Mi novio insistía tanto en que le demostrase mi amor. ( CON fotos)

Efraín y yo nos encontrábamos solos en casa de sus padres, quienes habían salido de viaje. Por lo que como estábamos tan a gusto, comenzamos a besarnos, y acariciarnos. Pero después de un buen rato, me dijo que si yo lo amaba realmente debía demostrárselo.

Yo en ocasiones lo he masturbado, y otras incluso hasta se lo he mamado. Por lo que cuando me dijo eso, pensé que ya no llegaría virgen a mi boda, y esgrimiendo esa razón para decirle que no, pensé que me saldría de dicho compromiso. Pero Efraín me dijo, que no necesariamente era eso en lo que él estaba pensando, y fue cuando de manera descarada me dijo que deseaba darme por el culito. Yo al principio le dije que no, pero insistió tanto, que finalmente comencé a desnudarme, pero al mismo tiempo pidiéndole que no me hiciera daño. Ya que mi mayor temor era que me fuera a doler.

Efraín primero personalmente me lavó las nalgas, y poco a poco a medida que me fue besando y acariciando por todo mi cuerpo, fue introduciendo sus dedos llenos de jabón dentro de mi apretado culito.

La verdad es que casi ni se sentían sus dedos, y así estuvo jugando con mi culo, un buen rato. Introduciendo y sacando al principio un dedo, luego dos, hasta que finalmente pienso que ya tenía toda su mano dentro de mi culo, sin que me doliera.

Poco a poco mi novio me continuó jugando con mis nalgas, hasta que de momento, comencé a sentir toda su gruesa verga, enterrándose dentro de mi culo. Lo que yo no me esperaba en esos momentos fue que me agarrase el coño con una de sus manos, mientras su verga atravesaba mi culo, de manera bien sabrosa.

Efraín continúo, haciendo ambas cosas, mientras que yo chillaba de placer, no podía creer que todo aquel gran pedazo de carne lo enterrase casi por completo dentro de mis nalgas.

Bueno, la verdad es que eso me agradó tanto, que la misma noche de boda, ni tan siquiera me tocó el coño con su verga, sino que de manera bien salvaje me volvió a dar sabrosamente por el culo.