Mi hija entrega su virginidad al chico de mi vecino

Todo comenzó cuando mi hija Estefanía a sus 19 años se compromete en matrimonio y me hace saber sus reparos respecto a este, no era que no quisiera a su futuro marido, lo amaba, pero había sabido por algunas amigas de este que era un salvaje en el sexo sin importarle si le dolía o no a su pareja eso la aterraba… imagínate me dice, mi primera vez y que quede aterrorizada del apareamiento sexual.
La entendía siempre la primera vez es terrorífica, mas si lo haces con un macho irracional a tu dolor…
Me aventuré y le dije busquemos a otro que te haga mujer, así sabrás que el coito es un placer aunque tu marido sea una bestia…
Con quien dice ella, no conozco ninguno que de placer sin dolor…
Mi madre como madre sabia me dice hay que descubrir uno, que sea primero que nada fiel, que sepa no divulgar las cosas y en lo posible mudo.
Le cuentan a mamá que su vecinito el hijo de Pedro es un excelente amante, cuidadoso de sus meritos…
Emilia una mujer madura, pero que tuvo que salir en busca del amante perfecto cuando su marido se separo de ella, y encontró en este chico de 16 años las tres B, buenísimo; bonito y lo mejor Boca cerrada.
Mi madre Ana me dice trataremos a este juvenil macho y veremos su capacidad, Estefanía pregunta y como lo sabrás si tiene capacidad y si es estupendo amante no me digas que estas pensando en llevarlo a la casa.
Logré atraer a ese juvenil amante hasta mi casa, con la excusa de una reparación, una vez en esta, ella la madre una madura mujer de 35 años poco demora en entusiasmar al muchacho mostrando disimuladamente partes de su cuerpo, primero su subida a una silla mostrando sus piernas, luego en lo alto de una escala mostrando mas allá de sus calzones y en sus agachadas donde su hermoso valle formados por sus senos se mostraban en plenitud… el chico poco a poco fue entusiasmándose con la madura hembra madre de dos hijos, casada con un hombre que a el le molestaba por su petulancia, y ahora descuidadamente mostraba su humanidad excitándolo, y finalmente esa mujer lo incita al placer al alargarse sobre la cama sin preocupación de sus ropas cubriesen o no su cuerpo, para mostrar un agujero e incitándolo a que el se extendiese casi sobre ella para verlo…, el mini macho no fue necio y aprovecha de explayarse en la cama casi sobre ella abrazando su cuerpo y comenzó a besarla con la boca en el cuello, le apresa sus pezones, y poco a poco la acaricia, esta madura hembra siente el calor de los besos los apretones de sus senos y gime, sintiendo un cosquilleo en su cuerpo y cuando el juvenil macho la recorre con sus labios su cuerpo provocándole estimulaciones de placer en su íntimos recovecos de su cuerpo llamándola al placer de ser poseída…,. Siente en su trasero la presión del pene del muchacho que ardiente se había desplegado altivo, grueso y petulante tratando de ejercer presión en su cuerpo tratando de meterse entre sus piernas… eso la enloquece y permite a este macho manosear su cuerpo, se escuche una especie de grito y gemido, la mujer solicitaba y autorizaba su penetración. Sin casi darse cuenta siente como este macho profana su entrepierna y sacando sus calzones el pene comenzó a ejercer presión sobre su vagina logrando que esta se abriera y permitiera la entrada de este, unos gemidos y suspiros de pasión anunciaban la entraba de este en su sexo, sentía como su intimidad era desgarrada, ay , ay, duele, la tome con mas fuerza contra su cuerpo, y nota como el pene seguía metiéndose en su vientre, sus caderas comenzaron a danzar al ritmo de las penetraciones del macho en un comienzo y luego locamente se entrega a un placentero gozo de sentirse apareada por este juvenil crío que la forzaba a una entrega maravillosa de sus fluidos seminales en sus entrada y salidas de su pene en su vagina., logrando llevarla al limbo del sexo entregando sus orgasmos y aspavientos de placer en donde sus elixir de pasión son entregadas al macho entre gemidos, quejidos y grandes suspiros alterados de pasión se había entregado a este macho y sin darse cuenta había sido profanada su vagina llenándose de semen que este macho vaciaba en su matriz.
Su hija escuchaba fuera de su dormitorio los besos y los íntimos reclamos de su madre gozando a este muchacho con algarabía y gozo.
Al salir la madre iba con una gran sonrisa y al ver a su hija le dice este es el elegido lo hace maravilloso y sin apuros ni dolor.
La hija le dice me lo dejaste agotado o aun puede mas, creo le contesta la madre que quiere mas… la hija entra al dormitorio cuando el juvenil macho se esta duchando al salir este se encuentra con una mujer joven semi desnuda cubierta por un batín semi trasparente… la mira embobado y comenzó a besarla en la boca en el cuello, le chupaba los pezones, y poco a poco la presión de sus manos sobre su cuerpo causaba temor en ella, pero a su vez comenzaba a sentir un cosquilleo en sus piernas y espasmos de placer en su entrañas…
Escuchaba sus besos, le tomo sus senos y comenzó a besarlos a chuparlos, supo llevarla al punto exacto de excitación, bajo por su vientre hasta su sexo, en donde con su lengua recorrió sus pliegues íntimos provocando en mi hija espasmos de placer. Se besaron, se tocaron, el tomo con sus manos su pene y la guió a la vagina de ella.
Mi hija comenzó a hacer presión con sus manos en ese miembro, la inexperiencia con que le tomaba su pene causaba en ella asombro y temor, abrió su boca tratando de hablar y no pudo, el la tomo del brazo y la cargo hasta la cama, los besos y mordiscos suave a sus pezones la derrumbaron, ese pene acechaba sus órganos íntimos, comenzaba a ejercer presión con su vagina ese pene, de sus labios escuche un ay que era como una especie de grito y gemido, mi hija apretó con mucha fuerza las sabanas su mano destrozaba estas, pedía …, despacio, despacio volvió a quejarse y a gemir,

Como entraba el pene en su sexo, como su intimidad era desgarrada, ay, ay, me duele, decía y al mirar hacia su entrepiernas notaba como este seguía metiéndose, en su vientre. El macho se detuvo para acomodar el pene en las entrañas y ella lo acomodo entre sus pliegues vaginales ahora ese dolor se transformaba en placer…, suavemente el macho la copulaba, ese movimiento fue poco a poco adquiriendo rapidez, a los minutos ella era agitada por las violentas penetraciones que acompañaba entre quejidos y movimientos de gozo, Estefanía abrazaba y rasguñaba la espalda del muchacho que la desgarraba en sus carnes, pero ella gozaba con esos movimientos, pronto siente en sus entrañas la excitación de estas penetraciones, los espasmos del disfrute de este apareamiento la lleva locamente a entregarse a un placentero gozo de sentirse apareada por este juvenil crío que la forzaba a una entrega maravillosa de sus fluidos seminales que llegaban con sus orgasmos. Su boca se abría buscando aire y el macho aprovechaba de introducir su lengua en su boca con grandes besos de pasión, semi ahogada Estefanía sentía como con la llegada de sus dos orgasmos su cuerpo se entregaba feliz a la penetración de este macho al que ella había entregado su castidad, ya no era virgen ese joven se lo había desgarrado con placer, gozo y sin casi dolor, era una mujer ardiente por este macho. Conocía el sexo y estaba preparada para satisfacer a su novio, pero no olvidaría a su joven macho penetrador… eso lo cuento después.