Mi primera experiencia sexual como travesti a los 17 años
Relato
Desde que tenia 4 años me nacio el deseo de ponerme ropa femenina, incluso jugar con muñecas, desde muy pequeñito me encerraba en el ropero de mis hermanas las cuales me llevan varios años y me vestia con su ropa interior.
Asi fui creciendo, con mi mama y mis dos hermanas, muy pronto ellas notaron mi aficion por la ropa femenina pero nunca dijeron nada. A veces pasaba largas temporadas sin que tocara una sola prenda de mujer, sin embargo periodicamente me entraba una necesidad muy fuerte de vestirme, en ese entonces como niña.
a los 17 años, revolvieron mi foto de colegio con las fotos de las niñas, pensando que yo era una de ellas, ya que mi rostro siempre fue muy tierno, dulce y un poco femenino para ser niño, entonces se me vino a la mente la idea de transformarme completamente en una linda colegiala, para lo cual me vali de los uniformes que habian dejado de usar mis hermanas y ya que habian asistido al mismo colegio que yo no habria problema, puse manos a la obra y recolecte cosmeticos, ropa y zapatos, entonces me rice las pestañas y puse rimel en ellas, me puse delineador de ojos, un poco de lapiz labial, aretes, una blusita blanca y debajo un corpiño al cual le puse algodon para simular unas pequeñas bubis, una pantaletita blanca de algodon, la falda del colegio era tipo escocesa roja y tableada, a la cual le recorte bastante para que me quedara muy corta, calcetas blancas y zapatillas negras. Arregle y esponje mi cabello para lograr una apariencia muy femenina.
Entonces me mire al espejo, me guste mucho, pero habia que pasar la verdadera prueba, sali a la calle a comprar algunas cosas y en el camino me encontre con unos vecinos que no me reconocieron para nada, eso me dio confianza de seguir y mas adelante pase frente a un grupo de muchachos de unos 19 años que jugaban futbol, cuando me silbaron y dijeron piropos supe que habia pasado la prueba satisfactoriamente
Pero no iba a quedarme ahi, como mi colegio tenia dos turnos y yo asistia al matutino decidi probar mi nueva imagen en el turno vespertino donde los chicos eran un poco mayores. Yo aproveche el cambio de turno para esconderme en un salon reservado para utensilios de limpieza y cosas viejas que ya no usaban, alli me vesti y me transforme en una linda colegiala, solo sali a la hora del descanso, los chicos al mirar una ‘alumna nueva’; blanca, delgada, un poco bajita, con una carita angelical, muy coqueta y con una faldita tan corta, comenzaron a entusiasmarse. La tiendita del colegio era muy pequeña y todos se arremolinaban para poder comprar un lunch, claro esta que los chicos aprovechaban esa confusion para manosear a las chicas a su antojo, cosa que algunas disfrutaban y yo sabiendo eso me dirigi de inmediato a la ‘tiendita’ para probar mi suerte, en cuanto estuve entre la multitud comence a sentir las manos de los chicos manoseandome mis piernas y mis nalguitas, lo cual no les costaba mucho trabajo por lo corto de mi falda, deje que me manosearan cuanto quisieran y uno de ellos hasta se atrevio a meterme el dedo en mi culito, cuando termino el recreo me retire a mi escondite completamente extasiada, nunca imagine que pudiera sentirme tan femenina, tan deseada y tan satisfecha.
Al dia siguiente repeti mi actuacion y los chicos de la escuela hasta me estaban esperando para poder regocijarse con mis nalgas; me las agarraban, me las acariciaban, me las apretaban, pasaban sus dedos por debajo de mi pantaleta y los introducian en mi culito, yo solo me limitaba a fingir que no pasaba nada y a disfrutarlo.
Estando en mi escondite y lista para cambiarme, me sorprendio la llegada de ‘Don Julio’ el jardinero del colegio, un hombre de unos 45 años, alto, moreno, un poco corpulento, quien al verme de inmediato me inquirio que estaba haciendo en ese lugar, yo no podia responderle pues estaba petrificada de miedo, entonces el me amenazo con llevarme ante el ‘Director’ por faltar a mis clases, lo cual hubiera sido catastrofico para mi, yo comence a lloriquear y pedirle que por favor no lo hiciera, que haria cualquier cosa, entonces el sonrio y me miro de arriba abajo, tomo una silla y se sento detras de mi de modo que mi traserito quedaba frente a el, comenzo a acariciar mis piernas, subio sus manos por debajo de mi diminuta falda y acaricio mis nalgas, las apreto, las estrujo, se levanto y empezo a frotar su pene que ya se encontraba erecto contra mi trasero, quiso acariciar mis tetas pero al sentirlas tan pequeñas penso que todavia no se desarrollaban, entonces bajo sus manos a mi entrepierna, yo me habia cubierto aquella parte con cinta adhesiva muy bien apretada, al tocarme lo noto y me dijo: ‘Asi que no eres niña, pero quisieras serlo, verdad, pues ahora te voy a convertir en toda una mujercita’.
