Mi marido disfruta compartíendome… ( CON fotos)

Bueno nos casamos, y durante un buen tiempo nuestra vida matrimonial se desarrolló con normalidad, hasta que un fin de semana, fui a visitar sola a mis padres, que viven aun en el pueblo. Bueno la cosa es que no tan solo encontré a mis padres, que se alegraron mucho de verme, sino que también con Javier a un ex novio, y primo mío, que con el cuento de invitarme a cenar, me llevó a bailar, y a beber. La cosa es que a medida que seguimos baila, que baila, y bebe, que bebe. Javier comenzó a recordarme el tiempo en que eramos novios, de cómo nos besabamos, y de cómo él me acariciaba. Y así entre beso y beso, acompañados de tiernas caricias, en medio de la pista de baile, sentí sus hábiles dedos que los había metido por debajo de la corta mini falda, que estaba usando yo. Quizás por lo bebida que me encontraba, no le dije nada, y hasta dejé que me comenzara suavemente acariciar todo mi coño, y hasta mi clítoris a medida que seguíamos bailando, al punto en que en cierto momento, cuando me dijo que lo acompañase al motel, no tuve la fuerza de voluntad de decirle que no. En las manos de Javier perdí el sentido de lo que debía o no debía hacer podía o no podía hacer. Al grado que terminé metida junto con mi primo, en un viejo motel. Apenas llegamos seguimos besándonos, y acariciándonos mutuamente. A medida que yo prácticamente sin darme cuenta quedé completamente desnuda, entre las manos de mi primo. Mientras que él permanecía vestido. En cierto momento me recostó sobre la cama, separó mis piernas, y sin dejar de besarme por todas partes, colocó su rostro sobre mi depilado coño, para comenzar a darme una mamada, como nunca antes nadie me la había dado. Yo coloqué mis manos sobre su cabeza, restregué una y otra vez su cara contra mi vulva, hasta que mi primo me hizo disfrutar de un orgasmos como nunca antes lo había disfrutado.

Despues de eso, el resto de la noche Javier hizo conmigo lo que le vino en gana, con decirles que después de que me penetró divinamente por el coño y nuevamente me hizo disfrutar del palcer de multiples orgasmos, mi primo me puso a mamar su verga, para que se le volviera a parar. El resultado fue que al volver a poenrsele bien dura, me la enterró por el culo. sin soltar mi coño que lo mantenía bien agarrado con una de sus manos. Mientras que yo gritaba de placer como una verdadera loca, hasta que por lo mucho que bebí, y follamos, quedé completamente rendida sobre la cama. La cosa es que al despertarme, ya mi primo no estaba. En su lugar se encontraba el encargado de la limpieza, un chico bien joven que quizás al ver en las condiciones que yo estaba aprovechó, y hasta por el culo también me dio.

Yo ese mismo día, apenas y me despedí de mis padres, y regresé a casa. Muerta de vergüenza, no sabía ni como me iba a enfrentar a Esteban, él que de seguro confiaba en mi, y yo que le fui infiel, claro está que sin querer serlo. Durante todo el trayecto, fui pensando como decirle lo que me había sucedido, de cómo mi primo se había aprovechado de mi, emborrachandome, y llevándome aquel viejo motel, y que luego, de que sació sus más bajos instintos, me dejó abandonada para que el chico de la limpieza terminara de seguir follandome. Porque en algo yo estoy bien clara, y es que me prometí a mi misma, antes de casarnos, fue nunca mentirle a mi esposo. Aun a sabiendas que lo que le fuera a decir, provocaría nuestra separación inmediata.

Así que apenas llegué a casa, y esteban vio lo descompuesta y llorosa que yo estaba, me preguntó que me sucedía. Yo de forma rápida, y sin dejar de llorar le dije lo que me había sucedido. Y apenas terminé de decírselo, sin dejar de llorar, sentí el impulso de tirarme al piso frente a él, y comenzar a pedirle que me perdonase. Yo esperaba que Esteban de un momento a otro, comenzara a golpearme e insultarme. A recriminarme todo lo que yo había hecho. Pero en lugar de eso. Me ayudó a levantar del piso, me abrazó, y me dijo. Felicia respira con calma, y ahora que ya pasastes el mal rato de contarme eso de esa manera, quiero que respires profundamente, te calmes, y entre los dos vamos a ver que fue lo que realmente sucedió entre tu primo y tu. Yo estaba super confundida, no esperaba jamás que mi marido actuase de esa manera, y me dijera esas cosas.

Despues de que me comencé a calmar, Esteban me sirvió una copita de vino, diciéndome que era para que me relajase. Y comenzó a decirme que le contase todo desde el principio, pero sin prisa, con calma. Cosa que yo aunque muerta de vergüenza, comencé a realizar. Diciendole que estaba en casa de mis padres, cuando llegó mi primo, y tras saludarnos cordialmente, nos invitó a todos a cenar. Pero mi mamá ya se había preparado para ir a domir, y mi viejo declinó al invitación diciéndome que fuera yo, y compartiera con mi primo por un rato. Que él, o sea mi viejo, ya tenía sueño y había cenado ya.

