mi madre

Mi madre

Muchos habéis leído relatos en los cuales el autor os asegura que es un hecho verídico, o bien, os indica que se trata de una historia inventada. En este caso no os voy a confesar de que tipo se trata y dejo a vuestro criterio la decisión al respecto… pero si que hay una realidad que os tengo que confesar y es que mamá me gusta…

Siempre me he sentido atraído por las mujeres maduras, siempre me ha excitado creer que puedo seducir a una mujer madura, siempre me ha gustado creer que soy observado por una mujer mayor, pero nunca he sabido porqué, tal vez soy un degenerado?, tal vez soy un desviado sexual?. Porque no me fijo en las chicas de mi edad?, no tengo respuesta a esas preguntas, pero he llegado a la conclusión de que solamente puedo explicar mi historia y dejar que los demás opinen y me digan su parecer.

No tiene sentido que empiece a describir a mamá, que os diga que está separada o falta de cariño, o que tiene unas medidas de vértigo, o que se cuida de forma increíble y tiene un físico espectacular porque sinceramente eso no es cierto. Se trata de una mujer normal, de su tiempo (aunque a veces un poco anticuada a mi parecer), pero siempre ha sido mi referencia como mujer por el magnetismo que siempre me ha transmitido.

Sinceramente y sin ser presuntuoso mi historia familiar no tendría nada de relevante a no ser por la ‘especial’ relación que existe con mi madre, me explico, en casa somos dos hermanos y mis padres.

Por problemas de salud (tengo asma), siempre he tenido que pasar un par de semanas al año en un clima seco para intentar cuidarme y no tener recaídas, por tanto, siempre íbamos en verano todos juntos a un pueblo del interior de Gerona donde había un pequeño balneario, donde pudiera realizar un tratamiento adecuado. Debido al inútil de mi hermano (lo quiero mucho pero es un inútil), que había suspendido 5 asignaturas para Septiembre obligó a mi padre a quedarse en Barcelona y trabajar en el negocio familiar mientras mi hermano recibía clases privadas con una profesora e intentaba que algún concepto se le quedase en ese cerebro de chorlito que tiene, así que nos tuvimos que ir mi madre y yo al balneario.

Como hacía unos años que íbamos conocíamos al personal del centro y normalmente solíamos coincidir la misma clientela que pasaban la temporada de los veranos ahí, aunque todos ellos solían ser de una edad avanzada, algún amigo tenía con el cual había entablado relación después de soportarnos durante quince días seguidos cada año.

Desconozco si alguno de vosotros ha ido alguna vez a un balneario, pero consiste en un programa bastante rígido de sesiones terapéuticas que suelen dejarte bastante agotado y tras las cuales tienes bastante modorra todo el día. La primera semana transcurrió volando y la verdad es que prácticamente no recuerdo nada que sea importante de resaltar, para que tengáis una idea aproximada de cómo transcurre un día, este consiste en sesión matinal de baño de aguas termales, sesión de masaje (me encanta el masaje), comida, siesta y sesión de cartas o tele por la tarde a elegir por el consumidor.

De lo que mas disfruto son de las sesiones de masaje, en este caso, es una chica (no muy favorecida) pero que tiene unas manos que te dejan como nuevo, en mi caso particular me da unos masajes con un producto que ayuda a mis pobres pulmones a respirar… que me excitan al sentir como unas manos se desplazan por mi pecho y me van acariciando lentamente todos los centímetros de mi piel, siempre cierro los ojos en las sesiones e intento poner otra cara a quien me está realizando el masaje…

Aquel domingo que cerraba esta primera semana había sido un día de lo mas tedioso para variar, en la cena mi madre me dijo sentirse un poco aturdida ya que estaba un poco constipada, mi única ocurrencia en aquel momento fue el decirle que aprovechase del lunes las sesiones de baños termales a ver si así se le pasaba.

El problema (depende como se mire) surgió al día siguiente en el desayuno en el momento de seleccionar las sesiones del día, nos comentó el gerente de los baños que no podían haber masajes ya que la chica que ofrecía el servicio estaba con gripe en cama y no podían encontrar un nuevo sustituto por el problema de fechas al estar en temporada alta, así que simplemente pudimos estar durante la mañana en el dichoso baño matutino…

Cada vez estoy peor y creo que me está subiendo la fiebre, me parece que después de comer me iré a acostarme a mi habitación – me indicó mamá cuando nos dirigíamos hacia los vestuarios tras los baños.

Por tanto tras la comida, me quedé en la sala de tv viendo un coñazo de película infumable que hacían de policías y ladrones, a eso de las cinco y media de la tarde, me dirigí a la habitación de mamá para saber como se encontraba.

