Mi nombre es Ada, y no les daré más datos personales, ya que lo que voy a contar, aunque me sucedió en el 1984, en realidad hoy en día aun me hace sentir mucha vergüenza.
Relato
Como la mayoría de las estudiantes de intercambio, jamás había escuchado nada sobre los Spring break, o mejor dicho en castellano descanso de primavera. Cuando me enteré de que se trataba y vi cómo mis compañeras y compañeros de universidad, se emocionaban tanto al hablar de lo que pensaban hacer durante esas vacaciones primaverales, yo también me fui envolviendo, al punto que junto a otras cinco chicas, con las que compartía la residencia estudiantil dentro de la universidad, organizamos nuestro viaje a la meca de las vacaciones en Fort Lauderdale, Florida.
La idea era pasar una linda semana, disfrutando de las distintas actividades, de las cuales habíamos leído o nos habían hablado. Para después, algunas regresarían a la Universidad, mientras que otras aprovecharíamos la oportunidad para visitar a nuestra familia. Pero apenas mi grupo y yo llegamos al pequeño hotel donde nos alojábamos, nos dimos cuenta de que todo era como dicen en mi país un despelote. La verdad es que el primer día, hasta pensé en seguir mi viaje para casa, estaba asustada. No había control alguno, una de las chicas que nos acompañaba, no bien llegamos se puso su biquini y salió a divertirse, como a la hora la vimos, con las tetas al aire, metida en la piscina, bebiendo como si el mundo se fuera acabar, y dejándose toquetear y manosear por todas partes, por cuanto chico o chica, se le paraba al lado.
Yo la verdad, de no haber sido por mis compañeras de habitación, me hubiera marchado. Finalmente acepté quedarme, y al igual que mis amigas me cambié de ropa, me puse mi biquini, y al igual que ellas salí de la habitación, con la idea de pasarla bien. Fue cuando por primera vez me pusieron en la mano una dulce bebida llamada piña colada, la cual tenía un alto contenido de ron, cosa que yo ignoraba, y comenzamos a beber piñas coladas, una tras otras, y en menos de dos horas, yo estaba como la mayoría de las chicas y chicos que se encontraban en la piscina, bien alegre, y haciendo cosas que buena y sana jamás se me hubieran ocurrido hacer. Cosas como sin la menor provocación dejar mis tetas o nalgas al aire, tan solo porque otras chicas también lo estaban haciendo.
Al llegar la noche, ya varios de los chicos que al igual que nosotras residían en el hotel, frente a todos no tan solo me habían besado, acariciado y tocado por todas partes, al punto que más de uno, me habían agarrado las nalgas e introducido sus dedos dentro de mi coño. Cosa que en medio de mi borrachera, la encontré divertidísima. Hasta que una de las chicas de otra habitación, me retó a que no me atrevía a ponerme a mamarle su miembro al cualquiera de los chicos presentes. La verdad es que no sé cómo, me atrevía aceptar el reto y para colmo frente a todos.
De inmediato, aparecieron un montón de voluntarios para que la otra chica y yo, nos pusiéramos a mamar. En mi vida había ni tan siquiera visto el miembro de un hombre de verdad, verdad. Si los había visto en fotos, figuras, y hasta en modelos de yeso. Cuando ella se agachó frente a uno de los chicos, yo hice lo mismo, y al verla como ella se dedicaba a pasar su lengua por sobre el colorado glande del chico que ella había escogido, yo simplemente en medio de mi gran borrachera la imité. De pasar la lengua sobre el glande, poco a poco comencé a mamar, el sentir dentro de mi boca todo su miembro, y como todos a mi alrededor lo celebraban, me hacía disfrutar como una verdadera tonta, de lo que hacía y tras un corto rato, ya tenía toda mi boca llena de semen, y de ese pasé a otro y a otro, y así sucesivamente, estuve mamando como cerca de unos seis o siete miembros, hasta que quizás fue porque el último aparte de prácticamente hacerme tragar su semen, me provocó unas nauseas tremendas al sentir su miembro bien adentro de mi garganta.
