Llegamos a la casa y nos recibe su novia casi desnuda, vestía una camisa larga que le llegaba a medio muslo,y nos presenta a su tía una mujer madura de unos 45 años vestía también como ella un vestido súper corto, sentada como estaba mostraba la punta de su calzón y una de sus sobrinas de 30 años con una falda súper corta, apenas cubría su bragas…
Relato
Acompaño a mi hermano mayor que mi en 4 años, yo apenas tengo 15 años, a comprar a la bodega y suena su teléfono, es su novia, no se que se cuentan, pero me dice que debemos pasar a casa de esta.
No me agrada la idea, pero es mi hermano. Llegamos a la casa y nos recibe su novia casi desnuda, vestía una camisa larga que le llegaba a medio muslo coma única prenda, al entrar veo que no es la única que viste casi desnuda hay dos mujeres mas sus parientes, y nos presenta a su tía una mujer madura de unos 45 años vestía también como ella un vestido súper corto, sentada como estaba mostraba la punta de su calzón y una de sus sobrinas de 30 años con una falda súper corta, apenas cubría su bragas…
Que cuadro, todas con un vaso en la mano con bebidas combinada con licor, nos pasan a nosotros un vaso a cada uno de solo olfatearlo se que están mas cargadas al licor que a la bebida, Maggy la novia de mi hermano, esta demasiada dicharachera por el alcohol ingerido, con su vestimenta y su actuar abrazándose a mi hermano y cuando este se sienta ella se sienta encima de él con sus piernas abiertas abrazándole y besándole mientras las otras mujeres risas y mas risas…, mi hermano es demasiado fogoso, rápidamente se excita y sus manos recorrían el cuerpo de ella, con desesperación sin respetar ningún rincón de su cuerpo…, a mi me sientan entre las otras dos mujeres, ambas chistosas, graciosas, ocurrentes me piropean y adulan, ambas estaban bien dispuestas por los tragos que se han servido y sorprendido siento como me besan y abrazan, cuando miro al sitio donde estaba mi hermano este ya no estaba en el, había desaparecido con su novia, ambas mujeres me hurgaban y se dedicaban mi cuerpo, estaban, creo, que excitadas y a mi me estaban estimulando y provocando una erección de mi pene…, sobre todo Sara la sobrina que me tenía una pierna sobre las mías, no soy un ardiente macho, pero como me tocaban y acariciaban terminaron por excitarme a acalorarme y ardiente comencé a devolver las caricias, Sara pago su osadía y mis manos la recorrían desde su cintura hasta su cuello, no se negaba a mi actuar y aún más ella se sienta como su prima con las piernas abiertas sobre mi regazo, tenerla montándome en mis piernas me autorizó a recorrer sus piernas tocándoselas hasta su vagina, meto como puedo uno de mis dedos en su vagina y esta hembra se sacude y gime exhalando el aire de sus pulmones en un gran suspiro, quejándose y gime mordiéndome en mi barbilla, eso me exaspera y la levanto sacándole su calzón bajo mis ropas y mi pene se asoma tieso, dilatado, duro apuntando al cielo, mi glande crece en su grosor hasta el tamaño de uno de mis puño cerrado, al verlo ella grita prendada y arrebatada se sienta sobre este guiándolo con sus manos hasta su vulva…, se comienza a sentar suavemente clavándose este miembro en su covacha, suave al comienzo y luego se deja caer con fuerza enterrándose ese desarrollado miembro totalmente en su vientre, como se menea y chilla…., y yo feliz y sorprendido se lo tengo embutido hasta mis testículos en su matriz, soy joven, pero de necio nada, comencé a clavárselo en su caverna a medida que ella se meneaba y saltaba sobre mi miembro, mientras ella saltaba, gemía y sollozaba asegurando mi pene en su cueva su tía, doña Marlene, me acariciaba la cabeza y besaba mi cuello, atacado por ambas hembras me excitaban a gran complacencia y satisfacción que mientras Sara gemía y gemía regándome sus esencias en mi pene, la tomo por sus nalgas y la apreso hacia mi pene con violencia, este vacía inyectándole chorros de semen originados por mis testículos inundándole sus entrañas, como bramaba esa mujer madre de un niño de tres años, recibiendo mi tibia leche … me decía tuya… sigue tuya ¡ah, oh!... eres mi macho…la tía desesperada había abierto la parte superior de su vestido sacándose un seno me lo ponía en mi boca donde lo lamía, lengüeteaba y mordía su pezón.
Una vez que regué sus entrañas Sara me abraza y se deja caer a mi lado desposeída de sus pasiones y desfigurada satisfecha con el placentero apareamiento recibido.
Al salir su sobrina deja desanimado a mi pobre pene, pero antes que este disminuyera mas su estado ella se arrodilla delante de mi, lo atrapa con su boca y chupándolo, lamiéndolo y mordiéndolo logra reanimarlo, como soy joven este se repone rápidamente, apenas ve ella que este comienza a robustecerse y engruesar, lo acaricia con sus manos, dos tres apretones y este está dilatado y listo para un nuevo apareo, ella tira de mi desesperada cayendo ambos a la alfombra en donde ella encogidas sus piernas me pone sobre ella y sus rodillas cosquillean mis costillas, cojo sus senos los acaricio y apreso cuando comienzo mi penetración en ella, jadea, tiembla, gime, solloza mi pene entra y sale por su vagina rascándole sus paredes vaginales , ella a cada penetrada gime y solloza meneando exquisitamente su cintura, esta mujer madura en la cama es una artista me susurra al oído palabras de aliento y otras groseras diciéndome, quiero ser cubierta por ti y recibir en mi matriz litros de semen, es una hembra casada con un hijo de trece años, además de una niña de nueve años y solicita de mi semen, se lo doy y enloquece al acoger estos fluidos, es feliz recibiéndolos en sus entrañas. Que orgía hemos tenido…, cuando vuelve mi hermano por el salón, observa que la tía se acomoda sus ropas después de haberse convertido en la receptora de mis esencias, a quien también echa un vistazo mientras se repara sus ropas.
Camino a casa me dice veo que tengo por hermano un robusto semental al cual no se le escapa ninguna mujer. Tu me invitaste le contesto y nos reímos.
A partir de ese momento ya no pude ver a mi sobrino como tal, sino ya lo veía como un hombre que deseaba cogerme sin control, a cada oportunidad que mi sobrino tenia lo aprovechaba para ver mi cuerpo, esto era cuando me cambiaba, bañaba, entre muchos otros momentos que tenia para verme y lo más lascivo era que yo no hacía nada para evitar que me viera, al contrario cada vez que me bañaba dejaba la puerta abierta para que me viera y así en la ducha con la certeza que me estaba viendo yo hacía movimientos sensuales e incluso con el pretexto de lavarme mi zona intima yo me la tocaba con tanta sensualidad que sin duda sabia que él tenía su pene bien erecto desde donde estaba viéndome.
Relato erótico enviado por putita golosa el 27 de July de 2010 a las 23:14:27 - Relato porno leído 309839 veces
Si te ha gustado Mi hermano me lleva a casa de su novia. Que orgía. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi hermano me lleva a casa de su novia. Que orgía..
learcu
te lo agradecerá.
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