Mi pasaje 2

Dos semanas después estamos repitiendo su entrega en la cama…, que rico que sabroso amor, quiero pedirte que me des siempre estas ricas venidas, que estoy sintiéndome como la mujer mas deseada de la ciudad, anda mi amor sáciame, limpia tu pene de su leche en mí, sigue cogiendo y cogiendo y mas tiempo hasta que nos saciemos mientras gemía y decía me vengo ahg me vengo, me dice ella suéltame tu leche toda tu leche, sus palabras son un estímulo a mi placer y brota de mi pene borbotones de semen, si , toda así grita, que y nuevamente ella me lleva a su casa así han trascurrido dos meses y cada quince o diez días repetimos la sesiones de sexo, hoy llega muy asustada y me cita en su casa, al llegar me abraza y me dice chiquillo de porquería me has embarazado…, vengo del médico y me dice que mi marido me embarazó. Yo se que no fue él fuiste tú, debemos callar.

Pero ella conversa sus secretos a su amiga Johann otra mujer casada madura de unos 38 o 40 años con cuatro hijos de 17, 15, 7, 4 años… esta me miraba cuando fue a comprar al negocio y tiernamente me sonríe citándome a su casa por la tarde que estará sola.

Sorprendido voy a la casa de ella que es vecina a la mía en la tarde, apenas entro ella muy amorosa me abraza apretándose a mi cuerpo me dice, tenía ganas de estar a solas contigo para conversar y aclarar algunas cosas, me dice llevándome a su dormitorio, mira me dice puedes cambiarme esa ampolleta quemada, le digo que si me subo sobre una silla, pero no llego a ella y por último me subo a su mesa-tocador y ahí si alcanzo cambiando esa ampolleta, al bajar ella está sentada sobre su cama con las piernas mal juntas sobre su cuerpo mostrándome sus muslos y calzones, apoyada en la almohada. Tiene unas bonitas piernas enfundadas en unas medias color verde sostenidas por un liguero blanco bajo los calzones rosados, siente mi mirada y me dice ¿te gustaron mis piernas? Si quieres tócalas, y veras que son firmes no fláccidas sonriéndome al decirlo, le respondo y si después me entusiasmo y no me detengo me cachetearan, no creo me dice si me sabes calentar a si como calentaste a Gaby, al tiempo que me toma de una mano tirando de ella y me recuesta en sus piernas…

No pierdo tiempo y me meto entre sus piernas acariciándolas y mi boca buscando su vagina por sobre su diminuto calzón en su entrepiernas, la sorprendo en mala posición y queda atrapada con sus piernas apoyadas en mis hombros y brazos y su almohada, trata de salir de la posición y no lo permito abriendo su blusa y liberando sus senos de su sujetador, estos no eran grandes, pero si sus pezones estaban hinchados erizados por la calentura que en esos momentos ella sentía, salgo de su vagina ya húmeda a mis lengüetazas y mi boca se pega a succionar esos delicados y deliciosos pezones, Johann sollozo y gimió fuertemente ante el cariño que recibía su excitado cuerpo. Por favor no me hagas sufrir poséeme y aparéate como lo haces con Gaby…, métemelo ya, que me enloqueces con tus caricias mi marido jamás me ha hecho una…, hazme tu mujer…, quiero ser tu mujer…, aparéame…

Estaba excitadísima su vulva húmeda, las piernas abiertas esperando ser penetrada, respiraba entre cortada y resoplaba por deseos de tenerme sobre ella penetrándola..