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El día en que mi hermana decidió transformarme en su perra fue hasta entonces el mejor de mí vida. Aquella noche no conseguí pegar ojo hasta que oí a mi hermana entrar por la puerta y acostarse, eran las 2 de la mañana y yo no había salido de casa en todo el día, ansiosa que llegara el lunes para poder irme a la universidad y desconectar un poco me esforzaba para mantener mis ojos cerrados y no pensar en nada.
El chirrido de mi despertador sonó más fuerte que nunca avisándome que ya eran las 6 de la mañana, me levanté sudorosa y sobresaltada salí de mi cama y observándome en el espejo vi que continuaba desnuda, me fui a la cocina para prepararme un café con leche cuando me vino a la cabeza que quizás era mi obligación prepararle el desayuno a Cris, antes de que mi café con leche estuviera preparado yo ya estaba mezclando leche con cacao para mi hermana. Sobre las seis y media yo ya había desayunado y me fui a la habitación de Cris con una bandeja con su leche, unas tostadas con mantequilla y mermelada de arándanos, y unas galletas de chocolate.
-Cris- susurré para no despertarla de golpe.
-mmm…no
-Cris has de levantarte o llegarás tarde a clase.
Se incorporo en la cama, al dejar caer las sabanas vi sus pequeños pechitos; la había despertado miles de veces y esta era la primera vez que vi que durmiera desnuda.
-Mira si me has traído el desayuno, pero aquí no me lo puedo comer bien a no ser que…, me lo des tú.
-Si claro.
Entonces solo se dedicaba a decir el nombre de lo que quería.
-¡Tostada!
Le acerque la tostada a la boca y la mordió, con un gesto hizo apartarme.
-¡Leche!
Le acerque la taza con la leche con cacao calentita a sus labios, así siguió hasta acabárselo todo.
-Si quieres algo de desayuno, puedes comerte algo.
Me encogí de hombros y me disculpe, perdón ama pero yo ya desayune, esperaba una regañina por su parte pero me dijo mejor para ti.
-Hoy tampoco saldrás de casa, perra.
-Pero si he de ir a clase…
-Calla perra, nada de “peros”, yo tampoco iré a clase, así podremos divertirnos jejeje.
Me puse a recoger la cocina cuando apareció con el teléfono en la mano.
-¡Ponte a 4 patas perra!
Cuando lo hice marco el teléfono de su instituto, tenía que contarles que mi hermana estaba enferma y no podría ir hoy a clase, puso el manos libre.
-Secretaría del Instituto LH, ¿cuál es el motivo de su llamada?
-Hola soy Tamara, la hermana de una de sus alumnas, llamo para decirles que está enferma y…
Note un dedo clavarse en mi ano.
-…Ay, no podrá ir a clase hoy, podría comentárselo a sus profesores, gracias.
Colgué y me abrí más para facilitar el trabajo a mi hermanita, pero ella saco su dedito riéndose.
-Jeje eso me lo anoto, es muy divertido ver como no puedes gemir pero te mueres por hacerlo, venga va puta que se te acumula el trabajo.
Me levantó tirándome del brazo, y me llevo a mi habitación.
-¡Busca perra, busca, vamos!
-No sé que he de buscar si me dijeras…
Me pego en la cara, te voy a dar una pista es un juguetito.
Me puse a mirar debajo de la cama y saqué la caja con el consolador que me regalaron para mi 18 cumpleaños mis amigas, estaba sin estrenar era enorme rosa con muchas vellosidades, tenía un estimulador de clítoris también. Avergonzada se lo enseñé.
-Ves puta como si que sabes donde lo guardas eso es que lo usas mucho.
-No yo nunca…
-Vamos enséñame como va.
Le di al interruptor pero, para sorpresa de las dos no hizo nada, lo encendí y apagué varias veces pero nada, Haz que funcione puta, me gritaba. Me di cuenta que no tenía pilas y cogí las del mando a distancia y se las puse, ese monstruo empezó a vibrar y zarandearse en mi mano, era enorme lo mínimo unos 30 cm jamás me había metido algo tan grande.
Cris se tumbo en mi cama, dime ¿cómo me pongo? Me pregunto, no quiero que me duela mucho. Enserio quería que la desvirgara yo, iba a ser desvirgada por su hermana, jamás imaginé que desvirgaría a otra mujer.
-Creo que tumbada boca arriba te dolerá menos…
Ella por su bien se coloco tumbada boca arriba con las piernas bien abiertas apoyadas en el suelo.
