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MI PARAGUAYITA

Relato enviado por : Chokolateros el 10/12/2011. Lecturas: 14242

etiquetas relato MI PARAGUAYITA   eroticos .
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Resumen
Después de dos años de ser un solitario conocí a mi paraguayita.


Relato
Este relato comienza en una tarde de Agosto ya de regreso a casa bajo una lluvia terrible, apurado por llegar a casa mientras corría buscando en mi bolsillo las llaves para tenerlas a mano y poder entrar lo más rápido posible, al ir acercándome a mi casa me encuentro que bajo el alero de la puerta se encontraba una mujer con una niña de no más de quince años, estaban empapadas y cuando me vieron llegar y dirigirme a la puerta la mujer se levanta tomando sus dos bolsos y haciéndola levantar a la niña.
• Perdone usted, solo estábamos resguardándonos de esta tormenta, ya nos vamos.
La verdad me dio lástima al verlas todas mojadas, la niña estaba temblando del frio que tenía, no estaban muy bien vestidas que digamos y por su tonada parecía que no eran de por aquí. Mientras abría la puerta me di cuenta de lo afortunado que era que ya había llegado a mi casa y pronto estaría confortable tomando algo caliente con ropa seca, pero esas pobres mujeres con que suerte jugarían ellas. Ya se estaban por retirarse y las llame invitándolas para que se resguardaran de la lluvia, al principio lo pesaron pero la caída de un rayo las hizo entrar asustadas.
• Bueno que les parece si mientras pasa la tormenta tomamos algo caliente, con galletitas y de paso nos conocemos, de donde son ustedes y a donde iban.
• Mi nombre es Layra y ella es mi hija Camila, ambas somos paraguayas y nos tuvimos que venir por una afección pulmonar que tiene, debe ser tratada en el Garrahan por su afección, mi pareja no lo quería pero después de una pelea nos hecho para que nunca más volviéramos, fuimos a lo de mi comadre, me prestó unos pesos que alcanzaron solamente para los pasajes, pero una vez en Argentina conseguiría el dinero trabajando de mucama para solventar los gastos de su tratamiento.
• Si la niña tiene problemas de pulmones no es bueno que este con su ropa mojada, deberán ambas ducharse, ponerse ropa seca y tomar algo caliente.
• Gracias señor por preocupase por mi salud, lo que ocurre que nuestras ropas están todas mojadas al igual que las de mi madre.
Las mande a bañar mientras yo encontraba algo para que se colocaran sobre sus cuerpos, la primera en salir fue Layra envuelta en un tallón, por primera vez vi su cuerpo casi desnudo, buenos pechos, su cabellera negra, linda cara con unas piernas duritas. Me pregunto si tenía harina, huevos y leche que prepararía unos buñuelos. Le pedí que me acompañara al dormitorio, dudo pero no le quedo otra que seguirme, abrí el placar de donde saque dos camisas mías, se las di a Layra una para ella y otra para la hija.
• Le agradezco mucho señor, pero que va a ocurrir si llega su pareja y nos ven con sus camisas puestas solamente, si yo fuera ella le aseguro que no me gustaría nada.
• Quédate tranquila, no tengo pareja, pero porque vos pensarías mal si me encuentras con una bella mujer con su hija merendando.
• Hay sí, porque son unos santitos ustedes que entran en cólera por cualquier cosa que hagamos, pero nosotras somos unas histéricas si llegamos a hacerles algún tipo de escena ante encontrarnos con algo como esto.
• Fíjate lo que son las mujeres, yo ayudando a una chica con su hija para que no se mojen en la calle, las invito a pasar a mi casa sin conocerlas, les ofrezco mi hospitalidad y ni siquiera tuve un lance hacia vos, mira que pude aprovecharme de la situación pero no lo hice.
En eso se siente a Camila que llamaba a su madre, estaba pensando que contestarme, pero solo me pidió permiso y se fue a ver a su hija. Estuvieron como diez minutos y aparecieron ambas con las camisas que les había entregado para que se pusieran, les pedí que me dieran toda la ropa para lavar y que se secara, al principio no me la querían dar ya que ya se estaban por ir apenas dejara de llover. Les hice saber que al no tener ropa seca para ponerse les haría daño no solo a Camila sino también a Layra, les pregunte si tenían donde ir y ambas se miraron.
• Al único lugar donde debemos ir es al Garrahan para que mi hija empiece su tratamiento, estoy tan preocupada por su salud que abandonamos todo lo que teníamos y nos vinimos hasta aquí para ver si la pueden curar, ahora solo queda que encuentre trabajo y un lugar donde pasar la noche, según mi comadre me dijo que hay lugares comunitarios donde dan un lugar para dormir y un plato de comida.
• Mira Layra, esos lugares no te los aconsejo, son galpones con muchas camas, donde hombres sucios, borrachos, prostitutas y algunos maleantes pasan allí la noche, es un lugar donde podrían ser violadas durante la noche, en verdad no se los recomiendo.
Fui a la cocina, le di lo que me había pedido para hacer los buñuelos y en un bol empezó a prepararlos, tome un mazo de carta y me puse a jugar con Camila al la escoba de quince, o era muy buena o me desconcentraba el culo de Layra que se le veía de vez en cuando preparando hábilmente la masa de los buñuelos, la camisa de Camila me permitía ver sus tetas, chiquitas pero apetecibles, pero lo que más me llamaba la atención era el culo durito de la paraguayita Layra, como hacer para concentrarme para sumar quince con los que mis ojos veían. Ya estaban friéndose los primeros mientras ponía la pava en la hornalla para tomar unos mates. Camila contenta por estar ganándome por afano mientras Layra ya estaba preparando el mate colocando los buñuelos en un plato, colocándolos sobre la mesa, fue por la pava y comenzó a cebar por lo que dimos por terminado el juego.
