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Mi hija Sara 3

Relato enviado por : mario.viajero el 13/12/2011. Lecturas: 13691

etiquetas relato Mi hija Sara 3   Amor filial .
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Resumen
Final de la trilogía.


Relato
Al salir de la habitación me quedé con cargo de conciencia. No me podía explicar como había llegado a esto. Joder, era mi hija y la acababa de desvirgar. Un momento como ese no se debía de hacer con cualquiera y mucho menos con un padre. Una niña con dieciocho años seguía siendo una adolescente por mucha planta de mujer que tuviese. Pero sus últimas palabras me habían dolido; tenía razón, lo tenía que haber pensado antes. Salí para hablar con ella, disculparme, pero en eso sonó el teléfono y me acerqué a cogerlo.
¿ Diga?.
Hola cariño, soy yo.
Hola Anabel, ¿que tal todo por Ibiza?,espero que lo pases bien, pero ya sabes siempre con sentido común.
Si no te preocupes. Y por ahí ¿como va todo, que tal lo lleváis los dos solos?.¿ Habéis echo algo que tenga que saber?- me dice riendo.
No, por aquí todo perfecto.
Mientras hablaba con ella, Sara salió de su habitación y al verme apoyado en el brazo del sofá y con el teléfono en la mano, una sonrisa pasó por su rostro pero enseguida se volvió seria. Se acercó a mi y me dice:
-¿ Es mama?.
-Si cariño,¿ quieres hablar con ella?- respondo.
-No deja, ya hablaré mas tarde.
Seguimos hablando mientras Sara iba a la cocina a coger un vaso de zumo. Yo seguí con Anabel y al darme la vuelta veo que Sara se dirige a mi completamente desnuda y con sonrisa pícara me dice al oído:
Ahora no puedes rechazarme. Va a ser mejor que no te muevas para que no se de cuenta.
La cabrona se arrodilló delante de mi y agarrándome la polla se dispuso a comérmela. No sabía que hacer. Esa niña que hace diez minutos tenía un cabreo monumental estaba ahora chupándome la polla y meneándola sabiendo que yo no podía hacer nada para impedirlo. Así estuvimos como cinco minutos y cuando vi que la corrida era inminente me despedí de mi mujer y colgué.
Creí que no ibas a terminar nunca de hablar. Ahora me pregunto si seras capaz de acabar en la boca de una “niñita”- eso me lo dijo con cara de cabrona por lo que le había dicho yo hacía pocos minutos.
En ese momento pensé en separarle la boca de mi miembro, pero estaba tan excitado que me dije:
Que le den a todos. Es lo que ella quiere,y la verdad, también lo que yo deseo.
Bien,¿estás segura de todo?.Aun podemos dejarlo como está y no volver a hablar de estooo..
Buf, niña como la comes.
Me enseñaste tu, papi- me dice con cara de salida, de estar disfrutando cada momento de la comida de polla. La verdad, que o es una gran alumna o yo un gran profesor, porque la comía como una verdadera profesional.
En ese momento me dije: Si hay que hacerlo, hay que hacerlo bien. La levanté obligándola a que soltara la polla y la senté en el sofá.
Vamos a ver, Sarita. ¿Tu de verdad deseas esto?,¿estás segura?. Ten en cuenta que luego no hay marcha atrás. ¿ No prefieres recordar esto con alguien del que luego puedas hablar?. Ya sabes que esto, si se continua, tiene que ser un secreto entre los dos. Ni tu madre puede saberlo, bueno, ella menos que nadie.
Aunque pienses que soy una niña, se todo lo que esto implica y lo estoy deseando. Y por mamá no te preocupes, jamás sabrá nada, por lo menos por mi.
Bien, esto parece que lo tienes claro. Y ahora dime, ¿como quieres que sea?.
Papa, yo no tengo experiencia, eres tu el que lo tiene que decir. Pero te puedo decir que tal como me lo estabas haciendo me gustaba mucho.
Vaya, parece que a mi pequeña le gusta duro y fuerte- le digo mirándola con deseo- pues bien,vamos allá.
Nos dirigimos al dormitorio, ella desnuda y yo con el calzoncillo con la polla tiesa y de fuera. Al llegar la abracé y le digo:
-Bien Sara, si en un momento dado ves que te hago demasiado daño, dímelo. No quiero que esto sea traumático para ti.
-No te preocupes papi, estoy segura de que no va a ser nada traumático.
