Mi padre me envia donde su hermana enferma

Se entera por una prima mi padre que su hermana está enferma y como no puede desvincularse del negocio me envía por que dice que confía en mí y sabré traerles noticias y si en algo hay que resolver en es ciudad yo lo haré.

En tamaño lío me mete, viajo a esa pequeña ciudad y llego donde la famosa tía, esta es una difícil mujer por su mal genio…, a sus 38 años, casada con un marido casi alcohólico que los fines de semana sale por las noches del viernes y llega en la mañana del domingo, dos hijos que no soportan el genio de su madre de casi mi edad la mayor de 19 y el menor de 15 años y yo con mis 18 años estoy al medio, esa tarde de viernes su esposo sale de parranda, la hija se escapa de paseo por el fin de semanas con su novio y sus amigotes, el hijo escapa a una fiesta diciendo llegaré mañana…

Mi tía Marisela me mira y me dice ves esta es mi vida todos escapan y me dejan sola, esto me agobia y altera mis nervios causándome una úlcera en mi estomago, los médicos no saben como curarme, lo único que calma mis resentimientos son unos buenos tragos, sirviéndose unas copas de anís y me pasa una, tía le digo no me gusta beber alcohol, le acepto bebida… me mira como un ser extraño, primer joven que me dice que no le gusta el alcohol, aquí llegan por montones los chicos y chicas y a cual de todas le gusta más el trago…

Eres especial le dice, se acomoda en el diván al lado de sus manos doblando una pierna bajo la otra al hacerlo y su tacón descubre parte de su cuerpo mostrando sus hermosas piernas y sus amorosos calzones.

Tía le digo estas mostrando más de lo que debes y yo soy un macho muy provocador cuando me muestran parte de sus vestimentas y tus piernas son de desearlas… de acariciarlas…, y de sentir el placer de estar entre ellas. Me tienes excitado.

Ja, ja… mi marido no se calienta con nada es un mueble y te contaré que estoy olvidada de las caricias masculinas…

Eso habría que verlo le digo recorriendo suavemente una de sus piernas con mis dedos, noto que su piel se crispa con mi roce, déjame, recuerda que eres mi sobrino y no un mujeriego desenfrenado…, hace mas de tres años que no se disfrutar de una velada sediciosa completa y placentera por que tu tío no se la puede. Eso sucede con él le digo, pero no sucederá conmigo…, a mi me gusta ver a mis mujeres retorcerse ardiente de placer y lujuria…. Pidiéndome estas mujeres a gritos que las calme… Yo si me la puedo, digo, al tiempo que le introduzco mi mano por su pierna hacia su vagina… se retuerce y me mira con unos ojos de mujer angustiada por el placer de un apareamiento, diciéndome cierra las puertas, pueden vernos, ven sígueme a la cama, luego se acomoda en la cama abriendo sus piernas y noto al tocarlo lo húmedo que esta su calzón. Abro su vestido y ella no se opone, aún más resuella ansiosa al manosear ese bosque de pelos que cubre su vagina oculta entre sus piernas, las bellas piernas que tiene se retuerce, excitado su cuerpo al calor ante una profanación de infidelidad incestuosa con uno de sus sobrino, sabe que este macho la tiene en esos momentos bajo su poder, ardiente y desesperada por ser pareada, no la dejará escapar hasta no haberla hecho su mujer, será penetrada por ese miembro que ella busca desesperadamente en los pantalones de su sobrino, al encontrarlo se sorprende es un pene majestuoso, duro como un tronco, grueso como el miembro de un animal , largo más largo que el de su marido y lo mejor está ardiente y deseando penetrarla con desfachatez , indisciplina y sin piedad, ese si era un señor pene, su vagina era un charco ante la próxima entrada de este miembro en sus entrañas. Gime desesperada al sentir como una mano de su sobrino saca su calzón y manosea su vagina cubierta de vellos vaginales, si hubiese sabido que iba a tener sexo se la habría arreglado…llorisquea ansiosa por el momento de ser penetrada su marido lleva mas de tres meses sin acariciar esa zona y ella no ha copulado por todo este tiempo y sus úlceras son por la poca actividad carnal que tiene deseando ser poseída ojala todos los días…, ojala este macho sea caliente y la manipule diariamente en sus arrebatadas manifestaciones de apareamientos.

