Mi esposa, mi cuñada y tres amigos

Antes que nada quiero dar las gracias a este espacio que nos permite contar nuestras experiencias. Soy casado con una mujer muy bonita y sabrosa se llama Carmen, lo primero que me gusto de ella fueron sus piernas carnosas y bien delineadas, sus caderas que cuando se pone pantalón de mezclilla se le nota su rajita bien apetitosa, es chaparrita de un panochita chiquita y deliciosa cuando vamos por la calle uno que otro voltea a verla y aunque al principio me molestaba cambie pues estoy seguro que me ama.

Mi cuñada no se queda atrás y esta igual de apetitosa aunque Sandra es cinco años mayor que Carmen. Bueno pues lo que nos sucedió fue después de una fiesta a la que asistimos los tres, mi cuñada siempre a sido muy pachanguera así que inmediatamente se unió a la fiesta a allí encontró a un viejo amigo llamado Carlos y yo a dos conocidos míos Toño y Luis quienes estuvieron acompañándonos a Carmen y a mi. Sandra eventualmente venia a sentarse con Carlos a la sala donde estábamos platicando, cuando termino la fiesta Toño se ofreció a llevarnos hasta la casa.

Cando llegamos Sandra los invito a pasar a terminarse las bebidas y platicar un rato, después de quince minutos Carmen se disculpó y se retiro a la recamara, entonces la cosa se puso candente ya que Luis le pregunto a Sandra que por que siendo la mayor no se había casado ya, y ella le respondió que le gustaba el sexo sin responsabilidades y que además le gustaba cambiar de pareja cuando a ella se le antojaba, no cabía duda que el alcohol ya la había desinhibido y estaba haciendo de las suyas, Luis le contesto -a mi se me antoja hacerte el amor horita-.

Sandra se levanto lo tomo de la mano y lo llevaba a su recamara ante las miradas atónitas de todos, dejo que Luis entrara y ella se detuvo en la puerta, recargando sus pechos en el marco de la puerta con una pierna dentro del cuarto y la otra fuera comenzó a acariciar su muslo subiendo la minifalda y mostrando lo que mi amigo se iba a comer, entonces pregunto -¿Alguien más se le antoja? Que hable ahora o calle para siempre-.

Yo me levante de mi asiento como un resorte, tenia mucho que le traía ganas pero nunca acepto hacerlo conmigo, ya adentro me di cuenta que los demás no me siguieron pero no me importo, Luis comenzó a cachondear a Sandra, le abrió la blusa, le bajo el sostén y comenzó a chuparle los duros pezones, yo me abalance a ellos quitándole la minifalda, hice a un lado el puente de su tanga y comencé a chuparle su rajita, le metía mi lengua en su vagina saboreando sus mieles, Sandra estaba que bufaba, gemía desesperada pidiendo mas, hasta que Luis la callo metiéndole su verga en la boca, aun así Sandra gemía y abría y cerraba las piernas cuando de pronto las cerro como una trampa para osos atrapándome la cabeza entre sus piernas, me tomo de la nuca y jalándome hacia su sexo se vino estrepitosamente, sus gemidos dejaron de escucharse pero sin embargo me pareció que los seguía escuchando a lo lejos, mi verga estaba tan dura e inmediatamente se la metí en la panocha, al sentir la calidez y humedad de su vagina me sentía realizado, estaba tan absorto disfrutando el mete y saca cuando de nuevo escuche los gemidos que se venían incrementando a través de las paredes, me detuve pero sin salirme de ella y Sandra con una sonrisa picara me dijo -esa no soy yo, esa mujer grita como si le estuvieran metiendo dos vergas al mismo tiempo-. Y pensé ¡Carmen! Me incorpore y salí de la recamara corriendo, Carlos y Toño no estaban en la sala así que me apresure hacia mí recamara y lo que vi fue como un baño de agua helada en el cuerpo.

Carmen estaba montada en Toño y Carlos tenia las nalgas de mi esposa en sus manos y su pito en su culo, ella me lanzo una mirada de lujuria mientras abría su boca para tomar mas aire, y me pregunto, ¿te gusto coger con mi hermana papito? Pues ahora mírame a mí como me cojen por los dos lados, ven, acércate, me acerque y vi como Carlos le metía y le sacaba su verga, esa si que era mucho más grande y gruesa que la mía y la tenia toda en su culo, Toño se vino dentro de Carmen, casi enseguida Carmen comenzó a jadear moviéndose como posesa hasta que se vino también, entonces Carlos se la fue sacando y me dice mira como le deje el culito, Toño le abrió las nalgas y al sacarla toda le quedo un hoyo abierto entonces se le empezó a jalar hasta tener su orgasmo y aventarle los mecos en el agujero, como si fuera tiro al blanco casi todos quedaron dentro de su ano.

Yo todavía no me había venido así que tome posición y se la metí también en su culito sin encontrar resistencia, ¡Qué sabroso!, se la metí como pistón hasta que me vine también, Toño se vació así que se hizo a un lado pero Carlos no sé de donde saco fuerza de nuevo y se acerco a Carmen la recostó le abrió las piernas tomándolas de los tobillos hasta mas no poder y fue acercando su verga a su panochita, ella lo miraba como borrego a medio morir, sabia lo que le esperaba con ese vergon, su rajita se miraba tan chiquita que por un momento pensé que no iba a entrar pero ya estaba bien lubricada por el semen de Toño y sus jugos, comenzó entrando el glande, ella gimió -Aaaahhh... despacito, mas, mas aaahhh...-.

Ya tenia la mitad dentro y Carlos seguía metiéndola despacio, note algo de sangre en sus labios vaginales pero seguía con esa mirada clavada en los ojos de Carlos como pidiéndole mas, poco a poco fue entrando hasta que asombrosamente le cupo toda, Carmen permanecía con la boca abierta, estábamos asombrados Toño y yo en este momento entro Sandra y Luis y se unieron como espectadores, -“Te dije cabrona que la tenia bien sabrosa”-. En este momento me di cuenta que Sandra y Carmen lo habían planeado tal vez para darme una lección o no sé por que en este momento me le acerque a Sandra, ella y yo teníamos algo pendiente, así que lo terminamos. Todavía me cojo a mi cuñada ya con el permiso de carmen pero claro que ella tiene mi permiso para coger por ahora con mis amigos.