Hola Me llamo Carlos huérfano de padre desde los años, cuando mi progenitor murió de un cáncer de Leucemia
Vivía en una ciudad del norte de España, con mi madre, en una casa unifamiliar, y gracias a la pensión que le quedó a mi madre, la verdad es que vivíamos sin estrecheces económicas.
Mi madre es la protagonista de esta historia, una mujer del montón, Su nombre es Carmen, metro sesenta y cinco, de pelo por los hombros, rubia (teñida), y algo entrada en carnes, pero siempre va bastante arreglada, ya que le gusta ir peinada de peluquería y siempre maquillada. Y a la que desde la muerte de mi padre no le he conocido pareja alguna, ni creo que la tuviera, pues se dedicaba a mí y a la casa en cuerpo y alma
Cuando sucedió la historia yo acababa de acabar el instituto y tenía 19 años, y mi madre 54
Nos trasladamos a otra ciudad para vivir mientras hacían unos arreglos a la casa mi madre se coloco como secretaria en una oficina y yo seguía estudiando en la universidad mi madre contrato a un profesor de piano para que nos enseñara pero a mí no me interesaban las clases pero mi madre se entusiasmó con las lecciones que Miguel le ofrecía
Al poco de empezar a ir a la casa Miguel, empezó a ir más seguido a la casa pero a mí no me convencía y dado que él era soltero, Tenia 34 años mi madre me decía que fuera a tomar unas copas con él siempre me llevaba tomar unas copas después de darle clases a mi madre, incluso a algún club de chicas en el que Miguel se desenvolvía como pez en el agua, lo que me dejo ver que era un habitual de esos locales.
El día de mi 20 cumpleaños cuadraba a sábado, y se me ocurrió invitar a Miguel a comer a mi casa .Avise a mi madre de que vendría, y ella se alegró mucho, pues aun que conocía a Miguel, nunca había tenido la oportunidad de conocerlo completamente
Miguel llego a las 6 a mi casa y me sorprendió lo arreglado que venía vestido, Le dio dos besos de rigor a mi madre y nos fuimos para el salón mientras mi madre terminaba la comida.
Camino al salón Miguel se quedó mirando hacia la cocina y me soltó.
La verdad es que mi madre se había puesto una falda nueva por encima de la rodilla y una blusa blanca que le realzaba su generoso pecho, pero no me esperaba ese comentario de mi amigo, a lo que le respondí.
• Pero que dices tío, si es mi madre y tiene 20 años más que tu
Durante la comida, Miguel no paraba de alagar a mi madre, diciendo lo rico que estaba todo y lo bonita que tenía la casa, cosa que es verdad , ya que a mi madre le encanta tener todo en perfecto orden.
Ya en el postre con la tarta, Migue se levantó y dijo con su copa en alto
-Felicidades Carlos, por tu cumpleaños y sobre todo por la madre tan simpática y guapa que tienes.
Yo flipaba, era mi puto cumpleaños, y estos dos no paraban de mirarse como tontos, cosa que me molestó muchísimo.
Bueno mama, todo exquisito como siempre, pero yo necesito salir a hacer algún trabajo mientras mi madre iba a la sala a conversar con Miguel
De eso nada, tu madre no se va a quedar aquí sola, encima después de lo guapa que se ha puesto.
Muchas gracia Miguel- contesto mi madre, - Pero no es molestia
.Después de regresar de organizar el trabajo. Mi madre me iba air a descansar perro mi madre me dijo de eso nada, tú te vienes con Miguel y conmigo que os voy a invitar a tomar algo después de esta fabulosa comida. Mi madre cogió su chaqueta y poniéndose unos zapatos de tacón que solo se ponía en ocasiones muy raras como alguna boda, dijo.
• Que suerte, pensé que hoy tendría que pasar el sábado sola en casa y resulta que lo voy a pasar con dos chicos
Migue nos llevó a un bar en el que yo nunca había estado, la música era estilo latino, con las luces muy tenues.
Entonces dirigiéndose a la camarera, le pidió tres rones
• No, no, -dijo mi madre, -que yo no bebo y hoy ya comí con vino.
• De eso nada, hoy es el cumpleaños de Carlos y el comienzo de una nueva relación con una de las mujeres más guapas que he conocido – le espetó Miguel.
Y cogiendo a mi madre del brazo la llevo hacia la pista y se puso hacer el idiota con ella.
Nos montamos en el coche y nos dejó en el portal de casa, despidiéndose de mi madre con otros dos besos demasiado cerca de la boca otra vez.
Ya en casa tome unos tragos que me hiciera olvidar todo lo vivido esa tarde.