Me encontré la habitación de mamá a oscuras con el televisor encendido y el volumen muy bajo, intenté abrir la luz a tientas pero no daba con ella, así que decidí acercarme a la cama como podía intentando no tropezar con ninguna silla, ni con ningún mueble que hubiese por el medio, a tientas localicé la cama y mi mano se posó en la pierna de mamá, tomándola como referencia seguí deslizando mi mano y tope con lo que me pareció que eran sus bragas, cuando me di cuenta retiré inmediatamente mi mano al tener conocimiento que sin querer estaba sobándola.

Mamá, soy yo, estás bien? – susurré

Hola hijo, ufff… me parece que estoy un poco mejor pero me siento todo el cuerpo como si me hubiesen dado una paliza. – me indicó.

Quieres que avise al médico? – pregunté preocupado por su estado.

No, no te preocupes. Me he tomado una aspirina y creo que me está haciendo efecto. Que has estado haciendo, cariño?

Estaba en la sala de tv, pero era un coñazo la peli y quería saber como estabas.

Se recostó en el cabezal de la cama y mis ojos pudieron entrever en la penumbra que solamente llevaba puesto el sujetador y las bragas, sentía como mi corazón bombeaba sangre a toda velocidad a mi cuerpo. Era la primera vez que veía a mi madre con tan poca ropa, porque siempre en casa se han marcado mucho las distancias en ese aspecto y nunca habían tenido la confianza de mostrarse mis padres con poca ropa ante sus hijos.

Tengo el cuerpo molido, tengo la sensación de que ha pasado un camión por encima mío.

Pues hoy no está Isabel, ya sabes que nos han dicho que está con gripe como tú.

Lo sé, pero bueno tendré que aguantarme

Oye, ya sabes que yo soy un especialista en masajes, por lo menos llevo 10 de mis quince años recibiéndolos, así que alguna cosa debo saber, te parece?.

Que miedo me da ponerme en tus manos… jajajajjajajaa. Pero venga acepto si consigues aunque sea dos minutos eliminarme este dolor de espalda – dijo sonriéndome y acariciándome la mejilla.

Me levanté a encender la luz, pero mamá me pidió que no la encendiese que le molestaba la luz, así que simplemente subí unos centímetros la persiana para dejar pasar un poco los rayos de sol de la tarde, aunque las penumbras y el calor aún eran las notas dominantes en el cuarto.

Al girarme pude contemplar el cuerpo de mamá, se había recostado boca abajo y se encontraba encima de las sabanas solamente en bragas y sujetador… Tenía unas piernas largas en las cuales nunca me había fijado, un trasero bonito y una espalda preciosa… sentía como mi erección iba tomando forma y me aprisionaba el pantalón que llevaba.

Me acerqué a la cama y me situé encima de la cama junto a sus pies, mientras mis manos iniciaban el proceso de masajearlos lentamente pero de forma vigorosa. Tenía los pies fríos mientras mis manos y mi cuerpo iban calentándose gradualmente, mi mirada no podía fijarse en sus extremidades inferiores, sino que se perdían en sus piernas y en las bragas que me permitían dislumbrar sus preciosas nalgas que se escondían tras ellas.

jajjajajaa, me haces cosquillas en la planta de los píes… para por favor!!

Perdona… pero ya sabes no tengo mucha experiencia en esto…

Mis dedos abandonaron el masaje eventualmente y me situé de rodillas encima de sus pies entrando en contacto mi paquete con sus extremidades mientras iniciaba un suave masaje a sus pantorrillas, noté como al agacharme para acercarme mejor cualquier leve movimiento suyo hacía que mi cuerpo reaccionase nerviosamente, empecé a sentir una erección dura en mis pantalones, su piel suave se deslizaba bajo mis dedos desde su rodilla hasta los tobillos, arriba y abajo, haciendo presión al subir y disminuyéndola levemente al bajar, sentía como su cuerpo se pensionaba y relajaba en cada movimiento de mis manos, me empezaba a sentir como si tuviera el poder de cambiar el mundo, mis ojos no podían apartarse de su precioso culo mientras intentaba disimular mi erección y evitar que se diese cuenta de lo que me estaba ocurriendo.