-Debería lamerte antes el coño, y el consolador para que se deslice mejor.
-Primero el consolador- se incorporo en la cama para mirar cómo iba a engullir esa bestia.
Quería impresionarla así que empecé a lamerlo todo, y de golpe me metí medio vibrador en la boca reteniendo las arcadas, y empapándolo en saliva, lo que más me importaba en ese momento era que Cris pensase que su hermana era una buena puta que la sabia mamar, y que luego no le doliera cuando la penetrara. Al poco rato me pidió que le lamiera el coño, ella cogió el consolador y empezó a lamerlo como un helado, mientras yo la lamia todo el chocho sin dejar ningún recoveco sin saliva. Un tirón de pelo me aparto de su coño, llevaba más tiempo de lo previsto saboreándoselo, y ella lo sabía.
-Va dame, pero ten cuidado- dijo un poco insegura.
Le abrí los labios con los dedos, me quede contemplando su clítoris pequeño, era la primera persona, o quizás la segunda, que veía eso, puse la punta del vibrador en su clítoris.
-¿Qué haces perra?, te he dicho que me penetres no que juegues con mi coño.
-Perdón quería mojarla un poco, para que entrara mejor.
-Ya estas tardando.
Fui metiendo poco a poco el vibrador viendo sus músculos tensarse, hasta notar como su himen no dejaba pasar mi vibrador. Empecé a hacer presión, para gritaba.
-Si paro, no conseguiré desvirgarte.
Me agarro de los pelos y empezó a tirar, entre gritos susurro, no me hagas caso y sigue. Saque un poquito el vibrador y se lo clave violentamente hasta notar que le había roto por dentro, repetí el violento movimiento, dos veces más ara asegurarme que se lo rompía bien roto. Me estaba haciendo mucho daño, no paraba de tirar de mi melena, pero merecía la pena. Le metí el consolador todo lo que pude hasta que la parte encargada de estimular el clítoris tocó su botoncito, ella se retorcía de placer ella jamás había tenido nada metido dentro y a la vez un aparatito vibrando en su clítoris, yo tampoco y me moría de ganas de tener algo enorme entre mis piernas mientras me estimulaban el clítoris. Absorta en mis pensamientos no me di cuenta que Cris se estaba a punto de correr, volví de las nubes tras oír un grito de placer procedente de su boca, empezó a correrse soltando una gran cantidad de flujo y sangre, con un tirón me acerco a su entrepierna y me obligo a lamer, era lo más asqueroso que había hecho hasta entonces el sabor a sangre en mi boca me asqueaba, aunque me entraron arcadas ella no me dejo separarme de ella. Al sacar el vibrador lo apague, me subí a la cama y me acerque a sus labios para darle un beso, me puso la mano en la cara y me apartó bruscamente las palabras que me dijo me quedaron grabadas en la mente.
-¿Qué haces?, eres mi perra no mi amante, ni mi novia, ni mi amiga.
Me indico que limpiara el consolador tragándomelo como hacía antes, lo hice algo decepcionada hasta no dejar ni rastro de sangre.
-Me voy a la ducha a ver si me quito este olor a puta de encima, ecs que asco.
Salió de la ducha vestida muy sexy, llevaba un top blanco y un culote naranja, creo que no llevaba nada debajo, se me acerco y acariciándome la cabeza me dijo.
-Tranquila, por la noche te bañare, jeje, que hambre tengo pide una pizza como a mí me gusta, pídela para dos.
Cogí el teléfono y marque el número de la pizzería.
-Sí, una familia de atún, bacón, olivas negras y extra de queso, aja, vale 40 minutos, vale 23 euros traigan cambio, adiós.
Le explique a Cris que tardaría unos 40 minutos, y me dijo que quería que la pizza me saliera gratis que era una derrochadora, y que si no conseguía un ”descuento” me castigaría, que si yo quería podría ayudarme, le suplique ayuda, me dio una serie de órdenes.
-Trae una de mis bragas, el vibrador, y todos los cinturones de la casa.
Aparecí al instante con 7 cinturones, unas braguitas y nuestro nuevo amigo el vibrador.
Me puso las bragas como pudo, pues yo tengo más culo y cintura que ella, tras decirme un par de veces culo gordo consiguió metérmelas, me llevo al recibidor.
-Bien Tam, pon los brazos hacia atrás y trata de juntar los codos.
