Hasta donde pueden llevarnos las pasiones ocultas? mas alla de lo que nuetra mente puede imaginar...esta es la historia
Relato
Jamás imagine que esto me pudiera suceder, mi esposa la mujer a quien había entregado los últimos 4 años de mi vida me traicionaba. ¿Alguna vez han sentido que el piso se desvanece bajo sus pies y no saben donde están parados?, así me encontraba yo, me había enamorado perdidamente de esa mujer y no tenia ojos para ninguna otra, nunca hice caso de otras mujeres que en el trabajo me coqueteaban y quise ser solamente para ella, mi único error fue dedicarle mucho tiempo a mi trabajo buscando una mejor posición y una mejor remuneración y ella decidió ocupar tanto tiempo libre con otra persona.
Dadas así las cosas y las constantes discusiones decidió irse a casa de sus padres que vivían a solo unas casas de la nuestra y no se si fue por el sentimiento de culpa o porque pero le pidió a su hermana que fuera a ver como estaba porque si nosotros nos veíamos siempre discutíamos, mi cuñada recién había cumplido 18 y como todas las hermanas de mi esposa era muy bella, no me gusta describir el físico de las personas porque creo que es como intentar presumir y eso le da un toque de incredulidad a las historias, a fin de cuentas si una persona te provoca y te da placer eso es lo que vale.
Como ya se imaginaran la casa era un desastre y yo que casi nunca tomaba, me había vuelto sobre el licor como única salida a mi depresión, tome vacaciones adelantadas en mi trabajo para superar la crisis emocional en que estaba. Mi cuñada en un principio no me provoco ningún sentimiento, bueno estaba yo para pensar en mujeres, pero se mostro muy amable y me ayudo a poner un poco de orden en la casa, me ayudo es un decir ya que ella hizo todo y yo solo veía televisión mientras daba cuenta de un sándwich que me preparo. Mientras recogía la casa me dijo que si podía poner algo de música y yo le dije que si, fui a buscar una cerveza y mientras me la tomaba sonaba una canción que hablaba de las traiciones, los recuerdos volvieron a mi y se me llenaron los ojos de lagrimas, cuando mi cuñada se dio cuenta trato de tranquilizarme y me abrazo, me tuvo abrazado mucho rato mientras me decía palabras tiernas. No paso nada, como ya he dicho no tenia ánimos para pensar en mujeres o sexo, pero no por eso deje de darme cuenta que sus pezones, los cuales estuvieron todo ese tiempo rozando mi cara, se había puesto duros.
Las visitas se hicieron de forma más continua, en ocasiones varias visitas en un día y es que como ya mi esposa estaba trabajando y mi suegra también y mi suegro se pasaba mucho tiempo en cama porque tenía una enfermedad que lo debilitaba mucho, así que nadie se daba cuenta de que ella pasaba mucho tiempo conmigo. Yo inclusive cambie mi horario de trabajo para tener la mañana libre y estar con ella, era entonces mi mejor amiga y mi confidente no había ninguna relación fuera de eso, me ayudo mucho con sus platicas para dejar atrás la tristeza y con su alegría y simpleza de corazón me reanimo el espíritu.
Empecé a darme cuenta de que pensaba mucho en ella, no la deseaba como mujer pero ansiaba que se llegara el nuevo día para poder estar con ella y volver a reír y volver a vivir. El calor empezaba a hacer estragos en la ciudad y ella vestía ropa muy ligera lo que aunado a la abstención de sexo, ya habían pasado casi 2 meses, me hicieron empezar a desearla, como ya he dicho era joven y bonita, pero aparte de sus atenciones no había nada que me dijera que ella quisiera tener algo conmigo, aparte de aquella ocasión en que sus pechos rozaban mi cara y otra en que peleando por el control remoto termino sentada encima de mi, no había ninguna señal de que yo le interesara. Así que decidí hacer que ella se fijara en mi como hombre, ya antes me había dicho que yo era una gran persona, que era su cuñado favorito, que no merecía lo que me hizo su hermana y en otra ocasión en le pregunte porque no tenia novio me respondió que prefería estar conmigo que con otra persona. Al día siguiente me hice el dormido, había dejado al puerta abierta como cuando ya estaba levantado y me había estado tocando el pene hasta que la oí que llego así que tenía una erección considerable, ella me busco en la sala y luego en la cocina, después fue a la recamara y ahí estaba yo, dizque dormido y con el pene duro notándose bajo el bóxer que usaba para dormir, ella me vio y se quedo mucho rato sin decir ni hacer nada, no si por la sorpresa o por excitación, después cerró la puerta con mucho cuidado y se fue sin hacer ruido. Cuando regreso mas tarde ya estaba levantado y me comento que había venido temprano pero que se fue porque todavía estaba dormido pero no hizo ningún comentario acerca del estado de mi pene, le dije que cuando pasara eso que me despertara. El siguiente paso fue buscar que platicáramos sobre el sexo, me conto que era virgen porque aunque algunos novios le habían pedido sexo, a ella le daba miedo por lo que dicen de lo dolorosa que es la primera vez, yo le explique que el dolor era mas bien por miedo, que si una persona estaba relajada y bien excitada el dolor era mínimo y era sobrepasado inmediatamente por el placer, me dijo que aun así prefería que se lo platicaran a tener que experimentarlo y yo le conteste que algún día tendría que pasar por eso.
