Mi hermano fue mi maestro

Me llamo Carmen y tengo 23 años. El relato que a continuación leerán es totalmente verídico y me sucedió cuando yo tenía 19 años. Para ese entonces en mi casa solo había una computadora y estaba ni más ni menos que en el cuarto de mi hermano, el se llama Mauricio y el tiene 2 años más que yo, es alto, delgado y si bien no es Brad Pitt tiene lo suyo.

Como deben de imaginarse cada vez que usaba la computadora me encontraba con que en el historial había cientos de páginas porno producto de las noches en que el usuario era mi hermano y no yo. Esto a mi no me molestaba en lo más mínimo, de hecho había ocasiones en que yo misma visitaba las páginas para saber que tanto era lo que hacía él durante toda la noche. En fin... era lunes y el se había ido con su novia al cine y me había comentado que no iba a regresar hasta el día siguiente, yo me sentía feliz por que era de las pocas ocasiones en que podía utilizar la computadora sin que nadie estuviera viendo lo que hacía, así que alrededor de las 9 pm me conecté y entre al mIRC y comencé a chatear como de costumbre, pasadas las 11 me bañe y cuando salí decidí entrar a un canal erótico para platicar con algún hombre experimentado.

A mis 20 años solo había conocido un pene en vivo y a todo color, el de mi ex novio, pero fuera de eso nada extraordinario. Toda la noche me la pase platicando con un muchacho que me mando varias fotos de su pene en erección y eyaculando, a mí me excitaron mucho y el me pedía que me masturbara, yo fingía que si, pero en realidad no lo hacía, el problema fue que olvide borrar las fotos de la PC.

Al día siguiente mi hermano como de costumbre estaba en Internet y luego me cedió la computadora y cuando trate de ver las fotos de nuevo me encontré con que las había borrado, me dio mucha pena que se haya dado cuenta de lo que vi la noche anterior, pero no me dijo nada y yo no hable tampoco.

Esa misma noche nos quedamos solos en la casa ya que nuestros padres tenían una boda de uno de sus mejores amigos, yo como siempre me quede viendo la tele y mi hermano se conecto a Internet, yo estaba a punto de dormirme, pero decidí salir a tomar un poco de agua, y en el camino escuche que en el cuarto de mi hermano había demasiado silencio (el siempre pone música), me acerque y sin querer empuje la puerta que estaba entre abierta y ahí estaba él, desnudo y sentado enfrente del monitor con su miembro de lo que yo calcule unos 18 o 19 centímetros en la mano, la imagen me sorprendió muchísimo, yo apenas pude decir perdón y cerré la puerta y me fui a buscar el vaso de agua que era por lo que había salido. Entre a mi cuarto y no podía sacarme la imagen de la mente, así que di un tiempo para que se vistiera y regrese a su cuarto, cuando llegue le dije:

- Cochinoooo...., le voy a decir a mama y papá.

A lo que el rápidamente respondió:

- Je je, eso si no te lo creo, por que yo les voy a decir con que clase de gente platicas por Internet hermanita, creo que estamos a mano.

- ¿Cómo sabes? - le pregunte.

- De hecho puedo masturbarme enfrente de ti y no vas a poder decir nada.- Contesto rápidamente.

En ese momento yo tenía la imagen de su pene en todo su esplendor, y justo cuando empecé a imaginármelo se bajo el short y se comenzó a masturbar como si yo no estuviera ahí presente. Por un momento me quede muda al ver de nuevo su miembro crecer tan rápido, pero algo me impulso a quedarme.

- Entonces yo también puedo hacerlo - dije en tono desafiante.

- Adelante...., no tengo queja alguna, pero creo que todavía eres virgen por lo que he estado leyendo últimamente, de hecho jamás te has masturbado, estoy mal?.

- Para todo hay una primera ve z- dije al tiempo que me desvestía y el se quitaba el resto de su ropa.

El juego ya había ido demasiado lejos, si no lo paraba iba a terminar mal, pero algo me impulsaba a quedarme ahí, quería verlo, quería sentirlo. Sin decir palabra alguna me terminé de desnudar y me dijo:

- ¿No me vas a ayudar?.

