Para cuando me encontraba entre mi quinto, y sexto mes de embarazo más o menos, a Javier mi marido, por razones de su trabajo, fue enviado a una de las sucursales fuera del país, para que se hiciera cargo. El detalle es que iba a estar tanto tiempo fuera, que únicamente podía regresar a casa, y por pocos días, para cuando yo fuera a parir. Razón por la cual, no sé por qué se le ocurrió, casi cuando ya se estaba montando en el avión, que deseaba que le enviase unas fotos mías, de cuerpo completo, mostrándole todo mi cuerpo, y desde luego que mi barriga.
Relato
Bueno, Javier partió, y yo la verdad es que no le di mucha importancia a su pedido, hasta que en nuestras comunicaciones por internet, comenzó a pedirme que me desnudase, y lo dejase ver todo mi cuerpo. Además de su constante insistencia, de que deseaba que le enviase fotos mías desnuda. Razón por la que yo misma, me tomé varias fotos, o como le dicen selfies, pero la verdad es que ni a mí me gustaron, como quedé. Y cuando se lo comenté a Javier, me respondió que cerca de casa, había un fotógrafo de modelos profesional, que bien podía tomarme las fotos, y que no importaba el costo, si era mucho, él me enviaba una transferencia de dinero, para que las pagase.
Ante tanta insistencia, por parte de Javier. No me quedó más remedio que con toda mi paciencia buscar al condenado fotógrafo ese. Así fue que, después de contactarlo por teléfono, y decirle que mi esposo deseaba unas fotos artísticas de mi embarazo, llegué a la puerta de su apartamento, oficina, y estudio.
Apenas me vio me dijo. ¿Ha tú eres Graciela, la que el marido quiere unas fotos tuyas, artísticas desnuda, y de tu vientre? Yo algo cortada, ya que el tipo ese andaba sin camisa, con su pecho descubierto, me quedé en silencio, pero asintiendo afirmativamente con mi cabeza. De inmediato me dijo. Bueno, para comenzar, a medida que te vayas quitando la ropa, yo te iré tomando varias fotos, las examinamos y luego vemos en que otras fotos, ya completamente desnuda te puedo tomar.
Bueno Javier, quería que me fotografiase desnuda, y el tipo ese me pareció sumamente profesional, no por su apariencia, que realmente me intimidó algo. Sino más bien, por su forma de actuar, y la manera en que comenzó a ir colocando las luces, y la cámara.
Por lo que aunque sintiendo algo de vergüenza, comencé a ir quitándome toda la ropa, a medida que el fotógrafo comenzó a ir tomándome fotos. Pero en esos momentos en que me fui desvistiendo, él me fue dando apoyo, diciéndome un sinfín de cosas, tales, como. Graciela con razón tú marido esta tan orgulloso, que desea fotos tuyas, y del vientre. No sé si el escuchar esas cosas, y otras como. Graciela no es por nada, pero que hermosas tetas que tienes, dan ganas de chuparlas.
Como que a la vez que me fui desnudando, en mi mente también me fui imaginando, y hasta visualizando, la cosas que él me iba diciendo. Por lo que sin percatarme, también me fui excitando, y calentando tanto, que de inmediato me di cuenta, de que llevaba más de dos meses, sin acostarme con Javier. Por lo que de momento al darme cuenta de que estaba prácticamente soñando despierta, pero de manera bien consciente, me puse a imaginarme como sería tener sexo con aquel tipo.
Aun no me había terminado de desnudar toda por completo, mientras que seguí escuchando sus calientes comentarios, que lejos de hacerme sentir mal, me excitaban, y me hicieron sentir sumamente deseada, a pesar de estar embarazada.
Por lo que cuando me fui quitando las bragas poco a poco, y lentamente le fui mostrando todo mi depilado coño, me di cuenta de cómo el fotógrafo se fue relamiendo sus labios, al tiempo que me fue diciendo. Por uno así, yo sería capaz de todo. La verdad es que me puse roja de vergüenza, pero al mismo tiempo me sentí la mujer más deseada del mundo en esos momentos. Por lo que cuando me dijo que me acercase para que viera las fotos que hasta esos momentos me había tomado, yo tal y como me encontraba, sin tan siquiera tratar de ocultar mi completa desnudes, me le paré al lado, para ver algunas de las fotos que ya me había tomado.
Lo cierto es que ni atención le puse a las fotos, lo que hice y de manera bien consciente fue rozar o mejor dicho casi restregar mis desnudas nalgas contra su pantalón, y en cosa de un abrir y cerrar de ojos, ya él me tenía clavada divinamente por el coño.
Yo desde ese mismo instante me olvidé de mi marido, de que estaba embarazada, de que era casada, y de que se suponía que debía ser fiel. El sentir sus fuertes brazos alrededor de todo mi desnudo cuerpo, al tiempo que su miembro, divinamente se fue abriendo paso dentro de mi vulva, me dejó loca y sin idea. Lo que yo deseaba era disfrutar totalmente, del placer que él me estaba proporcionando plenamente en esos momentos. Su duro, caliente, y venoso miembro entraba y salía de mi depilado coño, una y otra vez. Yo restregaba mis nalgas contra ya su desnudo cuerpo, buscando sentir más y más dentro de mí, toda su sabrosa y viril verga.
Quizás fue el tiempo que estuve, sin tener sexo durante esos dos meses anteriores, que a medida que el fotógrafo, continuó dándome verga, yo del placer que sentí pensé que me iba a orinar encima. Y algo que hasta esos momentos jamás me había llamado tanto la atención, fue que criatura, dentro de mi vientre, comenzó a moverse, como nunca antes lo había hecho. No era para nada doloroso, es más ni me causó preocupación alguna, el sentir que se moviera de esa manera, con tanta energía, era como si también estuviese disfrutando, al igual que yo de lo que estaba sucediendo.
En varias ocasiones cambiamos de posición, haciéndolo de pie, de lado, encima de él, y desde luego que también debajo. Además en cierto momento, cuando colocó su verga frente a mi boca, no dudé ni por un segundo en ponerme a mamársela, cosa que después me di cuenta, jamás se lo he hecho a mi marido. La verdad es que no tan solo me sentí que actuaba como toda una puta, sino que lo disfruté tremendamente. Por lo que después de terminamos de escoger aquellas fotos, menos reveladoras, para hacérselas llegar a Javier. He seguido asistiendo, una que otra vez, para continuar con nuestra intimas sesiones fotográficas….
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 514139 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 300267 veces
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Comentarios enviados para este relato
katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:31) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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