Sigo con mis historias, les recomiendo leer mi anterior relato para entender la continuidad de mi despertar sexual http://www.eliterelatos.com/relatos/eroticos/ficha/mi-despertar-sexual-11526.html
II
Siempre
me ha gustado mucho el cine, cuando era pequeño siempre iba a
las matinés solo o acompañado de mis primos más
pequeños. En una oportunidad fui a ver una película
de Terence Hill y Bud Spencer, no me perdía ninguna de ellos,
el cine no estaba lleno más bien había poca
gente, recuerdo haber estado la mayor parte de la película
solo en una fila, tal vez a dos o tres filas tanto adelante como
atrás había gente, pero en mi fila yo estaba solo, como
les decía la mayor parte de la película pase así,
hasta que se sentó a la par mía un señor grande
como de 60 años, sus rasgos no los recuerdo muy bien, debido a
la penumbra del cine, pero era un señor que usaba saco y
sombrero, en mi país, elegante.
Me
pareció extraño que sentara a mi lado, pero total cada
quien es libre de sentarse donde quiera y no dije nada, después
de unos minutos yo seguía entretenido viendo la película
cuando siento que roza mi pierna derecha con su rodilla izquierda,
pensé que tal vez yo tenía las piernas muy abiertas así
que las iba a cerrar cuando él puso su mano sobre mi rodilla y
la jalo suavemente impidiendo que lo hiciera, su saco lo puso sobre
su mano de tal manera que solo se veía como que estuviera
cubriendo sus piernas, me asuste y trate de gritar pero tal vez el
miedo al que dirán lo evito, el sobaba suavemente mi pierna y
me empezó a gustar, la situación era morbosa, por un
lado un señor mayor sobándome la pierna y por otro lado
el riesgo de que alguien se diera cuenta hacia que fuera excitante la
experiencia. Al ver que yo no hacia mayor cosa, poco a poco fue
subiendo por mi pierna y llego al cierre de mi pantalón,
abriéndolo y metiéndolo dentro, todavía no había
experimentado mis primeras masturbaciones así que no recuerdo
si mi pene estaba erecto o no, subía y bajaba mi prepucio y
apretaba mis pequeños y lampiños testículos,
mientras gemía calladamente. En un momento
jalo mi mano derecha y me hizo que le tocara su pene, recuerdo que
era mayor que el mío, pero no mayor que el de mi primo, ya
habían pasado un par de años de esa experiencia que les
conté anteriormente y yo no había experimentado nada
sexualmente desde entonces, estaba erecto pero no totalmente duro, se
sentía venoso y suave, estaba mojado de la cabeza de un
líquido ligoso y que facilitaba que se deslizara mi pequeña
mano, me hizo que lo agarrara y que lo moviera de arriba hacia abajo
y sus vellos púbicos se enrollaban en mis dedos, gemía
- que rico, así, así, suave….despacio….mmmm
ohhh que rico papito-- me gustaba la sensación de tocar un
pene, me excitaba la sensación de vernos de repente
descubiertos, así que seguí con la situación, el
señor cada vez gemía un poco más y respiraba más
rápido y profundo, me apretaba mi pene y mis testículos
sin que yo sintiera placer, más bien me hacía daño,
pero yo continuaba con los movimientos hacia arriba y hacia abajo,
pelándole la cabeza de su tronco, el movía sus caderas
en movimientos sensuales tratando de acelerar los movimientos y gozar
la masturbada que le estaba dando, en un momento sentí como su
pene adquirió más dureza y el gimió de una
manera fuerte y elevo su cadera mojando mi mano
de su eyaculación, no tenía la menor idea de que era,
creí que se había orinado a pesar que la consistencia
del líquido era más espesa, trate de retirar mi mano
pero él lo evito haciendo que le sobara todo el glande y que
mi pequeña mano se empapara de sus fluidos, luego saco un
pañuelo y me seco la mano guardándose el pene, yo me
quede con una sensación rara de “querer algo más”
pero sin saber que, se levantó y luego se retiró, yo me
quede en mi asiento hasta que termino la película, todo
confundido por lo que me había sucedido. Me levante
y fui al baño pensando que ahí encontraría al
señor pero no fue así, tocaba mi mano y la sentía
toda pegajosa, la olía, el olor era fuerte y extraño
pero no me desagradaba, no entendía del todo que me había
gustado masturbar al señor y que me había excitado
sexualmente a pesar de no saber nada de eso.
