Ud. tendrá que realizar todas las órdenes dado por nosotros, aún más las órdenes de mi señora se cumplen sin protestar, sin ningún remordimiento y…, sin ninguna debilidad sea esta cual sea, esta orden se cumple.
Unos días después de esta conversación llega doña Silvana y me dice que la acompañe, estaba ocupado, pero recordé las palabras del jefe las órdenes de su señora se cumplen y partí con ella subimos al entrepiso al lado de mi oficina donde ella a ubicado una oficina para su uso, arreglando sus cosas me sorprende que ubica en un rincón apartado de las ventanas un sofá cama, le digo ¿y esto para que?..., para utilizarlo así me dice, lanzándose sobre el sofá cama sin importarle si su caída muestra algo, si mostrándome sus largas y bonitas piernas, ven acompáñame aquí a mi lado me dice…,
Relato
Estoy feliz he conseguido mi primer empleo con mi titulo de recién egresado de la carrera comercial.
Fui al llamado de entrevista personal y ahí dos personas que luego supe eran el matrimonio dueños del local, que era una fabrica de delantales industriales, ella una mujer joven unos 30 años, que llamaba la atención por las maneras de sentarse mostrando sus piernas hasta casi sus calzones. Él un señor mayor creo que unos 50 o mas años, ceremonioso y muy a la antigua en sus consultas, pero conteste a todas y después de tres horas me llamaron y me dicen que era el seleccionado.
Hoy voy a conocer el nuevo local por dentro donde desempeñaré mis labores, y sus empleados, en el me esperaba don Mateo muy ceremonioso como es el me dice: joven Ud. tendrá que realizar todas las órdenes dado por nosotros, aún mas las órdenes de mi señora se cumplen sin protestar, sin ningún remordimiento y…, sin ninguna debilidad sea esta cual sea, esta orden se cumple.
Sorprendido le pregunto y si esa orden es molesta para Ud. o creo que le puede causar daño ¿igual la cumplo?..., me mira y contesta, si…., aunque tu creas que me hará daño la cumples y luego me la conversas todas sin ocultarme nada, deseo saber todo aunque me duela…, lo miro sorprendido, pero si el ordena se cumple.
Este local es de ventas de ropas de trabajo, tanto a particulares de un domicilio como si el demandante lo solicita para su local, debo preocuparme que no falte nada, comprar si algo falta para realizar y llevar a buena ejecución el trabajo en pos de buenas ventas y como buen encargado general debo vigilar hasta el personal.
Unos días después de esta conversación llega doña Silvana y me dice que la acompañe, estaba ocupado, pero recordé las palabras del jefe las órdenes de su señora se cumplen y partí con ella subimos al entrepiso al lado de mi oficina donde ella a ubicado una oficina para su uso, arreglando sus cosas me sorprende que ubica en un rincón apartado de las ventanas un sofá cama, le digo ¿y esto para que?..., para utilizarlo así me dice, lanzándose sobre el sofá cama sin importarle si su caída muestra algo, si mostrándome sus largas y bonitas piernas, ven acompáñame aquí a mi lado me dice…, ¿que quiere que nos vea don Mateo y me despida? Te va a despedir si no te recuestas a mi lado recuerda que soy la jefa y mis órdenes no se discuten, recordé lo que me había dicho don Mateo y me acosté en el sofá a su lado…, doña Silvana me dice has de saber que tengo 31 años y mi marido mas de 55 años enfermo de los riñones y tiene que dializarse y por lo tanto hace como cuatro años que no me ocupa como su mujer, él sabe que soy una perrita caliente y cuando estoy en celo me gusta que un hombre este cerca de mí para que me sacie de todas mis necesidades femeninas de erotismo sin llegar al apareamiento, claro que si me entusiasmo me entrego al macho que yo deseo y él lo sabe por que se lo cuento. Siempre con la verdad el no se enoja.
Comenzó a jugar conmigo, cerro sus ojos y comenzó a besarme recorría mi cuerpo con sus manos poco a poco fue elevando mi temperatura corporal, abrió sus ojos y sonriéndome me digo, veo que te gusta estar conmigo, le contesto como no me va a gustar estar con una magnifica hembra aunque sea mi jefa, lo hermosa no se lo quita nadie…, ríe y dice en verdad soy linda o me lo dices de servil, una cosa es ser servil y otra desear a una fabulosa hembra hambrienta ya que su marido no puede satisfacerla y yo si… Mis..., mis besos la (me besaba y no me dejaba hablar) va ser su perdición si reacciono..., perdió me llevaba, la perdición, la desnudé desde su cintura hacia arriba comienzo sacándole su ropa desnudándola, la besó y la mirada mía se fija en sus piernas era la primera vez lo que la miraba desnuda, a pesar de sus años estaba durita y sus senos eran paraditos donde no había tenido hijos. Sus pezones hinchados sobre salían excitada gozaba teniéndola a mi disposición poco a poco vencí mi miedo y las ansias de poseerla, me sulfuraron, fui hasta bajando mis manos hasta su vagina mis dedos jugaban con ella y le acariciaba el clítoris se sacudía y meneaba su trasero gimiendo, su vagina parecía un charco estaba excitadísima..., puse mi pene entre sus paredes vaginales, se fueron abriendo las paredes de su vagina hasta que logré ensartarla completamente. Comencé a moverme muy rápido, con un mete y saca que la ponía loca, hasta que logré hacerla explotar, su orgasmo fue fenomenal, comenzó a gritar, a mover su pelvis, a rotar su trasero de un lado para otro, parecía una golfa sus sacudidas y estremecimientos fueron desvergonzados, hasta que la