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Mi esposa me esconde algo

Relato enviado por : Anonymous el 19/07/2006. Lecturas: 11668

etiquetas relato Mi esposa me esconde algo .
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Resumen
En el fondo sospechaba pero no quería reconocer que un viejo de 65 años se estuviera levantando a mi esposa, y menos un portero. Tan bajo había caído yo?...o ella?,,,no sé.


Relato
Muchas veces he visto al portero (Julio) del edificio dentro de mi apartamento, en donde vivo con mi esposa y mis 3 hijos.
Julio es un señor de 65 años de edad, flaco y atlético, que se mantiene muy bien porque está todo el día para arriba y para abajo, muy pocas veces toma el ascensor, siempre lo hace por la escalera. Se viste con uniforme de portero y es muy atento y simpático cada vez que se lo requiere.
Nunca me llamó la atención que estuviera dentro de casa, ya que siempre ha sido por cuestiones que tienen que ver con el mantenimiento del edificio en relación al interior de los apartamentos. Hasta aquí todo normal.
Pero un día observó que cuando estaba saliendo con mi señora a un casamiento, para el cual mi esposa llamada (Luli) estaba vestida en forma muy provocativa, ví con cierta sorpresa e intriga a la vez cómo el portero la miró y le dijo “Luli estás divina”.
Me llamó poderosamente la atención el exceso de confianza por un lado y que mi esposa no le haya parado el carro por otro. Todo lo contrario, me miró se sonrió y me dijo: “¿y vos qué opinás?. La pregunta de ella me sorprendió, ya que no sabía a cuantas cosas distintas se refería, si era al exceso de confianza del portero, a cómo me parecía que estaba realmente ella, a si coincidía con el portero en sus dichos y en su abuso de confianza, etc, etc.
Tras esa descarada pregunta enfrente de Julio (el portero), no le respondí, apenas si le mostré una pequeña sonrisa de admiración y más nada.
La verdad sea dicha que Luli tiene un cuerpazo de novela, que a sus 55 años se mantiene intacto todavía, a pesar de nuestros 3 hijos. Se mata en el gimnasio y sale a correr 3 veces por semana y dos veces más sale a hacer varios Kms. en bicicleta, la que por otra parte la guarda el portero en un depósito del que solo él tiene la llave.
Estaba con un gran escote adelante que se podía apreciar con claridad el nacimiento de sus senos y algo de la hermosa hendidura que los separa, con un color más claro de piel, producto de la diferencia de color de una piel tostada por el sol; lo que la hace mucho más sugestiva (medio desnuda y medio formal). En su espalda llevaba un abrigo que no alcanzaba a cubrir su hermoso culo firme y parado que tiene; en donde dejaba ver el nacimiento apenas de la raya que separa ambos glúteos, también más claros que el resto de su espalda, por ser una zona que el sol no le llega.
En realidad estaba preciosa. Para comérsela ahí mismo, por eso pienso que Julio no se aguantó y le salió de adentro esa expresión de sorpresa, admiración y lujuria a la vez , que muy lejos de molestarle, le encantó y hasta pienso que se mojó, por la forma que se despatarró en el auto cuando nos sentamos.
Traté de olvidar el episodio, pero ella no se olvidó. Es más durante el viaje me estuvo hablando del portero, de lo atento y servicial que era y que sabía hacer muchas cosas. Que en realidad cundo yo no estaba él la ayudaba en todo lo que necesitara. Que aprovechándose de su buena voluntad, cada vez le pedía para hacer más cosas y él cada vez venía muy gustoso a ayudar.
Yo la escuchaba con mucha atención y perplejidad; aunque me tranquilizaba el hecho que me lo dijera, dado que era evidente que no tenía nada que ocultar.
Cuando llegamos al casamiento, a la hora del baile, nos pusimos a bailar y me apretó desenfrenadamente. Se ve que su cabeza estaba a mil. Se la notaba extremadamente excitada, al punto que los besos de lengua que me dio fueron de alquilar balcones, hasta en un momento sentí cierta vergüenza por ser visto por los demás que eran todos conocidos. Era evidente que la calentura estaba relacionada con el cuento que me hizo del portero.
