La verdad es que estaba cansado de ver como Lucía mi hermana mayor, todos los fines de semana llegaba a casa bien borracha, y para colmo la mayoría de las veces, alguno de sus dos novios se la había clavado. Lo que me molestaba aún más, ya que con el cuento de que era la mayor de los dos, a Lucía mis padres le permitían hacer lo que le diera la gana, sin que le llamasen la atención.
Relato
Aparte de que yo, tenía unas ganas tremendas de metérselo. Pero la única vez que se lo medio insinué, entre los muchos insultos que me dijo, me llamó pervertido, sucio, sádico, en fin no hubo que no me dijera. Lo que me hizo sentir sumamente mal, ya que con decirme que no, bastaba. Ella no tenía por qué insultarme de esa manera.
Como si ella fuera una santa, ya que en más de una ocasión la había visto como le mama la verga a uno de sus novios, mientras que al otro, también he visto, que hasta el culo le ha dado. De seguro, cuando sale con sus amigas, en más de una ocasión la han hecho ser el jamón de un sándwich, lo digo porque una de ellas, sin darse cuenta de que yo estaba presente, se le escapó preguntarle, si lo que le hicieron los dos turistas, le había gustado, y la muy puta de Lucía, le respondió, que sí. Pero que fue ella la de la idea, de tener sexo con ellos dos, a un mismo tiempo.
Por eso cuando sus amigas la trajeron a casa, algo más temprano que de costumbre, completamente borracha, y la dejaron sentada en el pequeño sofá de la sala. Al principio lamenté que mis viejos no estuvieran en casa, para que vieran en qué estado había llegado Lucía. Al parecer ella había comenzado a beber, desde temprano, y al no llegar uno de sus novios, se emborrachó muy rápido, por lo que sus amigas la trajeron, para no andar cargando con ella.
Pero de momento, al ver el estado en que mi hermana se encontraba, usando esos me puse a pensar en todo lo que podía hacer con ella. Así que lo primero que hice para asegurarme que continuase así, fue ir al mueble donde el viejo guarda sus botellas, y sin pensarlo mucho, saqué una de vodka, luego regresé a la sala, y al verla tirada sobre el sofá, con casi todas sus tetas por fuera, sus piernas bien abiertas, y aquel pequeño pantalón corto que le queda tan ajustado, tanto que no acostumbra abrochárselo. Si en algún momento dudé en aprovecharme de mi hermana, al verla así, bien borracha. No me quedó la menor duda de que se lo iba a meter, y si era posible, hasta por el culo le iba a dar.
Pero antes de comenzar a desvestirla, me aseguré de que tomase varios tragos de vodka, aunque creo que con lo borracha que se encontraba Lucía, ni cuenta se daba de lo que pasaba. Así que después del vodka, comencé a desvestirla, y al tiempo que lo iba haciendo, me aseguré de que no se hubiera acostado con otro tipo, antes de que sus amigas la trajeran a casa. Yo al principio abrí su coño, luego se lo olí, y al ver que no tenía rastros de semen, y que olía aun a jabón de baño, de momento lo que me provocó fue ponerme a mamárselo. Aunque no por mucho tiempo, ya que apenas la desnudé completamente, me desvestí, y fue cuando después de lavar mi verga con algo de vodka, la puse a que me la mamara. Y a pesar de lo borracha que estaba, apenas la tubo dentro de su boca, comenzó a chuparla, como no tienen idea.
Lucía estaba tan ida, que a pesar de que me estaba viendo directamente a mi cara, en un momento me llamó por el nombre de uno de sus novios, y en otro momento también me llamó por el nombre de su otro novio. Mientras que yo comencé a penetrarla por su caliente y húmedo coño. Así que mientras que yo seguía penetrándola de frente a ella, la puta de mi hermana, a pesar de lo bebida que se encontraba, movía sus caderas, y no dejaba de pedirme, o mejor dicho pedirle a uno de sus novios que le diera más duro.
No sé si será una fijación, o que. Pero uno de mis mayores deseos desde hace un tiempo ha sido, darle por el culo a mí hermana, por lo que aunque con las grandes ganas de venirme dentro de su coño, me aguante, y en la misma posición en que estábamos saqué mi verga de su coño, y se la enterré por el culo. Y aunque Lucía chillo como una cerda, yo continué enterrándole toda mi verga, hasta que me vine, dentro de sus calientes nalgas.
Al día siguiente, la muy descarada, se levantó a eso de las dos o tres de la tarde, y sin tan siquiera ponerse algo encima, se dirigió a la cocina. Justo cuando yo regresaba a casa, al verme se quedó como si nada. Yo le pregunté cómo se sentía, y lo que me dijo fue. Hay hermanito si te cuento lo que soñé, no me lo vas a creer. Desde luego que no le dije nada, pero cada vez que ella regresa a casa, borracha, y los viejos no están, me aprovecho de la situación.
Hola saludos mi nombre es joselyn,
Tengo 43 anos ,
vivo en el DF,Mi marido es pablo tiene 52
anos ,Tenemos un hijo de 18 anos ,
Relato erótico enviado por Andytorres el 08 de December de 2015 a las 21:47:15 - Relato porno leído 147188 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:47) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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