Cuando Luis mi peluquero, abrió su peluquería yo fui una de sus primeras clientes, en ese momento por su forma de ser y de vestirse, así como de hablar, no me quedó duda alguna de que el chico, era homosexual. Y luego que terminó de recortarme, y darle un radiante color a mi cabello, además de peinarme, no me quedó tampoco duda alguna de que era un excelente peluquero, incluso mejor que muchas de las peluqueras que conozco. Por lo que por lo menos una o dos veces al mes, iba a su peluquería. En una ocasión mi esposo, y yo, nos encontrábamos de compras en el Centro Comercial, cuando vimos de lejos, a Luis muy agarrado de brazos, con un hombre, mayor que él, y de lentes oscuros. Y fue mi esposo quien señalándolo me preguntó, si ese no era mi peluquero. Y apenas le dije que sí, me preguntó quién era el otro tipo, con quien Luis iba agarrado de brazos. Yo la verdad es, que ni idea tenía de quien se trataba. Pero no hizo falta que le dijera nada, ya que Sergio mi esposo de inmediato me comentó, en tono burlón. De seguro es su marido, mira que andar con lentes oscuros, dentro del Centro para que no lo reconozcan.
Relato
Yo no le respondí, porque me pareció que era innecesario, que se burlase de Luis. Como al mes mi esposo, me dijo. Que las vacaciones las íbamos a pasar en las Islas Canarias, por lo que decidí arreglarme el cabello, pero al llegar a la peluquería, vi un pequeño letrero que decía entre otras cosas, depilación brasilera, y línea del biquini. Con algo de curiosidad le pregunté a Luis cuanto costaba, y quien era la persona que las hacía. Realmente el costo no era mucho, pero cuando me dijo que era él mismo, la verdad es que de momento, la idea no me pareció tan buena. Pero con todo y eso, tomando en cuenta de que Luis era como era, no me debía preocupar. Así que me dio la última cita del día para depilarme. Cuando se lo dije a Sergio, es como si le hubiera dicho, voy de compras con tu hermana. Cuando regresé a la peluquería, Luis amorosamente me recibió, indicándome que pasara a la habitación posterior, y que tras quitarme la falda como la braga, con una tolla que me recostase sobre la camilla dispuesta para que él comenzara a depilarme. Cuando Luis entró, sistemáticamente me preguntó que si la depilación era total, o parcial, o en su lugar si prefería algún diseño, como un corazón, un ave, o simplemente depilar hasta la línea del biquini. En principio pensé nada más hacerme la línea del biquini, pero cuando Luis después de explicarme en detalle, que era lo que iba hacer, decidí que la depilación fuera total. Así que comenzó por ir recortado gran parte de la pelambre de mi coño, con una pequeñas tijeras de punta roma, para luego con su propia mano comenzar a pasarme una crema. Bueno después de haberme depilado todo mi coño, Luis volvió a pasarme con sus dedos otra crema, que según me comentó era hidratante. Yo en esos momentos de tanto sentir como él manipulaba mi coño, comencé a sentirme sumamente excitada, ya que el solo roce de la yema de sus dedos, por sobre los labios de mi vagina, sin que me yo me pudiera controlar, hicieron que en varios momentos se me escapasen profundos, e íntimos gemidos de placer, al tiempo que sin querer hacerlo, o darme cuenta, separé un poco mis piernas. Luis por su parte continuó acariciando toda mi vulva, en principio por fuera, pero poco a poco también comenzó hacerlo por dentro, introduciendo sus dedos cada vez más, y más profundo, sin que yo se lo impidiera. Ya que el placer que me estaba haciendo sentir, era tan agradable, que lo único que deseaba era que continuase. Luis sin decirme nada, acercó su rostro a mi vulva, tanto que hasta pude darme cuenta de lo cerca que se encontraba su cara de mi coño, ya que por unos instantes sentí su caliente respiración, sobre los labios de mi vagina. De momento me sorprendí al sentir también, como sus cálidos labios comenzaron a besar, y su lengua ha lamer profundamente todo mi coño. Yo en lugar de pedir que se detuviera, o pararme de inmediato, lo que hice fue separar más mis piernas, y dejar que continuase besando, y lamiendo todo mi coño, incluso sentí hasta como me mordisqueaba, y chupaba deliciosamente mi clítoris. Les juro que en esos momentos, ni tan siquiera pasó por mi mente, la idea de que le estaba siendo infiel a mi marido. Lo que en realidad deseaba era que Luis continuase mamando todo mi coño, tal y como lo estaba haciendo en esos momentos. Era tal la excitación que llegué a sentir, que yo misma prácticamente me arranqué la blusa y el sostén que aun cargaba puestos. Quedando con mis tetas completamente al aire, para que de inmediato, Luis sin dejar de seguir enterrando su rostro entre mis piernas, produciéndome un gran placer, y