El siguiente fin de semana llego en la noche con dos amigas y el novio de una de ellas, andaban tomando y a falta de otro lugar se fueron a mi casa por la confianza que ya había entre nosotros
Yo les permití de buen agrado estar en la sala y me refugie en mi recamara a ver una película para no desentonar, todos ellos rondaban los 18 y yo estaba cerca de cumplir los 30, pusieron música y los escuchaba reír y cantar, como pasada una hora me habla mi cuñada y me dice que si puedo estar un rato con ellos, que le hacía falta otra persona para bailar, ya la parejita de novios bailaban entre sí, acepte de buen agrado porque yo también necesitaba diversión. La velada fue de lo más agradable, una botella de ron y la cervezas que había nos hicieron relajarnos y disfrute como adolecente, la parejita se había estado cachondeando toda la noche y a determinada hora prefirieron retirarse, pienso yo a dar rienda suelta sus deseos, nos quedamos los tres y seguimos enfiestados, la amiga de mi cuñada ya estaba un poco ebria y se me insinuaba a lo que note que mi cuñada se ponía un poco celosa. Cuando el alcohol hizo que la amiguita se fuera quedando dormida nosotros seguimos bailando y tomando, cuando comenzó una canción romántica la tome con ambas manos de la cintura y ella abrazo mi espalda, bailamos mucho rato muy pegaditos y casi al final de la canción busque sus labios, ella me correspondió de una manera apasionada no besamos con ternura, con deseo, con amor.
Cuando cayó en la cuenta de lo que habíamos hecho se separo de mi abruptamente, como pudo despertó a su amiga y se la llevo casi a rastras y se fue sin decirme nada.
Paso casi un mes si que pudiera apenas verla, la relación con mi esposa había mejorado un poco y ya nos frecuentábamos y platicábamos sin pelear, por ella supe que su hermana estaba muy deprimida y no sabían si había tenido problemas con algún novio, pero que estaba muy triste. Me acerque a su amiga y le pregunte si sabia porque mi cuñada estaba tan deprimida, me dijo que no me hiciera el tonto que bien sabia que era por mi, que se había enamorado y lo nuestro no podía ser. Le pedí que la acercara a mi para poder hablar con ella y no quiso, me dijo que lo mejor es que no le volviera a dirigir la palabra. Esa noche no pude dormir, de hecho hacia muchas noches que dormía poco, el recuerdo de aquel beso no me dejaba en paz, ya ni siquiera sentía coraje contra mi esposa, todo mi sentir y mi pensar estaban con esa casi niña que me había enloquecido, ¿enloquecido?, es una palabra muy fuerte, pero así era, solo un loco desearía volver a tener algo como lo de aquella noche aunque fuera por una última vez.