• Bueno Layra, que les parece si esta noche la pasan aquí, mañana las acompaño para el hospital y les enseño un poco nuestra ciudad, ya que por ser sábado y lo tengo libre las puedo acompañar.
• Discúlpame, no puedo aceptarlo ya que ni siquiera sabemos cómo te llamas, no sabemos nada de tu vida, lo único que puedo decir que eres una persona solidaria, ya que nos ayudaste a cambio de nada.
• Mira mamá, aparte de todo lo que dijiste te puedo asegurar que es muy mal jugador de cartas, hasta yo le gane y se va a comer unos buñuelos muy buenos y ricos.
• Bueno chicas, ahora es mi turno, me llamo Nacho, 25 años y desde hace dos años que vivo solo, estuve a punto de casarme con una chica muy buena y estábamos muy enamorados, haciendo planes para el futuro para compartir nuestras vidas junto a los hijos que vendrían, pero el día anterior al civil al salir de un negocio cruzo con el semáforo que le autorizaba a hacerlo y fue atropellada por un camionero borracho, lo que iba a ser una fiesta se transformo en una tortura, estuvo en coma 26 días y murió.
Las chicas se quedaron mirándome como de mis mejillas eran recorridas por lágrimas, fue la pequeña Camila la que se levanto vino hacia mí abrazándome con mucha ternura y me rompí a llorar sin poder contenerme, fue entonces que Layra me pidió que me calmara.
• Mira Nacho, viviste un mal momento el que recordaras siempre, pero debes tener en cuenta todos los momentos felices que viviste junto a ella, olvídate de lo que le ocurrió, tenés que pensar que ella está en un plano astral y cuando te ve triste o llorando pensando en ella de lo que le ocurrió, ante tu falta de alegría y tu corazón roto, ella no podrá descansar en paz.
Me pasó un mate y Camila se sentó sobre mí alcanzándome un buñuelo y Layra me recibió el mate, pude ver parte de sus tetas a través del escote de la camisa, a parte de los de Camila, después de dos años la primera vez que casi veía tetas en dos mujeres. Hacía tiempo que no permitía un acercamiento de ninguna mujer, y ahora tenía a una criatura en mi regazo y a la otra dándome mate casi desnudas las dos, de seguro que esto era obra de mi novia para darle un poco de alegría a la casa con aroma a comida recién preparada. Les agradecí lo que intentaban hacer conmigo haciéndoles entender que a los sentimientos y recuerdo no se pueden borrar.
• Mira, en verdad no te conozco pero a simple vista puedo ver que sos una buena persona, vivís perturbado por culpa de un borracho y estas entrando en coma estando vivo sin ninguna lesión, comprendo tu dolor pero ya es hora que empieces a vivir, el duelo ya lo viviste y ahora debes dedicarle un poco a vos.
En verdad no estaba para sermones, pero todo lo dicho por Layra tenía razón, pero es muy difícil romper de un día para otro un duelo de una mujer que estaba tan atado sentimentalmente a mí, por lo que decidí dejar de hacerme el maricon para tomar nuevamente el control de la situación, tome el buñuelo de Camila, lo saboreé y me gusto, por el poco tiempo que le había llevado hacerlos les había salido muy bien, hasta su mate me gustaba.
• Bueno Camila, deberás ayudarme, toma toda la ropa de ustedes mojada y tráela.
Camila se levantó y se fue, me quede con Layra, le pase el mate alabándola por lo rico que estaban los buñuelos y lo bien que cebaba el mate, ella me lo agradeció tomo el mate, lo cebo y comenzó a tomarlo.
• Sabes, todos tenemos algo que nos perturba, por ejemplo a mi me perturba la muerte de mi madre, tenia diecisiete años y al año me puse de novia y a los meses embarazada, mi pareja de lo buena que era conmigo se transformo en una molestia, bebía mucho y empezó a maltratarme, el único apoyo que tenia era mi comadre, al nacer Camila, tendría unos seis meses y me atrase en mi regreso quedándome charlando con mi comadre, cuando salí de su casa para volver a la mía, estaba lloviendo igual o peor que hoy, era una noche fría de invierno y el muy atorrante trabo la puerta desde dentro para no permitirme entrar y tuvimos que pasar toda la noche hasta que abrió para irse a trabajar en la mañana, desde ese momento Camila empezó con sus problemas bronquiales, pero eso no fue todo, sino que empezó a golpearme durante las noches, ya que durante el día no estaba en casa, primero trabajando y luego emborrachándose en las cavernas con sus amigotes, hace dos semanas atrás llego a casa con una mujer tal vez prostituta, me echo de casa y tuve que tomar a mi hija e irme a lo de mi comadre, fue ella que junto a dos amigos grandotes levantadores de pesas y pudieron rescatar la poca ropa que tenemos con nosotras, ayer viajamos con lo que nos pudo dar mi comadre y viajamos hacia aquí abandonando todo, por lo que veras a vos una tragedia y a mí un mal hombre me arruinó la vida.
Bueno, por lo visto no era el único que sufría por mi pasado, pero ella tenía a su hija para seguir adelante mientras que yo me había aislado de mi familia y amigos, salvo los compañeros del trabajo que era con los únicos que me daba y llegaba a frecuentar algun que otro evento empresarial. En eso aparece corriendo Camila con el bolso y la ropa que se habían sacado al llegar a casa junto a la del bolso, me causo gracia la alegría y a la vez lo ansiosa que se la veía, al punto que uno de sus botones de su blusa dejaba ver parte de su teta, hasta el pezón se le podía ver, la tome de la mano y la lleve hasta el lavarropas abrí la puerta y le pedí que me fuera alcanzando la ropa, me paso la bombacha de Layra y le pregunte si era de ella.
