Mi madre, mi amigo Leo y mi tía Clarisa

En la cama quedo desbaratada Ana, la dueña de casa, madre de mi compañera Gloria.
Por la tarde llego con Gloria saludamos a su madre, ella con un beso y yo con un apretón a su trasero camino al dormitorio de esta, diez minutos más tarde la madre escucha los gemidos y ayees de placer de su hija ferozmente poseída por este macho y los alborotos de un apareo delicioso.
Ana, la dueña de casa sonríe, ahora hay dos machos en casa para ella y uno compartido para su hija.
Vuelve a mi casa ese macho y mientras este macho me acariciaba y besaba…, lo abrazo y él sabe que soy su mujer por siempre y por cuantas veces el desee, pero hoy estaba mi marido y una cuñada de este encerrados en el escritorio ella llorando y el tratando de consolarla , al fin se rinde y me llama…, ve tu como solucionas el problema de mi hermano y su mujer yo me voy al trabajo y sale, entro donde esta Clarisa esta era una laguna de tanto llorar, converso con ella le digo que los hombres son intolerables y además se creen con todos los derechos menospreciándonos como mujer, si tu marido te falto el respeto acostándose con su secretaria y a ella le da sus apareamientos y te ignora, eso tiene remedio le digo, me mira sorprendida y ¿Cómo? me dice…
Tu eres un bonita mujer bien creada en tu detalle anatómico, eres deseable para cualquier hombre, muchos desearían tenerte en su cama meneando tu trasero satisfaciéndolos, eso si que hay que saber encontrar al individuo preciso o tu vida se transforma en un calvario…, ves y yo no conozco a los hombres, como quieres que elija…, oye Clarisa ¿estas dispuesta a satisfacerte con otro semental como pago por el trato de tu marido? si es así te ayudo si no, adiós no mas.
Clarisa me mira entre sorprendida y asustada, piensa un momento y me dice…, si estoy dispuesta, no quiero ser un juguete de mi marido, quiero ser yo.
Ven entonces dice mi madre y arrastra a mi tía Clarisa a su dormitorio y me dice Gloria, trae al consolador de nosotros indicándome el patio donde estaba Leo.
Seguro que la tía quiere le digo… si me dice mi tía Clarisa quiero revelarme de los poderíos de mi marido. Voy al patio.
Cuando llego con Leo mamá había desnudado a la tía y la tenía cubierta con una bata de tul transparente que no ocultaba el delicioso cuerpo de la tía, una mujer de 40 años sin hijos, pero bien constituida…
Leo nos mira a mamá y a mí, y a continuación fija sus ojos en aquella mujer madura de bonito cuerpo semi desnuda y sus ojos brillan de deseos… mamá le dice es tuya tu sabes como recompensarla y tomándome me saca del dormitorio cerrando la puerta, cinco minutos de alborotos y luego silencio en el dormitorio… como soy curiosa entreabro la puerta y miro… en la cama estaba mi tía recostada atravesada en ella, Leo recorría su cuerpo besándola mientras ella subía una pierna tratando de cubrirse su vagina bien cuidada con sus bellos cortados…el macho la acariciaba y besaba, ella entre tanto sobaba sus cabellos gimiendo suavemente contraída por los deseos de entregarse al macho…, Leo no se apura y entierra dos dedos en su vagina acariciando su clítoris, ahí mi tía se arquea acelerada por los placeres de un apareamiento…, ahora Leo actúa sube una de sus piernas sobre su hombro y la otra la toma con una mano mientras ubica su tremendo pene en la entrada de la vagina, la tía se retuerce excitada y necesitada de sentirse penetrada, prontamente esta afligida sollozando cuando ese fiero pene escarba entre sus pliegues vaginales extendiendo esta hasta casi partirla, de sus labios escapan fuertes gemidos y ayees de dolor, ese pene es inmenso la desmejora y crispa sus dedos agarrada de los muslos del macho que esta dilatando su sexo, pero deja de quejarse por que el dolor ahora es placer siente que este semental la acaricia y penetra en tal forma que ella se deleita y quiere mas penetraciones y solicita al macho que la trate mas duro…., quiero mas de ti le dice, abriéndose mas de piernas y atrapando al macho con sus piernas por su cintura y sus manos lo abrazan por el cuello, le solicita quiero tu leche…, aquí…, te daré mis espasmos convulsionándose y apresando mas fuerte a su gozador de sus orgasmos mientras su boca se abre buscando aire y sus ojos se cierran activada con los placeres del apareamiento que el macho le esta dando… y entre gemidos, gritos y sollozos se entrega a su macho vaciándole sus líquidos sobre su pene esto permite mejor movimientos de semental y arroja en su matriz chorros de semen,,, cuanto placer cuanto gozo.
El placer era inmenso lo abrazaba, besaba, tiraba sus cabellos y él seguía en su lucha de meter y sacar su pene e mi sexo, al final agotados se abrazan, tranquilizándose ambos, estaban agotados con el coito.
La tía sale al encuentro de mamá diciéndolo en verdad el remedio que me recetaste es de los mejores…, otra vez que el desgraciado de mi marido me destruya en mis sentimientos, volveré por mas remedio.