Me
fui a mi casa y fui varias veces más a ese cine, pensado que
lo volvería a encontrar pero no fue así.
Pasaron
los años y cuando tenía 15 años empecé a
trabajar de vacacionista en un supermercado en el centro de la ciudad
donde vivo, era un trabajo de empacador y cuando terminaba me iba
caminando hacia un centro comercial que quedaba en el camino hacia
donde tomaba mi bus, en ese entonces estaban de moda las famosas
maquinitas electrónicas, había locales donde uno se
juntaba con otras personas a jugar, yo jugaba un juego que se llamaba
Galaga que era de eliminar naves espaciales y conforme iba avanzando
el juego se complicaba más y más, yo era realmente
bueno en el juego así que no era raro que otras personas se
acercaran a ver como jugaba. Un día de estos se
acercó un señor de más o menos 38 años,
más o menos de 1.70 mts, ni flaco ni gordo con bigote barba
abundante aunque bien rasurada, algo calvo y de apariencia
agradable. Termine de jugar y me pregunto si me podía
retar a un juego, a lo que acepte ya que lo vi como una oportunidad
para seguir jugando de gratis, en cuanto jugo la primera vez me di
cuenta que realmente no tenía ninguna experiencia en el juego
y otros amigos me habían contado que habían
homosexuales que los habían abordado de esta
manera, yo dije para mi- si es homosexual pues termino de jugar y
lo corto y si no lo es, pues de todos modos gracias por el juego-
así que decidí darle larga al asunto.
Cuando
terminamos de jugar ya se había hecho de noche y ya no era
hora que pasara buses para mi casa, así que tendría que
caminar, pero él me pregunto qué hacia donde iba y que
si no me molestaba me podía dar jalón a mi casa, la
verdad es que no me gustaba el hecho de irme con un desconocido pero
tampoco me gustaba la idea de irme caminando debido a lo tarde que
era y la distancia que tenía que recorrer, acepte la propuesta
y en el mismo nivel que estaban los juegos era la entrada hacia el
parqueo. Tenía un carro deportivo de reciente modelo, de dos
puertas y polarizado muy obscuro, nos subimos y salimos del centro
comercial, nos fuimos platicando y en el camino había un
restaurante de pollo frito que se mantenía abierto hasta
tarde, me pregunto si ya había cenado y le conteste que aún
no, me dijo que me invitaba en pago de la pérdida del juego,
no me pareció mala idea y le dije- lo acepto
porque tengo hambre, porque te gane en el juego y porque realmente no
tengo dinero-- por lo que pasamos al restaurante. Nos
atendieron y me pregunto si quería cerveza, (yo era un
muchacho de 15 años que aparentaba más edad, tal vez
unos 16 años) por lo que no era raro que me lo propusiera, le
dije que sí y pidió cerveza para los dos. Aquí
hare un paréntesis para describirme físicamente, como
dije anteriormente tenía 15 años era un muchacho guapo,
de tez morena clara, de ojos cafés, pelo liso y algo largo
como se usaba en ese entonces, tipo Bee Gees, delgado más o
menos de 1.73 mts y de una condición humilde, por lo que el
subirme a un carro último modelo y comer en restaurante eran
lujos que no me daba muy seguido. Continuando con el
relato, nos sirvieron las cervezas y empezamos a tomar y a comer y
platicábamos muy amenamente, la diferencia de edad no parecía
existir y realmente era un señor muy agradable, era contador y
trabajaba por su cuenta llevando contabilidades, vivía en una
zona residencial de mi ciudad considerada de gente adinerada y por lo
tanto no tenía horario y no le importaba andar tan de noche en
la calle ya que no tenía que madrugar para ir a ninguna
oficina, como relataba tenía muy buena platica y entre platica
y platica y cerveza y cerveza se nos hizo mucho más tarde por
lo que pidió la cuenta y salimos del restaurante. El