• Que poca vista que tienes Nacho, no te das cuenta por lo grandes que son que mías no pueden ser, mira, se levanto la camisa mostrándome su cuerpo inferior giro sobre si mostrándome su culito hermoso y su conchita, con apenas algunos pendejitos, le pedí otra prenda y me paso su bombacha.
• Ahora si son las de tuyas.
• Acertaste, ahora toma los corpiños, son cuatro, los dos más chicos son los míos y los grandes de mamá, como te abras dado cuenta las tetas de mamá son más grandes que las mías, pero algún día las tendré como ella, cuatro pantalones, cuatro camisolas, cuatro remeras y dos camisones, a nosotras nos gusta andar desnuda por la casa pero a mamá no le gusta, cuando estamos en casa ajena.
Le empecé a enseñar el funcionamiento del lavarropas, coloque el jabón en polvo, el suavizante y lo puse a funcionar, parecía que estaba frente a un televisor mirando la puerta vidriada de la tapa frontal del lavarropas, aparece Layra con un mate y me lo da.
• Mami, sabes que Nacho confundió tu bombacha con la mía, pero le mostré que tu cuerpo es más grande que el mío, bueno al tuyo no lo vio pero se dio cuenta que a mí me quedaban grandes.
• Bueno, ya basta con todo esto, quieres que cocine para vos algo en especial.
• Hay mami prepárate una sopa paraguaya con un paste de mandioca, sí que es el preferido por mi y sé que a Nacho le gustara
• Hija, no estamos en Paraguay, va a costar encontrar la harina de polenta que es mas fina y la mandioca.
• Ahora nos arreglamos con lo que tenemos, mañana al salir del hospital, compramos lo necesario y hacemos la comida que tanto te gusta Camila, además pasearemos por la ciudad e iremos a algún shopping para comprarles ropa para ustedes.
• No hace falta, ya bastante estás haciendo por nosotras dejándonos pasar la noche junto a ti pero, mañana una vez seca nuestras ropas nos dejas en el hospital, te agradecemos y te libras de nosotros.
• Pero mamá, mañana ibas a cocinar algo rico para Nacho, y ahora te echas atrás, que es lo que te está pasando, todo lo que me dijiste sobre la palabra dicha era un documento, ahora lo vas a dejar solo y sin comida.
Bueno, Camila estaba pensando en mí, pero Layra ya se quería ir, justo en el momento que me estaba sintiendo a gusto con estas chicas, pero en realidad Layra tenía razón, solo estaban de paso y seguirían su camino como debió ser de entrada, nunca debí permitirle ingresar a casa, pero ante la lluvia decidí darle albergue, lo que no significaba que fuera para siempre ya que ni nos conocíamos. Terminamos de cenar, tendimos su ropa y decidimos con Layra ir a dormir, les cedí la cama matrimonial y yo me fui a la otra pieza y una vez acostado apague la luz.
• Nacho, estas dormido, quería agradecerte y darte el besito de las buenas noches deseándote que pases una hermosa noche.
No podía creer lo que mis ojos veían, era Camila totalmente desnuda abrazándome dándome besos, pobre criatura, estaba tan o más necesitada de amor que yo, a lo que le pregunte si no tenia frio y si quería que le contara un cuento, se le ilumino la cara y haciendo a un lado la brazada la invite a acostarse a mi lado, ella se acostó entre mis brazos.
Ya acomodada en mis brazos comencé a contarle una historia y en lo mejor, Camila acariciaba mi pecho y de pronto sentimos que la llamaba, estoy con Nacho mami, me está contando una historia para que pueda dormirme. Al rato apareció Layra, no lo podía creer, también desnuda, al vernos nos pregunto si había lugar para ella para poder escuchar el final de la historia, al ser la cama de una plaza y media, por lo que no había mucho lugar, Camila se paso al otro lado y Layra se acostó de lado poniéndome sus tetas contra mí me costó mucho finalizar la historia y cuando llego su fin Camila me abrazo colocándose sobre mí, por primera vez sentía los pezones de una chica sobre el mío, Layra la mando a que se lavara los dientes y que la esperara en la cama. Se incorporo un poco dejándome verle sus hermosas tetas con un par de pezones duros rodeados de una aureola oscura, era realmente bella la paraguayita.
• Bueno, en verdad eres un buen hombre, aguantando a Camila y a mí, pero no te demuestres muy afectiva hacia ella, ya que mañana cuando nos deje en el hospital lo extrañara, sabes cómo son los chicos, y deseas que te complazca en algo, solo debes pedírmelo.
La mire detenidamente viendo la belleza en ella, era toda una mujer y su hija iba en el mismo camino, no sé porque pero me dolería mas a mí que a ellas la despedida, sería como un segundo duelo, en ellas veía la alegría, el buen trato que tenían hacia mí y como se estaba encariñando la niña como yo de ella, su madre ni que decir, incorporada sobre mi cuerpo con las tetas a milímetros de mi cara, su concha peludita apoyándose sobre mi muslo y me decía que me complacería en lo que le pidiera, miles de cosas se me pasaron por la cabeza, pero solo le pedí una.
• Solo te pido que mañana podamos ir de compras al salir del hospital, tienes un hermoso cuerpo que se luciría mucho mejor con ropa mas sexi, al igual que Camila, que se quedaran en casa hasta que se termine el tratamiento y con el alta nos sentaríamos a charlar de lo que pasaría de ahí en más.
Lo conversaría con Camila y que lo pensaría, no deseaba causarme más molestias que ya habían causado con su hija, se inclino y puso su boca sobre la mía dándome un beso sobre mis labios se levanto y se fue meneando su culo, este fue el comienzo de mi nueva vida, se puede decir que había vuelto a nacer y que mi novia me las había puesto en el camino para rehacer mi vida. Esa noche apenas pude dormir, no dejaba de pensar en ellas sobre todo lo que le dirían a Camila de su enfermedad, ojala no tuviera nada malo y pensando en ellas el sueño me venció para quedarme dormido. Al otro día me despierta una melodía, era Camila todavía desnuda despertándome con una canción, al verme abrir los ojos al igual que la noche anterior me abrazo pero ya con más confianza para besarme.