Di una gran vomitada, y mis amigas como pudieron me llevaron a la habitación, donde al día siguiente me levanté con un fuerte dolor de cabeza, sumamente avergonzada por lo que había llegado hacer la noche anterior, con la firme idea de salir de ese hotel lo más pronto posible, y tomar el primer vuelo a casa de mis padres. Pero nuevamente mis amigas insistieron tanto en que me quedase, que acepté, pero con la condición de que no me iban a dejar, beber, ni hacer más locuras.
Lo cierto es que ese día en lugar de quedarnos en la piscina del hotel, nos fuimos a la playa, y como aun tenía un fuerte dolor de cabeza, una de las chicas me trajo lo que llaman un Blody Mary, que es a base de vodka y jugo de tomate. Lo cierto es que el dolor de cabeza desapareció, como mi sentido común. Ya que al poco rato seguí bebiendo y haciendo tonterías, llamando la atención de todo el mundo, en particular de los chicos, a los que dejaba que me besaran, y acariciaran sin tan siquiera saber cómo se llamaban.
Uno de esos chicos, cuando comenzó a oscurecer, me invitó para que lo acompañase dentro del agua, donde seguimos besándonos, acariciándonos mutuamente. Ya llevábamos un buen rato entre besos y caricias, cuando sentí que sus dedos exploraban mi vulva, y en lugar de salirme del agua, me quedé junto a él, dejando que hiciera lo que le diera la gana, al punto que en un abrir y cerrar de ojos, me ha desatado la parte baja de mi biquini, y para mi sorpresa después de quitármelo se sumergió bajo el agua, y sin que yo me lo esperase se dedicó bajo el agua a lamer mi coño.
Cosa que en mi vida ni tan siquiera había pensado en que alguien me lo pudiera hacer. Por un buen rato estuvo lamiéndome el coño, chupando mi clítoris y saliendo a respirar. Cuando en una de esas salidas a respirar, sentí que su miembro se deslizaba por completo dentro de mi vulva, no es que no me esperase eso, pero en parte me agarró de sorpresa, y quizás por la molestia que sentí al momento en que me reventó mi himen.
Los dos estamos rodeados de gente, que nos veían, algunos con asombro y otros con malicia. Por un buen rato ambos estuvimos disfrutando dentro del agua, de lo que estábamos haciendo. Hasta que yo disfruté de un delicioso orgasmo, y él seguramente se debió haber venido. Al terminar, ambos salimos del agua, nos dimos un beso y él se fue por su lado y yo por el mío, y de no ser por una de mis amigas que me puso una toalla alrededor de mi cintura, yo hubiera seguido caminando desnuda de la cintura para abajo, con una cara de estúpida.
Esa noche ni tan siquiera me acosté, las chicas y yo seguimos bebiendo, y a medida que nos dirigíamos al hotel, yo para llamar la atención de los chicos, dejaba que se me cayera la toalla, razón por la cual mis compañeras, finalmente justo en la entrada del hotel me abandonaron, cuando me detuve a charlar con varios de los chicos. Yo pensaba irme con mis amigas, pero cuando uno de ellos me puso una botella de cerveza en la mano, me pareció una descortesía el marcharme de golpe, y al fin y al cabo ya había llegado al hotel.
Después de un corto rato, después de esa cerveza me dieron otra y otra, y así seguimos bebiendo hasta que varios de ellos me fueron llevando a una de sus habitaciones. Yo me acuerdo que en medio de mi borrachera, me quité la toalla y me puse a bailar, moviendo las nalgas frente a ellos, lo que me parecio sumamente gracioso en esos momentos. Y al poco rato también frente a todos ellos, me quité el sostén del biquini.