transito había disminuido debido a la hora y empezó a
manejar bromeando que nos habíamos pasado de tragos, de vez en
cuando me palmeaba los hombros y las piernas como que fuéramos
conocidos de mucho tiempo, no le veía nada malo que lo
hiciera, en una de esas dejo su mano apoyada en mi rodilla y la
empezó a deslizar suavemente hacia arriba, me puse en alerta y
cuando se la iba a quitar el empezó a hablarme:
-me
parece que eres un muchacho muy guapo, no quiero perder tu amistad y
ahora entenderás que me gustan los hombres, si tu no quieres
que pase nada no pasara, porque de verdad quiero que seamos amigos,
así que si te molesta lo que estoy haciendo lo dejo de
hacer--
La
verdad es que no me molestaba que me acariciara, yo ya había
tenido mis primeras experiencias sexuales con mis novias y ya me
masturbaba en la soledad de mi habitación cuando no estaba mi
hermano, recordaba con excitación las experiencias previas con
mi primo y con el señor del cine y ahora tenía la
oportunidad de revivirlas con alguien más y ahora si sabiendo
lo que hacía, esto unido a la cantidad de cervezas que había
tomado, me hizo tomar una decisión y le conteste:
- yo
no soy hueco (homosexual en mi país) mientras no hagas nada
que me incomode no habrá problema, pero si intentas pasarte o
haces algo que no me guste te pegare o te hare lio y me bajo del
carro, no me importe donde estemos-
-está
bien-me contesto
Manejo
hacia una calle que no estaba asfaltada y algo obscura que estaba en
el camino y parqueo su carro, como les dije anteriormente era
polarizado totalmente obscuro por lo que no había problema que
nos observaran desde afuera, lo apago y dejo la radio encendida con
música en ingles romántica a bajo volumen, hizo hacia
atrás el respaldo de su asiento y del mío también
quedando ambos a medio acostar, se volteo hacia mi lado y me empezó
a acariciar mi cara con sus grandes manos, no eran manos hoscas, eran
manos de hombre acostumbradas al trabajo pero a la misma vez suaves y
masculinas, me jalo hacia él y me planto un beso en los
labios, yo pensaba mientras yo no le corresponda el seguirá
siendo el hueco, así que cuando intento meter su lengua abrí
la boca pero no hacía nada mas que mantener abiertos mis
labios, los mordía y los succionaba lentamente, su bigote me
hacía cosquillas y el roce del vello de la barba a medio
crecer me excitaba y me gustaba, yo todavía no
tenía vello en la cara asi que era una sensación
extraña pero deliciosa, mientras tanto su mano jugaba en mis
muslos subiendo y bajando lentamente causándome cosquillas y
hormigueo por todo mi cuerpo, me acariciaba mi pene ya erecto sobre
la ropa y me fue desabrochando poco a poco mi pantalón, cuando
metió su mano, se mojó sus dedos en mi liquido pre
seminal y me dijo-- que rico que estés tan mojado, se nota
que te gusta lo que te estoy haciendo-- yo no pude decir más
que --mmmmm sigue sigue --levante mi cintura para que bajara mi
pantalón junto con mi ropa interior y la llevo hasta mis
tobillos, me seguía acariciando solo que ya sin ropa y la
sensación era indescriptible, me gustaba, nunca me habían
tocado de esa forma, acuérdense que el caso de mi primo el me
hizo que lo masturbara y en el caso del señor del cine lo hizo
de una manera tan hosca que en vez de producirme placer me produjo
dolor, me acariciaba mis testículos y jugaba con mi escaso
vello púbico mientras no paraba de besarme los labios, el
cuello, mis orejas, me hablaba bajo y me decía que estaba muy
rico, que tenía un sabor agradable y que me comería
todo, el iba bajando hacia mi abdomen, me desabrocho los
botones de mi camisa y la abrió para tener acceso a mis
tetillas, cuando las beso y succiono me estremecí de placer,
