Saben, voy a contarles algo que me sucedió hace aproximadamente 2 años. No tenia ganas de ir a esa fiesta, pero nos había tocado ser el padrino de bautizo del hijo de la hermana menor de mi esposa. Y a pesar de sus escasos 20 años, era poseedora de unas tetas enormes, caderas anchas y redondas, de piernas bien formadas.
Esa noche lucia muy sexy, con un escote prolongado que dejaban ver el comienzo de unos enormes pechos, la falda entallada con una abertura en un costado dejaba ver su muslo izquierdo, si, esa noche estaba más apetecible que nunca.
La fiesta transcurrió normalmente, música, baile y varios borrachos, como de costumbre.
Después de la media noche empezó a hacer estragos alcohol y cada cual, comenzó a jalar por su lado. A mi cuñada, que ahora era también mi comadre, la vi. En un rincón tomándose un tequila sola, mientras su marido se divertía con sus amigos y no le hacia caso.
-¿Por qué no sacas a bailar a mi hermana? Se ve que esta aburrida-. Me sugirió mi esposa y como no queriendo acepte.
-Cuñada bailamos-claro-, contesto ella-.Me muero de ganas por bailar, el imbecil de mi marido como siempre, ya se puso hasta el gorro y ni siquiera sabe que existo-.
Su pecho se pego al mío, como no queriendo metió una de sus piernas entre las mías, así bailamos un buen rato. Pero el roce de su cuerpo con el mío hizo estragos y se me empezó a parar la verga, creí que se apartaría de mí en cuanto la sintiera pero al contrario, se pego más a mí y seguimos bailando, mientras que con su muslo frotaba mi verga.
-¿Te gusta?- me murmuro al oído,- vas a hacer que me venga- le conteste de igual forma.
Mi cuñada sonrió picaramente, me llevo al otro lado de la pista.- Creo que necesito algo fresco-si, tomemos un poco de aire- le respondí mientras ella me tomaba del brazo.
Tomamos un par de tequilas ocultos en un rincón del patio, donde nadie podía vernos.
Estábamos frente a frente, con los rostros casi pegados, deseaba besarla y creo que ella también, por que me dijo; -¿Qué pasa cuñadito, no te atreves a darme un beso?- cuidando que nadie nos estuviera viendo, acerque mis labios a los de ella y la bese rápido.
-Así no cuñado, ¿Qué acaso mi hermana no te ha enseñado a besar?
No me hubiera dicho eso, pues en ese momento mi lengua entro hasta su coronilla, mientras mis manos recorrían sus nalgas y la suya me sobaba la verga sobre el pantalón.
Ya estaba bien caliente, me la quería coger, pero no sabía como ni en donde, hasta que se me ocurrió algo.
-Recárgate en mi hombro y hazte la borracha ahora te llevare a tu recamara.
Cruce por la sala con ella sobre mis hombros, todo iba bien hasta que me tope con su marido, que venia del baño y me pregunto,-¿Qué pasa compadre?-Nada- le respondí, -parece que a la comadre se le subieron las copas, y la voy a llevar a su recamara para que se recueste-Gracias compadre por ser tan comprensivo, yo no puedo ayudarte por que no esta bien dejar solos a los invitados, debo atenderlos.- No te preocupes compadre, nada mas la recuesto y estoy contigo-.
Llegamos a su recamara la senté sobre la cama y me acomode a su lado, comenzamos a besarnos, pero creo que le entro remordimiento por el lugar donde estábamos y por que nos podían cachar infragantes.
No, no podemos hacerlo, somos cuñados y ahora también compadres, puede alguien subir. Yo estaba bien caliente, y seguía besándola y acariciándole todo el cuerpo, ella no puso más resistencia, al contrario, se la ingenio para sacarme la verga del pantalón.
-Acuéstate y deja que te la mame- me dijo, me acomode sobre la cama boca arriba, me dio una tremenda mamada, lamió con su experta lengua desde los huevos hasta la punta por varios minutos y como estaba a punto de estallar, la separe de mi verga y le dije,-necesito metértela o reviento-si papacito metemela toda, que mucha falta me hace-.
Se recostó sobre la cama boca arriba, le abrí las piernas y de un solo empujón se la metí. Suspiro de placer, comencé a bombear, estaba que me quemaba, había deseado a mi cuñada desde que la conocí y ahora la tenia toda para mi y en su propia cama, con su marido, mi mujer y demás familiares en la sala. Eso me excitaba aun mas, ella estaba igual de caliente que yo, con uno de mis dedos ensalivados estaba lubricando su culo, cuando entro el segundo dedo descubrió mis intenciones, levantando un poco la cabeza me dijo que por ahí no, que nunca lo había hecho antes y según ella dolía mucho.
Rápidamente y sin darle tiempo a reaccionar le saque mi verga de su panocha y sin perder un instante se la metí en el culo.
Primero despacio, luego mas y mas rápido.
-Aaaaahhhh, para por favor, que me quemas- me decía mi cuñada, pero no le hice caso, por el contrario, acelere mas las embestidas y sus quejidos de dolor se convirtieron en gemidos de placer. Alargo su mano y me acariciaba los huevos, nuevamente estaba a punto de venirme, suplicándome me dijo que me aguantara, que quería que terminara en su boca, para saborear mi semen.
Pero antes de que se la sacara del culo, empezó a agitarse para todos lados por el tremendo orgasmo que tuvo.
-Ahora si cuñadito, échamelo en mi boca-. Me la volvió a mamar y ya no aguante, me vine en su boca, pero a pesar de tan abundante venida, no dejo escapar una sola gota, toda se la trago.
-¿Qué hemos hecho cuñado?, si se entera mi esposo y mi hermana, nos matan-.-Pero valió la pena, ¿no cuñadita? Y espero que no sea la última vez.
Nos despedimos con un gran beso y la deje en su recamara, cuando iba bajando por las escaleras, me tope con su marido. Quien me pregunto por su esposa, que si ya estaba mejor.
-Si ya esta mejor-, le dije.- la deje en su recamara durmiendo- pobrecilla, se ha perdido la fiesta y tu también y todo por ayudarla. ¡Gracias compadre!
-No hay problema, para eso somos lo compadres, para ayudar cuando uno pueda.
Esto paso hace 2 años y desde ese DIA a la fecha, nos seguimos viendo, solo que ahora lo planeamos bien, nos vemos en un hotel.
Mroral2004@hotmail.com