Mi hijo me deleita como macho excitándome y satisfaciéndome

Hoy pago mi precio estoy embarazada de tu hijo un poderoso semental, joven pero un buen semental… te lo cuento por que a él nada le diré y a mi marido le diré que este embarazo es de él, mentiré, pero debo salvar mi matrimonio. Solo tu sabrás que eres abuela nadie mas y por favor aléjame tu semental por que si lo tengo cerca de mi no respondo y te hará abuela nuevamente.

Salí pensativa de esa conversación, en verdad su padre era un buen macho reproductor y cada vez que solicitaba de mi mis favores no salía defraudada, pero que una mujer adulta mayor casada con hijos, me jura que mi hijo es un súper macho semental me dejaba excitada, ensimismada y ardiente solo pensaba ¿tan bueno es como macho?

Tres días dio vuelta en mi mente este relato de mi vecina y cada vez me excitaba mas recordarlo…es noche mi marido me ocupo como su hembra, pero yo en mis pensamientos fui cubierta por mi hijo lo necesitaba con ansiedad, cuando mi marido resopló satisfecho yo aún me movía deseando a mi hijo en mis entrañas, apareándome y satisfaciéndome.

Esa noche casi no dormí pensaba en mi hijo y como satisfacía a la vecina mi vagina vaciaba sus fluidos que corrían por mis piernas estaba loca deseando a mi hijo en mis entrañas… Tenía dos retoños la mayor de 17 años y este que casi cumplía los 16, era en verdad maceteado por que le encantaba subirse a los árboles y cuando necesitaba dinero se iba a una feria cerca de casa a cargar los sacos de papas, cebollas, etc. Ganando unos billetes.

Esa mañana padre e hija parten a sus obligaciones que habían adquirido en un día sábado, Ricardo el menor se atraso y se iba a ir a la feria cuando lo llame, le pedí que me ayudara a descolgar unas cortinas en mi dormitorio yo estaba sobre el velador subida desganchándolas y con todas mis intenciones estaba solo cubierta por mi bata semi transparente y nada mas… llego a mi lado y me miraba boquiabierto la estampa de su madre sobre el velador apenas cubierta y se traslucía su cuerpo con la luz de la ventana. Creé como que perdía base y me caía, él inmediatamente me sujeto de mi entrepierna incrustándome una mano en mi sexo y la otra me afirmaba de un seno… lo miré mientras los fluidos de mi vagina inundada de pasión mojaba su mano… volví a mirarlo y ahora estaba siseando al sentir su mano mojada por mis fluidos y sentir que su madre tenía unos senos duros.

Cerró sus ojos mientras me bajaba, deliberadamente tropecé y caí sobre la cama con Ricardo entre mis piernas… en casa no había nadie…, quedó preso entre mis piernas y no perdió ocasión por lo caliente que estaba y besa mis piernas, luego recorre mi vulva con su lengua… su pene bien pronto sale al aire estirándose y adquiriendo el tamaño de un pene de hombre mayor a pesar de sus años, me mira acomodándome en la cama yo nada digo, solo resuello excitada… se saca la ropa y está desnudo cuando se encarama sobre mí sin mi consentimiento sabe por mi respiración y meneos de cintura que estoy excitada, admira mi cuerpo y me dice serás mía… luego me clava ese aguijón duro, tieso y voluminoso en mi vagina, tan mojada estaba esta que no se opone a que penetre su pene hasta mas de la mitad, luego el se menea y logra enterrarlo todo en mi vientre no habla solo comienza un delicioso meneo que acompaño y nos adentramos en el placer de ser amantes… como me cubre y yo como muevo mis cinturas acompañándolo, si tenían razón es un súper semental goce y grite como no gritaba con su padre, el me atrapo entre sus brazos y me arremetía con su pene escarbando en mi matriz.

No se cuanto tiempo duramos en esos menesteres, pero me sentía empachada, repleta de sus penetraciones, lo abrazo atrayéndolo a mi cuerpo cuando en una sacudida de mis entrañas entregan sus fluidos vaginales del placer de ser penetrada por tan diestro macho…, pero este no para disminuye sus penetraciones para que no me queje tanto y nuevamente me saca y mete su pene obteniendo de esta maniobras un segundo orgasmo que me enloquece y sepultándome su miembro me dice abrazándome fuiste mía… y yo gozosa de placer y entusiasmos lo abrazo besándolo lo bien que realizaba sus coitos. Y le digo si hijo fui tuya, pero esto no debe saberlo ni tu papá ni nadie si quieres que me siga entregando a ti… me miró y me estampo un sonoro beso en mi boca diciéndome eres la mujer que mas me a hecho gozar de los placeres de tu vagina. Eres una diosa en la cama y te deseo muchas veces más.

Descansamos, no me atrevía a mirarlo de vergüenza, pero él me gira y a lo perrita caliente comienza a acariciarme y a exigirme que abriera mis piernas subiera mi culo y sentí esa vara dura que escarbaba entre mis piernas camino a mi vagina, pronto la tuve adentro ese maravilloso miembro y mi vagina fue aporreada y sacudida con las diestras y duras penetraciones que me hicieron gemir, sollozar y jadear de placer y pasión, luego dueño ya que mi cuerpo escurrió su semen tibio en mis entrañas, no solo se escurrió sino que me inundo con tal cantidad de semen que supe como había embarazado a mi vecina. Me repite en mis oídos eres la mejor hembra que he tenido en mis apareos sexuales, eres una fenomenal hembra y eres mía, y serás mía muchas veces mas. Yo solo lo escuché y me entregue a sus caricias.

Llega mi marido y almorzamos mi marido me invita al estadio y le digo que se lleve al hijo que estoy resfriada y necesito cama, pero sin que nadie me moleste y este va a pedir comida y quiero descansar sin que este marido sospechara se lleva a mi hijo y esa tarde pedo relajarme.

El domingo por la mañana estuvimos muy ocupados y mi marido en casa, en la tarde mi hija le pide al papá que la lleve donde una amiga por unas tareas y la espere para traerla de vuelta, aquí aprovecho mi súper semental que como toro bravo me acoso me excito y me aparea con su admirable pene con gran fuerza y calentura desgarrándome mi vagina en un frenético apareo que lo culmino cuando pudo sacarme dos orgasmos. Como llego su padre y aún estaba enardecido de pasión se fue a la casa de la vecina que estaba sola, por que su pareja y sus hijos habían salido, y copulo con ella por un par de horas antes de volver a casa.

El lunes partí mas que apurada al consultorio a conseguirme las pastillas anticonceptivas no deseaba quedar preñada de mi hijo.