Mi cuñada, me provoco para darle por el culo

Tengo ya varios años casado, y tengo dos cuñadas, la menor resulto, ser muy buscona y sexy con 23 años, resulta que la nena ni estudia ni trabaja. Lo que te hace pensar como se mantiene
Se pasa con su celular, en Internet o chatenado con cuanto tipo conoce, no deja pasar nada por alto. Tiene a todo el mundo, engañado, y se las ingenia, para zafar de todo
Es una atorrante bárbara, esta de excusas en excusas, con el estudio o en las salidas a buscar trabajo, yo con mucha calle soy especialista en detectar una atorrante, se que es toda mentira pero ni una palabra a nadie, de la familia, menos a su hermana que es mi esposa.
Una tarde luego de venir de mi trabajo y como es costumbre por aquí me dormí una siesta en el sofá del living, después de una hora me entre desperté con las risas de mi esposa y la niña en cuestión, sin que notaran que las escuchaba, pude oír a mi cuñada, revelar a mi esposa, alguna de sus intimidades de vida, y confesarle algo de su vida secreta, le dijo sobre su ultima conquista y aventura, para mi sorpresa se trataba de un hombre, según le contaba era casado.
La atracción por los hombres casados, le venía por que cogen mas rico, que tenían mas experiencia, y que eso la excitaba, que sentía mas placer de saber que sus mujeres ni se imaginaban lo que ellos hacían fuera de su casa.
Mi esposa, dijo que estaba mal, ese tipo de vida y mas con casados, además le pregunto, pues que tanto te puede hacer un casado que no te haga un soltero, la respuesta me dejo pendejo, Sin vacilar respondió, que le gustaba como la cogen, como la dominaban, atónito me dejo escuchar cuando le dijo “me gusta que me lo hagan por atrás con delicadeza, que duren mucho y me llene de leche, por ahí”
Pensando una y otra vez en lo que había escuchado, esa idea empezó a darme vuelta en la cabeza, la gran puta goza con que le flagelen su culo que apropósito es perfecto deseable de penetrar.
Un viernes viene ella al hora de la cena, a lo cual se suma a nuestra que ya estaba en marcha, la que compartió, en todo un ritual que como al otro día no se trabaja, es mas intenso
Con mi esposa destapamos una botella de vino tinto que compartimos siempre todos los viernes sin excepción, es nuestro pequeño escape del trabajo de toda la semana.
Entre copas y mas platica casi sin darnos cuenta habíamos terminado con la segunda botella, a mi esposa le había pegado mal, así que se retiro a dormir, yo me quede ver por un rato la tele en el living de abajo, mi cuñada, se prendió comenzó a buscar películas
En una me pide que destapara otra botella mientras mirábamos la tele, que ese vino era el que le gustaba
Luego de haber tomado botella, seguía cambiado de canal, para encontrar algo que nos gustara aparece una de esas películas eróticas que pasan por cable ya entrada la noche, esta película, se ve medio subida, no le conteste se ve que si.
“Te gusta ver estas películas”, “me da igual, no me excitan”
tome mi copa y la bebí de a poco, ella se acomodo tranquilamente a beber su copa recargada en el sillón, seguía atenta a las escenas, copa va y atento a los actos sexuales, note como que se descontrolo. Ella se inclino en la orilla del sillón, Los minutos pasaban y de una trama bastante mala y sin lógica alguna, como era natural empezaron a simular coger, yo seguía sin inmutarme la escena me parecía de lo mas entupida, pensaba a mis adentros, estas escenas no me motivan, voltee la cabeza a mirar, la muy puta disfrutaba la película cómodamente acostada; Al notar ella, que la estaba observando, lentamente bajo su mano entre sus piernas y se toco su concha, trate de disimular la mirada, pero eso si me motivo, las copas de vino, mas lo que había escuchado en su confesión a mi mujer respecto a sus gustos sexuales, pusieron a mi verga como un garrote.
Notando que mi mirada era cada vez mas, obsesiva, continuo sobándose la concha, con cada movimiento mostraba una excitación fenomenal, ella retorcía su cuerpo y pude notar con claridad, sus dedos, introducirlos en su vagina, me incito adrede, y paso al relajo total, logro su cometido.
Cuando comenzó a masturbarse, los movimientos de su mano resultaron casi hipnóticos, no podía despejar la mirada de ella, mientras ella buscaba su vulva para acariciarla yo sentía como mi verga estallaba dentro de mi pantalón. Su espectáculo, avanzo a un punto de enloquecerme Comenzó a acariciarse sus grandes pechos con su mano izquierda juntándolos y subiéndolos, con su lengua, pincelaba, sus pezones, de pronto se sentó en el sillón y sin sacar la mano de su concha, abrió mas las piernas sus dedos, aumento sus masajes, comenzó a gemir, de a poco, para alcanzar su clímax.
