Mi prima Bere ya tomada me dice y enseña fotos privadas de ella y su hermana, yo aprovecharé, y mi silencio tendrá un costo.
Relato
Todo empezó en Veracruz, una de las playas más bonitas de México. Íbamos todos los primos más o menos de la misma edad y eran nuestras primeras vacaciones sin padres.
Estaba mi hermana, la más grande de todos tiene 20 después yo, de los hombres el más grande con 18, mi otro hermano de 17 y mis primos. Bere de 17, Les de 16 también, Arte de 15, Diana de 16, Omir de 15 y Quique de 17. Nos quedaríamos en casa de una tía cercana al mar, por eso nos habían dejado ir sólos.
El primer día pasó normal pero en la playa nos dieron informes sobre un antro nuevo que abriría ese viernes ahí en la playa, entre la gente de ahí era la novedad y a nosotros se nos hizo chevere ir a conocerlo.
En la noche nos fuimos todos al antro y nos dejaron pasar sin problemas de edad, todo iba bien pero mientras más tarde se hacía mucha más gente llegaba hasta que estaba completamente lleno. Mi hermana conoció a dos tipos ahí y se fue con ellos dejándome con los demás, en realidad cada quien se fue por su lado con la consigna de regresar antes de las 2 a casa. Todos divertidos menos yo que trataba de espiar a la distancia a los demás para ver que estuvieran bien. Más noche noté que Bere ya estaba muy tomada y por su forma de comportarse no sólo alcohol había ingerido, los tipos con los que estaba comenzaban a meterle mano sin que ella dijera nada. Fui por ella, busqué a mi hermana la más grande y le avisé que llevaría a Bere a la casa y regresaría, ella me dijo que ella pensaba llegar hasta las 2 como habíamos quedado.
Iba caminando con Bere que se comportaba de manera extraña cuando.
-Primo, no te había visto que bien estás, durito durito por el ejercicio, y ¿así estás de todos lados?
-Bere estás tomada, ya casi llegamos a casa.
-Tranquilo primo, yo ya no soy virgen. Ni yo ni mi hermana Les.
La confesión me dio un poco de morbo, hasta ese momento nunca había visto a Bere más que como mi prima, pero en ese momento me fije que ya era toda un señorita, no era fea y sus pechos adolescentes comenzaban a asomarse mientras que sus caderas ya estaban muy bien desarrolladas. Intenté indagar haber si me decía más, en ese momento olvidé por completo que era mi prima.
-¿A, si? y ¿Desde cuándo según tú ya no son vírgenes?
-¿No me crees?, desde el semestre pasado. Yo lo hice con el entrenador de fútbol de la prepa (íbamos en la misma prepa) y Les con Luis, uno de los jugadores. Nos propusimos perder la virginidad las dos casi al mismo tiempo y no fue nada difícil. Desde ese momento lo hemos hecho con casi todo el equipo.
Para nada le creía, estaba en un mal estado y no tenía mucha lógica lo que me decía.
-No me crees verdad primito, te lo voy a demostrar en casa.
No se habló más, llegando a casa esperaba que se quedara dormida y yo regresaría por los demás. Al llegar a casa, ella subió al que era su cuarto y regreso con su lap.
-Ven primo, te voy a mostrar.
Me acerqué y me enseñó unas fotos donde aparecía ella con el entrenador de fútbol, estaban en su cubículo del profesor, él parado y ella estaba hincada haciéndole una mamada. En otra foto, estaban en lo que parecía un hotel y ella estaba puesta en cuatro mientras el maestro se la cogía. Después me mostró otra foto donde ella estaba desnuda en las regaderas de la escuela y la rodeaban tres hombres, ella tenía un miembro en la boca y otro en cada mano. Además tenía fotos ella sola vestida en lencería y en posiciones muy sugerentes.
-Espera aquí primo.
No podía creer lo que veía, mi prima de 16 años era toda una putita. Bajo con la lap de su hermana y el procedimiento fue casi el mismo, Les también resultó una zorrita. Hasta videos tenían las dos.
