Mi empresa y mis negocios

En mi empresa me ha ido bien y mejorando sus planes me he agrandado y con Lola nos vemos a veces complicado en cumplir, ella me dice un día que tiene a la cuñada, esposa del hermano del marido de ella del cual está separada y a su marido cesantes y los cuales no saben de donde sacar mas dinero si se están quedando sin ahorros y tiene tres hijos que alimentar. Ayudémoslo me dice.

Bueno le digo tu me dices que la ayude a ella o a la familia, bien sabes que los favores yo los cobro y no soy módico en mis cobranzas soy exigente en mis pagos y estos son subidos. Me mira y respira para decirme me tienes embarazada por que eso querías como pago y te lo di, el pago de ellos tendrá que cancelarlo ella y yo solo la traeré y tu la convences.

Tres días después me tiene en la oficina a su cuñada una mujer morena de bien formado cuerpo eso si mayor unos 40 años, pelo negro, ojos grandes azabaches y un par de senos que son espectaculares con poco trasero, pero no desentonan con su figura.

Viene acompañada de un hombre mayor unos 45 años o mas y tres chicos el mayor unos 17 años, otro de unos 14 y el chico de unos siete. Miro a Lola para que me ilumine que pasa y hace entrar a la mujer, diciéndome esta es mi cuñada no vestía mal su falda es a media pierna sobre su rodilla y sus piernas se ven magnificas, pero su ropa se ve muy usada…, bien dice Lola ella está junto a su familia viviendo con su madre por los problemas económicos que te conté y esta desesperada y desamparada loca por trabajar contigo aquí, ¡ah!... respira y me ha dicho en voz baja, dice que está dispuesta a todo por su familia, semental apasionado y profanador de mujeres angustiadas. Sonrió y le digo, los que están afuera son su familia. Si me responde y como quieres que la persuada si esta su familia ahí esperando.

Llévala al dormitorio y yo espero trabajando aquí en el computador; luego salimos todos juntos cuando la hayas convencido, aunque te la tengo casi capitulada, esperando un buen sueldo y trabajo también para el marido. Ahora depende de ti y en verdad en ambas tareas que realizo necesito una ayudanta o me destrozaras me dice.

¿Cómo te llamas? Y me dice Griselda, bien acompáñame… iremos a conversar a una parte mas cómoda para ambos y tu no te pongas nerviosa, entramos a mi dormitorio cierro la puerta y ella comienza a respirar fuerte y entre cortada, diciéndome ¿tiene que ser ahora mismo el pago que me digo Lola?.., si respondo si quieres comenzar mañana tiene que ser hoy…nada mas habla y bajando la vista comienza a desnudarse de su falda y camisa diciéndome ¿puedo quedarme con mis sostenes? , la miro y le digo… me ocultaras lo mas deliciosos senos que tienes no seas así, me mira y sonríe, le ayudo a desvestirse y yo ya estoy sin ropa, cuando esta desnuda la palpación de mis manos recorre su cuerpo está tensa, comienzo con mis labios a besar sus orejas, cuello, hombros, bajo a sus senos y me adueño de sus pezones chupándoselos como un bebé…, pronto esta gimiendo excitada mas cuando me agacho y beso su vagina, bien cuidada y afeitada, en busca de su clítoris que sale al encuentro de mis labios como una ramita de una planta. Ahora gime desesperada y se recuesta sola en la cama abriendo sus piernas, apúrate me dice, hazme tuya no quiero arrepentirme hazlo ya…
Nos apareamos en la cama con suavidad comienzo a penetrarla con mi pene que esta erecto de deseos y activado a mil, pero ella apenas siente que sus carnes vaginales comienzan a abrirse al ser penetrada por mi miembro sube su trasero y sus caderas se adueñan de este tirándolos y dejando que este penetre hasta el fondo de su matriz en un gran suspiro de pasión, ya soy tuya ahora despacio para que no me dañes mi vulva, era como su cuñada una perrita gozadora y sus caderas se mueven solas acariciando mi pene y aniquilándole tratando de extraerle sus leche, estuvimos creo que mas de diez minutos en el mete y saca de mi pene en su vagina antes de que ambos excitados y excedidos de calentura entregáramos nuestros efluvios carnales amorosos el uno al otro.

Luego todo calma reposamos y nos vestimos la veo ponerse su ropa y le digo tus medias pasándole un par que saque de mi cómoda, no tenía dinero para comprármelas ahora tu dirás estoy contratada ¿verdad? Cuanto me pagaras y no te olvides de mi marido, mira le digo tu estas contratada para el papeleo notarial y mantener el orden y ornato en la oficina ¿de acuerdo? Te cancelaré ciento cincuenta y cincuenta mas por ser mi colaboradora en la cama, entiendes… si me dice… cuantas veces, mínimo dos veces por semana…, acepto y mi marido… el será chofer y trabajos menores de mantención pagaré ciento cincuenta y tú deberás darme colaboraras en la cama a lo menos una vez mas cada quince días, en total en el mes serán diez veces que nos aparearemos en la cama. de acuerdo entonces digo no crees que es mucho diez veces …, la miro y a lo mejor son mas le digo por que lo que probé me encanto digo abrazándola y pellizcándole sus pezones, me mira sorprendida y me dice en verdad te gusto…, si le digo, se muerde los labios y me responde entonces si quieres podemos hacerlo todo los días y sale hacia donde está mi escritorio a juntarse con su cuñada al llegar me susurra al oído a mi también me gusto.