Fue cuando Esteban me dijo, vez Felicia, tú no lo invitaste, es más le hiciste caso a suegro, al aceptar la invitación de tu primo. Yo aunque un poco más calmada, seguí contándole todo con lujo de detalles según Esteban me lo iba pidiendo. Así a medida que le dije que mi primo después de cenar insistió en que fueramos a bailar, mi esposo me dijo. Que no veía nada malo en eso, y que al fin y al cabo en esos momentos yo confiaba en mi primo, ignorando sus intenciones. Y así seguí, diciéndole lo que me hizo mientras bailábamos, de cómo ya estando yo algo tomada, se aprovechó para agarrar mi coño. Y la respuesta de mi esposo fue, de seguro lo mismo hubiera hecho yo estando en su situación, diciéndome de inmediato. Ves mi amor, tu no lo quisistes hacer, ya de seguro tu primo lo había planifiacado todo, en su mente, y se aprovechó de tu confianza, haciendo que te excitases, y como estabas muy bebida, no se te ocurrió decirle que no, porque todo lo que te estaba haciendo es algo agradable. A lo que yo como una tonta, no dejaba de asentar con la cabeza, de manera afirmativa. Así que Esteban me convenció de que no es que yo no lo amase, es que en esos momentos como estaba borracha, mi primo, se aprovechó de mi. Pero lo que más me impactó de todo lo que me dijo mi esposo fue que me preguntó si en el momento de estar recibiendo la mamada de coño que mi primo me dio, la había disfrutado. Y aunque me moria de la vergüenza, la respuesta que le di fue que si.

Despues de eso esteban me dijo, que lo importante es que yo habpia pasado un buen rato con mi primo, y que él no se iba a mortificar la vida, por eso. Que me amaba tanto que entendía por todo lo que yo había pasado, y de cómo en su momento lo había disfrutado. Lo cierto es que sus palabras me dejaron loca, y sin idea. Hasta que me acalró, diciéndome. Que él no era celoso, y que si yo en algún otro momento deseaba disfrutar de la compañía de otro u otros hombres, él no se iba a molestar por eso.

Bueno después de eso cuando me preguntó si yo deseaba pasar un buen rato en compañia de varios empleados suyos, ya que Esteban es arquitecto, y constructor. Tiene un grupo de obreros a sus ordenes. No pensé jamás que se refería a que yo tuviera sexo con todos ellos. Hasta que llegamos al lugar de la reunión, y tras estar bebiendo un rato, me di cuenta de que yo era la única mujer del grupo. Cuando se lo comenté a Esteban, el se sonrió, y me preguntó de manera descarada, si no me apetecía ponerme a jugar con todos ellos. Al principio, la verdad es que no le entendí, pero de momento me di cuenta de la manera en que varios de esos tipos, me miraban, y como entre ellos riéndose se decían cosas, sin dejar de ver mis nalgas.

Bueno la verdad es que quizás fue, que esa bebida, seguramente tenía algo más, ya que sentí un caloron intenso por todo mi cuerpo. Luego cuando vi a mi esposo medio alejarse, con su cámara en mano, me pregunté a mi misma, y que será lo que se busca este. Cuando uno de los obreros, se me acercó, y colocando su negra mano sobre mis nalgas, de manera muy cortes, me dijo. Si la señora quiere la puedo ayudar a desvestirse. Yo miré a mi esposo, que no dejaba de sonreírme, yo sin más ni más dejé que el vestido que cargaba puesto, se deslizara hasta el piso, y nada más eso bastó para que los cuatro o cinco tipos que había en la habitación me saltasen encima.

Desde ese instante, comencé a sentirme como una niña en una tienda de dulces, no sabía ni por donde comenzar. Cada verga que miraba aparte de estar bien parada, se veían duras, y muy viriles. Entre todos ellos, me han quitado el sostén y las bragas, mientras que yo golosamente comencé a mamar una de esas tantas vergas, que mi marido me había proporcionado para mi sola. Asi que mietras esteban me tiraba fotos siendo penetrada por mi peludo coño, y el culo por alguno de esos negros, yo si podía seguía mamando alguna de las vergas que estaban a mi disposición. Algo que les llamó la atención a los chicos, fue la mata de pelos que tengo en mi coño. Al parecer como que era la primera vez que veían una así, ya que no dejaban de acariciarlos.

Yo perdí la noción del tiempo, lo que si se es que lo disfruté muy intensamente. Esteban por su parte, no dejó de tomar fotos, las mismas que en ocasiones cuando estamos algo aburridos en casa vemos, junto con otras que ha seguido haciéndome, cuando recibo alguno de esos especiales regalos de su parte. Para luego terminar los dos, ya sea en la cama, o en cualquier otro lugar de la casa, disfrutando de un salvaje sexo entre nosotros dos.

Hay amigas mías que me han confesado, que todo eso que yo ya he hecho, es una de sus más locas fantasías, la diferencia es que yo no le he dicho a ellas, que aunque jamás soñé con que me sucediera eso, lo disfruto intensamente cuando lo hago.