satisfacción, con una de sus manos me agarrase los senos, y me los apretase lujuriosamente, mientras que con la otra, seguía enterrándola dentro de mi vulva, una y otra vez. Haciendo que yo me retorciera de placer, y moviera mis caderas, al tiempo que fui colocando mis manos sobre su larga cabellera, y presionaba su cara contra mi coño insistentemente. En mi vida había disfrutado de algo semejante, y menos de llegar a disfrutar de múltiples, y recurrentes orgasmos, que me dejaron completamente exhausta. Pero con muchas ganas, de que Luis continuase, proporcionándome tanto placer. Por lo que cuando él retiró su mojado rostro de mi coño, casi le imploré que continuase. Viendo como a mi lado se quitaba su ropa, para luego irse colocando sobre mí, en aquella camilla. Por unos segundos observé su erecto miembro, y mentalmente de inmediato lo comparé con el de Julio mi marido, dándome cuenta que el de Luis, quizás fuera hasta un poco más pequeño. Pero una vez que comencé a sentir como se fue deslizando sabrosamente dentro de mi vulva, dejé de perder el tiempo, haciendo tontas comparaciones. Luis por su parte no tan solo me estaba penetrando, y nuevamente produciéndome un gran placer, sino que además mientras lo fue haciendo, se dedicó a mordisquear, y chupar mis parados pezones. Haciendo que yo no dejara de reír, chillar, y gemir, como nunca antes lo había hecho. Al tiempo que como si estuviera poseída moviera mis caderas rítmicamente. A medida, que él no dejaba de seguir enterrándome constantemente, todo su miembro. Tras lo cual volví aquellas múltiples olas de placer que invadía todo mi cuerpo, una y otra vez. Hasta que ya no pudiendo más creo que casi me desmayo, pero de felicidad, y agotamiento. Por un buen rato, Luis y yo permanecimos sin movernos, hasta que tras besarnos intensamente nos pusimos de pie. Fue cuando como que caí en cuenta de lo que terminaba de hacer, y de momento sentí que me moría de vergüenza. Luis con su particular tono de voz, se dirigió a mí, al tiempo que me abrazó, diciéndome. Eres la primera persona, con la que hago algo así, y sé que eres casada, y que amas a tu marido, pero lo que hay entre tú, y yo es algo sumamente especial, que lo más seguro es que nadie aparte de nosotros, llegué a comprender. La verdad no sé si fue lo que me dijo, o con el cariño que lo hizo, que me sentí sumamente tranquila, y en paz, con migo misma. Después de eso, tal y como yo estaba pasé al baño, donde me duché, y tas él ayudarme a secarme, me dijo. Sé que te vas de vacaciones, pero espero volver a verte a penas regreses. Y si en realidad volví a ver a Luis, pero él notó cierta preocupación en mí, y de la manera más cariñosa me preguntó que me sucedía. Fue cuando le comenté que hacía un mes más o menos, lo había visto en el Centro Comercial, caminado junto a un hombre mayor, que usaba gafas oscuras, agarrados de brazos. Lo cierto es que yo pensé que era su amante, pero tras escucharme comenzó a reírse, para luego decirme que era su padre, que ese día lo habían operado de uno de los ojos. Aunque no lo crean, cuando lo escuché decirme eso, sentí una alegría tremenda. La cual de inmediato Luis aumentó al tomarme entre sus brazos, y delicadamente comenzar a besarme. A medida que él me iba quitando toda la ropa. No les contaré en detalle todo lo que hicimos esa tarde, pero por primera vez en mi vida, como me bajó la regla, le propuse a que Luis que me diera por el culo. Cosa que hizo, con todo amor.
En cuanto a Julio mi esposo, les diré que él sigue insinuando de manera indiscreta, que Luis según, él es homosexual. Pero claro, como Julio no sabe que mi peluquero, no tan solo me peina. Yo no pienso jamás sacarlo de su error....
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513553 veces
Relato casi en su totalidad real que demuestra que toda mujer casada es una puta sumisa en potencia
Relato erótico enviado por morboso sadico el 29 de July de 2009 a las 18:09:16 - Relato porno leído 299793 veces
Si te ha gustado Mi peluquero, no tan solo me peina..... vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi peluquero, no tan solo me peina......
Narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
maurohotxxx
(3 de June de 2017 a las 19:25) dice:
delicioso relato y no es raro equivocarse con los estilistas yo pensaba que el mio era pasivo pero cuando me demostro lo contrario me folla muy seguido insepulto
(24 de December de 2017 a las 00:12) dice:
muy caliente tu relato, me éxito. insepulto
(24 de December de 2017 a las 00:11) dice:
muy caliente tu relato, me éxito. katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:54) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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