Alba subió su falda y abriendo las piernas se quitó las braguitas que dejó en el suelo, mientras yo veía como Dunia hacía lo mismo, dejándome ver una vagina muy parecida a la de Alba pero bastante más pequeña. Alba empezó a pasar sus deditos por su raja y tocando su clítoris a la vez que Dunia, torpemente hacía lo mismo pero viendo como daba pequeños saltos al rozar su clítoris. Con este espectáculo, yo empecé a pajearme sin quitar ojo y ver como poco a poco ellas aceleraban su ritmo entre gemidos y jadeos haciendome llegar a un punto donde estaba a punto de correrme en el momento que Alba con voz muy agitada le dijo a Dunia "ahora dale más rapido y no pares hasta que te venga un gusto muy grande". Las dos empezaban a gemir en alto y sus cuerpos temblaban sin parar, cuando para mi sorpresa, las dos a la vez gritaron corriendose como locas entre convulsiones, cosa que hizo que yo me levantara y poniendome frente a ellas empezara a soltar unos chorros de semen abundantes y con mucha fuerza que repartí entre las caras de las dos, soltando como 5 o 6 chorros hasta quedarme vacio.
Allí estaba yo, con mi verga todavía dura y delante de ellas con sus caras llenas de mi semen. Poco a poco ellas se fueron relajando y yo me senté de nuevo entre ellas mientras nos mirábamos los tres. Pude ver como Dunia no apartaba sus ojos de mi verga y de la entrepierna de Alba que seguía con las piernas abiertas mostrando su vagina chorreando y palpitando, y sin pensarlo decidí demostrarle a Dunia que Alba no le había mentido. De un salto, me puse entre las piernas de Alba diciendole a Dunia que se pusiera al lado de ella para verlo mejor y de cerca.
Sin más comencé a comerle el clítoris a Alba de nuevo muy rapido haciendo que inmediatamente empezara de nuevo a retorcerse entre gemidos y pequeños gritos haciendo que se corriera de nuevo y como la otra vez hacer que se corriera una y otra vez sin parar hasta que me pidiera que parara.