Precisamente uno de mis muy buenos amigos me invitó a bailar de a 4 con su pareja y sueltos, lo que vino a entibiar un poco el ambiente.
Mi sorpresa fue cuando aprovechándose de una melodía lenta, mi amigo la toma de la cintura a Luli y la gira dándole la espalda a él. Ël se acercó a ella y la trajo hasta hacerle sentir su bulto entre sus nalgas, cosa que Luli sintió a juzgar por la expresión de sorpresa y placer simultanemante.
Yo no entendía nada. Luli no había tomado ni una gota de alcohol y yo sí; por lo que no me salió resistirme a lo que estaba viendo. Su esposa me tomó de la mano y se puso a bailar conmigo. Yo esperaba que Luli se separara de él y siguiera bailando sueltos, cosa que si lo haría yo la seguiría. Pero no fue así.
Mi amigo la sobaba como podía, con sus manos, con su cuerpo y hasta con su pierna, que se metía entre las de ella, provocando una tensión en su vestido, dejando más a luz sus senos y por detrás el nacimiento de sus nalgas.
Después de un rato así vi que Luli se pone a hablar con él y luego se van a sentar. Cuando los vi sentado invité a su esposa a hacerlo también y nos sentamos los 4 junto en torno a una mesa.
Mi amigo me comentó que Luli le había contado el gran portero que tenían. Lo que me hizo sospechar que el portero era mucho más vivo y “eficiente” de lo que yo creía a juzgar por los continuos comentarios de Luli.
En el fondo sospechaba pero no quería reconocer que un viejo de 65 años se estuviera levantando a mi esposa, y menos un portero. Tan bajo había caído yo?...o ella?,,,no sé.
Cuando la fiesta terminó, ya de regreso en el auto le pedí explicaciones a mi esposa, de lo que había ocurrido y me contestó que se había sentido especialmente atraída por mi amigo, que sintió que había sido algo natural y que como no hicieron ningún exhibicionismo, creyó que yo me lo tomaría como una relación casual y momentánea; que luego nos serviría para excitarnos cuando estuviéramos solos.
Me puse a analizar lo que me dijo y la verdad que no sonaba nada mal. Por eso dí terminada la cuestión ahí mismo y le pregunté que era lo que quería hacer.
De inmediato me respondió, que quería acostarse a dormir, ya que al otro día de mañana quería salir muy temprano a andar en bicicleta ya que hacía 2 días que no salía.
La noche la pasamos muy bien, durmiendo en cuchara y de vez en cuando intentaba excitarla para terminar cogiendo, pero no tuve suerte.
Siendo las 7:00 me levanté para ir a mi trabajo, ella se levantó conmigo, desayunamos juntos, me despedí de ella y salí con mi auto para mi oficina.
Cuando iba por la mitad, recordé que había dejado un documento muy importante en el auto de mis señora en el garage, por lo que regresé a buscarlo. Cuando entro con el auto para acercarme al de Luli, veo que el portero se dirigió al sector del depósito en donde mi esposa guarda su bicicleta.
Obviamente el portero no me vio, lo cual me permitió seguirlo cuidándome de nos er visto.
Cuando accedo al corredor que comunica con el depósito, veo que el portero entra y cierra la puerta con llave del lado de adentro.
Yo hasta ese momento no sabía qué ocurría, pero me llamó la atención lo que hizo.
No habían pasado ni 2 minutos cuando escucho que el portero dice: “Llili preciosa, mientras tú sacas tu bicicleta yo te ayudo como todos los días”. No pude más de la curiosidad y como la pared del depósito termina arriba en vidrios que dejan pasar la luz, me asomé y pude ver una cosa que no podía creer.
El amable portero, un enano de 1:45 de altura más o menos de 65 años de edad, con piel arrugada y con olor a viejo y sucio, mientras mi esposa estaba desenganchando su bicicleta que estaba colgada del techo, la tomó de una pierna por detrás y deslizó ambas manos hacia arriba hasta tomar contacto rápido y directo con si concha, por arriba de la calza que Luli tenía puesta.
De inmediato Luli, dejó la bicicleta colgada y se abrazó a él dándole un beso de lengua interminable, que provocó una evidente erección del petiso. De inmediato Luli con desesperación, bajó sus manos mientras él la sobaba por el coño con sus inquietas manos, frotando su clítoris (que cuando está excitada de veras es casi como un pene en miniatura de 2 cms.) de tal manera que lo podía agarrar tal como lo había hecho yo en otros momentos.