nadie las había besado así, era descubrir nuevos puntos
de excitación, el roce de su barba era delicioso y me hacía
sentir cosas nuevas, me gustaba, lamia mis pezones jugaba con ellos
con su lengua y los succionaba, mientras me sobaba mi pene que estaba
totalmente erecto y con el glande mojado y sacando con cada
contracción más liquido pre seminal, facilitaba la
fricción de su mano, mi pene era normal, más o menos 15
cms algo gordo y cabezón, lo masturbaba y lo meneaba
suavemente de arriba hacia abajo, yo no hacía nada más
que dejarme querer y gemir del placer, fue bajando por mi abdomen y
cuando lo metió a su boca sentí la sensación
más placentera de mi vida, solo comparable a la primera vez
que lo había introducido en una vagina, su aliento era fresco
y caliente, lamia mi glande y luego bajaba por todo el tronco hasta
mis testículos, donde los besaba y los succionaba suavemente,
su roce de la barba con mis ingles me hacían estremecer a cada
instante y no paraba de rozar sus dedos por mis muslos y por mis
tetillas, era el alcohol lo que me tenía tan caliente o era la
experiencia de alguien que sabía hacer las cosas? No lo sé,
me gustaba sentirme amado y me gustaba que no me forzara a
acariciarlo o tocarle su pene como lo habían hecho los otros,
nunca me forzó ni se quitó su ropa, estaba concentrado
en hacerme sentir bien, en darme placer, y vaya si no lo logro!!!!
No
sé cuánto tiempo paso mamando mi verga y sobando mis
tetillas, solo sé que nunca antes había disfrutado
tanto, me estremecía y me retorcía de placer
y cuando llego mi clímax estalle dentro de su boca y el no
dejo de succionar y lamer mi glande hasta que no pude más
por la sensibilidad post orgasmo, dejándola limpia
y sin ningún resto de semen y yo exhausto con sentimientos
encontrados de haber sentido placer con un hueco, regreso a su lugar
y me dijo que estaba delicioso y que si me había gustado, a lo
que no pude responderle más que con una sonrisa pícara
que delataba todo el placer que me había dado.
Me
había gustado todo, es cierto estaba algo ebrio, pero también
estaba consciente de lo que había hecho, nadie me forzó
a nadie y había descubierto emociones y sensaciones
desconocidas para mí, me gustaba que él me diera placer
y que no hubiera intentado tocarme mi culo, no era algo que me
trajera buenos recuerdos, coloque en su lugar toda mi ropa y le pedí
que me fuera a dejar a lo que accedió gustoso, llegamos a mi
casa y se despidió de mí, no sabía si lo iba a
volver a ver, pero por lo menos esa noche nunca se me olvidaría.
Hasta
acá termina la segunda parte de mi relato, espero que lo
comenten y que les guste para seguirles contando más de mi
despertar sexual.
Entramos al cuarto y empezó todo, él me tomó por detrás y empezó a tocar mis nalgas y me susurraba cosas al oído: ¡eres una puta q aprenderá de mí!, ¡eres mi perra! Y yo se lo confirmaba le dije q seria su perra, el me volteo y quedamos frente a frente, y acercó su boca a la mía, pero mas q besarme su lengua paseaba por mi boca.
Relato erótico enviado por Putitacachonda el 29 de December de 2009 a las 23:34:17 - Relato porno leído 140393 veces
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Si te ha gustado Mi despertar sexual 2 vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi despertar sexual 2.
rrudolf2
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
edmondperaza
(5 de September de 2014 a las 16:38) dice:
HOLA RUDOLF2 MUY BUENOS TUS RELATOS, LOS ESTUVE LEYENDO LOS 2 ESPERO LA CONTINUACION, ESTAN MUY EXCITANTES CUANDO LEA EL DECENLACE DE TU HISTORIA TE COMENTARE ALGO QUE SIEMPRE A ESTADO EN MI MENTE DESDE QUE ERA UN MUCHACHO
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