Al día siguiente me desperté tarde y con una resaca de campeonato, aun medio somnoliento me fui al baño y oigo a mi madre hablar por teléfono
• Pues si Pilar ayer me lo pase genial con Miguel, es un chico encantador, la verdad es que estoy deseando que llegue el fin de semana, solo espero que el infantil de mi hijo no nos lo fastidie, la verdad que ayer se comportó como un crió
Pilares la mejor amiga de mi madre, una señora de su edad, casada y con un hijo un par de años mayor que yo, pero entre la resaca y el sueño, las deje seguir hablando por teléfono y me volví para la cama
Al día siguiente fui a estudiar, pero al regresar a casa veo a Miguel tocando el piano y Mi madre le pidió que le hiciera un masaje eso me molesto así que me quede un rato observándolos y me fui para la habitación enojado.
Pensé que mi madre iría a la habitación a hablar de lo que había pasado pero me quede esperando pero Sale un rato y escuche que Miguel le decía a mi madre que me dejara tranquilo que eso era normal y mi madre le obedeció.
En un día de eso tenía una excursión al principio no quise pero mi madre me convenció que fuera y sorpresa cuando llegue por la noche me dirigí a la puerta principal, entrando con mucho cuidado para no ser descubierto. Me quité los zapatos y subí las escaleras sigilosamente, aun creo, que no me oirían, mi madre estaba gritando como si la estuvieran matando entro y mi madre estaba tumbada en la cama, y Miguel encima suyo, la estaba follando con unas embestidas brutales, al ver la escena, me pare, y Miguel, mirando hacia mí, pudo ver como yo estaba viendo como él se follaba a mi madre. Entonces, dibujando una sonrisa en su rostro, aceleró las embestidas, aumentando con ello, los gritos de mi madre. , al tiempo que le decía.
¿Quién es mi puta?, ¿quién quiere que la folle toda la noche como una zorra?.
Yo cariño, yo soy tu puta
¡Aaaahhh…, aaasí papi…, así…, me tienes caliente…!.
Y le seguía diciendo mi madre. Hasta el día de hoy, el único pene que había yo tenido, era aquel de mi esposo, pero..., de manera increíble, de tan solo mirar tu pene un placer que había yo contenido por mucho tiempo, por años. El pene de mi esposo era delgado, no largo y..., hasta ese momento yo había creído que todos eran iguales, pero no: este pito
¡Así Miguel, así…, qué delicia…, mételo y destrózame…, por favor…!.
Había una sumisión que se apoderaba de mí madre estaba rendida ante el suplicándole que la penetrara y que la destrozara”, de puro placer.
Seguí mi camino hacia mi habitación y llorando en mi cama, me quede dormido, mientras escuchaba los gritos de mi madre y de Miguel.
Al día siguiente, me desperté tarde, Miguel aun dormía en la cama de al lado, roncando como una bestia parda, totalmente desnudo sobre la cama.
Me puse una camiseta y un pantalón corto y baje a la cocina. Allí ya estaba mi madre.
Buenos días cariño, ¿a qué hora llegaste ayer, que no te oí llegar?.- Me pregunto con una gran sonrisa
¿ y te lo pasaste bien?- Siguió preguntando mi madre, al tiempo que preparaba un zumo.
-Seguro que no tan bien como tu zorra - Pensé para mis adentros.
Pues a mí, la verdad es que me hacía mucha falta un fin de semana como este, de paz y tranquilidad- siguió atosigándome mi madre.- La verdad es que Miguel es un encanto. Es más, ayer estuvimos charlando y para devolverle el favor, le he ofrecido pasar la semana en nuestra casa, pues van a pintar la suya.
Desayunamos en silencio, hasta que oímos como Miguel bajaba aun con cara de sueño y con solo una pantaloneta puesta
Buenos días familia- Saludo Miguel al tiempo que le estampaba un pico a mi madre sin importarles lo más mínimo a los dos que yo estuviera delante.
En cuanto salió por la puerta, Miguel se acercó a mí, como estaba, y cogiéndome con violencia me dijo: Ahora soy el hombre de esta casa
Mira Carlos, ya vi que ayer disfrutaste de lo lindo viendo como me follaba a la zorra de tu madre, así que a partir de ahora, hagamos lo que hagamos yo y ella, no te quiero ver escandalizarte ni protestar. ¿Está claro?
- Si,- respondí casi sin poder respirar
Eso espero – Dijo Miguel al tiempo que me soltaba el cuello- Porque a partir de ahora, tu madre es mía, y no quiero verla triste por culpa de un mocoso como tu
En un día cualquiera me iba a ir para la universidad y me iba a despedir de mi madre pero mi madre le decía a Miguel.
-Espero que estés contento con tu puta, porque ahora, necesita que la folles. Dios, tengo el coño ardiendo, es increíble, lo caliente que me pones.
