Mi marido no me embaraza, me ayuda mi joven vecino

Me llamo Florencia tengo 31 años, casada con Arturo un hombre de bien, dedicado a su casa desde hace cinco años, pero este hombre como macho le faltaba destreza, como semental cero aún no me embarazaba y no me cuido, deseaba locamente un hijo,.
Soy un poco descuidada al estar en casa con mis vestimentas a veces ando en ropa interior por el calor, otras veces me cubro con una bata delgada transparente que poco cubre mi cuerpo por que lo trasluce, salgo al patio con estas ropas olvidándome que al lado tengo un vecino de 16 años muy mirón…, varias veces lo he visto con sus ojos brillante al ver mi cuerpo y muchas veces encaramado en un damasco que tiene sacando sus frutos con la mano, pero sus ojos fijo en mi figura, es un fisgón y a mi me agrada que me mire por que normalmente estas miradas vienen acompañadas de unos agradables piropos…, el otro día venía de la panadería y al verme cerrar el portón por haber salido mi marido en el auto, me dice, “he visto hoy un lindo amanecer, pero este arco iris que estoy observando es magnifico” tenía sus ojos muy abierto observando mi figura solo cubierta por esa bata traslucida. Lo mire y me sonreí, tirándole con mis dedos un beso, diciéndole fisgón.
Hoy sábado mi marido me acaricia toda la noche y yo esperaba aparearme con él en la mañana y el miserable se levanta apurado por que tiene un encuentro de tenis con un amigo, dejándome excitada, ardiente, deseando un macho que me honrara con su pene…, mascullando mi rabia, salí a cerrar el portón, en mis ojos habían lagrimas de rabia y calentura, cuando llego al portón Leo mi vecino estaba cerrándomelo… me dice una ayuda para una hermosa mujer, me mira y ve mis lagrimas inconciente cierra el portón por dentro y se acerca a mi lado diciéndome quien fue el bruto que la hizo llorar, una mujer tan delicada como usted merece abrazos, cariños y besos, pero no que la hagan sufrir y me abraza suavemente, sentirme en brazos de un hombre aunque fuera un adolescente avivó mi fuego interior excitándome, alterando mis hormonas, sin darme cuenta lo abrazo por su cuello beso sus labios y afirmo mi cuerpo al suyo, sintió mis senos apoyarse en su pecho, mis caderas apoyadas contra su cóccix, y este adolescente se incendió, sus hormonas se revolucionaron y como yo estaba abrazada a él, es que lo autorizaba a acariciarme no se hizo de rogar…, me acarició mis glúteos, mis senos fueron manoseados y mis pezones pellizcados…, yo estaba excitada y ante las maniobras de este juvenil espécimen de los machos comencé a sisear y entreabrí mi boca…, no dejó pasar la ocasión y mi boca fue invadida por su lengua que jugaba con la mía…, me desesperaba ante estas caricias y manoseos, mis adrenalinas estaban a mas de mil grados de temperatura, dejada deseosa y espoleada por mi marido y ahora excitada por este chico solo comencé a gemir y suspirar… me arrastro hacia la casa y me llevo a mi dormitorio…, no me oponía a ninguno de sus requerimientos, me besaba en el cuello, boca, saco mis senos de la camisola de dormir y los besaba y mamaba, su lengua recorría esas dos protuberancias y yo mas me quejaba estaba en una enajenación carnal, sentía como mi vagina se inundaba con las caricias de este muchacho, pero le decía sigue quiero mas…, en un momento se arrodilla sube mi camisola y se instala entre mis piernas sorbiéndome y besándome mi vagina. Mis sacudidas si como me sacudía y mis estremecimientos fueron desvergonzados, escandalosos, como me meneaba, mis caderas, mi cintura no podía más necesitaba un macho, aunque fuera un mocoso, tenía que tenerlo en mi vagina entrando y saliendo… me acomodé en la cama sacándome el camisón de dormir mientras el adolescente vecino se desnudaba…
No era necio entendió el mensaje y se encaramó sobre mi cuerpo desnudo tratando de ensártame su pene, que pene era grandioso para su edad, si creo que era mas largo y grueso que el de mi marido, sentía como me apuñalaba con ese trozo de carne mi vientre en busca de la vagina, tuve que ayudarlo y tome ese miembro de carne y músculo, estaba duro como piedra y en grosor superaba a mi marido lo tenía enorme y deformado por sus venas lo ubique en mi vagina y sabía que al ingresarlo en ella me haría sufrir por su grosor…, pronto sentí como rasgaba mis paredes vaginales introduciéndolo y yo veía hasta pájaros morados, rojos y naranjas de dolor al ensancharme mi vagina ese monstruoso pene que tenía, ahí lo comparaba con ese delgado y corto pene de mi marido y me di cuenta que este mocoso si era un semental macho y que sufriría en su penetraciones, pero pronto esos malestares se me transformaron en placer.