María sabe que estamos desnudo de cintura hacia abajo, unimos nuestras pelvis en un apoteósico apareamiento donde la cama rechinaba al ser meneado repetidas veces resbalándose en el piso mientras ese pene destroza mi vagina en posición de perrito, me faltaba el aire y chillaba desesperada ante las duras arremetidas de mi macho, mi nuevo marido. Cuanto cruje la cama en el piso tanto como los gemidos escapados de mis labios por su fuertes arremetidas extrayéndome mis orgasmos y recibiendo su tibia leche en mis entrañas. Este si que me saciaba de los placeres carnales, en verdad era amoroso y tierno en su actuar apasionado este juvenil macho, cinco minutos después nuevamente la tiene desesperada por querer penetrarla por segunda vez en menos de media hora, su clítoris casi saliéndose de su vagina, no se entera cuando el pícaro de su adulador macho la penetra, solo siente como su vagina nuevamente es invadida y dilatada al ingresar esa monstruosa cabezota que tiene por glande en su estrecha caverna dilatando y raspando sus pliegues vaginales al introducirse salvajemente en su vagina haciéndola abrir su boca dando paso a los desesperados suspiros que escapan al sentirse asaltada por esa masa de carne, músculos y venas entrando en su entrañas, como la dilata, piensa que la va a partir en dos, entra deleitando a la dama en su apareamiento sin oposición , ella solo gime y suspira encantada con la desfloración de su matriz, siente esa carne en el interior de su cuerpo, la siente golpeando en sus penetraciones a la altura de su estómago, las penetraciones son poderosas y violentas haciéndola gemir de pasión y dolor, pronto la tiene este juvenil ejemplar de 18 años moviendo ella desesperadamente su cabeza de un lado a otro, mientras siente su vagina mancillada que se abre y cierra alrededor de ese pene que la tiene apasionada en su deleite carnal, el macho la besa, chupa sus senos chupa su cuello mordiéndola suavemente, pero ella sabe que la llenara de contusiones y esos cardenales tendrá que ocultarlos de su marido, de ese cornudo marido, mientras sisea y menea sus caderas desesperada ante los desesperados puntazos de ese pene en sus carnes, Dios si ese mini macho la esta estropeando deliciosamente su vagina en una enlace que muy pronto la llevara a entregarles sus fluidos amorosos, como puede este muchacho saciarla mejor que su marido, ella seguía entregada a este semental agitando desesperadamente sus caderas en una entrega fabulosa que la hacia gemir , sollozar, suspirar y abrazarlo con desesperación cruza sus piernas por las caderas de este su macho desde ahora y abraza su cabeza besándolo, acariciándolo y sintiéndose una esclava entregada a su amo, si amo de su cuerpo, en una despreocupada entrega ella entrega sus fluidos que sus orgasmos con gritos y gemidos anuncian su grandiosa rendición a ese poderoso macho que la regará con sus espermas preñándola ya que esta en sus días de fertilidad. Esta mujer madura de 38 años, tía del semental se entregaba a sus maniobras eróticas emitiendo quejidos de pasión y entrega, sus suspiros eran entrecortados por la temeridad de sentir a su sobrino introducirse en sus entrañas vaginales rompiéndolas y satisfaciéndola en su extraviada, delirante y enardecida entrega olvidando por completo que quien gozaba de las delicias de su hermoso cuerpo, de su entrega desmedida era un chico de apenas 18 años y que este era su sobrino. En los brazos de este chico era una radiante mujer apareada Siente en esos instantes como este juvenil macho riega sus entrañas con su tibia leche y ella se siente en el pináculo de los placeres y embriagada por las delicias del coito se entrega totalmente a este semental. Desde hoy su amado amo, macho profanador y semental reproductor de sus entrañas.

Le solicita a su hermano que le envié aunque sea una vez al mes a su sobrino a cvasa porque ella con él es tranquilizada y ha podido salir de su depresión mejorando de su enfermedad.

Ya llevo seis meses siendo enviado a su cada cada quince días calmar las pasiones de esta golosa tía, llego los viernes por la noche y vuelvo los domingos, imagínense lo cansado que vengo de vuelta a recuperar mi aliento, mientras el vientre de mi tía sigue creciendo con el crío fecundado por mi en sus entrañas y ella me ha prometido que seguiremos nuestros apareamiento aunque la llene de crías. Este próximo mes estaré de vacaciones y ya se donde pienso ir a pasarlas.