Mi madre Consuelo y nuestro amante mi compañero Leo

Soy una mujer muy atractiva y para ser más congruente conmigo mismo. Diré que estoy muy buena, estoy bien glamorosa. Tengo unos pechos bastante grandes redonditos, muy jugositos y muy bien puestos ya que no los tengo caídos ni nada por el estilo, además tengo una caderas que saltan a la vista de inmediato, eso fue lo primero que a los hombres le encanta Y a esto lo acompaña mi traserito muy paradito y firme, con mi carita de angelito inocente ha hecho que muchos caigan a sus pies. A mis 31 años y madre soltera de una chica de 15 años me miro al espejo y parezco una chica de 21 o 22, me llamo Consuelo no creas que soy una mujer fácil, pero el hombre que se fije en mi debe saber saciarme y aun mas debe ser adicto al sexo, para mi el acto es sagrado no solo para tener hijos sino para consolar a la mujer desesperada, fogosa, ardiente, gozadora apasionada y carnalmente vulnerable… si soy una mujer casi trastornada por el placer de ser poseída, soy casi una ninfomaníaca sobre todo en la posición de perrito con almohadones bajo mis caderas, todo esto es tabú para muchos hombres y a mi me enloquecen…, imagínate que a mis 31 años con mas de quince años desflorada y con angustia por el sexo a pesar de tener muy poco uso del sexo, no me entrego a cualquiera lo estudio muy bien. Ya que con el primer macho solo logre un embarazo, no me arrepiento de mi hija, pero si miro bien quien es quien. Trabajo por las tarde ayudándole a mi padre en su restaurante, viniéndonos a casa tipo once de la noche. La casa queda a media calle y vigilo mi hija y la casa desde allí.
Me extraño ver varias veces en la semana a un chico saliendo de casa aclarado el problema mi hija dice es Leo u compañero del curso superior al mío que me ayuda con las matemáticas es mayor tiene 17 años y es el mejor alumno de su curso, cuidado con enamorarte le digo, en verdad mamá es guapo y agradable en su trato todo un caballero, bien digo un día vendré a conocerlo.
Una tarde estaba en mis días de pre menstruación mi cuerpo pedía sublevado que me saciara de los excesos de calentura, además deseaba conocer al muñeco... le dije a mi padre que no me sentía bien y fui a casa, elegí mal día al llegar a casa vi a mi hija muy obsequiosa junto a su instructor, creo que enamorada de este, quien le enseñaba las materias, pero aprovechaba de poner sus manos en partes muy estratégicas del cuerpo de mi hija, la cual creo que se estaba excitando se separan al sentirme y me presenta a su compañero..., le solicito a mi hija, pensando que ambos irían, que vaya al supermercado a diez minutos de casa a comprar unas cosas para la cena, mi hija dice voy, pero el muchacho se queda y yo deseaba estar sola para poder acariciarme mi sexo en una deliciosa y lujuriosa masturbación y explotar de mis esencias vaginales tranquilizando mi excitación de necesidades de un macho..., como el no fue igual me encerré en el baño y comencé una masturbación, estaba en lo mejor cuando este chico me apura pues necesita el baño, salgo sin calzones para que entre y poder después continuar mi vapuleo sexual, al salir la puerta queda entreabierta y miro a través del espejo cuando este chico se saca su pene para orinar ..., que pene estaba semi dilatado y se veía un don penen, mi excitación subió a mil..., después veo como lo sacude y como lo acaricia... yo estaba que entraba y se lo besaba, sale y me ve con mis dedos metidos entre mis piernas masturbándome y con una cara muy desesperada por facilitar mi embeleso sexual, no me doy cuenta cuando me toma entre sus brazos y me traslada a mi dormitorio besándome mi cuello y haciéndome delirar de pasión gimiendo alborotada por los cariños de un macho..., me recuesta en la cama sube mis vestimentas y me ensarta en la vagina su lengua acariciándome mi clítoris enloquezco de ternura por el sexo que el tiene agarrándoselo por encima del pantalón Consuelo una adorable hembra su exuberante cuerpazo, alta, pelo largo castaño, tetas enormes y un culazo tremendo que dan ganas de tocarlo nada más verlo por desgracia mal comprendida y saciada por su anhelos corporales, llevándola a un cataclismo carnal en sus excitaciones, arrebatos y deseos de ser calmadas en sus frenesíes sensuales. El chico desea sacar ganancias de esa rareza de su cuerpo y aprovecha de tocar donde no se lo permiten las mujeres y recorre mis piernas, muslos, vagina y senos acomodándome en la cama, mis vestidos están arriba de mi cintura y el se desnuda por debajo de su cintura acomodándose sobre Consuelo, nuevamente ve ese pene, pero ahora está excitadísimo y mide a lo menos unos 24 o 25 centímetros y es grueso unos 18 o 20 centímetros de circunferencia, es como una lata de bebidas en lo grueso, si estaba excitada ahora estaba activadísima y solo deseaba sentirlo en su canal vaginal estirando los pliegues carnales hasta casi romperla y gozar con ese inmenso pene, perdió toda cordura, ansiosamente abraza al joven semental y acomoda con su mano este tronco en su entrada vaginal gimiendo y llorando cuando este comienza a empotrarla y su vagina se distiende al máximo para acomodarlo en su penetración, de la garganta de la hembra solo salen gritos de dolor y pasión y por último se queja alborozada con este mástil en sus entrañas... cada arremetida del macho son gritos de ella, sentía este miembro mas arriba de su estómago y presentía que por dos o mas días no podría orinar tranquila por las molestias de esta penetración en su matriz. Las sacudidas y estremecimientos fueron terribles, escandalosos, como se meneaba, apareada desesperadamente con todas las fuerzas del macho, sus caderas se agitaban lujuriosamente, estaba loca de placer, gemía y gritaba, me acariciaba, besaba, pero me dolía, estaba activadísima, el macho no se calmaba y ella exploto en un orgasmo asombroso quedando entre los brazos de este muchacho mas muerta que viva.