Esto fue la gota que derramo el vaso, talvez era lo que yo estaba esperando y así como estaba completamente desnuda me acerque a el y agarro suavemente mi mano y la llevo hasta su pene, me lo puso a su alrededor y me dijo:

- Despacio quiero gozarlo.

Me senté junto a el y comencé a masturbarlo lentamente al mismo tiempo que el me acariciaba los senos, yo estaba excitadísima y con la otra mano libre lo empecé a acariciar, el con una de sus manos me dijo que me tocara y así lo hice, me estaba dejando llevar por el momento, la excitación... poco a poco fui subiendo el ritmo y el igual, y de un momento a otro tuve mi primer orgasmo:

- Aaaahhh no pares, sigue así, mmmm... que rico.

Mi vagina ya estaba muy húmeda y entonces el me dijo, suficiente, te llego la hora, se puso un condón y me tumbo en la cama y me abrazo suavemente y...

- No te va a doler.

- No me importa - conteste

Fue entonces cuando sentí su palo duro entrar hasta el fondo, primero lento y luego despacio, al principio solo sentía dolor y se lo hice saber, pero poco a poco fue desapareciendo hasta cambiar en placer, mi hermano solo me repetía lo buena que estaba y yo apenas podía respirar de tanto placer. Tuve mi segundo orgasmo y nos detuvimos, me quede tirada en la cama y el se levanto y se acerco a mi vagina mojadita, apenas levante mi cabeza para ver que estaba pasando y fue cuando comenzó a dar de lengüetazas como loco.

Si la penetración me gusto, el sexo oral me estaba gustando aún más, apenas podía contenerme y al poco rato estaba gritando como loca, tan fuerte que creo que los vecinos nos escucharon, pero el no paró, seguía dándome placer a pesar de que me estaba derritiendo en su boca. Cuando termino una vez mas me dijo:

- Ahora te toca a ti.

Yo no sabía que hacer, pero estaba decidida a devolverle el favor, eso era lo único que me faltaba para tener una noche completa, poco a poco empecé a masturbarlo de nuevo y el me ordeno que se la chupara. Accedí y poco a poco fui introduciendo su miembro en mi boca, el me decía que despacio, que poco a poco hasta que entrara toda pero yo no podía, lentamente fui pasando mi lengua por todo su tronco y luego en la cabeza que ya estaba rojísima e hinchada y entonces me arme de valor y de un bocado intente meterla toda a mi boca, no pude, pero buena proporción se quedo y fue con lo que me puse a subir y bajar, a los pocos minutos mi hermano me dijo que se iba a venir. Me saque su pene de la boca y se vino en mis pechos, cosa que no me agrado mucho.

Casi al instante en que termino de correrse empezó a tener otra erección y me cargo y me puso de espaldas a el, se sentó en la cama y me sentó encima de él, estábamos ya en otra posición y me estaba gustando también, poco a poco el me fue agarrando y me movía de arriba para abajo guiándome, después de un rato me soltó y yo ya había aprendido bastante bien así que seguí metiéndome ese pene enorme hasta que llegué a otro orgasmo.

Toda la noche seguimos así y nos dormimos solo unas horas antes de que amaneciera. Al despertar el estaba junto a mí abrazándome, mis papás no habían llegado y tuvimos mucha suerte en cuanto a eso. Apenas pude lo desperté y se la mamé de nuevo, pero esta vez dejé que eyaculara en mi boca, en esos momentos no me gusto mucho pero me trague todo lo que pude y él con voz suave me dijo:

- Creo que ya estas lista.

Sin muchas palabras el me había convertido en mujer, me había cogido, me sentía apenada, pero a la vez me sentía bien, desde ese momento lo hacemos cada vez que podemos sin que nuestros padres sospechen algo y déjenme decirles que siempre lo disfruto más.

Solo quiero decirles que no se avergüencen del sexo entre familiares, todo es posible si se cuidan así como mi hermano y yo, de hecho pueden descubrir cosas grandiosas que solo un hermano o un tío pueden enseñar y si buscan cariño que mejor que el de tu hermano. Decidí escribir este relato por que hace poco recordé ese momento tan bello.