Y cogiéndolo de la mano se dirigieron al interior de la casa, encerrándose en la habitación de mi madre.
Esta vez, dejaron la puerta cerrada, por lo que no pude ver nada, pero tal como sonaba el cabecero contra la pared, puedo asegurar que mi madre estaba recibiendo su follada, tal como ella había pedido.
Los gritos de mi madre resonaban por toda la casa, la verdad, si no supiera que mi amigo le estaba dando una buena follada, parecería que la estaban matando. Así que me fui para la universidad sin saber que la pesadilla iba continuar.
Una noche fue a ver a mi madre y estaba la puerta cerrada Miguel abrió y mi madre tenía un camisón blanco pero se notaba que no llevaba ropa interior fui a llevarle una carta de unas averiguaciones que había hecho sobre Miguel pero mi madre la vio y rompió no me creyó la carta y me pego un regaño y me dijo que saliera mientras Miguel cerraba la puerta con una sonrisa.
Un Buen día llego sonó el timbre y mi madre abrió la puerta corriendo era Miguel con una maleta esbozando una sonrisa se venía a vivir del todo.
Mi madre le acompañó a su habitación, dejándome a mí con la boca abierta.
¿Pero va a dormir contigo?.- Pregunté extrañado
Claro.- Contesto como la cosa más obvia mi madre.- Mi cama es grande, y no pretenderás que duerma toda la semana en el sofá, además a mí no me importa, así aún tengo alguien con quien hablar por la noche.
Cenamos tranquilamente, sin más objeciones por mi parte, pues ya daba esta batalla por perdida, y nos sentamos en el sofá a ver la tele.
Durante minutos, no escuche nada, Pasado un tiempo, oí pisadas por el pasillo y los vi aparecer a los dos, iban los dos, completamente desnudos, y se metieron en la habitación de mi madre, asegurándose esta, de cerrar bien la puerta.
Los gritos esa noche fueron de escándalo,
Ahora en mi propia casa y con la habitación pared con pared, era imposible conciliar el sueño, le estaba dando una cordial bienvenida a su nuevo hogar.
• ! Rómpeme el coño!, ¡lléname cabrón!, o ¡ por fin una buena polla, como la necesitaba por Dios!.
• Miguel le decía a mi madre
• Colócate de a "perrito", con la cabeza contra la almohada y las nalgas al aire:
• = ¡vas a ver..., te voy a encular...!.
• ¡Aaaayyy…, Miguel…, me duele…, aaahhh…!.
• Soltó un grito de dolor que termino por ahogar contra de aquella almohada y luego gemía un poco más suavemente,
= ¡Estás apretadita, mamita…!. ¿ya te lo han metido por ahí…?.
+ ¡No Miguel…, nunca…, házmelo con cuidado…!
Miguel…, despacio…, házmelo despacito…, con suavidad…, por favor…!
¡Aaaahhh…, Miguel…, despacio…, despacito…, despacio
Miguel le pujaba y soltaba gruñidos bestiales!.
• = ¡Grrr…, gggrrr…, gggrrr…!.
• = ¡Me vengo, Carmen …, me vengo…, putona…, tan rica…, putota…!.
• Y también mi madre seguía,
• + Miguel…, aaahhh…, aaahhh…!,
• y luego de unos instantes, se acabó el escándalo,
• = ¿Estás satisfecha, Carmen…?
• + Sí…, muy satisfecha…,
• le respondió, satisfecha, colmada, ¡feliz!,
• me dejaste agotada…, ya solo quiero dormir!,
A la mañana siguiente tuvimos una conversación
Tú lo único que necesitas es que te follen como una ramera- Le conteste llorando, lleno de odio y resignación.
- Siento que pienses así- Continuo mi madre- pero sí, también es algo que necesito, ¿qué hay de malo en ello?, y sabes una cosa, Miguel me hace sentir más cosas en un minuto, que tu difunto padre en más de 20 años de matrimonio.
Y se marchó de allí dejándome aún más destrozado que cuando había entrado.
Una noche cualquiera llego Miguel, se notaba que con unas cañas de más, por el tono elevado de su voz.
Se tiró en el sofá y vocifero:
- Así me gusta, ese es el atuendo con el que tienes que recibir a tu macho, anda ven aquí
No escuché nada más en muchos minutos, así que con sigilo, salí de mi habitación y mire por la puerta entreabierta de la sala.
Allí estaba Miguel, ya sin pantalones y sin calzoncillos y mi madre a cuatro patas, con el camisón con el que me había recibido, pero ya con sus dos tetazas al aire. Esta le estaba dando una buena comida de polla y de huevos a Miguel, el cual estaba tirado en el sofá, solo moviéndose para acariciar el pelo de mi madre.
