Doña Silvana me dice has de saber que tengo 31 años y mi marido mas de 55 años enfermo de los riñones y tiene que dializarse y por lo tanto hace como cuatro años que no me ocupa como su mujer, él sabe que soy una perrita caliente y cuando estoy en celo me gusta que un hombre este cerca de mí Sus pezones hinchados sobre salían excitada gozaba teniéndola a mi disposición poco a poco vencí mi miedo y las ansias de poseerla, me sulfuraron, fui hasta bajando mis manos hasta su vagina mis dedos jugaban con ella y le acariciaba el clítoris se sacudía y meneaba su trasero gimiendo, su vagina parecía un charco estaba excitadísima...
Relato
Fui al llamado de entrevista personal y ahí dos personas que luego supe eran el matrimonio dueños del local, que era una fabrica de delantales industriales, ella una mujer joven unos 30 años, que llamaba la atención por las maneras de sentarse mostrando sus piernas hasta casi sus calzones. Él un señor mayor creo que unos 50 o mas años, ceremonioso y muy a la antigua en sus consultas, pero conteste a todas y después de tres horas me llamaron y me dicen que era el seleccionado
Doña Silvana me dice has de saber que tengo 31 años y mi marido mas de 55 años enfermo de los riñones y tiene que dializarse y por lo tanto hace como cuatro años que no me ocupa como su mujer, él sabe que soy una perrita caliente y cuando estoy en celo me gusta que un hombre este cerca de mí Sus pezones hinchados sobre salían excitada gozaba teniéndola a mi disposición poco a poco vencí mi miedo y las ansias de poseerla, me sulfuraron, fui hasta bajando mis manos hasta su vagina mis dedos jugaban con ella y le acariciaba el clítoris se sacudía y meneaba su trasero gimiendo, su vagina parecía un charco estaba excitadísima..., puse mi pene entre sus paredes vaginales, se fueron abriendo las paredes de su vagina hasta que logré ensartarla completamente. Comencé a moverme muy rápido, con un mete y saca que la ponía loca, hasta que logré hacerla explotar, su orgasmo fue fenomenal, comenzó a gritar, a mover su pelvis, a rotar su trasero de un lado para otro, parecía una golfa sus sacudidas y estremecimientos fueron desvergonzados, hasta que la empotré salvajemente sus entrañas contrayéndose su cuerpo. Estuvimos en el sofá cama, mientras vaciaba mis efluvios en su matriz...., me decía soy tuya, eres mi nuevo marido, eres el único que me ha llenado con su leche sin resguardar mi vientre espero no quedar preñada. Dios que le diré a mi Mateo ahora te pertenezco igual que a él.
Ya llevamos seis meses siendo ella mi hembra y seguimos conviviendo en ese sofá cama, eso si que lo cambio por otro mas moderno y cómodo
Me trasladan a vivir en un departamento pequeño que ellos tenían en los altos de su casa totalmente separado, don Mateo desgraciadamente se ha empeorado de sus males y tuvo que internarse a lo menos por diez días dice el médico, en la clínica.
Que días Silvana paso esos diez días llamándome al anochecer a su casa y me decía que estaba muy triste por su marido, y después de darme una larga conversación cercana a una hora de recuerdos con su marido, me invitaba a que la consolara en su cama matrimonial donde ella se enternecía de su padecer confiando plenamente en mí decía..., para luego acariciarme y regocijarse con mis cariños engañosos terminando cada caricia con beso y estrujones, para finalizar apareándonos en donde ella, en verdad era una perrita caliente y cuando estaba en sus días de celo por estar en sus días de fertilidad era en verdad una hembra hambrienta..., como se entregaba y como gustaba de que la acariciaran y la excitaran, sus pezones se endurecían, sus pechos duros por los adrenalinas, cuyas hormonas le producían en su cuerpo espasmos y estremecimientos, trastornes que la llevaban a perder su juicio y se entregaba meneando su traserito muy paradito y firme al macho que la poseía en activadísimos, estremecimientos y meneos escandalosos, desvergonzados, como se meneaba, se apareaba desesperadamente con todas sus fuerzas, gritaba ¡ah!, préñame..., déjame embarazada..., ¡oh...ah!..., soy tu hembra, tu mujer..., tu puta..., eres segundo mi marido, soy tu mujer...
Y caía agotada y totalmente inerte en mis brazos lo que aprovechaba para descargar mis testículos en ella diciéndole, soy tu dueño..., soy tu amo... llenándole su matriz con mi semen. Durante el siguiente año don Mateo caí y volvía a casa hasta que ella decide que como su marido está en decadencia en su salud y habla con este que desea un hijo y como el no podrá engendrarla, que sea yo su segundo marido quien la fecunde y tener el deseado hijo, que llevará por supuesto los apellidos de don Mateo. Este acepta la solicitud de su señora y así los bienes pasan al hijo que ella desea.
Silvana habla conmigo y me dice que tendrá un hijo que este mes no se cuidara y engendrará con mis espermios un hijo que yo lo fecundaré, pero el papá será don Mateo y llevara su apellido. En esos días de fertilidad de Silvana y ella se desespera por que sus hormonas la enloquecen y es una perrita caliente, don Mateo cae a la clínica por varios días y en esos días el dueño de casa, de la hembra y quien procrea a la mujer de este y de todo el cuerpo de Silvana me pertenece, todo lo que hay en casa el semental y dueño soy yo, de esta mujer y de la hermana de don Mateo, Selenia una mujer separada de 45 años con una hija casada de 22 años que vive en el extranjero, por vivir en esta casa pasa a ser de mi propiedad.
