MI DELICIOSA HIJASTRA

Hace algun tiempo yo volvi a casarme de nuevo, cuando me enamore de mi mujer era una deliciosa secreatria de treinta años, ella tenia un buen cuerpo y por supueso lindas piernas y un buen culo que fue lo que mas me atrajo.
Como era logico a su edad ya habia tenido un fracaso en su matrionio, producto de esa relacion fue Carolina una niña en aquel tiémpo de once años, jamas me imagine que a los cuatro años mas tarde se pondria toda una hembrita deliciosa, pronto me di cuenta que mi amor por carolina no era amor de padre si no de hombre a mujer, se le formo un cuerpo delicioso, unas piernas bien torneadas y un culito bien parado los pechos le habian crecido de una buena manera ya no eran dos limoncitios si no mas bien dos deliciosos melones que deseaban salir de su prision, me encantaba ver sus deliociosas pantorrillas por debajo de su falda era preciosa la estampa de aquella colegiala.
Una tarde en que llovia a cantaros y no habia asisitido al colegio, yo regrese a casa por unos papeles que habia olvidado eran las 2 de la tarde y debia de ir a recoger a mi mujer al trabajo a las 7 de la nohe, la muchacha estaba fuera, entonces tube que bajarme del carro y mojarme lpara abrir el porton, al entrar a la sala casi me cago de la excitacion al ver a mi hijastra con las piernas entre habiertas y la blusa medio abierta, dormida en en un sillon, me sente cerca de ella y me saque la verga para masturbarme con ese espectaculo, pero mejor opte por acercarme a ella lentamente y empece a sobar sus largas piernas sobre la falda, llegue a sus partes sobre la falda y solamente gimio, entonces mejor le meti con suavidad la mano entre su falda tocando suavemente sus piernas al llegar a su calzoncito humedo aprete su intimidad con suavidad, entonces desperto y me dijo que haces? shhh, le dije y emepece a besarle la frente los parpados, y luego las orejas mientras mis manos parecian tener alas sobre su cuerpo, le abri la blusa y con ternura quite aquellos sostenedores que dejaron libres un par de pechos grandes con unos pezones rosaditos, le empece a pellizcar su intimidad mientras mordisqueaba con ternura sus pezones, empezo a mojarse, y me permitio quitarle la falda del uniforme junto a auellas bragas que yo lamia con placer.
Estaba dispuesta a todo, entonces despues de lamer su clitoris mas de 30 minutos de comereme sus liquidos le abri las piernas e intente meterle la verga pero estaba bien cerrada, lamer aquellos pelos ascasos en su vagina me habia excitado verla desnuda con su cabello negro como la nohe hasrta la cintura, me enloquecia, entonces ella misma si ella abrio las nalgas y me facilito la entrada a romper auel delicioso himen que habia soñado por mucho tiempo. vi como su virginidad se desvanecia con mi verga gemia de dolor pero una vez dentro de carolina espereaunos minutus para entrar a darle con un ritmo que quien sabe de donde me vino, pero disfrutaba cada penetrada que le daba, y ella empezo a aruñarme la espalda me quedo roja y uando alcanzo su orgasmo me clavo las uñas en las nalgas y senti las contracciones de su vagina en mi verga, me vine dentro de ella como nunca me imagine, luego la pare y la agache para introduir una vez mas mi erga en su culito le empece a untar semen del eu chorreaban sus piernas y le meti el dedo pequeño luego el medio, y me dio lugar a ponerle la cabeza de mi cansada verga en su orificio anal, aquel olor lejano a mierda y a cercano a vagina me excito y se la dje ir al fondo si lastima, ella gemia haaaagg haaggg pero luegp puso mi mano en su vagina para que la masturbara mientras la cogia por el culo, fue espetacular aquella acabada le llego hasta el cabello y por toda la espalda al hacerlo se orrio de nuevo e hicimos un delicioso sesenta y nueve, que nunca olvidare, podia oler su vagina y su culo al mismo tiempo, lamerlos sin piedad y eso le gusto, nos fuimos a bañar y me llamo la atencion como se vistio despues, se puso unos jeans ajustados una blusa sin escotes tallada, y fuimos por su mama al trabajo, saben? antes de llegar el semaforo marco rojo y me dio un beso en la boca delicioso, me puso la mano sobre el pantalon y sin deir nada me guiño el ojo derecho. Mi mujer no sabe nada, pero cada vez que podemos lo hacemos donde sea, esto a sido como un vicio, quizas un vicio que no tendra fin.