• Buenos días Nacho, como has pasado la noche, pudiste dormir, bien nosotras si lo hicimos, ven levántate y ve a ducharte que mamá está preparando el desayuno.
Cuanto hace que una chica no me despertaba con un beso diciéndome que el desayuno estaba preparándose, que me pegara una ducha y que fuera con ellas, me estaba gustando esta nueva forma de vida y el que saldría mal parado seria yo cuando se fueran, ya estaba terminando de ducharme comenzándome a secar y entra Layra pidiéndome permiso que se estaba meando, se sentó en el inodoro y comenzó a mear, ya terminado de secarme, ella se paso al bidet para higienizarse para pedirme el tallón que yo había utilizado para secarse, me le acerque, la bese en la boca dándole los buenos días me agache y yo mismo le seque la concha velluda que tenía, se quedo helada sin entender mucho lo que estaba haciendo.
• Discúlpame Layra, te he molestado en algo con lo que hice o dicho que te has quedado sin hablar.
• No, todo esta bien, en casa siempre andamos desnudas, pero nunca antes me habían tocado la concha otro hombre que no fuera mi pareja.
• Nunca antes Layra una chiquilla me despierta desnuda y su madre entra a mear desnuda mientras estoy en el baño, además me pareció un acto de caballerosidad secártela.
Iba a colocarme el slip, pero ella me lo impide, Camila estaba esperándonos para desayunar, me tomo de la mano y tuve que tirar el slip sobre el lavado. Desayunamos juntos, ya no había vergüenzas pero si una pija parada, al terminar de desayunar nos pusimos a charlar de todo lo que íbamos a hacer durante el día, Layra tomaba más atribuciones, me tocaba las manos, me acariciaba el brazo y mando a su hija por la ropa, que la doblara para que no se arrugara más de lo que estaba y que la llevara al dormitorio para vestirnos e irnos.
• Bueno Nacho, todavía está de pie como tu pija la propuesta de anoche.
Me puse colorado como tomate, era divina Layra y no se iba por las ramas, te las mandaba a guardar sin medir las consecuencias.
• Por supuesto, pero que quieres de mi pija si dos hermosas chicas desnudas frente a mí se desviven por darme todos los gustos, no sabes el tiempo que no me sentía tan libre y feliz como ahora, sabes que ya tienen su lugar en esta casa hasta que dure el tratamiento de Camila.
• De acuerdo, pero con la condición que me dejes ocupar de la limpieza y mantenimiento de la casa, incluyendo los mimos de mi hija y los míos.
Sin dejarme contestar, se levanto, se me acerco y volvió a besarme en la boca, pero esta vez la abrí y al entender el mensaje, su lengua entro en mi boca recibiendo mi primer beso paraguayo, Camila la llamaba y al irse me tomo de la mano y me llevo a la pieza, al pasar por la mía me pidió que tomara toda mi ropa y que la siguiera, como perro faldero lo hice y la seguí, estaba como hipnotizado ante esa mujer, entre detrás de ella y Camila ya había dejado toda su ropa sobre la cama.
• Bueno Nacho, que te parece que nos pongamos, como debemos vestirnos para acudir a la cita con el doctor en el Hospital y ya que estas nos vistes a las dos para que nos vayamos conociendo mejor.
Empecé con Camila, le elegí una tanguita rosa con su corpiño haciendo juego, le hice levantar una pierna y le coloque una parte de la tanga y luego al levantar la otra pierna, logre ponérsela y subírsela.
• Muy bien Nacho, arréglale la parte de atrás metiéndosela entre los cachetes la tira, sino después le puede llegar a molestar.
Layra me quería matar, ahora me pedía que le tocara el culo a Camila, le acomode la tira y acaricie sus cachetes, luego le hice extender sus brazos para colocarle el corpiño abrochándoselo, antes que me dijera nada Layra metí mis manos dentro de las copas y les acomode amabas tetas, luego tome un pantalón y se los puse, abrochándoselo para finalizar con una remerita haciendo juego con el pantalón, se sentó y comenzó a ponerse las sandalias mientras me decía que era el turno de de Layra, con ella lo disfrute mucho mas, ya que al acomodarle la tirita entre sus cachetes mi mano rozo su concha, la que uno de mis dedos acaricio varias veces hasta que se le escapo un gemido, seguí con su corpiño y una vez abrochado por primera vez sentí el roce de sus pezones contra mis manos al acomodárselas dentro del corpiño, jugué un poco y ya sin vergüenza con mis dedos sobre sus pezones y nuevo gemido le robe, tome una blusa blanca bordada y mientras le abrochaba los botones uno por uno le daba piquitos en la boca, tome una falda que le llegaba hasta las rodillas se la coloque cerrando el cierre, se sentó para colocarse los zapatos taco alto.
• Camila, porque no le colocas los zapatos a tu madre, para que se sienta como una reina.
Camila tomo ambos zapatos y se los coloco abrochándoselo de tal manera que estuvieran bien sujetos. Layra le pidió a Camila que fuera a la cocina a limpiar lo que habíamos utilizado durante el desayuno y que nos esperara, que apenas me vistiera ya nos iríamos. Bueno Nacho, sos terrible, casi me haces acabar y mírate como estas, al palo, voy a tener que hacer algo para aliviar a esa pija, la tomo con una mano y empezó a pajearme, después de casi cinco minutos estaba por irme y al darse cuenta mi paraguayita, se agacho y empezó a mamármela para que acabara dentro de su boca, no podía creer lo que estaba viviendo, todo estaba sucediendo de una manera tan rápida y sin presión que me alegraba de haberlas encontrado ayer en la puerta de mi casa, entonces, ya con mi pija descargada, limpia por la lengua de Layra empezó a vestirme, termino por ponerme la remera y yo la tome en mis brazos para besarla, beso que fue bien recibido. Salimos de casa, pasamos por el garaje subimos al coche y nos fuimos al hospital, Camila iba pegada al vidrio de la ventanilla mientras Layra y yo charlábamos y le contaba a Camila por dónde íbamos pasando. Por fin llegamos al hospital Garrahan, estacione y las acompañe, la gente que nos veía pensarían en la hermosa pareja que hacíamos, pero no lo éramos, luego de una larga espera nos atendió un especialista, Layra le comento lo que le sucedía a Camila y el doctor empezó a oscultarla, le mando a hacer unas placas en los pulmones y cerca del mediodía estábamos frente al consultorio con las placas para que las viera el doctor, por primera vez vi a Layra nerviosa, la tome en mis brazos hasta que se abrió la puerta del consultorio, no hizo pasar a los tres, observo las placas y nos dijo que nos tranquilizáramos, no era nada malo ni bueno lo que tenia, solo habría que tratarlo con medicación, ciertos cuidados y muchos mimos, por lo que el comenzaría el tratamiento dándole un chupetín, Camila se lo agradeció y se le acerco para besarle la mejilla, el se puso a escribir una serie de recetas y que se hiciera un estudio dentro de cuatro meses y que volvieran a verlo.
Camila salió contenta pero Layra estaba temblando todavía en mis brazos, se la veía tan indefensa que no lo podía creer, hasta Camila se dio cuenta del estado de su madre y le pregunto si se sentía bien, para no preocupar a la chica y restarle importancia le conteste que lo que pasaba es que estaba celosa de que el doctor te regalara un chupetín a vos y se olvido de ella. Llegamos al auto y recién al dejarla de abrazar como que reaccionó, me volvió a abrazar para darme un chupón delante de su hija.
• Hay gracias Nachito, Camila se encuentra bien, solo debemos pasar por una farmacia y comprar los remedio para empezar el tratamiento con mucho cariño, mimos y cuidados.
Una vez dentro del coche nos fuimos a un shopping donde almorzamos algo rápido y después empezamos a recorrer los negocios, entramos en uno de lencería y elegimos un lindo y sexy conjunto para Camila, una microtanga con hilo dental en lugar de tira, le compre dos para Camila y otro dos modelos de distintos colores con corpiño muy sexy, dos hilos que iban desde el corpiño cruzándose por su espalda terminando los dos en uno solo que terminaba por detrás entre sus cachetes, al igual que la delantera terminando sobre un triangulito de tela igualando el tamaño del corpiño uniéndose con el hilo del culo. Layra no sabía si se iba animar a colocárselo pero Camila estaba feliz y no veía la hora de ponérselo, luego pasamos por una vaquería entramos y le compre dos pantalones de jeans elastizados, esta vez Camila corrió sin suerte ya que no había ropa para niñas, en otro negocio vi unas remeras que me encantaron, otra vez al ataque comprándole tres a Layra, negra, roja y blanca, y dos a Camila, parecía que había que colocarle a ambas vaselina para que lograran que les calzara, pero al ser tan ajustadas se veía perfectamente su cuerpo diseñadas con una tela que dejaba trasparentar mucho se le veía hasta el corpiño y como se le notaban los pezones, eran una delicia, por supuesto que no me hacía falta que los tuvieran puesto ya que ya los conocía. Ya con los paquetes y al salir pasamos por una heladería y Camila me dijo algo que me emocionó mucho e hizo sonrojar a Layra.
• Papi, que te parece si nos tomamos un helado, me gustaría sentarme en una de esas mesas con mami y con vos hasta que terminemos los helados, podría ser. La tome entre mis brazos la levante y Layra me abrazo por la cintura y fuimos hacia el mostrador, ni Layra y mucho menos yo dijimos nada de lo de PAPI, eligieran los gustos cada una y Camila se quedo maravillada con el baño de chocolate que le hacían a los cucuruchos y al ver como se iban endureciendo Camila miraba a su madre como que no creía lo que sus ojos veían. Nos sentamos en una mesa y fue Layra que me dijo no muy alto pero si como para que lo sintiera su hija, el chocolate se parece a tu pija, como se endurecen ambas, y los tres reímos. Al terminar los helados nos levantamos y nos fuimos hacia la farmacia del shopping, pedimos los remedios y al querer pagar, Layra no quiso, se trataba de la salud de su hija y era responsabilidad de ella dárselos.
• Te equivocas mi amor, se trata de la salud de nuestra hija y es lo mismo quien lo pague, por lo que lo voy a hacer yo.
La deje sin contestación, no me sacaba la vista de mi, ni ella ni yo podíamos creer lo que decía, después de dos años había dicho amor a una mujer y Layra vaya a saber la última vez que había escuchaba esa palabra dirigida a ella. Fui por la caja, abone y nos fuimos hacia el coche, abrí el baúl donde dejamos todos los paquetes junto a los remedios de Camila, se ubicaron en sus lugares emprendiendo la marcha no para casa sino a un paseo, pero fue Camila la que empezó.
• Nacho, escuche bien o me dijiste hija en la farmacia, no es que me moleste pero quisiera saber si escuche bien o me equivoque.
• Escuchaste muy bien, acaso vos en la heladería no me dijiste papi, si me consideras tu papi, eres mi hija.
• Nacho, está bien lo de Camila, pero me dijiste mi amor a mí, estoy de igual que confundida que ella, porque me lo dijiste.
• Porque me estoy enamorando de vos y de tu hija, me gustas mucho y me gustaría tratar de empezar una historia con ustedes, los tres estamos solos y juntos nos llevamos muy bien, como el chocolate del helado con tu lengua, tendrías miedo a empezar de nuevo una vida junto a mí y a Camila.
Empezó a llorar, Camila no entendía muy bien lo que estaba sucediendo, el porqué del llanto de su madre, mientras como si nada hubiera ocurrido le iba narrando sobre la avenida en la que íbamos, la avenida Corrientes, la avenida de los teatros más importantes de la Argentina en lo que siento la mano de Layra sobre mi entrepierna acariciándome, yo como si nada le mostraba el obelisco y la avenida más ancha del mundo, la Nueve de Julio, Camila no podía creer la cantidad de gente que había esperando para cruzarla y del poco tiempo que tenían, el apuro de las personas por llegar a donde sea, la cantidad de autos en fin todo le llamaba la atención, pero Layra se quedo pensativa en mi propuesta, la de formar una familia, al pasar por una galería ya en el barrio donde vivo, pare, las hice bajar para comprar la harina de mandioca y otras cosas que se utilizan en Paraguay para cocinar, pasamos por una verdulería para comprar mandioca y frutas y ya con todo nos fuimos a casa. Bajamos todo del auto en la casa y le pedí a Camila si me acompañaba hasta el garaje, hacia poco que lo estaba dejándolo allí por lo que casi ni me conocían, solo un sereno que entraba a las seis hasta las seis de la mañana, lo deje en la cochera, y al irnos lo saludamos.
• Hermosa chica que lo acompaña Nacho.
• Le presento a Camila, mi hija.
• Mucho gusto señor.

Salimos del garaje, pasamos por una confitería y le pregunte que le gustaba a su mama, entramos y compramos una milhojas y nos fuimos a casa a tomar los ricos mates de Layra, al llegar estaba sentada en la mesa del comedor y al vernos fue corriendo Camila hacia su madre para darle lo que comeríamos con el mate, le pidió que fuera a sacar todo lo comprado y acomodar todo sobre la cama y que nos esperara allí que ya íbamos a ir.
• Bueno Nacho, cuál es tu juego, que deseas de nosotras haciéndonos todos estos regalos que se verían mejor en una puta, que es eso de llamar hija a Camila y a mi tu amor, desde cuando soy de tu pertenencia para que me trates de esta manera.
• Layra, el juego se llama ser feliz, lo que les compre no los compre para ninguna puta sino para dos hermosas mujeres que visten como mi abuela, nunca llegue a querer a ninguna criatura siendo correspondido como a Camila y se me cayeron las vendas de los ojos cuando me dijo papi y vos sos mi amor como yo lo soy de vos, también te gusto como te gusta el chocolate duro como mi pija, ambos pasamos por situaciones difíciles pero por algo nos encontramos, ponle casualidad, destino o lo que desees, pero mucha coincidencia que ustedes dos solitas sin tener donde ir se resguardaran en mi casa, en verdad no se qué fue lo que me hizo hacerlas pasar, pero no me arrepiento, acaso yo les pedí que se desnudaran o que se metieran en mi cama o que me pajearas y terminaras mamándomela para que acabe dentro tuyo, te preguntaste porque no intente nada sexual con vos anoche cuando Camila se fue a dormir, no pensaste que te estaba respetando y queriendo como ahora.
Se me tiro encima y no dejaba de besarme y acariciarme, se le veía el miedo en sus ojos, tal vez tendría miedo de que le pasara lo mismo que la vez anterior, le tenía mucho miedo a querer y que el fruto de ese amor volviera a lastimarla como ya lo habían hecho antes, solo que ahora estaba Camila y ella no merecía sufrir por culpa de una nueva equivocación de su madre, pero en el fondo se daba cuenta que no podía haber ningún mal en mi y que no tendría que repetirse esta situación. Me dejo, fue a la cocina a poner la pava en el fuego mientras iba al dormitorio por su hija, antes que levantara hervor el agua aparecen ambas denudas para merendar.
• Papá que haces todavía vestido, no te has dado cuenta que vamos a merendar con los mates de mamá y el postre rico que compramos juntos, sabes mami, Nacho ya me presento al que le cuida el auto, pobre, no sabía que tenía una hija.
• Mientras pones la mesa, yo le voy ayudando a desnudarse para la merienda, si demoramos no te hagas problemas que tal vez me le quedo haciendo algunos mimitos a mi amor, mi miro, sonrió y me beso para guiarme al dormitorio.
Bueno, ya me consideraba su amor y le había dicho a su hija que iba hacerme unos mimitos, pensar que hacía casi un día atrás estaba lloviendo y llegando a casa me encontraba con lo que después de 24 horas serian mis amores, pensar que hasta hace poco nunca había pensado en mujeres y ahora estaba enamorado porque realmente lo estaba. Layra empezaba por mi remera sacándomela, acariciaba mis pechos y pellizcaba mis pezones, mi pija dura otra vez cuando sus manos llego a mis pantalones vio bulto y antes de sacarme los pantalones, su mano se apoyo dulcemente sobre ella, mis manos por primera vez tocaba sus tetas sus pezones en el medio de unas aureolas oscuras pero duritos como el obelisco, no tan alto pero si eran imponentes como el obelisco, símbolo de la pija Argentina, tomo una de mis manos y la llevo a su concha que ya estaba humedecida, por lo que me pidió que dejara sus pezones porque se calentaría y era hora de la mateada, me termino por desnudar y fuimos al comedor donde Camila ya tenía todo preparado para comenzar la mateada, al acercarnos, Layra le pide la mano a Camila posándola sobre mi pija.
• Te das cuenta hija, cuando te dije que el chocolate estaba duro como la pija, ves que no te he mentido, mira como esta tu papá.
• Mami, me gusta la pija de papá, pero porque esta tan dura y grande.
Layra se sentó, me hizo que me sentara sobre ella para comenzar a cebar esos mates tan especiales como solo ella sabe hacerlo charlábamos sobre el hermoso día que estábamos viviendo, ellas porque ya no debían preocuparse por la salud de Camila ni por el hospedaje, cada tanto le pasaba la lengua por el ovulo de la oreja y se estremecía o cuando se lo pasaba por su cuello haciéndola gemir, tomo mi mano y la dejo sobre una de sus tetas y con mi otra mano le daba de comer su postre favorito elegido por Camila.
• Papi, por lo que veo te gustan las tetas de mamá, mira ya tu pija asoma sobre la mesa como el obelisco, me supongo que la que no vas a dormir en la camita chica seré yo esta noche, ya que vos mami deberás atender a papi.
• Tienes razón hija, tu padre desde hoy va a ser mi pareja, estaremos juntos los tres y me voy a encargar esta noche de hacerlo muy feliz como lo estuvo haciendo con nosotras, por ahora debemos dedicarnos a que te repongas y de ahora en mas no quiero que fumes mas a escondidas, lo harás delante de nosotros, pero sin abusar.
• Mami, podría jugar un poco con la pija de papá, no te enojaras.
• Claro que no, podrás hacerle lo que desees, siempre y cuando él te lo permita, pero cuando diga que no va a ser que no, aunque creo que te diga algo a vos que no, tienes una dulzura que nadie se podría negar a un pedido tuyo.
Bueno, las cartas estaban tiradas, me habían dejado en la puerta de casa a dos amores de mujeres, estaba visto que ellas podrían hacer de mi lo que deseen, por supuesto que yo estuviera de acuerdo, como dijera Layra como decirle que no a un pedido de Camila, ella me podía, Layra me pidió que me levantara que debía poner más agua en la pava, le di paso y vino mi niña, apoyo su mano sobre la pija y al igual que su madre tomo mi mano y la dejo sobre sus teta, sus pezones al igual que los de su madre duritos en el centro de una aureola oscura, (nunca pude saber porque el tono de los pezones van de un crema a un marrón oscuro hasta casi llegar a ser negros, nunca pude saber si se trataba de un problema de pigmentación o por estar embarazada y el tono varía de acuerdo a las hormonas producidas, si alguien me lo puede aclarar se lo agradeceré), empezó con un suave movimiento como pajeandome, pero cerrando su puño apenas, era como un roce, lo mismo le hacía a sus tetas, mi dedo la recorría desde la base hasta su pezón, (pero nunca se me paso cogérmela, juegos si, caricias, franeleo pero introducírsela nunca lo hice), entra Layra diciendo que se había acabado el mate ya que no había más yerba.
• Bueno, por lo que veo padre e hija se llevan de maravillas, sabes el tiempo que no soy tan feliz como ahora, estoy al lado de un hombre que me quiere como a mi hija, y por lo que veo la vas a hacer tan feliz como a mi esta noche, no es cierto mi amor.
• Hay mami, esta noche van a coger, que lindo, puedo verlos, yo no hablaría, me quedaría sentada mirando sin hacer ruido o si lo prefieren podría espiarlos desde la puerta.
• Camila, te pediría por esta noche que no lo hagas, me gustaría un poco de privacidad, tene en cuenta que es nuestra primera vez y nos gustaría gozarlo a pleno, pero a partir de mañana puedes ser parte del acto y que aprendas a gozar no solo del cuerpo de un hombre sino también del de una mujer.
Al no haber más yerba y puesto los limites a Camila, Layra me tomo de la mano y me llevo al dormitorio, donde nos volvimos a besar, sentí como su cuerpo se pegaba al mío, por primera vez mi pecho estaba en contacto con sus pezones, mis manos en sus muslos, era una delicia ese culo y lo que antes era prohibido ahora estaba a mi disposición, mi lengua sobre sus orejas para llegar a su boca, mi pija sintiendo la humedad de su concha, se acostó y yo sobre ella dedicándome a su concha con mi lengua hasta que entre gemidos me pidió que por favor se la metiera, que ya estaba agotada de tanto acabar y que deseaba que acabáramos juntos, yo recaliente, entre que no la metía desde hacía dos años, el tratamiento de la hija y de la madre estaba al palo y Layra haciendo agua por la concha, sus pezones por reventar, y mi lengua saboreando su néctar dejo de trabajar y empezó a jugar mi pija contra la maleza de pendejos que tenía esa concha que pronto sería mía, en eso la cabeza hizo contacto con el agujero de mi concha y comenzó a entrar, lo único que se sentía era sus gemidos y de a poco fue penetrándola, mi pija haciéndose camino en las cavernas de la concha húmeda de Layra, ya habiendo entrado casi la mitad me fui sobre ella sin sacársela y empecé a besarla en forma apasionada, Layra estaba toda traspirada todo su cuerpo junto a su concha que no dejaba de salir líquido, me incorpore y comencé nuevamente hasta lograr que mis huevos chocaran contra sus muslos, me paralice al darme cuenta del paso que estaba dando pero un nuevo gemido me hizo reaccionar y comencé a cogérmela con un buen ritmo, Layra gemía y acababa de a poco fui incrementando el vaivén sumado al ruido acuoso, hasta me tome la libertad de sacársela dejando solo cabeza dentro para que con una nueva estocada llegara a fondo, de esa manera me la estuve cogiendo por más de diez minutos logre acabarle dentro de la concha paraguaya que me estaba cogiendo con un par de chorros potentes pero ocurrió algo impensado por mí, la pija seguía dura por lo la seguí serruchando, Layra no podía creer lo que estaba viviendo, con la concha totalmente sensibilizada ya mi pija le estaba haciendo daño, ya que aparentemente en lugar de achicarse, aumentaba de tamaño, se me ponía más gorda o la concha de Layra se achicaba, me dio lastima pero no dejaría de cogerla, decidí cambiar de agujero, puse sus piernas sobre mis hombros, comencé a chupar su culito mientras metía un dedo dentro de su concha sacándolo totalmente húmedo para metérselo en su culo, Layra ya se la veía venir pero no dijo nada, ya dilatado su agujero mi cabeza intento entrar, pero solo con la ayuda de su mano logro entrar mi cabeza dentro de su agujero negro ahí sí que puse cuidado, avanzando de a poco y deteniéndome para lograr su dilatación y de a poco y en unos cinco minutos ante los gemidos mis huevos volvieron a lograr chocar contra algo, por fin había logrado mi cometido, no solo le había roto la concha sino que ahora iba por su culo, por más que apretaba su músculos vaginales, mi pija parecía incrementar su tamaño por lo que decidió relajarse esperando que terminara todo, pero paso cerca de media hora para que recién hubiera índicos que estaba llegando a su fin, era inminente el final de la sesión de sexo tan deseado por los dos, ambos sudados y con falta de respiración logre acabar dentro de su culo aplicándole una flor de enhena de semen, caí rendido sobre ella besándola su cuello tratando de reponer la respiración. Logre salír de ella y me acosté a su lado.
• Hay mi amor como son los argentinos de fogoso, me rompiste la concha y querías seguirla después de acabar, menos mal que se te ocurrió dármela por el culo, mi concha no hubiera aguantado la última media hora, está bien que hace como un año que no cojo, pero nunca me paso lo de hoy, en lugar de achicarse parece que aumento de grosor, acaso tomas viagra.
• Nunca he recurrido a ningún tipo de estimulación para coger, pero esta vez, entre tus mates, tener frente a mí a dos bellezas desnuditas y mimándome, vos sentada sobre mi alimentándome como a un chico, las manos de tu hija sobre mi pija, y el amor que siento por vos fue el mejor afrodisíaco conocido, además hacia dos años que ni me la tocaba y acabe esta mañana en tu boca y ahora en tu culito, te ha gustado.
• Por supuesto que me ha gustado, goce mucho acabando y me sentí nuevamente mujer, pero estoy agotada, que te parece si nos pegamos una ducha, nos relajamos fumando un pucho y nos acostamos para descansar.
Fuimos al baño, nos duchamos uno al otro y al secarnos le pedí que me pusiera el culo en pompa, lo vi algo irritado por lo que saque del botiquín una pomada antiinflamatoria y se la pase por el agujerito del culo, ella solo me agradeció con un beso y nos fuimos a charlar al comedor mientras fumábamos un cigarrillo.
• Sabes Layra, me gustaría que cuando Camila tenga su alta no se vayan, no te gustaría quedarte junto a tu hija conmigo, las quiero mucho a ambas y estoy enamorado de vos, me dolería mucho si te llego a perder.
• Claro mi amor que me gustaría quedarme con vos, sos una buena persona y excelente cogedor, me haces mojar con solo mirarme, tus caricias y tu dulzura hacia ambas, pero Camila tiene que terminar sus estudios, tiene sus amigos y algún que otro familiar allá y en verdad no me parecería correcto separarla de todo.
• Ya estamos a mediado de año, podría preparar las equivalencias de las materias rendirlas y el año que viene comienza el año en una escuela de aquí, piensa que dejo un mundo triste y aquí junto a vos se encontraron con la felicidad, y lo bueno que pueda tener allá aquí lo tendrá por doble. Terminamos nuestro pucho y nos fuimos a acostar quedándonos dormidos hasta el otro día.
En la mañana después de desayunar contándole con lujo de detalle lo que anoche había vivido a Camila, fuimos al dormitorio, se vistieron con la lencería que les había comprado, Layra se enfundo en una de esas remeras súper ajustadas y se puso el jean elastizados, era una hermosura y Camila no se quedaba atrás, los tres fuimos por el auto y nos fuimos a pasar el día al Tigre, recorrimos algunas islas a bordo de un catamarán, tanto hombres como mujeres admiraban la belleza de mis mujeres, de regreso a casa, le di a Layra un juego de llaves, ya que mañana me iría a trabajar para volver por la tarde, y así comenzó nuestra nueva vida, de a poco las fueron conociendo en el barrio, mis compañeros de trabajo ya que en los eventos empresariales iba con mi familia y pasaron cinco meses en lo que Camila había rendido con muy buenas notas y aceptada en un colegio privado para terminar su secundario y la mejor noticia la recibimos en el hospital con el alta de mi hija, pero Layra empezó a sentirse mal, con vómitos , se descompensaba por lo que decidimos ir al médico, tras unos análisis de sangre dio que estaba embarazada, fue una alegría para los tres el saber que pronto seríamos cuatro, Layra le pidió a su comadre que deseaba que pasara el fin de año con nosotros y se vino, primero Layra recibió las noticias de su pueblo, la suerte corrida por su concubino, como había sido incendiada la casa por un travesti muriendo él y su amante de turno pero cuando le conto Layra que Camila ya había obtenido su alta médica, que había rendido las equivalencias y que el año que viene empezaba a estudiar en Argentina, donde ella había conocido en una tarde lluviosa a su amor y Camila a su padre, quien ahora le iba hacer un regalo hermoso, un hermano, ambas se abrazaron llorando pero de alegría, mientras Camila y yo las veíamos desde la cocina.

Gracias y espero sus comentarios para saber si les agrado.-
FIN

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Comentarios enviados para este relato
katebrown (18 de October de 2022 a las 20:58) dice: SEX? GOODGIRLS.CF

pelado45 (16 de September de 2012 a las 03:20) dice: Un muy pero muy dulce relato con una buena cuota de fogosidad Abrazo y Felicitaciones pelado45


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