empotré salvajemente sus entrañas contrayéndose su cuerpo. Nuevamente comencé a penetrarla, me subí sobre ella y la abrí de sus piernas para alojar todo mi miembro en su vagina, comenzaba a penetrarla despacio, y ella me besaba, le mamaba sus senos, hasta que comenzaba a mover sus caderas nuevamente, la tenía dominada, hundiéndole todo mi pene en su vientre y comenzaba a cogerla, comenzábamos un apareamiento en principio suave para luego realizarlo salvajemente, ella era madura y su respiración la delataba angustiada por las insolentes penetraciones que le daba tratándola de hacerla llegar a su esplendor y me entregara sus orgasmos, desesperada movía sus caderas y clavaba sus dedos como garfios en mi cuerpo no deseaba llegar a su culminación quería mantenerse fiel a su marido en la glorificación de sus entregas, sentía que mi pene la confortaba y le aviso que terminaría dentro de su vagina inundándole sus entrañas, bufando, gritando como poseída...,¡NO...,no me riegues con tus semen! No..., no deseaba que le descargaran todo este semen en lo más hondo de su matriz su vientre lo quería virgen para su hombre, pero la estaban volviendo loca, sentía cada vez más cerca de sus orgasmos. Comenzó a gemir, a retorcerse, gritaba como una putita, se olvidó su marido y de todo el mundo solo deseaba sentirse satisfecha sintiendo su vientre regado e inundado por el semen que este macho deseaba regar en ella. Se estaba entregando a otro macho, este macho que la estaba convirtiendo en su mujer y ella no sabía como rechazarlo, respétame...., soy tu jefa...., solo se sentía en el cielo era una sensación nueva en su cuerpo. No aguanto más..., movía su culo con desesperación, una puta no lo movería tan delicioso... Estuvimos en el sofá cama, mientras vaciaba mis efluvios en su matriz...., me decía soy tuya, eres mi nuevo marido, eres el único que me ha llenado con su leche sin resguardar mi vientre espero no quedar preñada. Dios que le diré a mi Mateo ahora te pertenezco igual que a él.
Al día siguiente llego don Mateo venía serio y me dice vamos a tu oficina tenemos que hablar los dos en privado, lo seguí y cuando entramos el me dice, ¿tienes algo que contarme?... entendí rápidamente que doña Silvana había hablado de nuestro encuentro con él…, no sabía como empezar y el dice empieza solo con la verdad…, comencé a decirle que me habían llevado ala oficina y que me habían casi obligado en un comienzo, pero luego el tenía una doña hembra por esposa y me había entusiasmado hasta lograr hacerla mía por que era una joya y esa joya había que cuidarla y alimentarla bien con lo erótica que era…, me miro y me dice…, estas enamorada de ella, no le digo, pero si me gustaría nuevamente poseerla en el sofá cama es una deliciosa damisela…, me miro sin decir nada, comencé a juntar mis cosas en una bolsa y al pararme me dice ¿que haces?..., estoy despedido o no…., NO dice, no estas despedido me has dicho la verdad tal como te pedí…, pero tendrás que recordar algo esta mujer es mía, la podrás usar si ella te solicita, pero cuidado con enamorarte de ella , es mía. Tú serás un muñeco que le servirá para desahogarse de su calentura y nada mas, ella es mía, ¿entendido?... si respondo ella es su esposa y le pertenece solo a Ud.…. ¡ah! y cuidadito con comentar estos momentos que pases con mi señora por ahí, por que no te despido, te mato. Me mira y me dice sírveme bien y este trabajo será siempre tuyo, ella ya te eligió a ti, silencio y trátala bien, ¿cuanto te estoy pagando? Doscientos fue el acuerdo digo, ahora ganaras doscientos cincuenta, pero trátala bien y se fue. Quede como una estatua duro y helado…, por la tarde llega ella, observa que todo marche bien y me dice este es nuestro tercer local, claro que el primero lo vigila una hermana de Mateo y el otro lo tiene a cargo mi madre, este es el primero con una persona ajena a la familia como gerente, ahora acompáñame a mi oficina dice.
Llegamos a ella y me miró en mis ojos, el miedo supe calmarlo, se acerco a mí y empalagosamente carga sobre mí, diciéndome le conté todo a Mateo no se si vendrá a conversar contigo, pero no le niegues nada por que todo lo sabe. Comenzando a besarme y a sacarme mi ropa, luego hizo lo mismo con su ropa y me arrastró hasta su sofá donde dimos rienda suelta a nuestros apremios y tentaciones siendo nuevamente la receptora de mi leche en su vagina, sonriendo luego dice soy tu esposa y tu mi segundo marido. Tienes un pene tremendo, es enorme, me convertí en su hombre. En la semana no eran menos de dos veces que la tenía en su sofá cama, como la llenaba de leche si esta llegaba a rebalsarse de su vientre corriéndole por sus piernas, cada vez que nos apareamiento ella me donaba veinte o treinta mil pesos para tus gastos me decía sabiendo bien que ella compraba mi silencio con ese dinero, lo que no sabia era que su marido a fines de mes me daba un extra de mis doscientos cincuenta mensuales claro no mucho, pero diez mil o veinte mil no estaban de mas. A mis 24 años ganaba un buen sueldo era solo tener cuidado y la boca cerrada. Ella se cuidaba colocándose inyecciones para no quedar embarazada así que problema ninguno.
Ya llevamos seis meses siendo ella mi hembra y seguimos conviviendo en ese sofá cama, eso si que lo cambio por otro mas moderno y cómodo. Después les contaré más de nuestra vida marital en el trabajo.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces