Se casa este fin de semana, hoy me llama para que le lleve unos servicios, vasos y platos que arrendó y deseaba llevarlos a casa....Me dice sabes soy virgen y me da temor mi primera vez, dicen que es dolorosa y traumática…, eso depende del macho si es violento y bruto duele, pero si lo hace con paciencia, amor y suavemente no duele casi nada solo cuando se rompe el himen digo…, ella me dice ha hablado la voz de la experiencia, como dices que nunca has estado en moteles…, perdón, tú preguntaste si conocía estos moteles, a ellos no los conozco a otros si… ¡ah! me dice, experiencia hay entonces....…, lamió uno a uno mis pezones ya erectos, ahí me provoco el primer gemido. Siguió bajando hasta mi tanga y con su boca me la quito. Mi vagina estaba muy mojada, que me dio pena, pero él dijo que mi vagina estaba deliciosa y me la empezó a chupar y lamer de arriba abajo, luego metió uno de sus dedos, luego dos, tres, cuatro, yo estaba gimiendo como loca, le agarraba su cabeza pidiendo mas y mas Mi primo sería el primer macho en aparearme....
Relato
Tengo una prima Marta Gloria es una mujer de 22 años, piel blanca, ojos azules, cabello rubio, su figura esbelta, caderas anchas, piernas bien torneadas y unos senos grandes y bien formados, los he nombrado a último porque son unos senos muy lindos, que le gusta lucir con grandes escotes en sus camisas o vestidos. Se casa este fin de semana, hoy me llama para que le lleve unos servicios, vasos y platos que arrendó y deseaba llevarlos a casa.
Llevamos las cosas cuando al pasar por una calle donde hay tres moteles uno de otro separados por pocos metros y ella me dice, has estado en algún de estos moteles… respondo que no y no miento he estado en moteles, pero estos no los conozco.
Me dice sabes soy virgen y me da temor mi primera vez, dicen que es dolorosa y traumática…, eso depende del macho si es violento y bruto duele, pero si lo hace con paciencia, amor y suavemente no duele casi nada solo cuando se rompe el himen digo…, ella me dice ha hablado la voz de la experiencia, como dices que nunca has estado en moteles…, perdón, tú preguntaste si conocía estos moteles, a ellos no los conozco a otros si… ¡ah! me dice, experiencia hay entonces.
Algo refunfuño, entonces pasemos a uno a conocerlo…, oye le digo si cobran por entrar, yo pago contesta…, la miro y en el tercer motel entro…
Entramos en la cabañita y ella intrusea en todos lados nos cobran y ella paga pidiendo dos tragos que venían en el precio. Los bebemos y ella se recuesta en la cama diciéndome ¿cuanto tiempo tenemos?, contesto normalmente dos horas…, buen tiempo para copular dice.
Me mira y dice primo Leo has de saber que soy virgen, no he conocido macho y tengo miedo al casarme, y que mi marido este sábado me lleve a la cama y sin miramiento alguno me encaje su pene el cual está caliente por mi, me haga doler al hacerlo y que yo al igual que una amiga lo odie y me separe cuando lo amo…, me ayudarías… y luego se acomodo abrió sus piernas, el vestido se subió, y sentí como mi miembro erecto rozaba mis piernas, después de besarnos, Marta Gloria me oprime en la cama, se desvistió, saco el resto de su vestimentas, agarro las medias veladas y las arranco, con una habilidad asombrosa, con sus manos me saco el brasier. Me dijo que siempre había deseado tener unos senos enormes para mostrármelos, yo alagada, le dije que por fin serian mías y que podría hacer con ellas lo que quisiera, sin más ni más mi boca se fue directo a sus pechos, Marta Gloria sentía que…, lamió uno a uno mis pezones ya erectos, ahí me provoco el primer gemido. Siguió bajando hasta mi tanga y con su boca me la quito. Mi vagina estaba muy mojada, que me dio pena, pero él dijo que mi vagina estaba deliciosa y me la empezó a chupar y lamer de arriba abajo, luego metió uno de sus dedos, luego dos, tres, cuatro, yo estaba gimiendo como loca, le agarraba su cabeza pidiendo mas y mas.
Mi gruta prohibida ya se había abierto demasiado, así que el miedo y el dolor fueron olvidados, ahora solo sentía placer, gritaba como nunca y gozaba al sentirme como entraba el pene por ese macho, que sabía muy bien lo que estaba haciendo. Yo podía mirar al espejo que estaba en el armario, como su culo se movía de arriba abajo y como me tenia, con las piernas completamente abiertas y con mi cara gozadora como una perra, Leo me cogió las piernas y me las puso en sus hombros y siguió con el mete y saque, Verme así en el reflejo del espejo, me provoco el primer orgasmo de esa noche.
Luego esa noche obtuvo tres orgasmos mío al acariciarme y poseerme las veces que él quiso.
Al amanecer me digo, ya prima cásate sin temor, tu vagina queda apta para hacer feliz al huraño de tu futuro marido.
De vuelta de su luna de miel nuevamente me busca para relatarme sus experiencias de mujer casada y empotrada por su marido en la cama.
Me narra su primera noche contándome que este la atrapo en su dormitorio y la empujo a la cama y casi sin ningún precalentamiento fue abierta de piernas y recibió su vagina el pene del marido sentía ella como ese miembro no grueso, pero si largo abría sus carnes vaginales causándole mas dolor que placer…, menos mal que tú me habías desflorado por que sino hasta hoy estaría negada al placer de un buen apareamiento por lo salvaje de su comportamiento, pero recordaba esa exquisita noche conmigo donde fue desvirgada y saciada de saber lo que era tener un buen pene en su rendija sexual aullando y gimiendo de placer y gusto y no de dolor.
Por eso te he llamado quiero ser saciada igual que esa noche.
Que tarde, imagínense a mi prima desesperada meneando su trasero con astucia, era una escandalosa mujer copulando, como trepidaba de pasión en su entrega... grandes gemidos y ahogados gritos mientras copulábamos como dos glorioso amantes y éramos felices. .Dos veces regué su matriz con mi semen entre alborotos y quejidos de felicidad de mi desesperada hembra..., si... si..., estoy siendo fecundada por ti, me dice, esa mujer berreaba desesperada..., no me hagas sufrir métemelo..., hazme tu mujer..., préñame, soy tuya... tu hembra. Y se abría de piernas mientras la penetraba mi pene, como me estremecía, como trepidaba de pasión en su entrega...
Por supuesto quedo embarazada, pero su marido no supo que otro macho había hecho su trabajo, y como tres meses después se fueron al sur, donde a él lo mandaron haciéndose cargo de un negocio como sucursal de la agencia de la capital.