La tiré encima de la cama y comencé a chuparle los pezoncitos. Parecía que jamás me iba a cansar de eso. Tienen un sabor maravilloso, duros y sensibles, justo como a mi me gustan. Chupé hasta que noté lo excitada que estaba. Con una mano le toqué ese coñito. Suave, húmedo (mejor encharcado), y casi sin pelos, rojo de la excitación y con el clítoris grande y duro. Comencé a masturbarla mientras le miraba la cara. De siempre me encantó mirar a las mujeres a la cara al follarlas. Es lo mejor para saber si lo haces bien. Ahí no hay fingimiento que valga, aunque ella no sabía fingir. La cara es el espejo del alma y por los suspiros que daba, en ese momento su alma estaba en el cielo:
Jo papi, que bueno es esto que me haces. Siento los pezones duros como piedras y esa lengüita tuya me está matando de placer. Ahora papi, ahoRAAA ME CORRO, sí, me corro.
Me apliqué a fondo para sorber sus jugos. Que ricos sabían, a limpio, a juventud y sobre todo a deseo. Me incorporé y con cuidado se la metí en la posición del misionero y comencé un mete y saca despacio al principio, pero según me iba excitando le iba dando mas duro. Llegó un momento que la agarré por las caderas y se la metía sin compasión, fuerte y profunda, hasta la matriz. En algún momento se quejó, pero me tenía rodeada la espalda con sus piernas y en ningún momento hizo ademán de que parase o de alejarse de mi. Yo estaba llegando al punto de no retorno y para no acabar demasiado pronto, la saqué e hice que se diese la vuelta.
-¿Que vas a hacer papa?,¿ por qué dejas de follarme?.
Cariño, no te estoy follando. Te estoy haciendo el amor, pero si tu quieres te follaré.
No se la diferencia entre una cosa y otra. Creí que era lo mismo- me responde.
Mira, lo que hemos echo hasta ahora a sido “hacer el amor”, y esto que te voy a hacer ahora va a ser “follarte”.
Le coloqué un cojín debajo de su barriga y con el lubricante empecé a extenderlo por la entrada de su culito. Al tiempo que hacía esto, comencé a masajearle el clítoris para intentar ponerla lo mas caliente posible. Cuando creí que ya estaba lista, me acerqué con la polla tiesa y dura, y embarrándola de lubricante se la acerqué al culo y comencé a empujar. Poco a poco se fue introduciendo mi polla en su culo y Sara no decía nada, pero le vi la cara de sufrimiento y en ese momento me dispuse a sacarla. Pero me acordé de lo que me había dicho, de que se consideraba toda una mujer y me dije:
-Que coño, esto es lo que quiere y es lo que quiero yo a si que...
De un fuerte empellón se la metí hasta los huevos, se la enterré en ese culito lindo y duro, y sobre todo apretadito. Como se notaba que era virgen.
Ay papi, como duele- me dice- pero ni se te ocurra sacarla, que está a punto de desaparecer el dolor y noto un gustillo por ahí abajo.
Seguí con el mete saca, pero con el calentón que tenía sabía que no iba a durar mucho y agarrándola por las caderas me salí y le di la vuelta. Me senté yo en el sofá y la agarré para obligarla a que se sentara encima.
Venga, ahora te toca a ti, Sarita, a ver que tal cabalgas.
No se lo hizo repetir dos veces, se sentó en mi regazo y echando la mano hacia atrás, me agarra la polla y la acerca a su coño. Poco a poco se dejó caer en esa estaca de carne y hasta que la tubo dentro no paró. Jadeaba, suspiraba y emitía unos ruidos rarísimos, como si no pudiese respirar. Yo me olvidé de todo, solo quería follar y correrme. Esa cría me estaba volviendo loco, pero loco de placer.
-Dame papi, dame mas fuerte por favor. Quiero notarte mas profundamente, dameee...
Y se corrió, otra vez, esta hija mía era como una fuente. Menuda resistencia tenía, como se nota cuando uno es joven. Pero al llegar a cierta edad, es mejor la experiencia que la fuerza, y en eso me empleé. Con una cadencia bastante rápida seguí machacándole el coño hasta que note que yo también me iba y la cambié por la boca.
Ya cariño, yo también me estoy corriendo. TOMAAAA.. toda la leche para mi niña, toda, chupa fuerte. No dejes nada, ni dentro ni fuera de la polla.
Ella sorbía, lamía,mordisqueaba hasta que le llené la boca de leche. Es mas, no pudo tragarse toda la leche ya que vi perfectamente como caía entre sus labios. Me recosté en el sofá mientras recuperaba la respiración y ella aprovechó para reptar hacía mi. Se puso a la altura de mi boca y comenzó a comerme la lengua y los labios al tiempo que se hacía una soberbia paja. El ver como me besaba y se pajeaba al mismo tiempo hizo que se me pusiese dura rápidamente. La agarré de la barbilla y echándole la cabeza hacia atrás le comí los pezones y al tenerla tan abierta y tan deseosa me levanté.
