguas entrelazadas y cambiando salivas por un rato largo: yo solo atinaba a besarla, pero enseguida me animé y puse mis manos en su rico culo sobre los pantalones apretándola muy fuerte contra mi; ella enseguida notó la erección de mi pija y se quedó pegadita a mi, sintiendo mi bulto que chocaba con su pancita; sonriendo me preguntó si me gustaba su regalo y le dije que era lo mejor que me podía haber pasado en la vida; después de eso nos desnudamos los dos y lo que tuve ante mi fue algo glorioso, y pensar que había pasado tanto tiempo deseándola y dentro de un rato iba a ser toda mía.-
La abracé, me prendí de sus tetas y le apoyé mi pija en su hermoso culo, de ese modo nos metimos los dos al jacuzzi que ya tenía el agua tibia en el punto justo para gozarla; jugamos en el agua tocándonos sin ningún problema por primera vez en nuestras vidas, yo le chupaba las tetas y trataba de meterle los dedos en su conchita y en su culo, mientras ella me dejaba hacer lo que a mi se me ocurriera; estuve un rato metiendo mis dedos hasta que decidí que era el momento adecuado para cogerla; de ese modo nos secamos bien y nos fuimos a la cama, donde ella demostró que se encontraba muy nerviosa tratando de cubrir con los brazos sus bellezas; yo estaba extasiado mirando tan hermoso cuerpo y no me decidía a empezar mi faena porque pensaba que este no sería un polvo así nomás sino que era toda una entrega de amor; le dije muchas palabras dulces al oído para que ella se fuera relajando y cuando logré si relajación, puse mi pija en la entrada de su concha y muy suavemente se la empecé a pasar por toda si raja; ella se fue calentando hasta que me pidió que la cogiera porque ya no podía aguantar más sin sentir mi pija adentro suyo; muy suavemente se la fui metiendo y ella con sus movimientos sensuales lograba que poco a poco fuera entrando toda dentro suyo; ella podía cara de dolor porque a pesar de no ser virgen, había cogido muy pocas veces y entonces estaba sintiendo la entrada de un intruso que le hacía perder unas lágrimas de dolor; pero con una sonrisa me animaba a seguir metiéndosela. por lo que seguí un momento más metiendo y sacando hasta que me dí cuenta que estaba por acabar, se la saqué y me dejé caer sobre ella llenando entonces la panza de ella y la mía con mi leche.- Nos quedamos abrazados un rato largo y con nuestros movimientos el semen se iba desparramando por nuestros cuerpos, llegando a estar los dos completamente llenos de ese líquido viscoso, entonces riendo nos fuimos los dos a bañar: nos metimos nuevamente en el jacuzzi y así franeleando, nos fuimos sacando todo el semen que había quedado en nuestros cuerpos.-
Volvimos a la cama, la hice abrir nuevamente de piernas y ahora pensé que era mi turno de darle placer, me metí entre sus piernas y le empecé a chupar la concha con ansias; ella no se lo esperaba porque se estremeció, pero luego le gustó y me pedía que siga; yo seguí en lo mío y enseguida logré que ella tuviera su orgasmo dando un pequeño grito y enseguida besándome con desesperación y agradeciéndonos los dos mutuamente por nuestro “acto de amor”.-
Salimos del hotel y nos fuimos muy felices hasta mi casa donde mis padres nos estaban esperando para celebrar con nosotros mi cumpleaños, festejo al que se añadieron los padres de Soraya en una íntima reunión que duró varias horas.-
Ya habiendo dado el primer paso, Soraya y yo seguimos cogiendo durante mucho tiempo, practicando todas las posturas posibles, habiendo tenido la dicha de desvirgar su culito, el que me entregó con toda la felicidad del mundo y después tambien se hizo adicta a chuparme la pija, lo que practicábamos en todos lados, en su casa, en la mía, en el hotel y a veces llegamos a hacerlo en el archivo de la oficina cuando íbamos a buscar algún documento u nadie se deba cuenta.-
Pero siempre lo que más me gustaba era darle por el culito, que seguía siendo tan lindo como al principio.- Nunca dejamos de tratarnos, pero pasados unos años Soraya consiguió un trabajo mejor, se fue para ese trabajo donde además consiguió novio y más adelante esposo y yo tambien me casé y actualmente tengo tres hijos, pero generalmente nos encontramos con Soraya y recordamos muy emocionados nuestros primeros actos de amor.-