En cosa de segundos, me estaban acariciando, besando y haciéndome ricas cosquillas en mi coño, así que cuando uno de ellos me sin decir nada comenzó a penetrarme, yo seguí disfrutando de todo lo que me estaban haciendo, a medida que ese chico un negro por cierto, me enterraba y sacaba su miembro de mi cuerpo, otro de ellos me daba otra cerveza, y después me puso su verga frente a mi boca, la que sin detenerme a pensarlo, me dediqué a mamar. No bien había terminado con ellos dos cuando un tercero, me dijo que me iba a dar por el culo, y me pareció tan gracioso la manera en que me lo dijo que me puse a reír, como una tonta, hasta el momento en que ese mismo chico comenzó a meterme su verga por mi culo, por el dolor que sentí hasta me puse a llorar, a medida que inútilmente le pedía que me lo sacase.
A medida que más lloraba y le pedía que me sacase su verga de mi culo, él más duro me daba. Hasta el punto en que después de un rato, dejé de sentir ese tremendo dolor, y con una de sus manos enterrada dentro de mi coño, yo me movía como una desesperada y le pedía que siguiera dándome, bien duro. Esa noche en varias ocasiones me han puesto a mamar, me hicieron cosas que nunca pensé se pudieran hacer, como el que dos chicos a la vez me enterrasen sus vergas dentro de mi coño, mientras que yo me reía como una tonta, al mismo tiempo que otro me volvía a dar por el culo, y a un cuarto le mamaba su verga.
Creo que sin exagerar, que todos los chicos del hotel esa noche se acostaron conmigo, yo aparecí en la madrugada, tirada en la playa, completamente desnuda, luego me sacaron del hotel, y me abandonaron cerca de la playa, donde según el médico que me atendió, seguramente más de varios vagos o borrachos, se aprovecharon de mi estado, al grado que cuando la policía me encontró, todo mi cuerpo estaba lleno de semen y arena. Cuando desperté estaba en la cama de un hospital, llevaba tres días prácticamente en coma, sin recuperar el sentido. Mi caso fue uno de los que más notoriedad tomó en Fort Lauderdale, aunque mi nombre nunca salió a relucir, por la edad, al siguiente año pusieron los límites de edad para beber.
Mi Madre, a sus 42 años, es una hembra que está rebuena. Mi Padre, un pobre idiota. Así que una noche decidí darle marcha a ella con mis amigos, mientras mi padre miraba..........
Relato erótico enviado por domo54 el 12 de December de 2008 a las 11:35:56 - Relato porno leído 312203 veces
Era un día normal, común y corriente, yo regresaba de la prepa, yo soy un chavo moreno, alto, con buen cuerpo, bien dotado y muy atrevido, no tengo novia y ese día fue uno de los mejores en mi vida
Relato erótico enviado por Anonymous el 29 de August de 2008 a las 13:06:42 - Relato porno leído 212263 veces
Mi nombre es Alicia, y hasta no hace mucho mi familia, y yo desde luego vivíamos en un retirado pueblo, en el que apenas y nos enterábamos de las noticias, ya que ni tan siquiera llegaba la señal de la Tele. Por lo que cuando nos mudamos a la ciudad, lo que más me impresionó fue el baile del perreo
Relato erótico enviado por Narrador el 04 de June de 2012 a las 23:00:35 - Relato porno leído 149874 veces
Si te ha gustado Mi primer y unico, Spring break, descanso de primavera. vótalo y deja tus comentarios ya que esto anima a los escritores a seguir publicando sus obras.
Por eso dedica 30 segundos a valorar Mi primer y unico, Spring break, descanso de primavera. .
narrador
te lo agradecerá.
Comentarios enviados para este relato
TIM_DRAKE11
(30 de March de 2012 a las 07:53) dice:
MUY BUEN RELATO JAJA ESO SE MERECEN POR TONTAS, PERO EXCELENTE RELATO, FELICIDADES katebrown
(18 de October de 2022 a las 20:13) dice:
SEX? GOODGIRLS.CF
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