Espera aquí, vengo ahora- le agarré la mano con la que se pajeaba y se la hundí en su coño- no dejes que te pase el calentón.
Me dirigí al dormitorio y agarré el vibrador pequeño y volví al salón. Ella seguía a lo suyo. Ver a una hija masturbándose es lo más excitante que un padre puede ver. Y además es precioso ver como goza y se retuerce con una mano entre sus piernas y la otra en sus pezones. Oírla suspirar es maravilloso y me dispuse a hacer que gozara de verdad. Separándole la mano del coño me dispuse a pajearla yo mismo con el vibrador.
-Si papi, si mi amor. No pares que me viene, me vieneee...
Joder, otra vez. Como envidio a la juventud. En ese momento se me ocurrió lo mismo que me había echo ella antes.
-¿Tienes el móvil por ahí, cariño?- le pregunto.
-¿ Si, ¿ para que lo necesitas?- me responde.
Yo no lo necesito, pero tu si. Llama a tu madre ahora y dile que tenías ganas de hablar con ella.
¿ Pero papá, por que tiene que ser ahora?.
Tu hazlo, anda. ¿No te fías de mi?- le digo con una sonrisa traviesa en la boca.
Ella encogiéndose de hombros se dispuso a llamar a Anabel al móvil.
-¿Pasa algo, cariño?- responde su madre preocupada.
No mama, solo quería hablar un poco contigo. Papa se está bañando y yo me aburría.
Mientras ellas hablaban, me agaché entre sus piernas y comencé a lamer.
-Si mamá, lo estoy pasando muy bieeenn...
-¿ Que pasa niña, te ocurre algo?- le pregunta la madre después de ese suspiro.
-No mami,estaba tarareando una canción- le dice mientras intenta sacar mi cabeza de entre sus piernas. Yo no me dejo y la agarro por su muñeca inmovilizándola y sigo a lo mio. Pero tuve que dejarlo pues me di cuenta de que se iba a correr y no creía que se pudiese aguantar sin soltar un chillido. Me dediqué a acariciarla manteniéndola caliente y esperar a que acabara mientras se me ocurría alguna perrería mas. Al colgar me miró con cara de enfadada, aunque yo sabía perfectamente que no lo estaba.
¿ Estás tonto papá, o que te pasa?.
-Solo te devuelvo lo de antes. Y ahora no me digas que no te gustó.
No, no te lo digo. La verdad es que me encantó. El tener que aguantarse es muy morboso.
A si que te gusta el morbo, bien, pues vamos,ponte una parte de arriba y vamos a la terraza.
Se puso una blusa blanca, semitransparente donde se le notaban los pezones duros como canicas.
-Vete a la terraza y apóyate en el barandilla.
-Pero papá, me verán desnuda de cintura para abajo- me responde.
-No, no lo harán. Recuerda que la parte de abajo es traslucida y solo deja pasar la luz pero no se ve nada.
Hizo un gesto como de no entender nada pero se dirigió a la terraza y se apoyó como yo le dije.
-¿Y ahora que hago?- me dice.
-Nada, mirada al frente y tranquila – yo seguía desnudo y acercándome a ella la abracé por detrás y le pregunto:
¿Que tal te encuentras, vida?.
Bien papi, pero no entiendo nada.
Bueno, antes de nada dime que tal te sientes desnuda, viendo a la gente y sabiendo que ella a ti no te puede ver.
Muy bien, es muy morboso, pero...
Tranquila. Y dime,¿tu chochito como lo tienes ahora?.
Mojado, pero el aire que siento es muy rico papi- me dice con cara de viciosa.
Bien, ahora quiero que te apoyes en la barandilla y eches tu culito hacia atrás.
Lo hizo y mientras le acariciaba el pelo, veíamos a la gente pasar por debajo nuestra y a nuestros vecinos de chalet enfrente, a los cuales saludamos levantando la mano. A los pocos segundos yo desaparecí y me puse de rodillas entre sus piernas separándoselas y con las manos separé sus nalgas y comencé a lamerle el ano. Ella movía su culito de un lado a otro pero el resto del cuerpo lo tenía quieto. Fui bajando del culo al coño y cuando tomé posesión de ese tesoro le di unas lametadas, pocas, ya que no quería que se corriese otra vez, y con la facilidad que esta cría tenía para correrse no me extrañaría que se fuese otra vez.
Me puse de pie y colocándome detrás de ella, me agarré la polla y fue el único momento en que ella dudó.
Papi,¿Que vas a hacer?, ¿no se te ocurrirá hacerlo aquí?- me dijo con cara de asustada.
No decías que eras una mujer. Pues tu madre y yo lo pasamos muy bien en esta terraza, pero si no eres lo suficientemente adulta no pasa nada- le decía al tiempo de separarme de ella.
