MI MUSA FAVORITA

Karla y yo teníamos años de trabajar en la misma empresa y desde que la conocí siempre había sentido una fuerte atracción sexual hacia ella, ERA MI MUSA FAVORITA, siempre me había parecido una mujer muy atractiva, es alta, tez blanca, ojos grandotes, labios carnosos, pechos hermosos, una breve cintura que favorecía aún más sus hermosas nalgas respingonas, sus piernas son largas y bien torneadas, camina con mucha elegancia y por donde pasa siempre atrae las miradas, aun con ropa informal es muy sensual y atractiva.
Karla es una mujer poseedora de una belleza y elegancia natural.

Pese a lo que sentía por ella y aunque conversabamos con mucha frecuencia yo nunca le había hecho insinuaciones, desde luego que ella tampoco, hasta que un día de mayo en el 2001 por alguna razón nuestra conversación se fue hacia temas mas personales, aunque no invadimos la intimidad yo sentí que nos “tocamos” las emociones mutuamente, fue muy agradable.

Más tarde, me mandó un mensaje:

“quiero decirte algo”,
“si, adelante”,
“tengo ganas de darte un beso”

Wow !!!!!
No podía creerlo, mi musa favorita me estaba diciendo que tenía ganas de besarme, esa bella mujer con quien tenía el más recurrente y exquisito de mis sueños eróticos, la dueña de mis fantasías y por quien muchas veces me había masturbado, esa hembra por quien solo unas semanas antes yo había despertado teniendo una de las eyaculaciones más copiosas y hermosas de mi vida como resultado de haber soñado que esta haciendo el 69 con ella.

Los siguientes días estuvimos tocando el tema discretamente poniéndonos de acuerdo, las cosas se nos acomodaron a ambos y acordamos vernos el sábado en la noche en una calle solitaria de un fraccionamiento residencial y con poco tráfico, durante la semana estuve fantaseando mucho (como de costumbre).

Llegué un poco antes de las 10 de la noche y cuando vi llegar su auto se me aceleró el corazón, parecía que me faltaba el aire, en cuanto se detuvo acerqué mi carro, le abrí la puerta y le hice la seña que subiera, yo estaba decidido a besarla inmediatamente para no dar tiempo a que alguno cayera en indecisiones y se frustrara el intento así que en cuanto subió la abracé y la besé, hubo mucho nerviosismo de parte de ambos pero el beso fue exquisito, sus labios fueron como yo los había soñado, carnosos, delicados, suaves, los primeros minutos ninguno atinábamos a decir algo congruente, al igual que yo ella parecía muy asustada, yo manejaba un poco y me volvía a detener para besarnos de nuevo, así lo hicimos tal vez unas 10 veces, cada vez era mejor que la anterior, cada vez los besos eran más prolongados y nuestra respiración más agitada, de repente su mano me empezó a acariciar la pierna y poco a poco me empezó a tocar la verga sobre el pantalón, sus ojos ya destellaban lujuria y yo lentamente desabotoné su blusa para sacar sus senos y besarlos, a partir de ahí ya no nos pudimos contener, ella desabrochó totalmente mi pantalón y los bajó junto con los calzones hasta la rodilla y me siguió acariciando con mucha suavidad, yo descubrí totalmente sus senos y le desabroché el pantalón para meter la mano y acariciar su puchita la cual ya estaba extremadamente húmeda lo cual me facilitó meterle los dedos y acariciarle el clítoris, mientras yo debía seguir manejando y me volvía a detener un poco para continuar con nuestras caricias pero cada vez era más complicado manejar.

En algún momento le dije “si estuviéramos en la playa yo estaría dentro de ti”, su respuesta fue un maravilloso regalo, me pidió que la penetrara en ese momento y que también haríamos planes para pasar unos días en la playa, para entonces los dos estábamos muy calientes, tengo en mi mente grabada la expresión de su hermosa cara llena de exitación y lujuria y como mientras yo manejaba lentamente ella se quitó los pantalones y le tanga para treparse sobre mi, me tomó la verga entre sus manos y la dirigió a la increible humedad de su puchita unos segundos después ya estaba dentro de ella y mientras me daba sus pechos para que los besara ella subía y bajaba sobre mi verga, fue muy incómodo y arriesgado pero extraordinariamente maravilloso, luego se pasó a su asiento y así como estaba casi desnuda me estuvo mamando y masturbando la verga hasta que me hizo terminar.


Nunca olvidaré esa noche en mi carro con su cuerpo semidesnudo y la expresión de sexo y lujuria en su rostro mientras me decía “papi, te gusta como te la mamo”
Ese día viví la más grande mezcla de exitación y peligro pero lo más maravilloso fué que se me hizo realidad el más grande de mis sueños erórticos.

Las siguientes semanas tuvimos más encuentros breves y un mes después hicimos el memorable viaje a la playa, donde gozamos del sexo hasta el agotamiento
Han pasado ya algunos años y hemos vuelto a vivir momentos muy placenteros y memorables.

Feliz cumpleaños cosita hermosa, estoy percibiendo el aroma de tu perfume, te deseo 6 meses, te quiero mucho.

Ramiro