mi mujer en la discoteca

Para empezar describiré a mi mujer, mide 1,65 m. delgada con un bonito cuerpo, tiene unas tetas 110 impresionantes y es muy caliente.



Desde el principio de nuestra relación, hemos sido muy morbosos y fuimos incorporando a nuestra vida sexual todo tipo de juego que nos excitasen, comenzamos con juegos exhibicionistas. Las primeras veces salíamos con el coche y nos acercábamos a viandantes a preguntarles por alguna calle, para ello, se quitaba el sujetador, desabrochaba algún botón de su blusa y subía su falda hasta el borde de su braga, cuando el peatón se acercaba a su
ventanilla para indicarnos, podían apreciar sus grandes tetas perfectamente, así como sus piernas y el empiece de su tanga, ella se hacia como si no se enterase de las indicaciones para poder dar tiempo a su interlocutor a recrearse la mirada viendo sus pezones y casi todo sus senos, podíamos observar la satisfacción y calentura del personal preguntado.

Otras veces se quitaba las bragas y el sujetador, yendo con camisetas ajustadas para marcar sus pezones y el balanceo de sus tetas al andar, los hombres por la calle no podían no mirar ese par de tetas. Luego entrabamos en alguna cafetería y sentados, abría sus piernas disimuladamente y enseñaba su coño desnudo a algún cliente del bar.

Todas estas cosas nos ponían muy calientes y follábamos luego como locos. Pero con el tiempo se nos iban quedando pequeñas. Por lo que una tarde después de estar maquinando cosas nuevas, se nos ocurrió ir a una discoteca del centro y llevar acabo un nuevo plan.

Entramos sobre las 21:00 horas y el local no estaba muy concurrido, tomamos una copa tranquilamente mientras terminábamos de perfilar nuestra idea. Una vez acabada la copa ella se puso en la pista a bailar, tal como habíamos planeado, llevaba ese día una blusa corta y algo escotada, que dejaba ver su ombligo y parte de su canalillo, abajo unos pantalones vaqueros que le marcaban su bonito culo y marcaba algo su coño. Se movió por la pista hasta acercarse a un chico que le gusto y una vez llegada a su lado empezó a bailar insinuadamente, al poco rato, él empezó hablarla mientras bailaban, esto hizo que se tuviesen que acercar para poder oírse, lo que aprovecho ella, para rozarle “sin querer” con sus tetas. El chico se iba poniendo cachondo y la agarraba bailando para así rozarla. En esto que mi mujer le comento que tenia que ir al baño, para así acercarse a mí y comentar si continuábamos con el juego o lo dejábamos. Al llegar a mi lado y sin que él nos viese, pude comprobar como sus pezones estaban duros de excitación, marcándose en su blusa y ver su cara de calentura. Decidimos seguir, nos estaba gustando la cosa. Quedamos en que volvería a la pista y al cabo de unos minutos subiría con “su amigo” a la planta de arriba de la sala, donde había sofás grandes y dada la poca gente que había, estarían solos, exceptuándome a mi, que subí antes y me senté en un sofá, para que ella le llevase a sentarse en el sofá de enfrente. Al poco tiempo, les vi aparecer con una copa en las manos y ocuparon el asiento que habíamos planeado, a los pocos minutos empezaron a besarse suavemente, pero poco a poco se fueron calentando y sus besos pasaron a ser más profundos, podía ver desde mi posición como sus bocas se abrían y sus lenguas se enredaban y las manos de él le sobaban las tetas por encima de la blusa. Al poco empezó a meterlas por debajo de la blusa, mi mujer se la veía excitada, por las caras que ponía, el también cachondo, empezó a subir su blusa y a sacarle los pechos de las copas del sujetador, agacho su cabeza para morderle los pezones y chupar sus gordas tetas, podía ver perfectamente como estrujaba con las dos manos ambas tetas y las mordía y chupaba como un loco, era todo un espectáculo el que me estaban dando, empecé incluso a temer que si les veía el personal de seguridad de la sala, les llamase la atención y los echasen, porque ella ya tenia sus dos tetas fuera de la blusa. Entonces ya desatados vi como le desabrochaba el pantalón y empezaba a meter su mano por dentro para empezar a tocarla el coño, cuando sus dedos llegaron a su raja, mi esposa dio un respingo por la excitación y con un pequeño movimiento hacia arriba, le facilito el acceso de sus dedos adentro de su coño y empezó a pajear. Ella por su parte ya había iniciado el frotamiento de su polla por encima de su bragueta, empezó también a desabotonarle el pantalón para sacársela y empezar hacerle una paja. Ahora si que era un show total y podía incluso oír los gemidos de ella, aun con la música que había, siguieron un rato masturbándose el uno al otro, él había bajado un poco los pantalones a ella y podía ver cuando subía la intensidad de la luz, como sus dedos entraban en su vagina, mientras ella le pajeaba enérgicamente. En eso que decidí acercarme a ellos, quedándose el chico un poco asustado, me presente, le conté que lo habíamos planeado todo, mientras que él, intentaba recomponer sus ropas. Quedo un poco asombrado de nuestra idea e incluso comento que también a él, le gustaría tener una mujer así. Yo le dije que era una maravilla de hembra, mientras yo le subía la blusa a mi mujer, para mostrarle sus pedazos de tetas mejor (soy un forofo de sus pechos) y aprovechar para magreárselas yo. En esto que el chico dijo que tenia que ir al baño, nos quedamos ella y yo solos, empecé a besarla y a meter la mano por dentro de sus bragas, donde encontré su coño totalmente empapado, así como sus pezones endurecidos, la pregunte que, que le apetecía hacer y me dijo que irse con ese hombre a follar, que le había puesto muy cachonda. Me comento que el chico le había dicho ya de salir a follar a su coche, que lo tenia cerca, pero ella no había querido, porque le daba miedo salir con un desconocido a su coche y le había dicho que lo que quisiera lo hiciesen allí. Paso un rato y el chico debió echarse para atrás, porque no regreso, total nos fuimos nosotros a la calle y nos tiramos toda noche follando recordando lo sucedido.