Me inclino sobre un escritorio y de nuevo froto su pene contra mi trasero, se aflojo el cincho, bajo sus pantalones, levanto mi falda y siguio frotandome con su enorme miembro que guardaba en sus calzoncillos, entonces se agacho y acariciando mis nalguitas bajo mi pequeña pantaleta, yo estaba totalmente estupefacta, no podia creer lo que me estaba pasando, de pronto senti su rostro en mi trasero besandome las nalgas, me las abrio y empezo a besarme el culito, luego lo chupo, lo lamio, lo succiono, pasaba su lengua y la metia en mi pequeño orificio, nunca me habian dado tan rica comida de culo, yo sentia mi cara muy caliente, que me ardia de pasion y excitacion, todo me daba vueltas, creia que me desmayaria, entonces se levanto e hizo que cambiaramos de posicion, ahora yo me encontraba sentada frente a el con su pene en mi cara, una enorme vibora morena, grande, gruesa, y con el glande completamente hinchado de excitacion, me tomo de la nuca y comenzo a frotarme su miembro entre mis labios, yo adivine lo que queria que hiciera y abri mi boca, el lo introdujo solo un poco, al sentirlo entre mis labios instintivamente empece a chuparlo y de pronto ya no podia parar, se lo mamaba avidamente aunque no cabia por completo en mi boca, el me retiro y volvio a inclinarme sobre el escritorio, entonces ensalivo mi culo para lubricarlo, yo ya estaba dispuesta a recibir la tremenda estocada pues acababa de ver el tamaño de su miembro y me preguntaba si todo eso podria entrar en mi pequeño culito, pero yo ya lo deseaba, no me importaba nada, solo queria sentir ese tremendo gusanote penetrandome, como si entrara en una tierna manzana. Senti su enorme pene a la entrada de mi cuevita, estaba empinada frente a el con mis piernas muy abiertas y mis nalgas bien paraditas, entonces comenzo a abrirse paso entre mis nalguitas, era enorme, sentia que me partiria en dos, yo movia mi cabeza incontrolablemente, trate de safarme echandome para delante, pero fue inutil, el me tenia bien cogida y siguio metiendomelo poco a poco y no se detuvo hasta que lo introdujo completamente dentro de mi, yo chille y grite y hasta algunas lagrimas rodaron por mis mejillas, pero ¡como lo estaba disfrutando!, de pronto el empezo a sacarlo y senti un poco de alivio, pero de nuevo lo introdujo, siguio repitiendo ese movimiento haciendolo cada vez mas rapido y cada vez que lo metia lo empujaba con mas fuerza, yo me arqueaba de placer, parecia una gatita en celo, nunca habia experimentado esa sensacion tan intensa entre el placer y el dolor con tanta excitacion, tanta pasion, tanto sexo y entonces el se estremecio y pude sentir que se venia dentro de mi, estaba chorreando todo su semen ardiente dentro de mi, ¡que ricura, que delicia!, en ese momento me senti completamente invadida, poseida y sometida, por un hombre que me acababa de convertir en toda una ¡mujercita!.
Comentarios a lanenafelicia@hotmail.com
Yadira y yo que me llamo Luis, llevamos varios años de casados, pero no nos consideramos una pareja común y corriente, ya que desde que éramos novios nos dimos cuenta que tanto ella como yo somos personas de mente abierta, ella no se considera dueña de mi cuerpo, ni yo tampoco me considero dueño del suyo, por lo que si nos place en algún momento llegar a tener relaciones con otra persona, las disfrutamos abiertamente, sin que por ello el amor que nos sentimos mutuamente se vea lesionado o disminuido. En ocasiones tanto ella como yo también le damos rienda suelta a nuestras fantasías, con la completa colaboración tanto mía como de parte de ella.
Relato erótico enviado por narrador el 13 de March de 2011 a las 21:45:11 - Relato porno leído 120861 veces