Mi dulce y perversa esposa

El desliz fue que tenía ella un amante con el cual compartía el apartamento .
Mi trabajo me impedía estar en mi ciudad bastante a menudo y mis viajes ( confesión de ella ) la dejaban desconsolada y buscó un recambio que oh casualidad era compañero de trabajo en otra sección.
Y la coyuntura era favorable , las tardes se ausentaban los dos y ponían solución a su intimidad a base de echar quiquis .
Me enteré por casualidad al ir un día al picadero y encontrar la prueba . Había rastros y un condón.
Al llegar a casa hablamos de ello y ella no lo negó pero llegamos a un compromiso en el cual los fines de semana era para nosotros dos y el resto quedaba libre .
Y ella acudía allí de forma natural y un día acepté su invitación de presenciar la escena .
Nos saludamos de forma educada y ella desabrochó su ropa y no era la misma que usaba conmigo.
La lencería era muy atrevida y añadía que en suy cuello lucía una argolla que indicaba ser su esclava.
Y además había un mirón que era yo.
Parece complicado pero ahora lo veo todo de forma natural y lo llevamos bastante bien .
Se han distanciado los encuentros y nosotros hemos aumentado los propios.
Tener ahora la disposición de ella de ser una conejita de fin de semana conmigo y entre semana con otro distinto la ha empoderadoy se ha vuelto una profesional del sexo .
Maneja bien los tiempos y su agenda . Todo bien organizado.
No siento ningún peso en mi frente y sigo con ardiente pasión verla y poder admirarla .
La situación aceptada ha sido un buen remedio . Nuestras ansias de matrimonio abierto se han visto cumplidas y ella destaca .
Cuando viajamos la exhibo por ahí y veo que levanta pasiones .
Ha tenido proposiciones pero ya no acepta . La edad no perdona y más vale tener un amante y un esposo que ir por ahí de furcia constantemente .