El macho se aprovecha para empotrarme salvajemente mis entrañas rebosándome mi matriz de su tibia leche, semen y espermas. Sentía esos líquidos deslizarse por mis muslos, nalgas y caer sobre las sabanas, mi joven semental me tenia agarrada de mis caderas en cada eyaculación mas fuerte me apretaba a su cuerpo, llevaban mas de media hora de cariños, besos, y apareamiento, Consuelo casi inconciente por placer que le había dado este macho en su apareamiento gemía, jadeaba, chillaba recompensada por mi adolescente amo, parecía que me orinaba de tanto líquido que vació en mi matriz, desde hoy este chico era el dueño de mi cuerpo. Cuando miro hacia la puerta de mi dormitorio me sorprendo de ver a mi hija con unos ojazos sorprendida observando como este semental satisfacía y hacia gritar a su madre, al separarme de Leo ella dice ahora mamá me toca a mí, deseo y quiero que este macho también sea mi macho y comienza a desnudarse, trato de levantarme y mi hija me dice, quédate te necesitare por que soy virgen, este pícaro hombre me hará gritar y doler, necesitaré tu fortaleza... metiéndose en la cama entre el muchacho y yo... estaba desnuda y se veía preciosa, Leo la admiraba y comenzó a recorrer su cuerpo... La acomoda en la cama, besa sus hombros recorre su cuello y besa sus senos que estaban duros y firmes con la excitación y sus pezones sobresalían esperando ser lamidos o besados... mi hija mi joya, estaba excitadísima y solo deseaba ser penetrada por este macho..., volvía a arrodillarse entre sus piernas tratando de acomodarse lo mejor posible. Sostuvo sus senos con la mano izquierda y la derecha apretó poco a poco las carnes bajando hacia abajo en dirección de la vagina y se dispuso a chupar con aquellos labios carnosos cuya imagen me llevaba cerca del infarto. El pene del macho se estaba recuperando y ya estaba excitándose y elevándose mientras el chico lamía la vagina de mi hija, esta en su desesperación entreabre sus piernas, el macho las abre más y ella lo abraza estaba en éxtasis no sabía lo que harían con ella y estaba en el limbo esperando los movimientos del macho, su compañero de colegio le acomodó su pene en su rajita sexual, mi hija suspira y se aferra a mi mano..., el chico la recorre con sus dedos sus carnes sobre todo los de las nalgas, mi niña suspiraba enloquecida y solicitaba quiero ser tuya... ¡Ah, Oh!, quiero ser tuya y me apresa mi mano cuando siente que su chico comienza a penetrar su vagina dilatándola y abriéndola con el pene valientemente resiste mi hija y cuando el macho clava mas fuerte su vagina, mas se queja, pero su himen resiste, el muchacho casi lo saca todo y violentamente la empala tratando de vencer la resistencia, lo logra y mi hija casi me destroza mis dedos al apretármelos desesperada y llora chillando me duele..., luego sisea desesperada al ser empotrada duramente hasta el fondo de su útero, pero luego ese dolor es parte de su placer mientras el muchacho se menea sobre ella excitado penetrándola ella comienza a sentir el placer al frotar ese pene sus paredes vaginales, si ese placer la está estimulando y siente sus piernas contraerse y su vientre endurecerse al tiempo que su cuerpo se arquea y robustece sintiendo la llegada de su prime orgasmo que su cuerpo entregara a un semental que tan deliciosamente la aparea, se arquea, atiesa y gime contorneándose activada mientras sus caderas bailan desesperadamente y lujuriosamente el baile de la entrega de una mujer a su macho y siente como su compañero de colegio gime y gruñe al entregarle sus chorros de semen en su matriz ambos han terminado su placentera entrega juntos, la madre se retira gozosa de ver que su hija experimenta su primera entrega a un semental con gozo y placer quedando plenamente satisfecha abrazada a su exigente macho.
Al retirarse del dormitorio ella meditaba, a este semental nunca vamos a poder echarlo de esta casa, tiene dos desesperadas mujeres ansiosas de probar y estimular su pene... Será siempre bien venido.