Mi prima exprime a mi marido…. ( CON fotos)

Así que ya en el gimnasio, aparte de ayudarme a comprar la ropa adecuada para hacer ejercicio, mi prima me presentó a un entrenador personal, de nombre Esteban, para que me fuera orientando sobre que ejercicios hacer, y el cómo hacerlos. Yo me sentía algo cohibida, ya que Esteban aparte de que era un poco más joven que nosotras, tiene un cuerpo muy bien desarrollado, tan diferente al gordito de mi marido.

Yo al principio como les dije, me sentí cohibida, e incómoda, pero ya al rato, a medida que él me fue orientando, y en algunas ocasiones agarrándome, para que yo hiciera el ejercicio apropiadamente. Deje de inquietarme por su presencia, y de la manera en que Esteban me agarraba firmemente con sus cálidas manos, por los hombros, y en ciertos momentos por mis caderas, así como mis brazos, y piernas. Al punto que en ocasiones, hasta le pedía que me fuera guiando con sus firme manos, y todo para sentir como me agarraba los muslos y mis nalgas, deseando calladamente que hiciera algo más que agarrarme.

Al terminar ese primer día o mejor dicho noche de ejercicios, yo me sentía excitada, pero procurando no demostrárselo a él, ni decirle nada a mi prima. Luego Estela al salir del gimnasio, me invitó a tomar un café, momento en que aproveché, para llamar a Raúl, y decirle con quien andaba, no fuera hacer que me llamara a la casa, y no me consiguiera. Bueno lo de tomar café, como era ya algo tarde, y tras pensarlo bien, decidí que no, ya que después no iba a poder dormir.

Fue cuando mi prima me convenció, de que nos tomásemos unas cervezas. Ya nos habíamos tomado varias, cuando apareció Esteban, acompañado de otro tipo, tan joven y musculoso como él, que resultó ser un conocido de Estela. Yo al ver que mi prima, los invitó a sentarse a nuestra mesa, no hice ningún comentario, pero me pareció un atrevimiento de mi prima. Y tras tomarnos otras tantas cervezas, de momento nos han invitado a bailar.

Bueno lo cierto es que yo tenía ya cierto tiempo, sin ir a bailar con Raúl, y aunque al principio pensé en decir que no, ante la insistencia de mi prima, acepté la invitación. Por lo que sin tan siquiera ir a la casa a cambiarme de ropa, nos fuimos los cuatro a bailar. Bueno para no hacerles el cuento muy largo, les diré que ya me encontraba bastante entonada o bebida, aparte de que bailamos, y a medida que seguimos bailando, Esteban comenzó acariciar mi cuerpo, pasando sus manos por todo mi cuerpo, sin que yo lo impidiera, y cuando menos me lo esperaba me ha plantado un tremendo besó, sin que yo me opusiera a que lo hiciera, ya a partir de ese momento, aparte de que cuando me besaba, introducía su lengua dentro de mi boca, mientras sus fuertes manos apretaban mis nalgas, lo que en medio de todo me hacía sentir muy feliz y contenta, sin que me molestara por eso.

Cuando mi prima, de momento nos invitó a todos, a que fuéramos a bañarnos a la piscina que tiene en su casa, yo ni tan siquiera pensé en decirle que no. Cuando llegamos a casa de Estela, caí en cuenta de que no tenía traje de baño, y mi prima cuando se lo dije, me dijo que eso no importaba, que me quitase la ropa, y me bañara en pantis y sostén. Quizás por lo mucho que ya había tomado, la idea de bañarme, usando únicamente mi ropa íntima no me pareció para nada descabella. Además cuando vi que mi prima, simplemente se quitó casi toda su ropa, y se tiró al agua, lo que yo también lo hice, y como una verdadera tonta la seguí, al igual que nuestros dos acompañantes, que apenas se quitaron los pantalones y sus camisas, así como las medias y los zapatos, se tiraron al agua.