Fue una sorpresa para todos cuando al poco tiempo me presente en casa de mis suegros, mi cuñada me abrió y al mismo tiempo me dio con la puerta en las narices, ¿Quién era pregunto mi suegra?, El esposo de Adriana contesto, pues déjalo que pase no seas grosera. Es que Adriana no está dijo mi cuñada; pero yo si y quiero hablar con él, dijo tajante mi suegra. Abrió la puerta y se fue a la cocina ya que estaba haciendo de comer, me senté en la sala de modo que pudiera verla mientras platicaba con mi suegra, le dirigía las miradas mas tiernas que podía mientras que ella, contrariamente me veía con mucho coraje por lo que me daba un poco de risa que apenas podía disimular. Apenas puse atención a mi suegra que me decía que Adriana había cometido un error pero que no por eso se tenía que acabar nuestro matrimonio, eso mismo ya me lo había dicho la misma Adriana y no me parecía en el fondo tan descabellada la idea, de alguna forma al haber besado a la hermana era casi como haberme vengado, pero, yo sentía algo muy fuerte que me hacia querer volver con mi esposa para poder seguir viendo a mi cuñada. Cuando mi suegra me dejo solo por un rato para darle medicina a mi suegro, mi cuñada se acerco y me dijo que que chingados estaba haciendo ahí, necesitaba verte le dije, al tiempo que acariciaba su cara. No, no me digas eso, estas mal, estamos mal. Aléjate, vuelve con Adriana o déjala de una vez pero procura que no nos volvamos a ver; no puedo, le dije, simplemente no puedo, ¿Por qué no? Inquirió ella, porque te amo, te amo de verdad.
Una cubeta de agua fría habría tenido el mismo efecto, se quedo fría, paralizada, después se llevo las manos al rostro y se fue a encerrarse al baño. Volvió mi suegra y seguimos con el tema, le prometí que arreglaría la situación con mi esposa y me dispuse a irme, mi suegra se mostro muy agradecida de que quisiera arreglar las cosas con su hija, si supiera la verdadera razón que llevaba a tomar esa decisión, nunca me hubiera dejado volver a acercarme a su casa, voy a despedirme de Alma, le dije a mi suegra y cuando me acerque a ella le dije muy suavemente, voy a estar esta noche en el parque, me agradaría que fueras hay muchas cosas que debo decirte. No contesto nada, de mala gana me dio un beso en la mejilla para aparentar delante de mi suegra que nada pasaba.
Hora y media estuve esperando en el parque y mi cuñada no llego, el viento estaba arreciando y decidí regresar a casa, pasaban de las once de la noche y no tenia caso desvelarme sin fruto. Avance si mucho 20 metros y la vi, estaba escondida detrás de un árbol desde hacia sabrá Dios cuanto tiempo y cuando se vio descubierta intento huir, la alcance y la tome del brazo mientras le decía que me daba gusto que estuviera ahí. No se ni por que vine, me dijo ella, no debería estar aquí; Los dos estamos aquí por una razón, le conteste, estamos aquí por algo que sentimos y debemos resolver. El viento se había vuelto una verdadera molestia y a su paso entre los árboles del parque hacia un ruido que no nos dejaba platicar a gusto, le ofrecí que fuéramos a mi casa para esta en calma, una vez en la sala nos dijimos todo aquello que sentíamos el uno por el otro, supe que ella se había fijado en mi desde mucho tiempo atrás, pero que obviamente no hizo nada porque yo era el esposo de su hermana, yo por mi parte le dije lo muy defraudado que me sentía por la traición de Adriana y que en esos dos meses que pasamos platicando casi todos los días había descubierto en ella una persona con sentimientos iguales que los míos y eso es lo que había hecho nacer en mi un sentimiento que aun no sabía definir si era amor, gratitud o solo desquite contra mi esposa. Voy a hacer algo de lo que voy a arrepentirme el resto de mi vida, dijo mi cuñada, antes de que pudiera entender ya tenía sus labios sobre los míos y su cuerpo palpitando queriendo fundirse conmigo. Ya todo estaba dicho tome sus manos y nos besamos largamente, sin prisas, esta vez pudiera ser la única y había que disfrutarla al máximo, nuestras bocas se llenaban de placer, de éxtasis. Su cuerpo pudoroso y tibio se repegaba al mió con un frenesí que seria difícil explicar con palabras. No había marcha atrás y ninguno de los dos quería hacerlo, soltamos nuestras manos para que estas a su vez prolongaran el placer e hicieran el contacto mas intimo, la tomaba de la cintura con fuerza pero con ternura mientras ella tomaba mi cara con sus dos manos sin haber despegado ni un momento nuestro labios, con una dulce mordida di por terminado el beso y deslice mis labios por su cuello y Alma con sus mano cruzadas por detrás de mi cabeza me empujaba hasta el nacimiento de sus senos, sentia su pecho subir y bajar con fuerza y el calor de su cuerpo aumentando minuto a minuto. Mis manos en su cintura se habían metido debajo de su blusa y acariciaban la parte baja de su espalda, con habilidad solté sus sostén a lo que ella respondió con un pequeño dejo de sorpresa pero sin detenerme, seguidamente pase mis manos hacia delante y tome sus pechos desnudos entre mis manos ocasionando con esto un intenso suspiro lo que me dio pie a descarame un poco mas lentamente saque la blusa por encima de su cabeza y deslice el brasiere por sus hombros dejándola de esta manera desnuda de la cintura hacia arriba, mis labios juguetones hacían gala de su experiencia con los pezones de mi cuñada mientras que esta con la cabeza echada hacia atrás se entregaba totalmente al placer que hasta entonces no había conocido.