Junto con su cuñada salimos al vestíbulo y conversamos los trabajos a realizar cada uno y que Lola en mi ausencia será la que manda. El marido casi salta de contento llevaba tres meses buscando trabajo y ella dos meses, quedamos de acuerdo que vendrían al día siguiente a comenzar su pega…, a le digo a Griselda acompáñame y la llevo a mi escritorio diciéndole encontré lo mas delicioso sentirte en mi cama mientras estos esperaban aquí, toma y le paso cuatro billetes de cinco para los gasto de venir mañana, ¡ah ¡ ven hermosa mañana me acompañas toda la mañana en la cama. Ella me mira y sonríe diciendo lo que me espera… ¡ay pobre de mi vagina!

Al día siguiente llegan y el marido debe limpiar una bodega que hay abajo y repara las gradas, ella sabía lo que le esperaba y venía muy agraciada pasa directo a mi dormitorio en donde descorazonada me mira y espera, la admiro y le digo que viene hermosa, pero si ella se siente mal al hacer cualquier actividad sea cual sea no la hacemos…, me mira extrañada y me dice… ¿ahora que me tuviste en la cama no te guste?... no al revés toca mi pene y lo sentirás duro como un madero, menos mal que mis pantalones no son campanas o sino estarían repicando al golpearlo este… se ríe y eso rompe lo tirante de nuestro momento.

