Mi marido me lleva donde su amigo

MI marido Juan, me cuenta la desgraciada aventura de su amigo, su señora fue de viaje y su bus volcó con las consecuencias de que su señora y su hijo estaban hospitalizados y este amigo solo pensaba en matarse si ambos seres amados lo dejaban solo en este mundo. Me dice vamos acompañarlo para levantarle el animo y calmarlo un poco.

Pensaba en encontrarme con un personaje viejo y arrugado…, oh sorpresa el amigo es el júnior de la empresa y es un joven macho de unos 25 años, bien agradable sus aspectos físicos y muy educado. Me presenta mi marido Ana mi mujer le dice. A mis 40 años y con veinte años mi marido en esa empresa pensaba que los conocía a todos, pero este joven empleado era nuevo para mí.

Estuvimos en su casa hasta tarde y entre copas van copas vienen nos fuimos mejorando nuestros ánimos, a eso de media noche éramos una jubilosa compañía, nuestros hijos estaban al cuidado de los abuelos por lo que no nos urgíamos en volver a casa.

Como estábamos pasados en los grados alcohólicos Yayo el dueño de casa, el júnior, nos dice que por que no dormimos en su casa y mañana sábado temprano volvemos a casa. Mi marido el mas borracho de los dos acepta, Yayo nos ofrece su cama matrimonial para dormir cómodos, él dormirá en la cama chica del lado que es de su hijo.

Como no llevábamos nada de ropa para dormir me ofrece una polera para cubrir mi cuerpo al dormir, esta polera era grande, pero apenas tapaba mi culo.

Mi marido borracho puso su cabeza en la cama y los grados de alcohol lo llevaron a un profundo sueño, sus ronquidos no nos dejaban dormir por lo que me levante a la cocina a tomarme un vaso de leche, en oscura solo acompañada por la luz de una hermosa luna fui a esta y bebí mi leche…, pronto llega Yayo diciéndome esa locomotora no nos va dejar dormir, aludiendo a los ronquidos de mi marido. No hallaba como cubrir mi cuerpo semi desnudo apenas cubierto por esa corta camisola y que Yayo no viera mis piernas y trasero casi al aire, se sirve una leche y me mira mi cuerpo semi desnudo al reflejo de esa hermosa luz lunar se me revelaba todo… tienes lindas piernas me dice, deberías cuidarte, imagínate como estoy mi mujer se había ido hace un mes de vacaciones con mi hijo y ya lleva casi diez días en el hospital… , se acerca donde estoy y para calmarlo lo trato de abrazar por su espalda, pero el gira y nos abrazamos de frente, yo con una polera que apenas me cubre, él con una camisola de dormir y nada mas para abajo, por el calor del verano, su pene se acomoda entre mis piernas y se excita ubicándose entre mis muslos, no soy una puritana, mis hormonas mas el licor bebido anteriormente se revolucionan al sentir como ese pene se apoya en mi entrepierna, este macho está sediento de pasión lleva casi dos meses sin descargarse, el licor estimula sus adrenalinas, ese pene comienza a desarrollarse y siento como punza mi vulva, esas clavadas mas me excitan, sin darme cuenta mis piernas se abren, dándole espacio a ese miembro para que se acomode en mis labios vaginales, mi respiración se acelera…, sus manos bajan hasta mis desnudas nalgas que sienten las presiones del macho en ellas, ambos no respiramos, resoplamos excitados, gruñe al tratar de hablarme descontrolado por la situación, ese pene se empina elevándose en su tamaño al doble, este desproporcionado miembro que tiene este macho mas digno de un animal y no de un hombre, clava mi vagina y comienza a abrirla, abro mis ojos sorprendida y no se que hacer, cuando mi cintura se mueve y cada movimiento este miembro entra en mi vagina acomodándose en ella y dilatándomela hasta casi partírmela eso me provoca y excita, resollamos ambos desesperados por lo que va a suceder y ya nada ni nadie será capaz de detenerlo…, me coge de mis manos y me arrastra hasta la cama que esta al lado del roncador de mi marido, me acomoda en ella y el se ubica sobre mi cuerpo penetrándome mi vagina con ese desarrollado pene, gimo y sollozo adolorida sin importarme el hombre que está en la otra cama que es mi marido, abrazo al macho que me está apareando desesperada y adolorida como gozo con ese desproporcionado pene, mis quejido creo que se escuchan en la calle junto con los ronquidos de mi marido que no se entera que su mujer esta siendo empalizada con ese pene que mas asemeja un tronco abriendo al máximo sus carnes vaginales y quejándome en cada estocada del macho hasta el fondo de mi matriz, la cama rechinaba ante las arremetidas del macho, pronto la hembra entrega sus fluidos de su apasionado orgasmo y se entrega feliz a esperar los fluidos del macho en sus entrañas, rápidamente estos llegan y en que cantidad si inundan su matriz ante los ríos de semen depositados en sus entrañas escapándose estos por sus muslos ante la cantidad de fluidos arrojados por el macho…, luego todo calma exceptuando los ronquidos de su marido. Se besan con su nuevo beneficiario de su cuerpo y ahora que lo probó sabe que lo buscara más de una vez para ser satisfecha nuevamente por este bestial miembro. Es único.

Se ubica en la cama de su marido y agotada se duerme despertando al día siguiente media mañana su marido dice que durmió estupendamente y la mujer le dice que ella la paso divinamente sin especificarle el por que, se levantan y el marido dice que va por el pan para el desayuno y pasara por casa a buscar menesteres para el desayuno, Yuyo se ofrece a acompañarlo, pero este le dice que acompañe a su mujer y parte.

Yuyo cumple la orden del marido y acompaña a la mujer, la lleva a la cama la saca sus bragas y vuelve a penetrarle con su desproporcionado miembro en su vagina, como aúlla esa hembra al ser empotrada y realizan un estimulado apareo donde cada penetración del macho saca gritos desesperados de la hembra que le duele, pero no deja de gozar de sus profundas penetraciones, nuevamente es inundada por las leches del macho y ella gozosa se entrega con placer a sus orgasmos.

Una semana después la familia de Yayo es dada de alta y recuperada ella conversa con Ana y esta le cuenta que teme a su marido por lo desproporcionado miembro que tiene y sabe que este está necesitado de mujer y ella no está en condiciones de satisfacerlo, Ana le dice que si ella guarda el secreto me ofrezco a calmarlo de sus ímpetus carnales…, acepta la mujer y promete callar por vida. Al legar Yayo a casa se encuentra en su cama desnuda a Ana, mira sorprendido a su mujer y esta le dice que como no puede calmarlo por estar frágil todavía Ana se ofrece a calmarlo… Yayo no necesita mas explicaciones, cuando sale su mujer del dormitorio escucha los lamentos de Ana ante las duras arremetidas de su marido en su entrañas y como aúlla Ana junto a los crujidos del catre saciándose el macho de sus pasiones.

Por seis meses Ana ayuda a la mujer de Yayo a saciar al marido, solo se retira cuando sabe que esta preñada de este enorme pene.