En verdad era poco lo que ella cooperaba pero mi motivación y mi interés era hacerla disfrutar de una maravillosa primera vez. Baje mi cabeza hacia su estomago y recorría con mi lengua toda su extensión y mis manos desabrochaban uno a uno los botones de su pantalón, con besos calidos y húmedos llegaba hasta el nacimiento de su pelvis y luego subía hasta sus labios prodigando besos a sus pechos, a su cuello y a todo aquello que estaba en el camino, tenia rato acariciando sus piernas y sus nalgas de una manera por demás evidente y no opuso la menor resistencia cuando comencé a bajar su pantalón pudiéndolo bajar hasta sus rodillas y volviendo a acariciar sus piernas y sus nalgas ahora de una manera mas directa cuando intente meter mi mano por entre sus piernas, Alma las apretó con toda la fuerza de su ser pero estaba ante un viejo lobo, que sabia muy bien como lograr lo que quería, me apodere nuevamente de sus labios y le di un beso por demás apasionado y caliente que la hizo derretirse y poco a poco redujo la fuerza de sus músculos dejando que mis manos recorrieran su virginal rajita deshaciendo así cualquier tipo de resistencia. Por si sola termino de quitarse el pantalón dándome a entender que a partir de ahí era completamente mía, llene de besos su pelvis aun me atreví a bajar sus panties y cuando pose mis labios sobre su rajita se estremecio de una manera extremadamente tierna y excitante. La noche se había vuelto tormentosa pero en la sala de mi casa reinaba la excitación como si a cada relámpago que se vislumbraba en la distancia aumentara el deseo de nuestros cuerpos. Alma estaba completamente desnuda y mi boca experta en el arte del cunilingulis hacia que su vagina chorreara líquidos palpitando al ritmo de su corazon y de sus deseos. Llevaba yo algunos 20 minutos recorriendo su vagina con mis labios y mi lengua con toda la experiencia que habia adquirido a lo largo de los años no cesaba de darle placer a esta muchachita que se resistia al primer orgasmo de su vida y que al fin sucumbio ante la ola de placer que sacudia su cuerpo y termina entre convulsiones, lagrimas y suspiros.
Es difícil explicar la felicidad que se dibujaba en su rostro, si en algún momento de mi vida dude de amar a esta chica, todas mis dudas quedaron disipadas en ese momento. Saberla completamente extasiada, plena, feliz hicieron que mi vida quedara ligada a la suya.
Alguien llama a la puerta y la magia del momento se rompe abruptamente, ella se viste aceleradamente mientras yo intento coordinar las ideas en mi cabeza, ¿Quién puede ser a esa hora de la noche? Dejo que los segundos transcurran y las llamadas no cesan, me dispongo a abrir cuando veo que Alma termina de vestirse. Adriana y mi suegra estan a la puerta, mojadas, y preocupadas me dicen que no encuentran a Alma, las invito a pasar y al hecerlo se dan cuenta de que Alma esta aquí, Adriana inocente abraza a su hermana mientras mi suegra me dirige una mirada que intenta escudriñar lo que mi mente oculta y ocultara para siempre, las pregutas son pocas y pocas tambien las palabras de despedida, mi suegra no es ninguna pendeja y sabe lo que en realidad paso aunque jamas de mis labios saldra una palabra.
La lluvia arrecia y yo solo en mi recamara recurro a la masturbación para desfogar la calentura que me quema por dentro, mientras en mi mente lo que acaba de ocurrir llena cada espacio…..
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 783546 veces
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Neofilder
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:11) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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