Me permite acercarme, al hacerlo le digo, eres una mujer muy bonita y de bello cuerpo, ella se sonroja y se levanta acariciando su cuerpo ante esas palabras, vibrando de estremecimiento en su interior ante mi penetrante mirada, el brillo del deseo de llevarla a la cama se veía en mis ojos, la lujuria que mis palabras estaban despertando en ella emociones que solo debería sentirlas con su marido y se sentó con sus manos entre sus piernas arrugando mi falda la que marcó y recogió la falda mostrando algo mas de sus piernas y figura de su cuerpo, la miraba con unos ojos de hombre desesperado de mujer,
me levantó, tomándome por los hombros, inmediatamente recorrió mi columna vertebral desde la cabeza a los pies un garrotazo eléctrico… dice si quieres me quedo, le escucho decir…, pero tu estarás segura que deseas discutir conmigo las razones, solucionemos el problema de tu familia, pero haría todo lo posible para que tú seas mía… me jalo hacia su cuerpo y me forcejeó para sacarme un beso, me quede asustada en ese momento grite, sorprendida…, luego recordé a Lola que me había dicho “pórtate bien y dale una placentera bienvenida, así ayudas a tu familia”…, el continuo besándome el cuello y manoseándome todo el cuerpo diciéndome que era muy hermosa que a él le gustaría ser mi amante por estos días, que me dejara llevar por el fuego que hay dentro de mi…, tu cuerpo pide sexo déjate llevar, me decía…, no te resista…, luego conversamos la situación de tu familia y la empresa, continuo hasta que logro levantar mi falda por arriba de mis rodillas ahí se volvió como loco al ver mis buenas piernas, como pudo me desabrochó los botones superiores del vestido y vio mis hermosos senos, los cuales empezó a chuparlos con tanta ira y pasión, que me empecé a excitar. Cometería un error, lo sabía pero no podía detenerlo ya que estaba como poseído por un demonio, luego me hecho en la cama y empezó a besarme el cuello y forzarme para abrir las piernas, lo logró arrancando mi ropa interior me dejo al descubierto mi vagina y bajando hasta esta, la beso y… no recuerdo mas…, locamente me entregué, no me importo que mi marido estuviera en el patio trabajando, mis ropas interiores destrozadas fueron apartadas, ese hombre estaba satisfaciendo mis ansias de disfrutar del sexo de otra manera, no me entere cuando me metió su pene, acto seguido mi cuerpo me traiciono y empecé a gozar como nunca, tenía un enorme pene que me partía en dos y a la vez me llenaba toda, me volvía loca de tanto placer, era la primera vez que engañaba, a mi marido y aun más, en mi propia casa. Al sentir que mis quejidos se convertían en gemidos de placer el empezó a acariciarme con mas confianza, me obligaba con sus manos a abrir mis nalgas en cada metida y al besar mi boca introducía su lengua, era presa de mis deseos, mas de seis meses sin sexo me habían traicionado, mis ansias de probar nuevas emociones me excitaba. Perdí todas las fuerzas, no oponiendo resistencia y luego me entregué a la medicina del placer, gocé, no una vez sino dos veces llegando a mi segundo orgasmo, casi simultaneo con el primero…, admiró mis contracciones de placer y luego me volteo e introdujo su lengua en mis nalgas blancas, las lamía con frenesí, yo solo me abandonaba a hacer de el lo que desease, continuaba introduciendo su lengua en mi virgen ano, esperaba el momento menos pensado en que me introduciría su pene en mi angustiado ano, abriendo más mis nalgas con las manos, lo metería hasta donde se lo permitiera ingresar a mi recién desvirgado ano, él seguía manoseando todo mi cuerpo mis nalgas, mis piernas, mi seno y todo lo que el deseaba, mi sexo y se sobaba sobre mi ropa, sentí un pene penetrarme por primera vez por mis intestinos, era una mezcla de miedo y placer, el se dio cuenta que no ponía resistencia, y se inclino, me levanto la cadera y acarició mi piel, solo me dije, Dios dame fuerzas y no permitas que esto me pase, soy casada no me hagas esto, que no me entregue, mi marido está en el patio, el seguía besando cada parte de mi cuerpo y se detuvo en mi nuca, apartando mi pelo succionó metiendo su lengua por un costado de mi cuello marcándome con una adorno mientras acariciaba mis nalgas, con la falda enrollada a la cintura, en posición de perrito y con la calentura en la cabeza, no aguantaba más ni me acordaba de mi marido en ese momento, solo siseaba y gemía…. Me sacaba y volvía a ingresar su pene, mis intestinos reclamaban…, el duro miembro desquiciaba a los pobres y mi orto me dolía al ingreso de ese intruso. Luego lo sacó, me dio vuelta observando mi enorme trasero, lo aparto y me dijo: que ricas nalgas tienes, ricura, que rico es comerte tu vagina rosadita, con unos pelitos negritos , que rico,, umm veo que despides tus juguitos, déjate, abandónate no tienes porque temer, sé feliz después de todo, no es tu culpa, el seguía hablando mas cosas y lamiendo mis senos,, . Que placer,, algo que nunca hacía mi marido, algo que nunca había sentido en mi interior, sentí como todo mi cuerpo se estremecía ante tantas palabras sucias y me corría, en sus manos, en sus dedos, el se reía, diciéndome que putita eres, si estaba siendo excitaba como lo deseaba hace mucho tiempo y tu marido no lo hacia, así que no deseabas que te hiciera mía, yo lo mire lo tomé del cabello y le dije, “no soy ninguna puta, esto no lo deseo yo, esto lo produces tu, pero yo no deseo engañar a mi marido acaba y esto, lo hago por mis hijos, ya me has dañado al entregártelo, deseo mas de ti, umm” ahí mismo el introdujo un dedo en mi ano, “es delicioso, umm que haces, no seas malo por favor le dije, y el siguió metiendo más y más, luego se paro y yo incline mi rostro lleno de vergüenza, sonrojada y con el rostro sudoso, con el cabello alborotado”, el me dio un beso de lengua al cual correspondí, luego voltee el rostro en señal de arrepentimiento, el cogió mis senos y empezó a peñiscarme los pezones, tenia casi destrozado un sostén de encaje blanco de media copa, el como loco, se inclino y empezó a lamerlo por la puntita del pezón, luego mordía la puntita del pezón, y al rato succionaba todo cuanto podía como si desease meterse todo mi seno dentro de su boca.
Me excité de gran manera, que lo mire con la boca abierta, el seguía ahí, ocupado en mi senos blancos de pezón rozado, mientras manoseaba mi sexo, me acomodó mejor en el sofá ahí mismo me volvió a penetrar con su pene, lo metió en mi vagina hasta el fondo… umm estaba caliente como el acero, era muy hermoso sentirlo en mi sexo, umm Dios…que rico… lo siento dentro de mi, umm que sensación le bese el cuello y sus oídos, el mientras metió su mano por debajo de mis nalgas mientras me penetraba y las abrió tanto como pudo, como queriendo partirme en dos, era un loco amando, y yo gemía de placer, ya no me importaba la llegada de los niños… ya no me importaba entregarme a ese hombre…, solo olvidé todo y el aprovecho de eso,, me hizo terminar dos veces mas, llegando a mi tercer y cuarto orgasmo y luego se corrió dentro de mi, umm que rico sentir como termina dentro de mi, era inundada por su semen, sentía un gusto en mis labios de mi clítoris que seguía palpitando … y sentí como lo saco dentro de mi, yo no quería que lo sacara deseaba quedarme pegada allí, horas y horas, pero el lo saco me miro la cara,, lo tenia como de sueño, como mareada de tanto placer, con los labios enrojecidos por tan ricos orgasmos, umm. Señor perdona si estoy pecando…, pero que rico es esto… y me entregue sin inhibiciones a ese macho…, él lo captó, esos momentos y me abraza diciéndome ahora eres mi mujer, descorazonada acepto sus ordenes, soy su hembra mi marido pasó a segundo lugar ahora el era mi macho y dueño de mi cuerpo. Me entregue con locura y pasión, sintiendo como ese pene llenaba mis entrañas con su leche nuevamente mientras el que era mi marido silbaba trabajando en el patio, Dios como me entregaba a este nuevo macho, mi cuerpo vibraba de placer, piensa Griselda, agotada se hunde en el lecho relajándose.