Mi conquistador español, me cogió divinamente

Hace poco, gracias a mi trabajo, tuve la oportunidad de conocer a un lindo español que estuvo por negocios en mi ciudad.

Su nombre, es Javier y estableció un negocio con la empresa en la que trabajo a través del Gerente. Para este negocio, Javier, necesitaba ayuda, para organizar sus documentos en forma previa a las reuniones que efectuaban con la Gerencia.

El Gerente, por casualidad, me invitó a poder ayudar a Javier por unos días. Javier, me propuso una buena paga; pero debía trabajar fuera de horarios de oficina, para no perjudicar a mi empresa. Al principio, la idea no me gustó mucho; pero Javier se veía muy guapo y acepté.

El primer día, trabajamos en el Lobby de su hotel; pero realmente era incómodo, por la cantidad de documentos que tenía Javier. Así que a partir del segundo día comenzamos a trabajar en su habitación.

Javier, es muy distinto a los hombres que conocí, él, es muy formal educado y atento. Tenía pocas posibilidades de llegar más allá de la relación laboral.

De todas maneras, no me rendí y me vestía con ropa cada vez más sexy, faldas cortas, escotes, ropa casi transparente; pero no se veía ningún resultado. Salvo algunas miradas que me hacía muy disimuladamente.

El cuarto o quinto día, Javier tuvo problemas con la impresora, así que me acerqué a él y sin querer, al agacharme para ayudarlo, como él estuvo de pié, rosé mis nalgas sobre su paquete y lo oprimí un poquito, simulando no tener espacio suficiente. Me parece que eso, encendió un poco su pasión; pero se mantenía muy formal y educado conmigo.

Para fortuna mía, los problemas con su impresora, eran muy frecuentes y me di cuenta que a él, le gustaba sentir mis nalgas apretadas sobre su miembro. Hasta que sentí que se había puesto muy duro, percibí que era realmente enorme y lo oprimí con más fuerza. Fue delicioso sentir así ese enorme y duro palo. Mi excitación era tal, que no pude disimular y moví mis nalgas de arriba hacia abajo, suavemente. Javier se quedó quieto aunque visiblemente excitado. Jackeline – me dijo – estoy un poquitín nervioso sabe. Oprimí un poco más ese enorme paquete con mis nalgas y luego me dí la vuelta.

Acerqué mis labios a los suyos y apenas permitió el rose; pero al sentir nuestras respiraciones, al fin desistió y sentí su primer beso, delicioso, exquisito, mientras me besaba, oprimí mis senos sobre su cuerpo y movía mis caderas para acariciar su endurecido miembro. Javier, perdió su educación y formalidad y me apretó con sus brazos con pasión, mientras me besaba.

Disculpe, Jackeline – me dijo.

No podía yo, perder esa oportunidad de comerme un lindo español. Además se iría en dos días más. Así que comencé a acariciar su miembro endurecido, por encima de su pantalón, con mis manos. Acaricio como sé que les excita, bajé suavemente a sus testículos y acaricié haciendo círculos suavemente. Ví como se excitaba más con mis caricias en su enorme palo.

Abrí su pantalón y vi ese exquisito pene, era realmente el más grande que miré en toda mi vida, se veía como a punto de reventar su boxer. Lo cogí con mi boca, jamás abrí mi boca tanto; pero me excitó. Aún dentro de su boxer, me comí suavemente ese enorme y delicioso pene mientras mis manos, acariciaban suavemente sus testículos.

Javier, ya estaba totalmente excitado, empezó a acariciar mis senos y mis cabellos. Bajé su boxer y descubrí ese pene realmente enorme, mi mano, no podía rodearlo, era muy grueso, estaba tan duro, que parecía un palo grueso. Jamás me había interesado el tamaño; pero este me excitaba sólo con verlo y con imaginarme hasta dónde podía traspasarme.

Lamí esa enorme cabeza y la metí un poco acariciándola con mis labios, luego la lamí hacia abajo, hasta la base de sus testículos, los metí suavemente en mi boca, y vi su enorme excitación. Lo chupas muy bien – me dijo con excitación.