En cierto momento Estela salió de la piscina, dejándome sola con Esteban y el otro chico, y al rato regresó con una botella, de ron. De la que todos bebimos a pico de botella, mientras Estela se volvió a desaparecer, al poco rato Esteban, y su amigo, me besaban y acariciaban por todas partes. Hasta que por el frío que hacía los tres nos salimos de la piscina, y entramos a la casa. Yo la verdad es que a medida que ellos dos me ayudaban a secarme, también me siguieron besando, y acariciando todo mi cuerpo, por lo que en esos momentos no volví a preocuparme por mí prima. Así que mientras yo disfrutaba de sus suaves caricias entre mis piernas, y mis senos, así como de sus fogosos besos, ni me di cuenta cuando hábilmente me quitaron lo poco que aun yo cargaba puesto, hasta que me dejaron toda desnuda, y deseosa de probar sus vergas.

En esos momentos, ni me acordaba de mí esposo. Por lo que cuando uno de ellos me puso a mamar su miembro, ni tan siquiera lo pensé dos veces, y de inmediato me lo he metido dentro de mi boca, y comencé a chupárselo, al tiempo que Esteban se dio a la terea de ir dilatando mi culo, introduciendo sus dedos. En ocasiones aun estando con mi esposo en la cama, sin decirle nada, mientras manteníamos una ardiente relación, me he puesto a soñar despierta, que estoy con otro hombre.

Pero de eso a que realmente le estuviera siendo infiel, mamando el miembro a un tipo, que ni idea tengo de cómo se llama, mientras que mi entrenador personal comenzó a penetrarme por el culo, hay una gran diferencia. Yo no dejaba de gemir, cuando su amigo, sacó su verga de mi boca, y penetró mi vulva. Yo no dejaba de pedirle a los dos, que me dieran más y más duro. Sentía gustosamente, como sus duros miembros entraban, y salían de mi cuerpo.

Mientras que a todas estas, mi prima brillaba por su ausencia, cosa que en esos momentos no me importó para nada, lo que deseaba era seguir disfrutando de lo que aquellos dos machos, me estaban haciendo gozar. Yo sentía como sus vergas, entraban y salían una, y otra vez, tanto de mi coño como de mi culo. Por lo que disfruté de múltiples orgasmos, como nunca ante los había disfrutado. Al rato apareció Estela, y lo único que me acuerdo, es que creo que la vi con una cámara en sus manos.

Esa noche, por lo borracha que me encontraba, aparte de que me volvieron a poner a mamar, me quedé durmiendo en casa de mi prima. A la mañana siguiente, al despertarme y encontrarme toda llena de semen por todas partes, no tuve que romperme la cabeza para recordar lo que había pasado. Yo me sentía sumamente avergonzada, máxime cuando Estela me dijo que jamás pensó, que yo me fuera a comportar de la manera en que lo hice. Yo como ya les dije, muy avergonzada, le pedí que no le dijera nada de lo sucedido a mi esposo.

Solo que mi prima, aprovechándose de lo sucedido, me dijo. Bueno ahora tendrás que seguir acostándote con tu entrenador, y con quien él te lo ordene. Por lo menos hasta que llegue tu marido, yo me quedé sorprendida al escucharla, pero de inmediato me dijo ella. Es que Esteban me dijo que lo habías dejado muy impresionado, que no había conocido a una mujer tan caliente como tú, y que deseaba compartirte con varios de sus amigos.

De lo contrario es capaz de irte a buscar a tu casa, así que tú dirás, o haces lo que él te ordena, o tu marido se entera. A mí no me quedó más remedio que durante el resto de toda esa semana, convertirme en la puta de Esteban. Y aunque no les miento, lo disfruté bastante, el temor a que mi marido se enterara, me tenía sumamente atribulada. Hasta que mi prima me dijo, un día después de que regresó mi esposo. Sabes Raúl y yo nos acostamos ocasionalmente, pero si a ti se te ocurre hacer una tragedia de eso, yo simplemente le hago llegar las fotos que te tomé.

Así que aunque yo no quise, tuve que mantenerme callada, y claro que ocasionalmente me encuentro con Esteban, sin preocuparme por que mi marido se llegue a enterar, ya que sé que se está acostando con mi Estela.