Mis sacudidas y mis estremecimientos fueron desvergonzados, escandalosos, como me meneaba, me apareaba desesperadamente con todas sus fuerzas, mis caderas se agitaban lujuriosamente, estaba loca de placer, gemía y gritaba, me acariciaba, besaba,, pero yo estaba activadísima, de pronto me atieso, me calmo y exploto en un orgasmo asombroso, que nunca mi marido lo había obtenido, quedando entre sus brazos mas muerta que viva. El macho se aprovecha para empotrarme salvajemente mis entrañas rebosándome mi matriz de su tibia leche, semen y espermas. Sentía esos líquidos deslizarse por mis muslos, nalgas y caer sobre las sabanas, mi joven semental me tenia agarrada de mis caderas en cada eyaculación mas fuerte me apretaba a su cuerpo, yo casi inconciente por placer que había dado en este apareamiento gemía, jadeaba, chillaba recompensada por mi adolescente amo y desde hoy dueño de mi cuerpo. No se cuantas veces eyecto en mi matriz, pero los líquidos que brotaban de mi vagina parecían ríos bajando por mis muslos.
Descansamos y casi no hablamos el me acariciaba y me decía que ahora era su mujer, su puta propia y que todos los días me penetraría consolándome del daño que mi marido me hacia… ¡Dios! Pensé si lo tengo todos los días sobre mí, me destrozara…
Al día siguiente era domingo y no pudo acercarse a mi casa, el lunes por la mañana pedía mi Mario que el cerrara la reja por sentirme indispuesta, así lo hizo…, pero por la tarde no tuve escapatoria, salí de compras y cuando volví estaba esperándome entre unas matas de rosas ocultándose de la gente en el jardín interno, entro por la cocina como si fuere el dueño de casa y mientras me mudaba de ropas entro a mi dormitorio…, lo vi y supe inmediatamente que no había escape…
Mientras estaba todavía con mi cuerpo desnudo al aire, aparece delante de mí me dice, Florencia te esperaba y me quedó inmóvil por unos segundos.
Sin decir ni una palabra más, se abalanzó sobre la vagina de la dueña de casa y bajando calzones se adueña de ella la chupaba como desesperado, me metía su lengua hasta mi clítoris. Cada tanto me miraba y admiraba mi vagina, gemía con sus caricias como nunca. Luego me acostó sobre la cama y me la puso en la vagina su pene estaba loca de placer, gemía y gritaba. La ponía y sacaba toda, luego bombeaba un rato. Mientras tanto, me miraba de una manera soberbia, haciéndome notar como hacia gozar que era mi macho. Yo no pude aguantar y comencé gozar y me entregué totalmente a este vecinito. Logro lo que quería mis orgasmos aparecieron desordenadamente, me calmo y exploto en un orgasmo asombroso, que nunca mi marido los obtenía, pero el era capaz de obtenerlos cada vez que me penetraba, me zarandeaba en forma impropia para una mujer mayor con un joven semental, pero este semental sabía saciarme…, sabía enloquecerme con su maravilloso y grueso pene… nuevamente fui llenada de semen hasta inundar mi vagina y estos corrían por mis piernas…
Si era mi amo, dueño y señor de mi cuerpo, converse con él es imposible seguir a este ritmo…, primero tú eres un muchacho, en verdad me satisfaces plenamente y te deseo, pero te puedes enfermar por lo que solo lo haremos una vez a la semana… segundo soy casada y debo cuidarme o mi matrimonio se desase y tú no me puedes amparar, por lo que debo protegerme.