Me ató las manos con un cinturón, y con las manos juntó todo lo que pudo mis codos, casi me rompe la espalda, y los ato de modo que mis pechos resaltaban mucho.
-Para Cris me duele mucho la espalda aaaah.
-Ssssshh
Me dedique a reprimir el dolor aún que me caían las lagrimas, me ató las rodillas y los tobillos también, y con los tres cinturones sobrantes me los puso por la tripa apretando fuerte, me costaba trabajo respirar. Cogió un rotulador permanente, y escribió en mi pecho “Te la mamo por la pizza”.
-Me encanto ver como mamabas el consolador, jeje ¿Alguna vez te has visto mamar?
Escondió el móvil entre la mesita del recibidor.
-¿Y si no quiere que se mame, que hago?
-Me metió tres billetes en las bragas por detrás, aquí tienes dinero, pero serás castigada.
-Gracias ama.
El portero automático sonó, si contestó ella, vale sube deja la pizza en el recibidor el dinero está ahí. Dejo la puerta de casa entornada.
-Hay se me olvidaba, aparto las bragas y metió entero el consolador presionando con fuerza el clítoris con el estimulador, lo encendió y lo tapó con las bragas, antes de que al chico le diera tiempo a subir yo ya tenía una enorme mancha en las minúsculas bragas de mi hermana.
-Hola, dijo un chico de unos 17 años bajito regordete con granos en la cara, pelo grasiento con el uniforme de la pizzería y con un casco de moto. ¿Esto es una broma, no?
-No, por favor, le suplique, si no me cobras la pizza te la comeré, alguna vez te han hecho una mamada dije jadeando de placer.
-No, nunca pero…
-Vamos soy una experta mamando, tenía miedo que me pidiera el dinero, me tragaré tu corrida haré lo que quieras.
-¿Me dejaras tocarte las tetas, y correrme en ellas?, se ven tan grandes
-Claro, gimotee, ¿quieres chuparlas? Están muy ricas
El chico cerró la puerta y empezó a lamerme las tetas, y morderme fuerte los pezones. Me las cogió con rabia y las manoseó con fuerza.
-Ayyy, me haces…
-¡Calla!, dime qué quieres polla, vamos dímelo.
-Por favor, dame polla, y dame leche por favor, tengo hambre de polla.
Se saco la polla pequeña, peluda y apestosa y la puso frente mi cara, aquí tienes lo que pedias, me dijo, me la metí de golpe en la boca, no me costó mucho, él me agarró la cabeza y me marcaba el ritmo, decía cosas como esto es lo que querías desde el principio, toma putita como tú querías. En menos de 5 minutos saco su polla y restregando su mojado capullo por la mejilla mientras se masturbaba decía, ya bien ya viene y apuntando a mis tetas soltó un pequeño chorrito de leche sobre ellas, cuando se repuso recogió un poco con sus dedos y me lo paso por los labios como si fuera un pintalabios, saboreándolo le dije venga ya te he pagado ahora vete y cierra la puerta por favor, me hizo caso y se fue contento.
-¿Cris?, grité, ¡ya pues soltarme!
Salió del comedor riéndose, jajaja eres una autentica guarra cuantas cosas me vas a pagar a base de chupar, jeje. Cogió el móvil y enfocándome con la cámara.
-Dime ¿qué has hecho y porque lo has hecho?
-Le he mamado la polla al pizzero, porque soy una guarra.
Sabía que era lo que quería oír, porque sonrió al verme decir eso. Me desato y se quedo un rato mirando si me había dejado marca.
-Veo que no te he dejado marca, eso está muy bien así te podre dejar atada todo el tiempo que quiera.
Nos fuimos al comedor y nos pusimos a comer las dos en la mesa, yo desnuda y con las tetas cubiertas de semen de un desconocido, ella comía embobándose mientras miraba mis tetas.
Cuando acabamos solo tuve que recoger la caja de cartón y tirarla a la basura, cuando estaba de vuelta me encontré a Cris con unos jeans blancos y una camiseta ajustadita.
-Vístete como quieras pero sin ropa interior, y coge el dinero que nos dejó mamá.
Me vestí más o menos como ella, con un ajustado jean y una camiseta bien apretada y escotada.
-¿Donde vamos?
-A un sex-shop, ¿Dónde hay una de esas tiendas?
-Pues creo que sé donde hay uno cerca, pero no te dejaran entrar eres menor.
-Eso ya lo veremos, jeje.
Continuará…