Pasados unos minutos, en los que mi madre no dejaba de tragarse aquella incansable polla, Miguel la apartó al tiempo que le decía:
- Ya está bien de chupar, creo que va siendo hora de que vayamos a la habitación y dejaron la puerta abierta ya no tenían vergüenza.
Agarró a mi madre por sus caderas y embistió con cuidado, pero sin perder ni un solo milímetro conquistado.
En la primera embestida, el grito de mi madre fué aterrador, luego solo resoplaba, al tiempo que susurraba.
-Cuidado, cuidado cariño
Miguel ya tenía la polla medio incrustada en el culo de mi madre, cuando paro sus embestidas La dejo allí más de un minuto, hasta que empezó con un lento mete y saca.
Según iba mi madre dejando de quejarse, el iba intensificando el ritmo, hasta que en poco tiempo, la estaba follando por el culo con una violencia desmedida, al tiempo que la agarraba por las caderas.
Mi madre, que hasta hacía unos minutos, tenía la cara descompuesta por el dolor, ahora volvía a lucir la ya sonrisa de puta a la que tanto me estaba acostumbrando para mi desgracia.
- !Dame, por dios¡, !fóllate el culo de tu puta¡. Resoplaba mi madre fuera de si.
Miguel, no le contestaba, solo la follaba bruscamente, dándole incluso algún buen azote en las amplias cachas de mi madre, la que en vez de quejarse, aun ponía mas cara de puta, mordiéndose los labios.
La follada de ese virgen culo, duró unos minutos, que a mi me parecieron siglos, hasta que aquel malnacido que me había arrebatado a mi madre, se corrió entre fuertes resoplidos.
Una noche cualquiera después de regresar de cenar con unos amigos. Entré con sigilo, no quería que me vieran. Desde el pasillo, vi luz en la sala, me asomé y vi a mi madre completamente desnuda en el gran sofá que hacía menos de 3 meses habíamos comprado y a Miguel encima de ella follándosela como un animal enrabietado. Mi madre le agarraba la espalda, arañándosela mientras gritaba como una histérica.
Los mire desde la oscuridad del pasillo, hasta que el animal que se follaba se corrió dentro de ella y se dejó caer a su lado en el sofá exhausto. Los dos se quedaron en completo silencio, agotados por el salvaje polvo que acababan de echar.
Entonces, hice mi aparición, desde el pasillo, en silencio.
Los dos se me quedaron mirando, pero indiferentes, ni mi madre tenia la cara avergonzada de otras veces, parecía que ya se estaba acostumbrando a que la viera en pelotas y follando.
Entonces Miguel sin dejar de sorprenderme, conmigo delante, le pegó un morreo a mi madre al tiempo que le metía un dedo en el coño.
- Es mejor que esté sepa cuanto antes, la puta que tiene como madre- Dijo dejando de besarla y metiendo uno de sus pezones en la boca.
Mi madre me miraba, pero no decía nada, solo se dejaba hacer y ponía una cara de placer que me estaba poniendo malo.
Ese día fue mi limite .al siguiente día empaque mis maletas y sali de la casa dejando una nota mientras allí estaba ella, completamente desnuda, al lado del hijo de puta de Miguel, también en pelotas, y roncando como un cerdo.
Cogí un billete hacia Francia, ahí se quedaban todos, comenzaba mi nueva vida, sin trabajo, sin dinero y dejando atrás una madre caliente.
Le subí completamente su falda abriendo sus piernitas exquisitas, inicie a mamarle sus piernas cada centímetro de ellas hasta que llegue a su zona vaginal todavía cubierta por su calzón, con mi boca muy lentamente le fui retirando el calzón hasta que le vi por primera vez su vagina hermosa, la cual estaba súper mojada de sus flujos vaginales, ella comenzó a gritar de placer y fue más cuando tome un poco de crema de chantillí aplicándole en toda su raja vaginal, con esto empecé a comerle el coño.
Relato erótico enviado por Anonymous el 25 de September de 2009 a las 17:28:48 - Relato porno leído 234897 veces
Llegue al bar y estaba Sebastian esperandome, me vio y no sacaba su vista de mi cuerpo, lo salude con un beso muy cerca de su boca para hacerle los ratones, inmediatamente me pregunto si no queria ir a su departamento (era del padre que se lo habia dejado encargado por unos dias ya que estaba en Chile). Le dije que bueno y subimos a su auto- Llegamos a su departamento y cuando entre hice un movimiento sexy con mi culo.....
Relato erótico enviado por gatitacelosa el 04 de April de 2012 a las 23:28:46 - Relato porno leído 202473 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:28) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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