Mi mamá y mi amigo Francisco – Regreso 3

Y como mencioné en el anterior relato, después de su primera escapada de fin de semana, buscaron la manera de poder volver a repetir eso cada vez que se pudiera pero claro está sin levantar sospechas de mi padre y siempre y cuando la excusa fuera lo suficientemente convincente. Aunque para fortuna de ellos, mi padre siempre confiaba en mi madre, por eso, todo lo que pasaba en casa sin que él sospechara algo a pesar que a veces nos encontrara con Miguel cuando regresaba de trabajar. Eso es algo que los escuché conversar pues así mi padre no podría sospechar nada de nada al encontrarnos a los tres en la cocina o en la sala y con Miguel ayudándome con alguna tarea del colegio o viendo la televisión y más aún que yo no decía nada de lo que veía, mi padre creía que todo iba normal en casa.

Otra de las cosas que los excitaba era cuando mi padre se iba de viaje y llamaba en la noche para saber cómo nos encontrábamos y una vez mientras Miguel la tenía en perrito a mi madre, mi padre llamó y mi madre contestó y se puso de rodillas para conversar mejor, y todo eso con Miguel también de rodillas y con su pene aún dentro de ella. Yo veía a Miguel moverse suavemente mientras una mano la sujetaba por el estómago mientras la otra mano acariciaba sus senos, atento a la conversación de mis padres.

Bájale el volumen que no puedo escuchar bien. – dijo mi madre a Miguel que había subido el volumen de la televisión y no le permitía escuchar correctamente lo que decía mi padre aunque sin darse cuenta que este la escuchó.
Y al parecer mi padre le preguntó que había sido eso pues mi mamá le contestó que era Miguel y que se encontraban en la sala viendo las noticias de la noche, y ella le dijo que lo salude si desea y puso el altavoz del teléfono.

¿Cómo está señor Roberto? Espero esté todo bien por allá.- casi gritó animado Miguel.
Hola muchacho jajajaja gracias por el saludo y pues yo me encuentro bien.- contestó mi padre agregando. Más bien espero que te no te moleste quedarte en casa estos días que estoy de viaje.
Nooooo para nada señor para nada, al contrario me lo estoy pasando de maravillas.- respondió Miguel sin dejar de moverse y que su pene entrara y saliera de la vagina de su amante, sin dejar de acariciar sus senos.
Me alegro que sea así pues imaginé que quizá estuvieras aburrido.- dijo mi padre.
De ninguna manera me podría aburrir con su esposa.- contestó sonriendo a sabiendas que mi padre no tenía la menor idea de lo que pasaba. Es bastante entretenido pasar tiempo con ella y se aprende bastante en nuestras conversaciones.
¡Ya ves que el muchacho no se aburre con mis conversaciones!- casi gritó mi mamá riendo divertida.
Jajajaja ok amor, por lo visto Miguel si tiene interés en lo que le cuentas.- dijo mi padre.
Así es, eso es lo bueno de él que es muy atento conmigo y pues ya estamos cultivando una amistad.- respondió mi madre.
Eso está bien y es algo normal cuando se comparte tiempo.- dijo mi papá. Además Miguel es un muchacho que ya conocemos de tiempo y es de confianza.
Muchas gracias por eso señor y como usted dice no hay nada de malo que haya nacido una amistad con su esposa.- respondió Miguel abrazando a mi madre y besándole una mejilla.
No te preocupes Miguel que por mí no hay problema alguno pues siempre es bueno compartir tiempo con otras personas y conocer nuevas experiencias.- dijo mi padre.
Claro, claro señor Roberto, conversando se aprenden y conocen muchas cosas… y espero tener nuevas experiencias con su esposa.- dijo Miguel de manera divertida esperando ver la reacción de mi papá.
Ahhh pues sí ¿por qué no? Pueden salir algún día a tomar un café o al cine, esas son experiencias agradables.- agregó mi padre.
Sí señor eso está bien y espero se pueda.- dijo Miguel mientras continuaba con la cópula y su pene se abría paso entre las paredes vaginales de mi madre.
Dalo por hecho chico.- dijo mi padre.
Bueno amor, espero sea como has dicho.- agregó mi mamá mientras animaba a Miguel a que acelere la velocidad de su penetración.
Totalmente amor, que para mí es perfecto pues como han dicho, ya ha nacido una amistad entre ustedes.- dijo mi papá. Y pues como veo parece que está todo bien por allá, así que me despido por ahora y cuídense mucho.
Gracias amor, cuídate también mucho y ya estamos hablando.- dijo mi madre.
Hasta luego señor Roberto.- dijo Miguel.
Hasta luego muchacho, nos vemos. Chao.- finalizó mi papá.
Ni bien se terminó la conversación telefónica, Miguel empezó a moverse con mayor rapidez y ella se entregaba por completo a su joven amante mientras sus gemidos llenaban la habitación como tantas otras veces. Él le decía a mi madre que la conversación con mi padre lo había puesto muy caliente, de solo saber que mi papá no tenía ni idea de que tenía sexo con su esposa y ella comentó que también se había puesto así en esos momentos; Miguel le dijo que se dio cuenta pues su vagina se mojó bastante en ese rato. Así estuvieron por un rato mientras Miguel le decía a mi madre lo deliciosa que es su vagina tan calientita y apretada, mientras ella le decía que se sentía tan llena de su masculinidad para que luego él empezará a decir que ya estaba eyaculando y mi madre lanzaba gemidos roncos al sentir como la llenaban por dentro. Luego conversaron sobre lo sucedido y lo excitante que había sido toda esa situación y que mi padre inocentemente pensara que no ocurría nada malo en ese momento. Así fue cómo empezó esa manera tan increíble de excitarse con esas conversaciones con mi papá. Y pues poco a poco entendía eso pues yo también sentía esa sensación en mi pene cuando ocurría aquello y porqué era tanto de su agrado. Algunas de esas conversaciones las recuerdo algo bien pero otras no tanto pero trataré de compartirlas en la medida de lo posible con ustedes.

Otra de las cosas que le gustaban a mi mamá era cuando Miguel le hacía sexo oral pues se sumergía entre sus piernas y su lengua no dejaba de jugar con sus pliegues y clítoris, provocándole unos orgasmos que la volvía loca y ella se lo dejaba saber, lo cual, animaba a Miguel quien arremetía como poseído en disfrutar de su comida favorita… la concha de mi mamá, en esas primeras veces que vi eso lo que me causaba era una risa pues al hundir su boca en la entrepierna de mi madre, los vellos púbicos de ella parecían bigotes rubios que le salieron de un momento a otro. Y tantas otras veces vi como de vez en cuando se sacaba algún vello que se quedaba en su lengua. Normalmente eso era antes de la penetración así como cuando mi mamá le chupaba la verga o cuando hacían el 69, la más curiosa fue aquella cuando estaban en esa pose y mi amigo le dijo a mi madre que se agarre fuerte y él hizo de igual manera y la terminó cargando, cosa que Miguel estaba de pie y mi madre de cabeza pero ambos sin detenerse en su labor, él disfrutando de cada pliegue de la vagina y ella comiendo con pasión la negra verga como si se tratara de un helado de chicha morada.

Eso es todo por ahora y ya volveré con más cosas que pasaron en ese tiempo.