Eso si tendremos unas señales para cuando necesitemos el uno del otro… si tu ves en la soga de la ventana de la cocina un calzón rojo colgado te necesito y debes venir…, tu di me necesitas pondrás sobre ese damasco que tanto te gusta subirte para mirarme una soga colgando para mi patio, si te la devuelvo la soga a tu lado imposible y debes esperar y volver a lanzar la cuerda si no te la devuelvo puedes venir.
En la semana de vacaciones tiró tres veces la cuerda por la tarde y no se la devolví por lo que prontamente vino a mi casa y por supuesto se paso a mi casa, me llevo al dormitorio y arrodillándome delante mío, me quite las bragas y abriéndome las piernas hundió su lengua en mi intimidad, Florencia suspiraba y se estremecía... yo ponía todo mi saber en la lamida.
Su orgasmo estaba cerca, así que hundí un dedo en su culo mientras lamía su hinchado clítoris. Eso la puso a mil y empezó a agitarse temblando toda en señal del orgasmo que la invadía… Quedo medio tumbada en el borde de la cama con la parte baja del vestido en su cintura abierta de piernas, todo mojada y medio agotada. Mientras tanto me quite la ropa y acercándome a su rostro le dije... chúpala...
Me miro y sin decir nada se incorporo sentada y cogiéndola empezó una suave lamida del tronco que me la puso dura al instante, me la chupaba a conciencia y yo aproveche para bajarle el vestido hasta la cintura dejando sus excitados pechos a la vista y a merced de mis caricias. Así con las tetas al aire y mamándomela como una perra en celo estaba como para aparearme con ella por todos lados. Ella de rodillas encima de la cama se la hundí en su vagina y empecé a poseérmela sin contemplaciones,…, así... así me decía… Sus tetas se bamboleaban con cada embestida y ella respiraba fuerte mientras gritaba... De nuevo se estaba corriendo con un nuevo orgasmo, notaba sus contracciones y eso hizo que me corriese en su interior dándole bien adentro. Solo clamaba Dios... Dios me van a embarazar … ah.., ah…, ah…
En eso se la saque y cogiéndola por la nuca la besaba y ella me arañaba mis brazos, se giro y me abrazó, diciéndome te espero mañana a esta hora…, fuera ahora que pueden pillarnos. Este día nuevamente fui deleitada por su pene… Ahora le dije hasta el próximo lunes, tengo clases todo el día el martes…, bueno el martes asentí, por supuesto vino el martes y fui deliciosamente cubierta por mi semental, mi amo, mi macho. En verdad era su hembra y el sabia calmar los deseos carnales que mi marido los dejaba ardiente al no saber completar su coito al no llegar al orgasmo.
Ese mes fui a mi control medico que me toca cada dos meses en mi consultorio y el médico me pide unos exámenes y que vuelva a fines de semana, vuelvo y me informa estas embarazada felicitaciones me dice, casi lloro de felicidad y pensé se quien me fertilizó, se quien me preñó, mi joven semental, mi vecino Leo.
A mi marido solo le dije estoy embarazada y él muy feliz llamó a sus parientes para informarles que sería papá…, si pensaba mientras llamaba, serás papá, pero quien te ayuda a ser papá es mi joven adolescente amo, mi vecino Leo. Quien me enloquece conquistándome hasta extraerme mis orgasmos que me estremecen de maneras desvergonzadas para una mujer casada.
El precio de mi embarazo que cobró mi semental vecino, para que les digo, dos veces semanalmente, algunas tres veces, me descalabraba en la c ama mi Leo, hoy somos amantes por mas tres años y estoy preñada de su segundo hijo. Mi marido feliz y yo comprimida en la cama como corresponde a una mujer casada, solo que quien me hace feliz en ella es mi goloso vecino Leo.