Sin decir una sola palabra se paro del sillón, se acerco a mi lado, se inclino, saco mi pene de mi pantalón, se lo puso en la boca, lo mamo un poco, cerré los ojos me entregue a esa deliciosa manera de mamar cuando me di cuenta, se había quitado su bombacha y su blusa, su cuerpo y su piel habían quedado expuestos a mis ojos.
No podía creer, ella ya paso a desvestirme, dispuesta a lograr su cometido sin importarle, estuviera queriendo meter los cuernos a su hermana.
Se aseguro de que la complazca me había llevado a un estado de complacencia, y excitación que sabía que no iría para atrás.
Me, pregunto “tenes miedo” No conteste nada, era tal la calentura a la que me había llevado que solo deseaba con todas mis ganas hacerla mía, si importar o tener miedo a saber que mi esposa estaba durmiendo en nuestro cuarto.
Me tenía su merced, y de mi hizo, en es momento, lo que quiso, mi verga estaba en pleno esplendor, volvió, lo que había iniciado, pero esta vez, agudizo su destreza, puso sus labios en la punta y con pequeños besos se la empezó a comer toda, sentía su legua recorrerla, mi pene era chupada por esos labios, la muy puta sabia perfectamente como mamar una gran verga, la introducía hasta el fondo de su garganta y después la sacaba para continuar postrando su lengua por toda ella, era tan magnifica que pase a querer, sentir algo mas de los normal, y la obligue a tragársela completa, sacaba la verga de su boca y con la misma le pegaba en su cara, los ojos de desesperación que esta puta hacia al ver la verga golpearle la cara y lejos de su boca me excitaba aun mas.
Me acostó en la en el sillón, se dio vuelta en cima de mi, y puso ante mis ojos su concha húmeda, la muy puta se había mojado, se despacho con una cabalgata, mi verga, entraba y salía, a un extremo, de hacerla gemir, como una loca y pedir mas, y mas, hasta venirse, estrepitosamente, se desparramó en unos mullidos almohadones, mirándome, con una sonrisa, triunfo, y euforia.
En ese momento no me importaba nada solo quería seguir, me dispuse a chuparle la concha, mi legua busco acariciar su clítoris, empecé por besar los labios externos para continuar introduciendo mi lengua hasta su clítoris, con mi dedos empecé a masturbarla, sus quejidos eran deliciosos.
Me quite de encima, me puse de pie y con la verga erecta en la mano, me dispuse a penetrarla como se merecía, me dije a mi mismo, si la puta quiere verga, verga le voy a dar.
La tome por el cuello, la acerque a mi cuerpo y con coraje bese sus labios, me prepare a darle lo mas duro que pudiera, hacerla gemir, golpear a fondo contra su clítoris, sentir como explota por dentro.
Mientras todo mi ser y mi experiencia daban cuenta de ella, me tenia una sorpresa mas, giro su cuerpo se inclino puso sus nalgas al aire, era evidente que quería que la penetrara por el ano.
Era tal la excitación que tenía, mi verga firme y dura estaba mas que complacida de cogerla así. (Recordé lo que le había narrado a mi esposa, de cómo le gustaba, que la cogieran por el ano, yo se la voy a dar, como a ella le gusta y la voy a tener siempre a mis pies, porque de esta cogida no se olvidara mas)
con mi propia saliva lubrique mi pene, primero, jugué un poco con su agujero, daba pequeños circulitos , con la cabecita, y solo, puenteaba, un poquito, , acariciaba sus nalgas con mis manos, dando algunas palmaditas, caricias, suaves, a la vez ponía un poquito de mi verga, dentro su agujero, y sacarla, lubricaba entrando a su vagina, una vez sacaba, y volvía a entrar en ese tesoro, la penetre por el ano, de a poco, se lo dilataba con suavidad, y con pequeños retrocesos, eso la comenzó a enloquecer, su ano se abría, de a poco, hasta que llegue a fondo, allí le hice cerrar bien las piernas, lo que hizo, mas imponente su cola, me deslice con suavidad, para atrás y adelante, sentía el placer que sentía, sus quejidos, se notaban cada vez mas, estuve bastante entrando y saliendo, en un momento sentí que explotaba, no pude mas, y largue, un montón de esperma, le juro, que no se por el morbo que había producido todo lo anterior, que nunca sentí tanto placer en cogerme a una mujer, y mas una puta como ella, dispuesta a todo, sin escrúpulos ,audaz, y sin limites. Me convirtió a ser adicto a sexo anal, me esforcé siempre que lo hacíamos, en darle, por el culo, y dejarla con ganas de repetirlo con migo-