Subí lentamente mis caricias hacia sus piernas, con un dedo recorría casi sin tocar su piel desde las rodillas hasta casi tocar el glúteo e iniciaba otra vez el descenso lentamente… sin prisas me tomaba todo el tiempo del mundo… me sitúe de rodillas para tener mejor acceso a sus piernas a la altura de sus rodillas, sentía mi miembro en plena tensión y empecé a buscar el contacto de su piel con él, mientras mi dedo subía y bajaba lentamente por su pierna acariciándola con el sólo contacto de la yema de mi dedo, me estaba volviendo loco ya que tenía a escasos 40 centímetros su culo precioso, mis manos empezaron a acariciar al unísono lentamente las partes interiores de sus piernas y me acercaba como quien no quería a sus bragas, cada vez mis movimientos encima de ella eran más insinuantes e intentaba acompasar mis movimientos con el roce de mi pantalón con su piel, aproveché un momento al encontrarme muy cerca de sus bragas el escapar un dedo para que rozase su puente de venus y sentí un pequeño estremecimiento acompañado de un inaudible suspiro que emitió mamá.

Mi cuerpo me pedía más, y mi cerebro se sentía totalmente onnubiliado por la situación que se estaba produciendo, me senté de rodillas encima de su culo e inicié el proceso de acariciar su espalda.

La habitación en penumbra y acompañados únicamente por el ruido de nuestras respiraciones y de una temperatura alta, hacía que nuestros cuerpos empezasen a sudar, me sentía como transportado a una dimensión paralela, mis manos se dirigieron al cierre de sus sujetador, desabrochándolo para dejar que mis manos tuviesen acceso a toda su espalda, lo hice sin intercambiar palabra y tampoco recibí reproche alguno, mi polla estaba a punto explotar, buscaba con mis movimientos acercarme a sus partes más íntimas, me movía encima suyo como si estuviera poseyéndola, sentía como su cuerpo se dejaba ir debajo mío mientras mis manos recorrían su espalda, hacía verdaderos esfuerzos para no dejar ir ningún gemido, mis manos ya no se movían lentamente por su espalda sino que este era un movimiento nervioso en donde intentaba abarcar todas las partes visibles de su piel, deje escapar una mano por su costado y noté como una leve inclinación de mamá me facilitó el acceso a rozar una pequeña parte de su mama, en ese instante creí que tenía carta blanca y deslicé mi mano desde su hombro recorriendo su espalda hasta introducir un par de dedos dentro de su braga, mi locura estaba siendo infinita.

Los botones de mi pantalón debido a la presión se habían desbrochado y mi prepucio entró en contacto con sus bragas, prácticamente me encontraba estirado encima suyo y mi polla se encontraba fuera de los pantalones buscando el agujero de su coño con movimientos nerviosos, mis manos recorrieron sus brazos y se entrelazaron con sus manos, no podía evitar que de mi boca saliesen gemidos que se confundían con las expiraciones de mamá que coincidían en cada movimiento en el cual mi polla encima de sus bragas se movía con frenesí, noté una gran humedad en su entrepierna.

Sus piernas se abrieron lentamente para dejar acceder a mi polla, al instante noté como entró en contacto con su coño caliente y como un suave gemido salió de la boca de mi madre, mi pasión se desbocaba y mi polla se introducía levemente en su interior a pesar de las bragas que llevaba puestas, mamá me acompañaba con sus movimientos rítmicos y mi lengua recorría su cuello mientras mi polla cada vez se introducía mas y mas en su coño caliente que se abría para mí, sólo para mí, sentía mi cuerpo estremecerse en su interior, no podía aguantar más, me movía como un loco dentro suyo, aparte con la mano la braga que llevaba y que se encontraba totalmente mojada, para dejar acceder sin impedimento mi polla en su interior que me esperaba caliente como si fuera una olla a presión, era una sensación increíble, mi polla entraba y salía de su interior mientras mamá se movía como una loca moviendo su cintura acompañando mis embestidas cada vez más enérgicas, oía como mamá gemía, sentía que disfrutaba, su cuerpo se tensaba, me apretaba las manos, resoplaba, me decía palabras inaudibles…



Sentí como en mi interior hervía un líquido que pedía salir al exterior y mi cuerpo no podía evitarlo, no podía ponerle más barreras…

Me estremecí y un gemido de placer inundó la habitación acompañando al de mamá que surgió de su garganta breves segundos después, mis movimientos se fueron deteniendo lentamente y mi liquido corporal fluía de mi polla vigorosa como si no tuviese final conocido… me quedé dentro de ella mientras nuestras respiraciones se iban calmando acompasadamente, no me sentía culpable ni quería pensar en lo que había ocurrido, no era el momento, en ese instante solamente quería estar con ella encima suyo, disfrutar del momento, no hablar ni compartir experiencias porque no hubiese sabido como justificarlo ni argumentarlo a nadie que hubiese vivido esa misma situación.

No os voy a decir que se inició una relación en la cual repetimos esta situación, porque no sería cierto, mamá simplemente me dijo al día siguiente que nunca me avergonzase de lo que había ocurrido, pero que nunca debía de haber ocurrido, evidentemente nunca más me dejo darle un masaje…