Cuando Silvana iba al negocio que administraba su madre y por tramites de este se atrasaba o cualquier día que ella estuviera en casa y no Silvana al llegar este macho que estaba acostumbrado a descargar sus testículos de sus semen al atardecer Selenia se sacrificaba se acomodaba en la cama y este macho copulaba con ella que gritaba y se zarandeaba excitada por ese tremendo pene que este macho se gastaba entre sus piernas, ella meneaba su colita incitada por las duras y terribles penetraciones de este buen pene e impulsada por la pasión ella gemía y aullaba desesperada por el tremendo pene que este semental tenía entre sus piernas y la malograba en sus penetraciones eróticas por lo menos dos , de tanto darle en sus entradas y salidas de este en su desmembrada matriz.
Si pensaba Selenia debería haberse casado este con mi hija y no ese mentecato que no me gusta para nada y se la lleva fuera del país, habríamos tenido mi hija y yo un feliz consolador familiar y que consolador...
Don mateo seguía mal físicamente y Silvana ya tenía tres meses de embarazo y se ponía un poco esquiva por su embarazo, la pobre hermana de don Mateo la suplía y a su vez sufría las duras penetraciones de mi pene en sus entrañas esta mujer no se negaba por que era mas ardiente que Silvana y le encantaba que un macho joven la buscara y satisfaciera y a su vez el se recompensara con sus virtuosos meneos de su cuerpo en donde ella lograba las mejores posturas y agitaciones, tenía unos pechos bastante grandes redonditos, muy jugositos y muy bien puestos ya que no los tiene caídos ni nada por el estilo, además tenía unas caderas que saltan a la vista de inmediato, eso fue lo primero que a mí me encanto, ¡ que caderas! Y a esta le acompaña un traserito muy paradito y firme, con una carita de inocente a pesar de sus 45 años ha hecho que muchos caigamos a sus pies. En la cama era una delicia, fuertemente se apretaba a mi cuerpo, casi inconciente por el placer le originaban mis apareamientos gemía, jadeaba, chillaba recompensada por este adolescente amo y dueño de su cuerpo. Sus caderas eran unas deliciosas nalgas que se meneaban con gran escándalo y se agitaban lujuriosamente entregándose al semental que la manipulaba placenteramente deleitándose ella de esta plácida cópula..., como deseaba a este joven semental, pero la esposa de su hermano también tenía los ojos puestos en este muchacho tendrían que compartirlo.
No alcanzó don Mateo a conocer el hijo que tendría su mujer fallece al 8º mes de gestación. Silvana queda desecha, pero con las caricias de su joven amante de apoyo prontamente se recupera, lamentablemente para ella a la semana de estar ambos complaciéndose placidamente de pertenecer el uno al otro, el médico le solicita a Silvana por el bien del feto no tener actividad sexual hasta después del nacimiento...
Silvana habla con su amante y creador de su embarazo diciéndole las novedades y con su cuñada le dice que tiene dos opciones o ella suple su ausencia de sexo en su semental o ella traerá una asesora de casa para que le sirva en todas las formas a su macho. Selenia se alegra y se compromete a servir al amo de la casa en todo servicio que el considere necesario hasta en eso.
Con autorización para utilizar los servicios del macho de la casa Selenia se enajena seduciéndolo y a cada oportunidad que tiene lo satisface llevándolo a la cama y si este va a su oficina los sillones prestan el mismo servicio que la cama... en la primera semana Selenia es agraviada ocho veces por ese gran pene que ella sabe que le destruirá su vagina, pero también la colma de placeres y encanto cuando ella gime, grita activadísima por este macho se apareaba desesperadamente con todas mis fuerzas contra su delicado cuerpo, sus caderas se agitaban lujuriosamente, estaba loca de placer, lo acariciaba, besaba..., se atiesaba y se entregaba y se calmaba explotando en un orgasmo asombroso activadísima por este joven macho, quedando entre sus brazos mas muerta que viva, pero feliz. La siguiente semana fue de mas calma y solo lo cobijo en su vientre cuatro veces, en el negocio que ella administraba como propio tenía una colaboradora una , ella mas joven de 35 años casada con dos hijos de 10 y 6 años llamada Julieta..., conoció el maravilloso pene del nuevo dueño, sufriendo una eternidad cuando el glande, ese deformado glande penetró agobiándole sus viseras carnales de su matriz, toda la tarde estuvo sentada en un sillón adolorida después de gimotear, sollozar, afligirse mientras satisfacía al nuevo dueño de la empresa que la satisfacía y embutía placenteramente su miembro en su matriz, había sido por segunda vez desflorada.
Ambos iniciamos a besarnos con toda pasión, con aun más pasión que la primera vez, mientras nos besamos Armando comenzó a tocarme mi zona intima debajo la falda de mi vestido y como consecuencia a esto de inmediato me moje toda, ¡Quiero hacerte el amor! Me dijo suavemente al oído, -Lo sé y también quiero- le conteste.
Relato erótico enviado por putita golosa el 29 de August de 2010 a las 23:31:22 - Relato porno leído 513555 veces