Me comí ese enorme palo español, no pude meterlo todo dentro mi boca; pero le gustó todo lo que hice con su exquisito pene.

Me tendí en la cama y Javier, comenzó a manosearme, apretaba mis senos, acariciaba mi clítoris suavemente, metía su dedo en mi vagina, me besaba por todas partes, en mis senos, besaba mi cuello, mordía mis pezones, lamía mi clítoris, estuve totalmente entregada a lo que él quisiera y era delicioso. Mi mano, lograba acariciar ese enorme palo, para mantenerlo endurecido.

Luego de manosearme como quiso, se tendió él en la cama de espaldas y yo le entregué mi vagina y comencé a chupar su palo, nuevamente, su enorme lengua, abría mi vagina y jugueteaba con mi clítoris, mientras saboreaba yo su pene, como una loca, gimiendo de placer. El siguió lamiendo mi clítoris mientras metió dos de sus dedos dentro mi vagina. Fue el 69 más exquisito que hice en mi vida.

Se levantó y cogió mis piernas con sus manos y me puso de costado, comenzó a morder mis nalgas y lamer mi vagina, era delicioso, lo que me hacía ese español. Luego me abrió las piernas, con sus dos manos abrió mi vagina y metió su lengua, paseó hasta abajo y subió hasta mi clítoris, yo deliraba de placer. Finalmente se puso de rodillas y levantando y abriendo mis piernas, acercó ese enorme miembro a la entrada de mi vagina que ya estaba bien abierta, preparada para recibir ese rico palo. Levanté mis piernas sobre sus hombros y sentí su miembro endurecido, entrar dentro de mí, mientras apretaba mis senos con sus manos y yo miraba cómo esa enorme barra entraba y salía de mi cuerpo, haciéndome gemir de intenso placer. Mis dedos acariciaban mi clítoris y abría más mi vagina, para permitir entrar totalmente ese enorme y delicioso palo que me penetraba.

Noté su cansancio, y yo deseaba seguir recibiendo el placer de ese pene, así que le pedí que se recostara y comencé a cabalgar a mi delicioso potro, gritando de placer…Javier, oprimía mis senos y disfrutábamos ambos de un placer infinito…No quiso bombear dentro de mí, así que le ofrecí mis senos y comenzó a follarlos, me dejó su semen en mis pechos y lo regó hasta mi ombligo.

Se recostó y yo aproveché para chupar ese delicioso caramelo que me había dado tanto placer, porque deseaba más…lo chupé durante varios minutos y volvió a recuperar su enorme tamaño. Está muy rico este caramelo…quiero más mi rey – le dije.
Entendió lo golosa que yo era y me pidió que lo montara otra vez, cabalgué dándole la espalda…cada vez que entraba ese miembro, parecía una enorme barra que me traspasaba hasta el corazón, no podía evitar gritar de placer como una loca…

- Aahh… que ricooo!...mmm aah, …aay! Que rico palo..tienes …papacito ooh!
- Toma verga...maja golosa!
- Ooh!..dame así ricooo ooh!....dame más verga mi rey….aay!
- Ponte de cuatro como perra…!
- Mmmh!... aaah! No saques tu verga mi amor…me pondré de cuatro…no la saques aah!

Nos incorporamos juntos, no me sacó su pene y estando de cuatro, cogió mis caderas…

- Qué rico culo ah, maja viciosa!....toma!!...toma!!
- Aay! …oooh!....rrrricoo… oooh!

Tuve un segundo orgasmo delicioso, mientras Javier, seguía clavando su enorme verga, como un salvaje. Le pedí que me llenara de leche pero no quiso dejarlo dentro y me dejó su sabrosa leche entre mis nalgas.

Disfrutamos ambos y para su despedida, nos encerramos en su habitación toda la tarde hasta la media noche, imagino que se tomó un poco de viagra; porque recibí ese delicioso pene, hasta quedar exhausta, literalmente, me bañó con su sabrosa leche. Tuve que ducharme, para irme a casa…

Al día siguiente muy temprano, Javier regresó a su país y me dejó como recuerdo una joya muy elegante que la uso cerca de mis senos, para recordar al primer amor español que tuve.