La verdad que cuando vi eso, no supe qué hacer. Sentí una fuerza interior de derribar la puerta y matarlo, pero al mismo tiempo tenía tremenda erección que me llevó a pajearme mientras miraba el espectáculo de cómo mi esposa se dejaba seducir por ese tipo.
De inmediato veo que Luli logró desabrocharle el cinto y tocando su miembro por fuera del pantalón en forma desesperada, con una mano, con la otra bajaba el cierre de su pantalón. Metió ansiosamente su mano dentro de su boxer no sin antes tener bastantes dificultades para sacarlo, porque se trataba de una pija de 35 cms. más o menos, que por estar rígida se enganchaba en todos lados. Insistió varias veces hasta que logró su objetivo, al tiempo que se fue arrodillando en el suelo, tomando con ambas manos su pija se la llevó a su boca para lamerlo por fuera en toda su dimensión hasta sus testículos peludos inclusive.
Fue ahí que el portero le dijo, “chupá preciosa que hacer 4 días que no me la lavo esperando esta ocasión”- Cuando sentí eso pensé que Luli iba a abandonar su tarea, pero sucedió todo lo contrario, los succionaba con tal desesperación que en sus cachetes se formaba grande hoyos producto de la fuerte succión. Esto lo repitió tantas veces como podo hasta lograr lo que quería, tragarse toda la leche del portero, con toda la suciedad incluida.
El veterano se tiró para atrás acostándose en el suelo, de tal manera que Luli quedó arrodillada a ambos lados de sus piernas. Ella se dejó caer sobre él, se abrazaron efusivamente y se besaron nuevamente. Quedaron unos 10 minutos acostados abrazados, cuando veo que mi esposa comienza a sobarle el miembro nuevamente, pero esta vez por fuera del pantalón, hasta que logró una erección más grande que la anterior. Fue cuando él la empezó a desvestir con la ayuda de ella, hasta quedar con su top puesto, pero sin calzas. Acto seguido ella tomó su olorienta pija con su mano derecha, él le pidió que esperara que se tenía que poner el condón, pero la desesperación de Luli fue tal que prefirió correr todo riesgo y sentir todo mucho más intensamente, por lo que ella dirigió la pija del portero a su concha que estaba totalmente brillosa de jugos vaginales, lo que ayudó a que el viejo la penetrara profundamente de un empujón sus 35 cms. enteros. Mi esposa comenzó a aullar y a tener orgasmos múltiples, que nunca había tenido conmigo. Por lo que eso me excitó más aún, cómo podía ser que ese tipo tuviera más capacidad que yo en excitarla. Nunca había visto algo igual. Más me sorprendió cuando en el momento que él fue a eyacular al pedirle a mi esposa que saliera de arriba para no eyacularle dentro de ella, ella se lo impidió por voluntad propia y se comió literalmente toda su verga y su leche quedando toda adentro de sus entrañas más profundas. Así quedaron ensartados como los perros hasta no menos de 5 minutos después, durante los cuales jugaron al roce de sus cuerpos, a acariciarse mutuamente y a lamerse el torso y sus pechos, que para esas alturas muy esposa tenía sus senos al aire.
Nunca me explicaré que existía entre ellos que diera lugar a tal calentura de mi esposa, pareció que algo extra existía entre los dos. ¿Amor tal vez?
Cuando se tranquilizaron, ya habían pasado alrededor de 30 minutos, por lo que me dirigí al auto de ella, retiré lo mío y seguí para la oficina.
Cuando llegué al medio día, le pregunté a mi esposa como había estado la salida en bicicleta, a lo que me respondió que excelente, que estaba muy, pero muy agotada y que por todo el día lo que más quería era estar acostada.
Como simple observador vi que se llevó una pomada vaginal, que muchas veces usa después de tener relaciones conmigo, cuando nos frotamos mucho, le arde y con ella siente alivio.
Desde la puerta entreabierta, observé a Lili ponerse esa pomada por dentro y fuera de su vagina; además de conseguir otro orgasmo más, que en forma inmediata apareció, evidentemente pensando en el Viejo sucio y experiente portero.

Catarata

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 21:22) dice: SEX? GOODGIRLS.CF


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