Pensamientos y ensoñaciones de la hija tras los encuentros sexuales con su padre y su hermano.
Relato
Llegué a casa un poco borracha y me acosté. Dormí como una lirona hasta que me despertaron los gritos y gemidos que salían de la habitación de mis padres. Yo estaba medio somnolienta, con dolor de cabeza y me fastidiaban especialmente esa mañana los sonidos de placer que llegaban a mi cama. Recordé cómo la tarde anterior le echaba en cara al cabrón de mi padre los ruidos que hacía cuando follaban y recordé también lo que pasó después entre él y yo. No pude evitarlo. Me puse a recordar la escenita salvaje con mi padre mientras seguía oyendo el folleteo que le estaba dando a mi madre. Toda esa mezcla de recuerdos y de realidad me puso mala. Estuve en un tris de levantarme y entrar hecha una furia en su dormitorio diciéndoles que parasen de follar y molestar, pero al mismo tiempo pensaba que me gustaría ver todo aquello sin que ellos se dieran cuenta. Al fin y al cabo ya le había visto la polla a mi padre, y no solo eso, se la había chupado hasta que le hice correrse como un animal, hasta la última gota de su leche, y ahora podría ser divertido ver ese pedazo de polla entrar en el chocho de mi madre.
Mi pensamiento cambió de repente. Empezaba a excitarme la idea de que estuviesen follando ahí al lado, sabiendo que la tarde anterior había tenido sexo con mi padre. ¿Qué pensaría mi mami si se enterase? La pobre no tenía ni idea, claro, de lo que había pasado. Bastante tenía con aguantar las embestidas que con toda seguridad le estaba dando el cabrón de mi padre. Los sonidos que me llegaban no eran del todo claros, eran jadeos y gemidos, las palabras apenas las podía entender, pero alguna vez sí llegaban con claridad.
"Sí, sí, sigue así, sí, más, ah, ah...jódeme así, hmmm...más" jadeaba mi mami.
"¿Te gusta así puta? ¿Te gusta que te la enchufe por detrás?" Ladraba mi padre.
Hmmmm, ¡esas frases sí que las llegué a escuchar bien!!¡La estaba follando a cuatro patas como si fuera una perra!! Me estaba poniendo malísima al imaginarme la escena. Comenzaba a contonearme nerviosa en la cama, mi cintura y mis caderas no paraban quietas, como si tuviera una corriente eléctrica moviéndose por todo mi cuerpo. Mis manos ahora tampoco podían estarse quietas. Apenas llevaba puesto una camiseta de tirantes y unas braguitas. Hacía tanto calor!! Retiré la sábana que me cubría y empecé a tocarme. Me estaba poniendo muy caliente. Con una mano me acariciaba las tetitas, mis pezones estaban durísimos, turgentes, calientes, y con la otra mano me iba más abajo, me tocaba por encima de mis braguitas y al poco ya estaba toda mojada y no pude aguantar más y puse mis deditos por debajo. Mi coñito estaba bien húmedo y ardiendo. Yo seguía oyendo la follada de la habitación de mis padres con sus gemidos y jadeos y yo cada vez suspiraba más fuerte. Empezaba también a jadear mientras movía más y más mis caderas, mi culito subía y bajaba excitado y abrí mis piernas de par en par para así poder tocarme bien. Me quité las braguitas y las tiré al suelo. Estaban bien mojadas. Mi coñito suave y depilado, mi rajita rosada y dulce estaban más mojados todavía.
En la habitación de al lado estaba mi hermano. Me imaginaba que él también estaba despierto oyendo a nuestros padres follar. ¿Qué estaría haciendo? Hmmmm...La noche anterior, en la disco, se me quedó mirando como nunca lo había hecho. Yo creo que le puse cachondo. La verdad es que fui un poco putita porque me insinué mucho y jugué con él un poco, bebiendo los dos del mismo vaso, sorbiendo la pajita y mirándole picarona, dándole besitos de hermano, pero cerca de su boca. ¡Y él con cara de querer un poco más, pero no, no podía ser, y menos delante de todos!!
Todo eso me puso más y más caliente. Los recuerdos de la tarde con mi padre y la noche con mi hermano me superaban. ¡Qué locura!! ¡Qué pasó!? Nos volvimos todos locos de lujuria y placer, pero la verdad es que ahora, en ese momento de la mañana, estando tan excitada, no me importaba nada. Solo quería disfrutar y correrme. Cada vez me acariciaba más rápido, mis deditos entraban más en mi rajita y ¡mis pezones estaban tan duros!!! Intentaba chupármelos, me subía una de mis tetitas cerca de mi lengua pero apenas llegaba...¡como eran pequeñitas!!
Me hubiese gustado que alguien me las chupara, me las lamiera con su lengua, las mordisqueara mientras yo me hacía el ratoncito...hmmm, me puse a pensar que igual mi hermano entraba en mi dormitorio y me comía las tetas y el coñito y el culito y todo...ah!! ah!!! me volvía loca solo de pensarlo, jadeaba más y más y deseaba que mi hermano me oyese, quería que me oyera jadear pensando en él y que entrara a por mí, a comerme entera!! Ah!! ah!!! ya no pude más. Fue pensar eso y correrme. Aguantaba los gritos de placer girando mi cabeza contra la almohada para que no me oyeran. ¡Qué corrida!! ¡Qué orgasmo tuve pensando en todas esas escenas con mi papi y mi hermano!!