Mi nueva vida

Me llamo Carmen tengo 54 años soy viuda pero me volví a casar con un socio de mi esposo Antonio llamado Raúl quien tiene 49 años quien era dueño de una empresa de suministros para oficina siempre viví una vida acomodada por esa razón me case para que mi hijo Carlos de 22 años como yo siguiéramos disfrutando esa vida pero resulto el problema peor que la solución, para resumir me case hace 2 años con Raúl creí que iba mejorar pero desde entonces mi vida ha sido un tormento para mi hijo Martin
Después del año de casados. Había veces que Antonio no iba supervisar la empresa sino que lo hacía por internet en una de esas ocasiones estaba preparando el almuerzo cuando me abrazo por detrás me empezó a besar le dije que mi hijo podría llegar en cualquier momento y encontrarnos en una situación embarazosa pero no le importaba me dijo que no me preocupara que podríamos comer afuera me siguió besando y eso me excitaba cuando de pronto siento que me baja la ropa interior y me empieza a penetrar empecé a gemir y decirle que continuara me empezó a decir cosas como sí que con Antonio no hacía eso, que quien era su puta. Que si eso me excitaba y empezaba a penetrarme más fuerte hasta decirle que me podía hacer lo que quisiera que era su puta cuando de pronto veo que mi hijo está mirando le pedí a Raúl que se detuviera pero siguió unos minutos más mientras mi hijo se encerraba en su habitación.
Durante las noches en que mi hijo iba a la empresa a trabajar Raúl me decía que era un entrenamiento para que se fuera acostumbrando a trabajar desde el puesto más bajo durante esas noches Raúl me dijo que al llegar lo esperara desnuda de piernas abiertas en nuestro cuarto así lo hice pero la sorpresa fue cuando llego con un amigo más joven de la edad de mi hijo y me obligo a ir con ellos al cuarto de mi hijo donde se me bajaron los pantalones y me toco chuparles el pene a ambos se corrieron en mi cara y la boca después ahí en la cama me penetro cada uno eso me excito y empecé a gemir y a decir que se vinieran en mi interior.
Había noches en las que Raúl venia pasado de copas y mientras yo preparaba la cena me cogía en el comedor, el sofá e incluso cerca de la puerta de mi hijo estando mi hijo en casa así que me tocaba morder el dedo para no levantar sospechas.
Durante las jornadas en las mi hijo trabaja damos rienda a nuestro placer Raúl me coge por toda la casa y en varias posiciones debo aclara que durante el entierro de Antonio ese día Raúl me cogió varias veces en su casa y desde ese día me coge cuando quiere y donde quiere.