-¿Ahora me crees primo?
-mmm sí, pásame las fotos y los videos
Lleve mi celular y me pasó los archivos, mientras se pasaban a mi celular, me acerqué a ella por atrás arrimando mi paquete totalmente erecto a sus muy bien formadas nalgas haber si decía algo pero no, en cuanto sintió se inclinó con el pretexto de ver la pantalla de la lap, y así mi falo quedó en medio de sus nalguitas. La agarré de la cintura y comencé a moverla en círculos, metí mis manos por debajo de su blusa tocando su juvenil espalda, ella no decía ni hacía nada, sólo se dejaba hacer.
Pasé mis manos hacia adelante para tocar sus pechitos, traía un brasier que no fue difícil hacer a un lado y llegar hasta sus pezones, pellizqué uno y ella soltó un ligero gemidito, se separó y se giró, se sentó en la mesa y quedábamos casi a la misa altura, acercó sus labios a los míos y nos besamos cada vez más apasionadamente, me tenía abrazado con sus piernas. Llevó sus manos a mi entrepierna y comenzó a tocarme por encima del pantalón. Le quité la blusa con todo y el bra que llevaba y quedaron al aire dos pequeños montecitos en sus pechos, sin pensarlo, lleve mi boca a ellos y subsioné como si quisiera sacar leche de ellos. A ella eso le prendía mucho porque me tocaba cada vez mejor, sacó mi pene de la prisión de mi pantalón y mi boxer y me pajeaba de manera muy experta. Inevitablemente yo también dirigí mis manos hacía ese tesoro que tanto quería en ese momento. Ella traía una minifalda que no fue impedimento para tocarla a través de unos calzoncitos negros que estaban ya muy húmedos, ella se movía como si la penetrara con mis dedos y daba gemidos a bajo volumen.
Se paró de la mesa y se hincó en el suelo, tomó mi miembro y le pasó la lengua de arriba hasta abajo, después de lamerlo todo se lo metió a la boca, lo metía y lo sacaba mientras jugaba con su lengua cuando lo tenía adentro, lo hacía muy bien para su corta edad, de repente, se lo metió completo a la boca, hasta el fondo de su garganta, le causo arcadas pero se sentía muy bien, siguió lamiendo como si de una paleta se tratase.
-Cógeme
Se paró y me dio la espalda empinada, recargada en la mesa, yo sin dudar me acerque a la entrada de su vaginita y la penetre, estaba muy húmeda y no costó mucho trabajo que entrara, continué bombeando y ahora si gemía y gritaba a placer. “Más, mas, así, dame” decía.
Cambiamos de posición de nuevo ella sentada en la mesa y yo de frente la penetré, ella prácticamente estaba acostada en la mesa y yo entraba y salía así. no podía creer que Bere fuera tan buena para esto a su corta edad.
Continuamos un rato hasta que sentí que me iba a venir, le dije a Bere, se volteo y comenzó a mamármela hasta que termine en su boca, ella no saco mi miembro de su boca y se trago todo. Descansamos un poco y ella se subió a dormir, yo ya tenía los archivos en mi poder, “me servirán de mucho”, pensé.
Al otro día bajamos a desayunar y Bere se sentía muy mal, nos contó que se tomo una pastilla que le dieron y eso la había puesto así. Según ella no se acordaba de nada, pero yo se lo recordaría.
Ya tenía mi plan, en la noche iríamos al antro y yo apartaría a Bere y a Les para decirles de los archivos, mínimo quería disfrutarlas a las dos.
Relato erótico enviado por Anonymous el 14 de December de 2007 a las 13:35:08 - Relato porno leído 784594 veces
Si te ha gustado Mi prima borracha habla de más vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi prima borracha habla de más.
maggabit91
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
phantom_n
(5 de June de 2012 a las 03:10) dice:
bun relato, muy cachonda la prima, esperando la proxima parte katebrown
(18 de October de 2022 a las 19:49) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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