Me miró, sonrió y echó su culito para atrás y me dice:
- Venga, dale que estoy ardiendo y esto, la verdad, también me pone mucho.
Me acerqué a ella con la polla en la mano y la coloqué en el centro de su culito. Con las manos separé sus nalguitas y eché aceite para lubricar la zona. Con un dedito le fui metiendo aceite dentro de ese culito que al poco me iba a follar. Cuando creí que estaba suficientemente lubricado se le empecé a meter poco a poco, intentando hacer el menor daño posible.
-Papi. Con cuidado que la tienes muy gorda
-Tranquila pequeña, que voy despacito.
A los pocos minutos tenía la polla enterrada dentro de su culo, mientras ella ponía el culo en pompa para facilitar la tarea. Nos encontrábamos en la terraza, a la vista de todos, con mi polla en su culo y ella con cara de felicidad y también un poquito de sufrimiento. Me comencé a mover y solo ver como mi pistón entraba y salia de ese culo me entraron ganas de correrme. No quise acabar tan pronto y la agarré del brazo para meterla en el interior de casa. La puse en la cama con deseo y abriendo las piernas de mi niña al máximo le digo:
-Bien pequeña. Nos vamos a correr y luego a descansar que mañana es otro día.
Pero papi, no puedes dejarme así.
¿Así como, cariño?- Le digo mientras la acaricio.
Así de caliente papá.
No te preocupes. No vas a quedarte caliente, como mucho, vas a quedarte un poco dolorida.
Me puse entre sus piernas y coloqué el pollón a la entrada de su conejito. Se la metí despacio para no hacerla daño. Sentir como su chocho iba rozándome toda la polla me hacía saltar de placer. Ella notaba las venas e irregularidades de mi polla y también gozaba. Empecé un mete y saca que al principio era lento pero según me iba excitando iba apurando la velocidad. Al cabo de cinco minutos, Sara, se corría como una loca y yo iba elevando la rapidez del mete y saca. Llegó un punto de no retorno y agarrándola por las caderas la icé un poco para tener mejor dominio y ahí comencé a metérsela sin compasión mientras suplicaba que parara, que la hacía daño. Pero lo suplicaba mientras con una mano se apretaba sus pezoncitos y con la otra se masturbaba el clítoris. Se lo castigaba con ganas, como queriendo destrozarlo, pero lo único que consiguió fue tener el padre de todos los orgasmos. Se puso tensa, arqueó la espalda, expulsó liquido y berreó al tiempo que se corría.
PAPIIII... No puedo mas. Por favor para, me derrotas, y acabas conmigo- me gritaba mientras yo seguía dándole a su coñito. Noté que se acercaba el orgasmo cuando ella ya estaba media derrengada. Salí de dentro y con la polla en la mano apunté a su cara. Quería verla llena de semen y por dentro ya la tenía. Ahora la iba a tener también por fuera. Me corrí. Me corrí como no creo haberme corrido nunca. Le eché una cantidad de semen increíble en su cara, boca y pelo. Sara no se movía. Estaba cansada y derrotada, pero feliz.
Papa. No creí que lo pudiese pasar tan bien. Estoy destrozada pero jamás he sido tan feliz. Gracias papi, jamás lo olvidaré.
Lo se cariño. Se que jamás lo olvidaras por que yo no voy a dejar que lo olvides – le dije con cara de vicioso.

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Si te ha gustado Mi hija Sara 3 vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.

Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi hija Sara 3. mario.viajero te lo agradecerá.


Comentarios enviados para este relato
Lokita14 (25 de June de 2012 a las 04:03) dice: YO TAMBIEN QUISIERA SER TU HIJA...

negrobarr (19 de December de 2011 a las 07:54) dice: Muy bueno, espero que NO termine aqui, muy buena la historia... Deberias hacer una cuarta parte, lo digo por la ultima linea del relato... Felicitaciones.

raiza26 (19 de December de 2011 a las 01:05) dice: Hummmm...espero no sea el ultimo relato con la afortunada de sarita!!

katebrown (18 de October de 2022 a las 20:57) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

jencr2020 (17 de December de 2011 a las 03:51) dice: Mmmm q rico..yo quisiera ser Sarita..!

rorris (11 de February de 2013 a las 10:24) dice: yo tambien quiero ser sarita


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